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viernes, 16 de octubre de 2015

La UICN avanza en la definición de la lista de ecosistema en peligro.

Entre ellos están el Mar de Aral, fondos con algas en Alaska, arrecifes de coral del Caribe, humedales de Australia, turberas de Alemania…

Es raro el verano que no acaba con una noticia que refleje la dura convivencia entre el desarrollo y la conservación de la naturaleza en uno de los destinos turísticos por antonomasia: el Caribe. Por un lado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México dictaminó la suspensión total de un nuevo desarrollo turístico en Cancún, centro neurálgico de las visitas al Caribe, y por otro Nicaragua incluía entre sus cinco ecosistemas en mayor riesgo de desaparición los bosques de bambú del litoral de este mar del Atlántico Norte. Precisamente los arrecifes de coral del Caribe figuran entre los diez ecosistemas en mayor riesgo de extinción del planeta.

A la espera de desarrollar adecudamente y definir los criterios concretos y precisos que servirán para elaborar la lista roja de los ecosistemas mundiales en peligro, varios organismos y científicos, incluido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, estudiaron veinte de los considerados más valiosos y amenazados. Hace dos años se publicó en la revista PLoS ONE una primera lista que sirve de patrón para que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) elabore una similar a la que actualmente existe para especies de animales y plantas. En este caso la categoría de extinto se define como “colapsado”, es decir, un ecosistema de gran valía que tiene imposible volver a su estado original.

A la primera lista con la que trabaja la UICN habría que añadir los 19 ecosistemas presentes entre los 48 lugares declarados Patrimonio Mundial por la Unesco que considera en peligro. Algunos coinciden con la primera, como los arrecifes de coral del Caribe (Belice) y los bosques de galería de la cuenca del río Senegal (Parque Nacional Niokolo-Koba). El Parque Nacional de los Everglades (Estados Unidos), junto a los bosques tropicales, sobre todo los de la cuenca del Congo en la República Democrática del Congo, además de los de Honduras (Río Plátano), Indonesia (Sumatra) y Madagascar (Atsinanana), aparecen también en la lista roja de la Unesco.

A continuación se detalla la lista con los diez ecosistemas más amenazados según los primeros estudios realizados para la UICN, que son aquellos considerados en colapso (Mar de Aral) y en peligro crítico de extinción (los nueve restantes). La explicación a la aparición de cuatro lugares de Australia reside en que todos se concentran en el área de mayor desarrollo urbano, industrial y agrícola de la isla, la costa sureste, con una población que sobrepasa los trece millones de habitantes.

1. Mar de Aral

Uzbekistán-Kazajistán

El Mar de Aral ha pasado de ser el cuarto lago más grande del mundo a no aparecer entre los veinte primeros. Solo resiste un 10% de una superficie que superó los 67.000 km2, tanto como Aragón, Navarra y el País Vasco juntas. Aunque ahora se invierten esfuerzos para recuperarlo desde su parte más septentrional, los expertos consideran que ha entrado en colapso porque ha perdido su biodiversidad original, incluidas 28 especies de peces endémicos. Además, el legado de pesticidas, desertización y salinidad que dejaron los cultivos de algodón y cereales que se regaban con sus aguas mantiene un efecto letal sobre la naturaleza y la población.

2. Bosques de acacias en la cuenca del Río Senegal

Senegal, Malí y Mauritania

Causas similares a las que provocaron la desecación del Mar de Aral se ciernen sobre las escasas feraces llanuras de inundación que resisten en la cuenca del río Senegal, y muy especialmente sobre los bosques de acacias (Acacia nilotica) que crecen en ellas. Presas, agricultura intensiva y sobrepastoreo están acabando con cientos de años de convivencia pacífica entre la biodiversidad y las comunidades indígenas. Estas habían aprendido a compasar los aprovechamientos agrícolas y ganaderos con los períodos anuales de inundación y sequía. Ahora, hasta las aves granívoras que colaboraban en este equilibrio desaparecen y la ruptura del mismo provoca el desplazamiento forzado de miles de indígenas y problemas de salud.

3. Turberas elevadas de Renania

Alemania

Depresiones, zonas encharcadas y montículos se reparten entre estos humedales repletos de biodiversidad, que presentan una acumulación de biomasa muerta que abomba el terreno. Esta acumulación alberga una gran reserva de carbono, por lo que su paulatina destrucción libera grandes cantidades de gases de efecto invernadero, responsables del cambio climático. Aparte de las llamadas de atención de los científicos que han colaborado en esta incipiente lista de ecosistemas en peligro, la Comisión Europea, como parte de su labor de conservación dentro de la Red Natura 2000, ha advertido del riesgo de desaparición que corren en concreto las turberas de Hunsrück y Eifel, donde varias especies de fauna y flora asociadas se han convertido en raras.

4. Matorrales de 'fynbos' de El Cabo

Sudáfrica

Hasta 8.500 especies de plantas vasculares (en todas las islas británicas hay 1.400), el 70% endémicas, encierran estos matorrales de fynbos, nombre de origen holandés que define a las “plantas de hojas finas”. Por su variedad y colorido está catalogado como uno de los vergeles botánicos de África, con semejanzas con nuestro monte mediterráneo. La expansión urbanística, los incendios forestales y la agricultura amenazan a estos matorrales por una doble vía: por la destrucción directa del hábitat y por la invasión de especies exóticas, tanto vegetales como animales. En otra lista, la de las Ecorregiones del WWF, también está considerado como uno de los ecosistemas en mayor riesgo de desaparición.
5. Lagunas Coorong y estuario del río Murray

Australia

Con idéntico grado de amenaza al de la UICN (en peligro crítico) cataloga el WWF dentro de su listado de Ecorregiones a este extenso (140 kilómetros lineales) y complejo (lagunas, lagos, estuario, bosques de ribera…) humedal situado al sureste de Australia. La declaración de una parte como parque nacional y su reconocimiento como humedal de importancia internacional (Convenio Ramsar) le ha salvado de desaparecer por completo, ya que solo se mantiene intacto, pero de manera fragmentada, el 10% de la superficie original. Numerosas entidades conservacionistas siguen lanzando la voz de alarma ante uno de los impactos más notorios: el drenaje del humedal en dirección a tierras agrícolas.

6. Manantiales kársticos del sur

Australia
Piccaninnie Ponds Karst Wetlands.

Piccaninnie Ponds Karst Wetlands, también situado en la costa meridional australiana, es igualmente un humedal de importancia internacional incluido en el Convenio Ramsar. Sin embargo, las 862 hectáreas protegidas y representativas de los sistemas kársticos, con manantiales ascendentes y otras formaciones rocosas y de turba originadas por las aguas subterráneas, se antojan claramente insuficientes para la comunidad científica. Para demostrar el efecto devastador que ocasiona la pérdida de esa capa freática y la continuidad de su afloramiento la UICN expone el caso del género de cangrejos de agua dulce Euastacus: de las cincuenta especies que sobreviven en estos ecosistemas, 17 están en peligro crítico de extinción y otros 17 en peligro.

7. Pantanos costeros de la cuenca de Sídney

Australia

Urbanización, minería del carbón, fracking, incendios, efectos del cambio climático, carreteras, excesiva regulación hídrica, invasión de especies exóticas… La propia Oficina de Medio Ambiente y Patrimonio del estado de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra enclavada la biorregión de la cuenca de Sidney, reconoce las amenazas que acogotan a uno de los ecosistemas más singulares de esta isla. La misma entidad recuerda que en los últimos 200 años se ha perdido o degradado el 60% del rosario de humedales costeros que salpicaba y embellecía estas tierras. Aunque se traducen como pantanos, se trata de llanuras costeras de inundación sobre fondos de arenisca que sobresalen principalmente en la meseta de Hawkesbury.

8- Humedales de la cuenca Murray-Darling

Australia
Los ríos Murray y Darling (afluente del primero) forman una gigantesca cuenca hidrográfica (dos veces España) trascendental para el suministro hídrico de la zona más poblada de Australia (Adelaida, Melbourne y Sidney) y para el mantenimiento de una de las mayores cotas de biodiversidad asociadas a una gran variedad de pantanos, bosques y lagos. El problema es que el conflicto entre las necesidades humanas (incluye una extensa área agrícola) y ambientales afecta a ambas, ya que la excesiva regulación y explotación hídrica ha llevado a la eliminación de la vegetación natural y la sequía temporal de tramos del Murray (se estima que está al 18% de su capacidad), lo que aumenta el grado de salinidad, que interfiere en el abastecimiento humano.

9- Bosques de laminariales de Alaska

Estados Unidos

Observar una tupida formación de algas gigantes (laminariales) que pueden superar los 50 metros es lo más parecido a adentrarse en un bosque submarino. Las aguas costeras de Alaska cuentan con muy buenas representaciones de este ecosistema, que se encuentra entre los más productivos del planeta por su capacidad de acogida para numerosas especies (incluidos peces de explotación comercial), absorción de dióxido de carbono y freno de fuertes oleajes. Sin embargo, la sobrepesca, fenómenos meteorológicos como El Niño y la contaminación (vertido del Exxon Valdez de 1989) destruyen la cadena trófica (afecta sobre todo a las nutrias de mar) y dejan vía libre para que los erizos de mar devoren y deforesten los bosques de algas.

10- Arrecifes de coral del Caribe

Más de 116 millones de personas viven dentro de las costas que dan al mar Caribe, a los que se añaden 20 millones de turistas anuales. Un estudio del World Resources Institute junto a veinte organismos que trabajan en la región sentenció en 2005 que dos tercios de los arrecifes están directamente amenazados por actividades humanas, y estiman pérdidas económicas de 350 a 870 millones de dólares anuales por la disminución de la pesca de arrecife, el turismo de buceo y los servicios de protección de la costa, al actuar como barrera ante los efectos de temporales marinos. La presión turística, la agricultura intensiva, la sobrepesca y el cambio climático (blanqueamiento del coral) se alían para poner en peligro a este punto caliente de la biodiversidad terrestre.

Fuente: ElPais.com

martes, 25 de agosto de 2015

Los grandes deltas del mundo sufrirán mayores inundaciones.

El delta del río Ganges, que muere en el Índico (color añil) es uno de los
 más amenzados por las inundaciones. / USGS EROS DATA CENTER
Un nuevo mapa mundial dibuja la situación actual y futura de las tierras bajas más afectadas por los eventos climáticos extremos y la subida del nivel del mar
La subida del nivel del mar se ha acelerado más de lo que se pensaba

Un nuevo mapa de riesgos de los grandes deltas del planeta dibuja la situación actual y futura de las tierras bajas, es decir, las zonas o regiones con poco relieve que habitualmente se encuentran a menos de 150 metros de altitud. En el futuro, habrá mayor riesgo de inundaciones azuzadas por la alteración del complejo sistema fluvial por parte de los humanos, eventos climáticos extremos y el aumento del nivel del mar. Esta vez, según este estudio, los países ricos no tendrán tan fácil escapar de las consecuencias del cambio climático con sus trucos de ingeniería.

A los humanos nos gusta vivir cerca del río. Más de la mitad de la población mundial se asienta a lo largo de alguno de ellos. La concentración es mayor en la desembocadura: unos 340 millones de personas viven en el delta de los mayores ríos del mundo. Otros 140 millones se encuentran en un radio de 25 kilómetros. Las razones son evidentes, tradicionalmente han sido zonas ricas en pesca y muy fértiles para la agricultura. Muchas civilizaciones, desde las mesopotámicas hasta la romana, pasando por las asiáticas, han nacido donde moría algún río.

"Los deltas son sistemas complejos. Dependen del suministro regular de sedimentos para balancear el hundimiento natural de la tierra", explica el investigador de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Zachary Tessler. Pero este proceso dinámico lleva tiempo siendo alterado por los humanos. "Las actividades humanas afectan a la integridad de los deltas reduciendo el aporte de sedimentos en el río desde la cabecera y también cómo se depositan en el delta", añade. Las presas río arriba, los diques y canales alteran la circulación del limo. "Además, la extracción de aguas subterráneas, petróleo o gas bajo el delta también pueden aumentar la ratio de hundimiento" concluye. ¿Resultado? Un mayor riesgo de sufrir inundaciones ya sean marinas o fluviales.


Tessler, junto a un grupo de colegas, ha elaborado el que podría ser el primer mapa de riesgos de los 48 mayores deltas del mundo. Usando datos geofísicos de cada delta, su exposición a eventos climáticos como maremotos o huracanes, el grado de desarrollo urbano, socioeconómico y de infraestructuras de protección de la zona y la cantidad de personas que viven en el delta, los investigadores han podido establecer un índice de exposición al riesgo de los habitantes de los deltas.
Los 10 deltas más expuestos, donde la catástrofe sería mayor, son todos asiáticos o africanos. Entre los cinco primeros se encuentran los grandes ríos que mueren en el golfo de Bengala, en la India y Bangladés, como el Krishna (el más expuesto), el Ganges o el Brahmani. Para encontrar un delta expuesto en los países más desarrollados hay que ir hasta el puesto 29, con el río Po, en el norte de Italia. El Ebro aparece en un meritorio 39 lugar en este índice que combina riesgos climáticos, grado de desarrollo e impacto en la población.
El mapa muestra los deltas estudiados y sus cuencas. Arriba, situación de riesgo actual medida
 por el color y población afectada (diámetro del círculo). Abajo, situación futura en un escenario de costes de infraestructuras elevados. / TESSLER ET AL/SCIENCE




"El Ebro se beneficia de acabar en el Mediterráneo, teniendo por tanto una puntuación relativamente baja en el índice de eventos peligrosos. Aunque se enfrenta con tormentas relativamente importantes asociadas a crecidas del río o grandes olas en la costa, no tiene que lidiar con ciclones tropicales o tormentas como las que suceden, por ejemplo en el delta del Misisipi. Por otro lado, el Ebro se beneficia de tener un gobierno eficaz y un elevado PIB per cápita en comparación con otros deltas. Dicho esto, río arriba, la cuenca esta poblada de presas que reducen la llegada de sedimentos al delta", comenta Tessler.
En los últimos lugares de la lista aparecen dos de los deltas más conocidos del mundo desarrollado, el del Misisipi, en EE UU, y el del Rin, que, tras atravesar toda Alemania muere en la costa de los Países Bajos. Ambos son el ejemplo del triunfo del hombre sobre la naturaleza. Como ocurre con el Ebro, el grado de desarrollo de estos países ha hecho que toda la ingeniería existente se haya puesto al servicio de su estabilidad.
Pero lo que muestra el estudio de Tessler y sus colegas, publicado en la revista Science, es que, en el futuro, ni los deltas de los países ricos estarán a salvo. Introduciendo en su mapa nuevos elementos, como la progresiva elevación del nivel del mar y la proliferación de eventos climáticos extremos, ambos relacionados con el cambio climático, el mapa mundial de los deltas cambia de forma sustancial.
Los deltas de los ríos del golfo de Bengala seguirán siendo los más expuestos, pero los gigantes que mueren en el Mar de China, como el Yangtsé, y el Mekong, en el sudeste asiático, entran entre los 10 más expuestos. Lo más llamativo, sin embargo, es que grandes deltas occidentales, como los del Rin, el Misisipi o el Ródano multiplicarán hasta por cinco veces su índice de riesgo. Y es que, a pesar de su capacidad económica, las inversiones para la protección de estos estuarios crecerían de forma exponencial. Para Tessler, se hace necesario buscar sistemas sostenibles inspirados en la naturaleza si se quiere asegurar los deltas en el futuro.
El milagro holandés se agota
"Las sociedades humanas necesitan buscar técnicas innovadoras para sostener los deltas. Una manera de hacerlo sería con la ingeniería basada en la naturaleza", sostiene el profesor de la Universidad de Amberes, Stijn Temmerman. "No tenemos mucha experiencia con estos sistemas, pero se está ejecutando algunos grandes proyectos en algunos deltas y aún necesitamos más investigación sobre estos proyectos basados en la naturaleza", añade este investigador, ajeno al estudio de Tessler.
Temmerman conoce bien el caso del delta del Rin y, en general, el de los Países Bajos y su eterna pelea con el mar. Después de siglos de arrebatarle tierra al océano, unos nueve millones de personas viven allí por debajo del nivel del mar. Sin embargo, la creciente necesidad de nuevas inversiones para ampliar la infraestructura de diques, muros y canales está empezando a agrietarse.
El satélite Landsat muestra el avance del mar en el delta del Misisipi entre 1973 y 2014.
 /ZACHARY TESSLER, CON DATOS DEL USGS/NASA LANDSAT PROGRAM

"El modelo holandés, ganar tierra al mar levantando diques y presas, ha sido relativamente exitoso en los pasados siglos, cuando el cambio climático y la elevación del nivel del mar eran mínimos, pero está bajo una creciente presión debido a la aceleración del ritmo de elevación del mar por el cambio climático, la alteración humana del proceso natural del delta y los crecientes costes para mantener las estructuras artificiales contra las inundaciones", explica Temmerman.
Para el investigador belga, como para Tessler, solo hay una alternativa y es volver a la naturaleza: "lo que significa conservar y restaurar los humedales todo lo que se pueda, ya que estos absorben las acometidas del agua, reduciendo el riesgo de inundaciones en las zonas pobladas del delta. Son además más sostenibles, al acumular tierra con la elevación del mar y más eficientes desde el punto de vista de los costes".

Fuente: ElPais.com


sábado, 28 de marzo de 2015

La crisis hídrica de Sudamerica podría extender los desiertos subtropicales en los hemisferios norte y sur

CRISIS HÍDRICA

¿Vivimos una sequía milenaria en la provincia de San Juan?

Si bien es pronto para confirmarlo, algunos climatólogos advierten que la misma podría estar sucediendo, extendiendo los desiertos subtropicales de los hemisferios Norte y Sur.

La peor sequía de los últimos 50 años y altas temperaturas y humedad en pleno marzo son algunos de los fenómenos que llevaron a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO a dialogar con los destacados climatólogos ingeniero Leónidas Minetti y doctor Germán Poblete.

Desde el Laboratorio Climatológico Sudamericano, el ingeniero Minetti comentó: "Nuestros estudios muestran al índice de sequía mensual de la República Argentina ocurrido entre Enero del 2003 y Febrero del 2015. En ella se puede apreciar que luego de la fatídica inundación de los Bajos Sub meridionales y ciudad de Santa Fe del año 2003 las condiciones secas se fueron instalando gradualmente hasta el año 2013", consignó Minetti.

"En este período, vastas zonas de Argentina verde y sojera fue perturbada y dañada por intensas sequías como las ocurridas en todo el país en el año 2008 y regionalmente en el 2011-13. Estas últimas perturbaron fuertemente a la producción agrícola y ganadera del Norte argentino llevando a muchas Empresas agropecuarias al quebranto", indicó.

"Algunos trabajos de nuestro Laboratorio ya publicados -EEUU-, muestran la conexión que existía entre este fenómeno y el Cambio Climático (CC) que genera un paulatino secado del desierto y zona semiárida subtropical. En el temprano 2014, un especial proceso de transporte de humedad generado por el cuasi monzón Sudamericano está generando un inusitado transporte de humedad al corazón del continente. Esto puede verse en el comportamiento de las anomalías de la temperatura mínima de San Miguel de Tucumán como zona mediterránea.

La temperatura mínima de San Miguel de Tucumán es un muy buen indicador de la presencia de aire húmedo marítimo transportado en el ciclo hidrológico externo océano-continente. Su presencia transportado en el proceso monzonal Sudamericano favorece la instalación de la estación lluviosa de verano y los años lluviosos en el continente. Puede advertirse que actualmente un ciclo excepcional de humedad se ha instalado en el continente y que viene siendo observado desde hace tres años y que esto no tiene que ver con el fenómeno dicotómico de El Niño/La Niña con se trata de explicar a la prensa. Como resultado de esto la tendencia del índice de sequía, tuerce hacia la condición lluviosa que estimamos es temporaria para retornar después a las condiciones largamente secas. Hoy nuestros modelos pronostican la persistencia de la presencia de humedad en el continente hasta bien entrado el Otoño (mayo-junio)".

"Por último, presenta a los índices mensuales de sequías en la Cordillera Central y Comahue, indicando que es la única región que la perturbación monzonal no ha afectado. Por cierto en ella se indica que el proceso de secado que impone el CC continúa en ascenso, y que apenas una pausa al final presagia el reinicio del secado. Este proceso está por cierto indicando la gravedad del impacto que esto tiene en la zona central de Cuyo, soporte de una intensiva actividad agrícola-energética basado en la nieve que cada vez menos cae en los últimos años. Este fenómeno además es muy semejante al observado actualmente sobre la región Sudoeste de USA (California) que está registrando una sequía con probabilidad escasa o milenaria (una cada 1.000 años)".

Por cierto que las situaciones cada vez más extremas como las registrada en Córdoba- San Luis y ahora el Noroeste argentino donde se batieron los récords históricos (dentro del período de medición-instrumental desde 1875) más lo identificado en la Cordillera Central, son sólo una pequeña muestra de los efectos del CC debidas al calentamiento global.

Más desérticos

Según el climatólogo Minetti, "los desiertos se expanden cada vez más en toda la banda subtropical de ambos Hemisferios del planeta. En consecuencia estamos viviendo las sequías más fuertes en mil años o sequía milenaria".

Esto lo venimos confirmando junto con otros expertos en clima e investigadores de la talla del doctor Germán Poblete de la Universidad Nacional de San Juan, quien indicó que si bien es muy pronto para confirmarlo, pareciera ser que estamos frente a un ciclo de sequía de 20 a 40 años, como los vividos en la década del 30 y 40 del siglo pasado. Es más, en Australia ya hablan de la sequía de la segunda guerra mundial. Tenemos señales de que esta gran sequía puede estar sucediendo, pero aún es pronto afirmarlo.

En este esquema de seca iniciado hace 8 años, no deja de sorprender un "golpe de agua", o altos índices de humedad, como el que se está viviendo actualmente. Para Poblete durante febrero y marzo vivimos muchos días de intenso calor y una elevada humedad que subieron la sensación térmica, que finalizó el viernes de la semana pasada, primero con una masa de aire subpolar que aminoró el calor y luego una masa de baja presión y humedad subpolar que generaron lluvias prolongadas y las actuales nevadas en cordillera.

Frases 

Estamos viviendo fenómenos climatológicos adversos que generan un clima antrópico o muy adverso a las actividades del hombre en el planeta.

Ing. Leónidas Minetti, Lab. Climatológico Sudamericano

Es muy temprano para confirmar si nevará o no entre abril y septiembre en la cordillera sanjuanina. Pero, parecería que podría nevar más en el otoño.

Dr. Germán Poblete, Investigador UNSJ


Fuente: DiarioDeCuyo.com.ar
Adrián Alonso
* El título original de la nota es ¿Vivimos una sequía milenaria en la Provincia de San Juan?

martes, 25 de septiembre de 2012

El planeta se enfrenta a una 'bancarrota de agua'.

El mundo se enfrenta a una "bancarrota de agua" debido a problemas como la urbanización, la actividad económica en las principales cuencas fluviales del mundo y el alarmante calentamiento de las aguas oceánicas, según un informe que ha divulgado la ONU.
El documento, preparado por el Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), con base en Hamilton (Canadá) y titulado 'Science-Policy Bridges over Troubled Waters', es el resultado del análisis de 200 grandes proyectos mundiales relacionados con el medio acuático.
El informe, en cuya elaboración también participaron el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma) y Global Environmental Facility (GEF), señala que en 2050 se producirá una grave escasez de agua en siete de las diez principales cuencas fluviales del mundo.
Estas diez cuencas son actualmente el hogar de una cuarta parte de la población mundial y generan el 10 % del producto interior bruto del planeta. Igualmente, el informe advierte sobre las consecuencias de la subida de las temperaturas de los océanos.

Almacén final de calor

Los océanos son el "almacén final de calor" que dirige el clima, la meteorología, la fertilización y el suministro mundial de agua dulce, añade. "Aunque el calentamiento medio de 0,6 grados celsius de la superficie marina desde 1872 no parece muy grande, representa un enorme aumento en el almacenamiento de calor", alerta.
El científico Laurence Mee, uno de los autores del documento, explicó a Efe que "la profundidad media de los océanos es de 4 kilómetros. Se necesita una gran cantidad de energía para calentar tal cantidad de agua, que cubre dos tercios del planeta con una profundidad de 4 kilómetros".
El aumento de la temperatura de sólo 1 grado "supone añadir una cantidad inmensa de energía al agua. Y esa energía se transmite a través de las corrientes a otros lugares, por ejemplo los polos. Este año, el Ártico ha tenido la menor cantidad de hielo nunca registrada", recordó.
Eso tiene "profundas consecuencias" para el clima y la producción de peces, citó como ejemplo, y subrayó que "realmente no tenemos idea de cuáles serán los efectos de este calentamiento".
Ivan Zavadsky, coordinador de Aguas Internacionales de GEF, una institución que ha invertido 1.300 millones de dólares los últimos 20 años en proyectos de promoción de desarrollo sostenible, dijo a Efe que "ninguna región del mundo vive en actualidad en armonía con sus recursos acuíferos".

Papel central de la ciencia

Zavadsky también destacó que una de las lecciones del informe es que "la ciencia debe jugar un papel más central en determinar la naturaleza y prioridad de esas inversiones".
El informe indicó que uno de los ejemplos donde la ciencia ha desempeñado un papel más destacado para promover el desarrollo sostenible es en la cuenca del río de La Plata, donde la intervención de GEF y de científicos locales "contribuyó a un diseño de proyectos más exhaustivo".
Por su parte, Zafar Adeel, director del Instituto del Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unida, señaló que "este estudio subraya que a menudo las alertas previas sobre problemas emergentes pueden ser escuchadas y se les debe prestar atención".
La aparición del informe coincide con el inicio este martes en Bangkok de la conferencia internacional de GEF, que durante tres días y analizará el papel de la ciencia en la solución de los problemas mundiales del agua.

Fuente: ElMundo.es
Imagen (nuevotiempo.org)

jueves, 24 de mayo de 2012

Toda el agua del planeta en una esfera.

Una imagen vale más que mil palabras: esta gota sobre el planeta, con un diámetro inferior a la distancia entre Madrid y Bruselas, contiene todo el líquido elemento que existe en el mundo.


La Tierra es conocida como el planeta azul. Alrededor del 70% de su superficie está cubierta de agua y los océanos contienen cerca del 96% de este líquido fundamental para la vida. El agua también se reparte por la atmósfera, los ríos y lagos, los casquetes polares y glaciares, la humedad del suelo e incluso en los seres vivos... A primera vista parece una enorme cantidad, pero en realidad no es tanto como nos imaginamos si se observa esta reveladora imagen realizada para el Servicio Geológico de EE.UU (USGS). La composición muestra el tamaño de una esfera en comparación con el de la Tierra. Pues bien, esa esfera contiene todo el agua que existe en nuestro planeta. La burbuja tiene 1.385 kilómetros de diámetro, menos que la distancia entre Madrid y Bruselas (aunque por supuesto hay que tener en cuenta que la esfera tiene tres dimensiones) y menos de un tercio del tamaño de la Luna.
Esta enorme gota -en total, 1.386 kilómetros cúbicos de agua-contiene todo el agua que hay en la Tierra, pero si tuviéramos en cuenta solo el agua dulce a la que los seres humanos tenemos acceso y de la que dependemos, la esfera sería mucho más pequeña. Como curiosidad, la USGS señala que 12.900 km cúbicos de agua, la mayoría en forma de vapor de agua, se encuentra en la atmósfera. Si cayera en forma de precipitación una sola vez, la Tierra quedaría cubierta por solo 2,5 centímetros de agua.
Además de una curiosidad científica, el gráfico del USGS puede ayudarnos a concienciarnos en el cuidado de un bien que cada vez parece más escaso.

Fuente: ABC.es

 

jueves, 3 de mayo de 2012

Características hidrográficas e hidrológicas del Valle de Tulúm (San Juan Argentina) y un estudio de caso.

La zona de estudio (S-E del Departamento Rawson, San Juan) se encuentra localizada en ambiente de la unidad fisiográfica denominada llanura aluvial del río San Juan. El sector noroccidental del área conforma la zona de coalescencia entre la mencionada llanura y el área distal del abanico aluvial formado también por el río antes mencionado.
El abanico y la llanura tienen su génesis en procesos hídricos asociados al escurrimiento del río San Juan. La planicie aluvial posee escasa pendiente y se origina a partir de la dificultad del río para encontrar su nivel de base, el que se encuentra en las lagunas del Rosario y Huanacache. Ocupa el centro del oasis del Tulúm y solo está interrumpida por el cerro de Barboza hasta confundirse al sur con la llanura aluvial del río Mendoza.
La llanura aluvial está formada por sedimentos finos como grava, gravilla, arena y limo de edad cuaternaria transportados y depositados por procesos aluviales-fluviales; de igual manera la acción eólica genera dunas con material fino aportado por derrubios de los macizos adyacentes del valle.
El escurrimiento de la llanura está direccionado hacia el sudeste, siendo el principal recurso hídrico el río San Juan (69 m3/s). De igual modo, en el área de estudio el escurrimiento se dirige al sudeste en líneas generales; en éste sector el primordial referente es el arroyo Agua Negra, de carácter permanente, cuyo caudal módulo es de 0.5 m3/s (Rosales Fritz, 2000). Este curso de agua se origina en el límite de los departamentos 9 de Julio, Rawson y Santa Lucía alimentado por la descarga del abanico aluvial producido por exceso de riego, pérdidas en la red de conducción del agua o por ascenso vertical del agua de acuíferos profundos con niveles estáticos por encima de la superficie (Rosales Fritz, 2000).
Este arroyo actúa como un dren natural drenando el área de descarga del abanico, sus aguas son encauzadas hasta el río San Juan.
El arroyo Agua Negra tiene una dirección norte-sur siendo más ancho al sur, forma bandas irregulares a ambos lados de los canales originados por la erosión de las orillas, acumulación de sedimentos en barras de meandros y coalescencia de éstas barras dando origen a formas del terreno complejas (Rosales Fritz, 2000).
En el arroyo existen fenómenos de estrangulamiento de meandros con el consiguiente acortamiento de unos de los mismos y la formación de uno de ellos en laguna de meandro.
Aguas abajo, el arroyo ha sido embalsado por el hombre con fines agrícolas o ganaderos  originando lagunas extensas.
En el área de estudio intervienen en el escurrimiento además, la red de riego representada por canales que conforman una red provincial que se abastece del río San Juan y tiene su origen en el dique San Emiliano (Rivadavia). Los desagües son cauces no profundos que recolectan el agua excedente de riego. Los drenes son cauces profundos que escurren agua de la napa freática por estar en contacto directo con ella. Tanto desagües como drenes llevan sus aguas a los colectores (Ruiz, 1992).
Finalmente  la napa posee un nivel fluctuante en el acuífero libre. Este está constituido por una capa superior permeable formada por sedimentos gruesos (rodados, arenas) a diferencia del confinado que está limitado en su parte superior por una capa impermeable que tiene sedimentos mucho más finos (arena con intercalaciones limo-arcillosas) que impide la infiltración directa desde el terreno. La llanura aluvial contiene a los dos acuíferos (Ruiz, 1992).
El acuífero se recarga de forma directa desde el río San Juan o indirecta desde los cauces de riego sin permeabilizar. En el valle de Tulúm los acuíferos se denominan confinado y libre; el primero a diferencia del segundo, está separado de otros volúmenes de agua y de la superficie terrestre por capas de materiales poco permeables o impermeables, estas son de arcilla, roca o mezcla sedimentaria inhibiendo el movimiento vertical del agua hacia el acuífero y fuera de él. Un indicador para distinguir a los acuíferos es la presión del agua, en los confinados es alta y si se realiza una perforación produce la elevación del agua por encima de la superficie del acuífero (Miranda, 1999).
En las zonas deprimidas, como constituye él área de estudio, cuando el acuífero se satura la napa freática (nivel hídrico horizontal con fluctuaciones verticales del acuífero) asciende por capilaridad hasta la superficie en ocasiones generando revenición y en áreas de difícil drenaje genera salinización de los suelos producida por la evaporación del agua y deposición en el terreno de las sales contenidas en el agua. Esta última característica es la que se presenta en el área de estudio.
De acuerdo a un estudio (Ferrés-CRAS, 1997) realizado a distintas profundidades en el acuífero los valores de conductividad eléctrica a nivel del valle entre los 0 y 30 metros se encuentran por debajo de los 1000 чmho/cm y ha disminuido el porcentaje de pozos con conductividad eléctrica superior a 1500 чmho/c con respecto a un estudio anterior. Según éste estudio, tanto la salinidad como los nitratos disminuyen con la profundidad.

Fragmento GARCIA RUIZ, Juan Pablo “Recuperación de suelos en el Sudeste del Departamento Rawson” FFHA, UNSJ 2005.

Fuente consultada: ROSALES FRITZ, Carla Vanesa “Geología de los depósitos modernos en las adyacencias del Río San Juan y Arroyo Agua Negra e implicancias ambientales, Departamentos 9 de Julio, Rawson y 25 de Mayo, Provincia de San Juan. Tesis de Licenciatura, Departamento de Geología, FCEFyN, UNSJ, 42pp. 2000.

RUIZ, Maria del C. et al “Carta del Medio Ambiente y su Dinámica en el Gran San Juan; Departamento Santa Lucia” IGA, FFHA, UNSJ. Inédito. 1992

MIRANDA, Omar “El uso de agua subterránea para riego en los valles sanjuaninos” Primeras jornadas interdisciplinarias de estudios agrarios y agroindustriales. UBA 1999.

FERRES, Carlos “Actualización de la información química y bacteriológica del agua subterránea – su variación en el tiempo- Zona del acuífero libre del Valle de Tulúm. Provincia de San Juan.” Centro Regional de Agua Subterránea, San Juan. 1997.

martes, 3 de abril de 2012

Detectan un aumento de hielo en una zona de la Antártida.

El satélite europeo CryoSat descubre que se ha incrementado el espesor en la región conocida como «hielo azul»


El satélite europeo CryoSat detectó un incremento del espesor de la capa de hielo de la Antártida en la región conocida como "hielo azul", lo que supone un cambio de tendencia con respecto a las mediciones anteriores, informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA).

Las mediciones del grosor del hielo en esa región efectuadas entre 1991 y 2008 detectaron una disminución, una tendencia que cambió en las observaciones del satélite entre 2008 y 2011, indicó la ESA en un comunicado.

Para el especialista de la Universidad Técnica de Dresde, Reinhard Dietrick, el cambio de tendencia puede llevar a consecuencias interesantes si se mantiene en las siguientes campañas de medición. El científico precisó que los resultados son "preliminares" e indicó que seguirán trabajando en esa región de la Antártida, según recoge Efe.

La región del "hielo azul" es especialmente interesante para efectuar mediciones para CryoSat al no estar recubierta de nieve, como lo está la mayor parte del continente. Por eso, los equipos de medición del satélite, lanzado hace unos dos años para vigilar los cambios climáticos en los polos, pueden medir con mayor precisión el grosor del hielo.


Fuente: ABC.es

martes, 24 de enero de 2012

El Océano Ártico se abomba por exceso de agua.

Los fuertes vientos que soplan en el Ártico podrían estar detrás del 'abombamiento' que se está produciendo en el Océano de esta zona del planeta, detectado por satélites de la Agencia Espacial Europea (ESA) destinados a la observación de la Tierra.

Los satélites han revelado que hay una gran aglomeración de agua dulce en el Océano Ártico que se ha ido formando a lo largo de los últimos 15 años. En concreto, desde el año 2002, la altura del altura del nivel del mar en esta zona se ha elevado cerca de 15 centímetros, y el volumen de agua dulce ha aumentado en 8.000 kilómetros cúbicos, es decir, en torno a un 10% de toda el agua dulce del Océano Ártico.

El trabajo, publicado ahora en la revista 'Nature Geoscience' ha sido realizado por investigadores del Centro Polar de Observación y Modelización (CPOM), del University College London, y del Centro Nacional Oceanográfico del Reino Unido, que han utilizado los datos enviados por los satélites ERS-2 y Envisat para medir el nivel del mar entre 1995 y 2010.

Los científicos están convencidos de que si la dirección del viento ártico actual cambiara, gran parte de ese agua se vertería en el Océano Atlántico, lo que enfriaría el clima en Europa.

Según sus conclusiones, la acumulación de agua se debe a que se está acelerando un gran sistema de circulación oceánica llamado Giro de Beaufort debido a los fuertes vientos árticos.

El cambio de su dirección, haría que ese agua pudiera alcanzar hasta el Atlántico Norte. Ello ralentizaría una corriente oceánica que es clave porque parte de la Corriente del Golfo, que es la responsable de que Europa disfrute de temperaturas relativamente suaves, comparado con otras áreas de latitudes similares.

Katharine Giles, investigadora del CPOM y autora de la investigación, señala que al observar los datos a escala anual comprobaron que los cambios tenían relación directa con el comportamiento del viento. "Una posibilidad es que el hielo marino actúe como una barrera entre la atmósfera y el océano. Así, con los cambios en la cubierta de hielo cambiaría también el efecto del viento sobre el océano", señala Giles en un comunicado de la ESA.

La investigadora señala que esta relación entre el hielo y la interacción entre la atmósfera y el océano debe ser confirmada, algo en lo que también serán necesarios los datos que llegan desde los satélites.

La ESA destaca que los radioaltímetros de satélites como Envisat y ERS-2 son muy útiles en la observación de áreas inaccesibles, como el Ártico. De hecho, Envisat, que cumple en marzo 10 años en órbita, ha sido de gran ayuda en estudios sobre el cambio climático.

El ERS-2 ya fue retirado en julio del año pasado, pero aún quedan muchos datos por analizar de los que recogió cuando estuvo en activo.

En los próximos años, ESA seguirá lanzando satélites de observación de la familia 'Tierra Sentinel', dentro del programa europeo de Monitorización Global para el Medio Ambiente y la Seguridad (GMES, siglas en inglés).

Fuente: ElMundo.es

jueves, 7 de julio de 2011

Los ríos españoles han perdido cerca de un 10% de su caudal.


El impacto del cambio climático se percibe ya de forma clara en los ríos del planeta, en forma de pérdida de biodiversidad y disminución de caudal. Y en España estos efectos son especialmente graves. La pérdida de caudal en los ríos españoles podría estimarse en el 10% como media, y va en aumento. Los investigadores mencionan entre las causas los embalses, las canalizaciones y los transvases realizados sin tener en cuenta criterios científicos, y planes de regadío no adaptados a los recursos hídricos actuales ni a las previsiones sobre los impactos del cambio climático en la región.

Madrid ha reunido estos días a algunos de los mayores especialistas del mundo en ecosistemas fluviales en las jornadas llamadas 'Conservación fluvial. Amenazas, retos y oportunidades para un futuro sostenible', organizadas por la Fundación BBVA. El congreso ha tenido lugar precisamente cuando el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino está a punto de decidir si da el visto bueno a la evaluación de impacto ambiental que permitiría construir el embalse de Biscarrués, una gran presa prevista en el tramo medio del río Gállego y que estaría destinada a regar las secas tierra de los Monegros.

Un ejemplar de nutria en un río español. | Fundación BBVA

Un ejemplar de nutria en un río español. | Fundación BBVA

"Los embalses alteran claramente el funcionamiento de los ecosistemas fluviales", explicó Sergi Sabater, científico del Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA). "En los tiempos actuales, la decisión sobre la construcción de una presa de este tipo debería star muy muy justificada. Hay que recordar que España es el país del mundo con más embalses por kilómetro de río, con un total de 1.200 grandes embalses con una altura superior a los 15 metros".

Pese a que su finalidad es precisamente garantizar el suministro de agua, "los embalses y canalizaciones suponen una amenaza para las especies que viven en los sistemas fluviales, empobreciendo sus poblaciones y afectando la capacidad natural de los ríos de mejorar la calidad del agua", dicen los organizadores. "El río necesita que el agua fluya por su cauce; es falsa esa idea de que el agua que llega al mar se pierde".

El entorno está menos protegido

Además, los científicos ponee en duda que el necesario trabajo de vigilancia ambiental se esté haciendo correctamente. "La normativa marco del agua es muy estricta, pero mi temor es que los controles ambientales estén disminuyendo por la falta de fondos que conyeva la crisis", explicó Damiá Barceló, director del ICRA. "El medio ambiente está menos protegido desde una perspectiva ambiental".

Cartel informativo. | FBBVA

Cartel informativo. | FBBVA

El británico David Dudgeon, de la Universidad de Hong Kong, expuso en la rueda de prensa ofrecida en la sede madrileña de la Fundación BBVA el resultado del primer análisis que relaciona el suministro de agua en regiones muy diversas del planeta con la gestión de los ríos, publicado recientemente en 'Nature'.

"Lo que vemos es que siempre que se pone en peligro la biodiversidad y el ecosistema del río peligra también el suministro de agua", explica Dudgeon. "Los países ricos han podido solventar el problema mediante la tecnología, construyendo más y más embalses, pero este abordaje no es exportable a las regiones más pobres, ni es sostenible a largo plazo". Este experto aboga por buscar soluciones más respetuosas con el cauce natural del río.

El empobrecimiento de los ríos debido a su pérdida de caudal es especialmente grave en la cuenca mediterránea. "España es el país del mundo con más embalses por kilómetro de río", recuerdan los organizadores. Esto, combinado con los efectos del cambio climático, hace que los ríos españoles sean muy vulnerables.

El Mediterráneo afectado por el cambio climático

"En la cuenca del Mediterráneo el cambio climático puede derivar en una menor disponibilidad de recursos hídricos", señalan Sabater y Elosegi. "Los modelos concluyen que las regiones mediterráneas están entre las más afectadas por la sequía de verano, y que experimentarán una mayor frecuencia de inundaciones y temperaturas más altas".

Además, "hay que añadir la sobreexplotación de los recursos hídricos", prosiguen. En las cuencas del norte de la Península Ibérica el porcentaje de consumo del agua respecto al total de recursos disponibles es de solo el 7,4%; en la cuenca mediterránea, en cambio, esta relación oscila entre el 55% y el 224% (esta última cifra corresponde a la cuenca del Segura, en la que pese a los trasvases los ríos permanecen secos varios meses del año).

Los investigadores han alertado también sobre la presencia cada vez mayor en los ríos de los llamados 'contaminantes emergentes', como los fármacos de uso humano y veterinario. Son un tipo de contaminantes inesperados para los que no existe regulación y que, en general, escapan a las depuradoras. Ahora, por primera vez, se empieza a analizar cómo afectan estos compuestos al ecosistema del río, y se confirman los temores: los antiinflamatorios, betabloqueantes, antibióticos, ansiolíticos y demás medicamentos tienen "un claro efecto negativo sobre la biodiversidad", explica Damiá Barceló.

Dudgeon aportó datos muy reveladores sobre el estado de salud de estos ecosistemas. El 10% de las especies del mundo vive en el 0,1% de la superficie que ocupan las masas de agua dulce. El 37% de las especies de peces de agua dulce están amenazados a escala mundial y la cifra llega al 39% en EEUU. el 45% de las especies de ranas está en peligro de extición.

En los próximos cien años habrá una extinción "catastrófica" de los animales de agua dulce, "comparable a la de los dinosaurios", dice Dudgeon. "¿Beberían ustedes agua de un río dode los peces se han extinguido? Yo creo que no sería muy buena idea".


Fuente: ElMundo.es

martes, 21 de junio de 2011

El Mar Muerto se muere.

El más bajo del planeta. La reducción del agua del río Jordán amenaza con hacer desaparecer a este ecosistema único en el mundo.

Desde su nombre ya parece estar condenado, pero ahora más que nunca el "Mar Muerto" entró en agonía.

La reducción en un 98% del caudal del río Jordán que lo alimenta y la sobreexplotación industrial para extraer sus minerales amenaza con hacer desaparecer una formación única en el mundo.

Disfrutar de la sensación de ingravidez que produce flotar en el agua hipersalina de este balneario natural y untarse el cuerpo con su aceitoso barro será un lujo del que no podrán disfrutar las próximas generaciones, según los expertos.

Sin embargo, otros predicen que nunca dejará de existir, gracias a los aportes de aguas subterráneas, aunque se encogerá hasta tener tan sólo el 30% de los 625 Km cuadrados que ahora ocupa.

Los grupos de defensa del medio ambiente denuncian que ni Israel, ni Jordania ni la Autoridad Nacional Palestina hacen nada por conservar el lugar más bajo del planeta (situado a 416 metros bajo el nivel del mar), famoso por sus propiedades saludables y cosméticas y que disfruta de una radiación solar única y una densidad de oxígeno aumentada.

"El mayor problema del Mar Muerto es que ya no recibe apenas agua del Jordán. Frente a los 1.300 millones de metros cúbicos al año que recibía en los años cincuenta, ahora sólo llegan unos 50 millones", explica Mira Edelstein, portavoz de la ONG Amigos de la Tierra Oriente Medio.

El deterioro en las últimas décadas ha hecho que la parte norte y sur del gran lago salino hayan quedado totalmente desconectadas.

"De hecho, podemos hablar de que sólo queda la parte Norte, porque el Sur son sólo piscinas industriales para la recolección de minerales", asegura.

Las empresas responsables de los estanques multiplican los problemas de este lago salino sin igual en el planeta.

No sólo extraen el potasio y otros minerales, disminuyendo su concentración, sino que utilizan para ello las piscinas de desecación, una técnica muy intensiva en agua que les obliga a sustraer el líquido de la parte Norte del lago.

Además, no limpian el sedimento que queda depositado en el fondo de los estanques, lo que hace aumentar su nivel veinte centímetros cada año.

Esto eleva el nivel del agua en esa parte, lo que ha puesto en riesgo la supervivencia de una quincena de hoteles de lujo situados en su orilla.

"La cuestión de los hoteles es una línea roja para las autoridades, ha sido lo que ha hecho que al Gobierno empiece a preocuparle la situación", explica Eldestein.

El sistema judicial del país también ha empezado a lidiar con el asunto y, la semana pasada, ordenó a las explotaciones industriales que retiren el sedimento que se ha acumulado desde hace años.

Amigos de la Tierra, Salvar Nuestro Mar y otras organizaciones medioambientales que luchan por conservar el lago centran su estrategia en tres aspectos.

"Lo más importante es rehabilitar el río Jordán y devolverle parte de su caudal, lo que se puede hacer disminuyendo el agua que se deriva simplemente con optimizar su uso. También hay que obligar a las empresas contaminantes a que limpien lo que han contaminado y exigirles que utilicen métodos de extracción menos dañinos, como la tecnología de membranas", dice la portavoz ecologista.

Según ella, la recuperación de un tercio del flujo histórico de este bíblico río permitiría rehabilitar el Mar Muerto.

La tercera de las estrategias es conseguir que la UNESCO declare el lugar como Patrimonio Nacional de la Humanidad, lo que exigiría la aprobación de planes de gestión conjuntos.

Fuente: DiarioDeCuyo.com.ar

jueves, 31 de marzo de 2011

La sequía en el Amazonas, visible desde el espacio.

Un nuevo estudio financiado por la NASA ha revelado una reducción generalizada en el verdor de los bosques de la vasta cuenca del Amazonas en América del Sur, causada por la sequía récord de 2010.

"Los niveles de verdor de la vegetación amazónica -una medida de su salud- disminuyeron drásticamente en una superficie de más de tres veces y media el tamaño de Texas y no se recuperaron a los niveles normales incluso después de que la sequía terminase a finales de octubre de 2010", dijo Liang Xu, autor principal del estudio de la Universidad de Boston.

El futuro del bosque amazónico

Superficie verde en Sudamérica. | NASA

Superficie verde en Sudamérica. | NASA

La sensibilidad a la sequía de la selva amazónica es un tema de intenso estudio. Los científicos están preocupados porque los modelos informáticos predicen que en un clima cambiante, con temperaturas más cálidas y alteración de los patrones de lluvia, la tensión de la humedad resultante podría causar que parte de los bosques fuesen reemplazados por pastizales o sabanas leñosas. Esto haría que el carbono almacenado en la madera podrida se liberase en la atmósfera, lo que podría acelerar el calentamiento global.

El Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) ha advertido de que sequías similares podrían ser más frecuentes en la región amazónica en el futuro.

El estudio completo ha sido elaborado por un equipo internacional de científicos que han estudiado durante más de una década los datos de los satélites MODIS y TRMM de la NASA.

El análisis de estos datos ha permitido elaborar mapas detallados que muestran la disminución de vegetación verde por la sequía de 2010. El estudio ha sido aceptado para su publicación en la revista 'Geophysical Research Letters', una revista de la American Geophysical Union.

Consecuencias del año más seco

Los autores desarrollaron por primera vez mapas de las zonas afectadas por la sequía mediante umbrales de precipitación por debajo del promedio. Los mapas muestran que la sequía de 2010 redujo el verdor en aproximadamente 1,5 millones de kilómetros cuadrados de vegetación en la Amazonia, más de cuatro veces el área afectada por la última sequía severa en 2005.

"Los datos del espectrómetro del satélite MODIS sobre vegetación verde sugieren un impacto más generalizado, grave y de larga duración en la vegetación amazónica de lo que puede deducirse basándonos únicamente en datos de lluvia", dijo Arindam Samanta, coautor e investigador de Atnopsheric and Enviromental Research.

La gravedad de la sequía de 2010 también se observó en los registros de los niveles de agua en los ríos en la cuenca del Amazonas. Los niveles de agua comenzaron a caer en agosto de 2010, alcanzando niveles sin precedentes a fines de octubre. Los niveles de agua sólo comenzaron a aumentar con la llegada de las lluvias después del invierno.

"El año pasado fue el año más seco sobre la base de 109 años de datos en el Río Negro, a la altura del puerto de Manaos. En comparación, el nivel menor durante la sequía de 2005 fue solo el octavo más bajo ", dijo Marcos Costa, coautor de la Universidad Federal de Viçosa, Brasil.


Fuente: ElMundo.es

miércoles, 23 de marzo de 2011

Dos millones de toneladas de basura acaban cada día en los ríos.


Día Mundial del Agua

La falta de tratamiento de las aguas residuales en los países emergentes ha contribuido a la contaminación de los recursos hídricos subterráneos y superficiales. De hecho, se calcula que cada día llegan dos millones de toneladas de desperdicios a los ríos del mundo.

Según datos del programa "Aguas y Ciudades" de Naciones Unidas, alrededor de 800 millones de personas residen cerca de ríos contaminados, muchos de ellos en infraviviendas, sin servicios básicos ni saneamiento adecuados, expuestos a altos índices de contaminación por productos químicos y riesgo de enfermedades contagiosas.

Por estos motivos y bajo el lema "Agua para las ciudades: respondiendo al desafío urbano", la ONU celebra hoy el Día Mundial del Agua 2011 con el objetivo de informar sobre el impacto del crecimiento de la población, la necesidad de saneamiento en las zonas urbanas, el aumento de la contaminación por los vertidos industriales y la sobreexplotación de los recursos hídricos.

Actualmente, según datos de la ONU, 1.100 millones de personas carecen de instalaciones necesarias para abastecerse de agua y 2.400 millones no tienen acceso a sistemas de saneamiento.

El problema del agua en las ciudades


Según la ONU, la mitad de la humanidad vive en la actualidad en ciudades y las previsiones indican que hacia 2030 casi el 60% de la población mundial habitará en núcleos urbanos. Este crecimiento urbano es mayor en los países en desarrollo, donde la población de las ciudades aumenta en 5 millones de habitantes más al mes aproximadamente.

Para Naciones Unidas, los principales desafíos hidrológicos que acechan a los asentamientos urbanos son dos: la falta de acceso a agua potable y a saneamientos y los desastres naturales relacionados con el agua (inundaciones y sequías).

La falta de servicios adecuados de suministro de agua y saneamientos conduce a enfermedades como diarrea o brotes de malaria y de cólera. Según un informe de ONU-Hábitat La mitad de la población urbana de África, Asia y Latinoamérica sufre una o más enfermedades relacionadas este problema. Además, se estima que sólo de diarrea al año mueren 1,6 millones de niños, la gran mayoría por problemas de higiene y acceso deficiente a las infraestructuras de acceso al agua y saneamiento.

No obstante, hay datos positivos. Entre 1990 y 2008, 1.052 millones de ciudadanos mejoraron su acceso a fuentes de agua potable y 813 millones, a saneamientos. Sin embargo, en el mismo período de tiempo la población urbana creció cerca de 1.089 millones de personas. El crecimiento de las ciudades es tan rápido que la ONU estima que aumenta al ritmo de 2 habitantes más por segundo.

Por otra parte, la mala protección de los recursos hidrológicos y la contaminación del agua tienen un precio más allá de la degradación medioambiental. En 2010, el Banco Mundial cifró el coste económico de esta situación en más del 1,4% del PIB de Banlgadesh, el 1% del PIB colombiano o el 0,6 del PIB de Túnez.


Fuente: ElMundo.es

miércoles, 6 de octubre de 2010

El nivel del mar aumenta tres milímetros al año.


  • Los datos recogen la crecida de los océanos desde 1992 hasta la actualidad
  • La Tierra sufre cambios en su ecosistema que afectarán a poblaciones futuras
  • El aumento del nivel oceánico podría hundir islas como Las Maldivas

El director de Observación de la Tierra de la Agencia Espacial Europea ha asegurado en Torrent (Valencia), en el marco del congreso Recent Advance in Quantitative Remote Sensing, que el nivel del mar aumenta una media de 3 milímetros cada año.

Los datos presentados recogen la crecida de los océanos desde 1992 hasta la actualidad que, según el profesor José Antonio Sobrino, director de la Unidad del Cambio Global de la Universitat de València (UV) y organizador del simposium, "ha aumentado en los últimos 18 años cerca de 2 centímetros".

Un total de 250 expertos en teledetección de más de 25 países han acudido esta semana a Torrent para debatir en la tercera edición del Congreso Internacional de Teledetección sobre los avances científicos que permiten observar el planeta desde el espacio. Muchos de ellos coinciden en que la Tierra está sufriendo cambios en su ecosistema que podrían afectar a las poblaciones del futuro.

Uno de tantos es el aumento del nivel oceánico, que podría hundir islas como Las Maldivas o provocar el traslado de poblaciones a lugares más seguros, según ha asegurado en el congreso Eva Oriol, la primera mujer responsable de misiones internacionales de la ESA.

Los mayores expertos de la NASA y la ESA están exponiendo durante toda la semana en L'Auditori de Torrent sus conclusiones sobre la técnica que permite hacer un seguimiento de la salud del planeta en tiempo real. La teledetección estudia desde satélite la evolución de fenómenos naturales como la desertización, el deshielo, los volcanes o el aumento de la temperatura de la superficie terrestre.


Fuente: ElMundo.es

martes, 5 de octubre de 2010

La crisis mundial de los ríos.

Primer análisis fluvial global

Los ríos que distribuyen el 80% del agua que consume el mundo entero están seriamente amenazados. En otras palabras, el agua que beben 5.000 millones de personas podría dejar pronto de ser apta para el consumo humano. Las cifras se desprenden del primer estudio a gran escala de la calidad de todos los ríos del planeta. Hasta ahora, los científicos y los políticos que han de tomar decisiones que afecten a los cauces fluviales sólo disponían de un mosaico de estudios locales que complicaba el trabajo en ríos multinacionales. Más de 250 ríos en todo el globo atraviesan fronteras nacionales.

La investigación, realizada por investigadores de The City College de la Universidad de la Ciudad de Nueva York y de la Universidad de Michigan (EEUU) y publicada en la revista 'Nature', ha analizado los principales factores que comprometen la calidad ambiental de las aguas dulces a escala global. Entre ellos, destacan los residuos agrícolas, la contaminación química y las especies invasoras, pero el estudio ha contemplado el efecto de 23 agentes diferentes, como las presas o la pérdida de humedales.

Falta de datos

Según los investigadores, estos agentes no sólo ponen en peligro la calidad de los ríos y la salud humana, sino que amenazan al 65% de los hábitats fluviales del mundo. "No podemos seguir estudiando de forma independiente la seguridad del consumo humano y la salud de los ecosistemas de forma independiente", explica Charles J. Vörösmarty, director del City College y autor principal del estudio. "Necesitamos unir ambas cosas. La herramienta que hemos creado permite ponerlos a jugar en el mismo campo".

Los autores reconocen que los resultados son "conservadores" debido a que no tienen suficiente información de otros factores como los compuestos farmacéuticos y los residuos de la minería. Pero a pesar de ello, han podido configurar mapas continentales que detallan los niveles de estrés que soporta cada cauce, sin importar las fronteras que atraviesa.

Sin embargo, no todos los ríos se comportan de igual manera. Según explica la profesora de la Universidad de Maryland Margaret A. Palmer en un análisis que acompaña la investigación, el Nilo, por ejemplo, tiene más presión aguas arriba, pero sus efectos sobre la población aumentan a medida que desciende la corriente. El Nilo abastece de agua a más de 180 millones de personas.

En cambio, el Amazonas tiene mayores efectos sobre la población local en su cauce superior y los efectos descienden a medida que el río avanza hacia la densidad de los bosques primarios. Los investigadores advierten de que esto podría cambiar si se intensifica aún más la deforestación de la selva amazónica.

"Es absolutamente esencial tener información y herramientas que puedan ser compartidas por todas las naciones", dice Vörösmarty.


Fuente: EMundo.es