Tutorial de cómo realizar mapas utilizando Google My Maps. Clic sobre la imagen o AQUÍ para ver información.
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miércoles, 9 de noviembre de 2022
sábado, 17 de noviembre de 2018
Google Maps estrena modo Globo 3D para que veamos los lugares en dimensiones más realistas
Google Maps acaba de estrenar el modo Globo en 3D en su versión web de escritorio. Para acceder a este nuevo modo, que muestra el globo terráqueo de manera tridimensional, tan sólo tenemos que ir alejándonos del mapa en el que estemos con el zoom de alejamiento, obteniendo dicho globo terráqueo 3D con el que también podemos interactuar.
Esto significará que a través de este modo de visualización, obtendremos las masas de tierra de cualquier parte del mundo lo más próximo a la realidad, es decir, veremos los lugares con sus dimensiones prácticamente realistas.
Y es que en las proyecciones planas, se suele distorsionar las masas de tierras de los lugares que se encuentran más alejados del ecuador como medida compensatoria por el aplanamiento del mapa terráqueo.
De ahí que Google, a través del perfil de Google Maps en Twitter, indicase que: “Con el modo Globo 3D en el escritorio de Google Maps, la proyección de Groenlandia ya no es del tamaño de África.”
El nuevo modo de visualización ya está disponible para todos los usuarios, compatible con los principales navegadores web de escritorio. Así que ahora podemos hacernos una mejor idea del área de tierra que ocupa cada lugar sin verse perjudicado por las posibles distorsiones en función de la ubicación de cada zona en las proyecciones planas de los mapas.
Fuente: wwwhatsnew.com
miércoles, 7 de noviembre de 2018
La verdad sobre el mapa de Peters
El mapamundi que aprendiste no es real
En 1974, el historiador alemán Aldo Peters publicó una nueva proyección cartográfica, que contradice la de Gerardus Mercator, la más difundida.
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Proyección de Peters |
¿Y si la idea que tienen todos los habitantes del planeta sobre la distribución de los países es falsa? ¿Es posible que hayamos vivido engañados y en realidad el tamaño de los continentes no es el que creemos?
Esto es lo que defienden los partidarios del mapa de Peters, que lo ven más realista que la proyección de Mercator, el modelo al que estamos acostumbrados a ver cuando presenciamos un mapa mundi mudo.
El mapa terrestre de Gerardus Mercator (1512-1594) fue creado con dos objetivos por este geógrafo, matemático y cartógrafo de origen flamenco: hacer una representación lo más realista posible del planeta y facilitar a los marineros la navegación.
Para llevar a cabo su empresa, hizo una proyección cilíndrica -como si el mapa terrestre fuera un pergamino que se pudiese estirar- de una superficie, la terrestre, que ni siquiera es una esfera perfecta, con las dificultades que esto entraña.
Para que su mapa de la Tierra pudiese servir de orientación en el mar, Mercator varió las dimensiones del planeta para que encajara en cuadrículas de 15º por 15º. Al adaptar la superficie de la Tierra a un dibujo plano, las dimensiones quedan alargadas horizontalmente; por lo que para igualar este efecto, en su representación también estira el mapa en sentido vertical.
Estas distorsiones crean desajustes en la representación de las dimensiones reales del planeta. Por ejemplo, Groenlandia y África tienen dimensiones similares en los mapas, mientras que el segundo tiene una superficie casi 15 veces superior que el primero (2,1 millones de kilómetros cuadrados por 30,3 millones de kilómetros cuadrados).
Estas inexactitudes también se aprecian con Sudamérica y Europa: la superficie del viejo continente tiene la mitad de extensión en el mapa que la mitad inferior de América, mientras que en realidad Sudamérica tiene siete millones de kilómetros cuadrados de superficie más que Europa. Además, el Ecuador no aparece en el centro del mapa como debería y dos tercios se dedican a la representación del hemisferio norte mientras que solamente uno se destina al hemisferio sur.
Visión de Arno Peters
"Son los países del Tercer Mundo, los estados excoloniales, las naciones de los pueblos de color los que resultan perjudicados por el mapa Mercator. Este mapa es una expresión de la época de europeización del mundo", afirmó el historiador alemán Arno Peters en relación a la creación de Mercator.
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Proyección de Merctor |
Con la premisa de cambiar la visión del mundo sobre estas naciones a las que se refiere, Peters publicó su nuevo modelo de mapa en 1974, aunque posteriormente se le cambió el nombre a proyección de Gall-Peters, para reconocer la contribución muy anterior del geógrafo James Gall.. Este aumenta la escala vertical de las regiones cercanas al ecuador para compensar de esta forma estiramiento en horizontal de las regiones templadas.
De esta forma, crea deformaciones en África y Sudamérica, aunque respetando las proporciones, y el mapa no sirve para navegar. Este mapa fue aceptado por la Organización de las Naciones Unidas y por numerosas ONGs, más por el discurso que le acompaña que por su utilidad.
Variaciones entre ambos mapas terrestres
Las principales diferencias es el empequeñecimiento de los países del hemisferio norte y el crecimiento de los del hemisferio sur. En el mapa de Mercator, Sudamérica, Oceanía, África y las islas asiáticas aparecen más pequeñas que en el de Peters.
A su vez, Peters representa el norte de Europa, Alaska y Rusia en un tamaño mucho más reducido que Gerardus Mercator.
Sin embargo, este mapa mundi tampoco se considera el definitivo y existen críticas sobre las tesis de Peters, como se explica en este post del blog divulgativo Naukas. Representar el mundo con lápiz y papel no debe de ser un tarea fácil.
Fuente: ElEspanol.com
sábado, 3 de noviembre de 2018
Las islas que estuvieron en los mapas y no existen
Estos territorios se consideraron reales, pero en realidad fueron producto de la imaginación, de engaños o de errores humanos.
Hay islas que han sido descubiertas y luego perdidas, conocidas y luego des-conocidas. No han quedado sumergidas por el efecto del cambio climático. Su origen es humano, un producto de la imaginación y el error. Así describe Malachy Tallack parte del argumento de un libro fascinante («Islas des-conocidas. Un archipiélago de mitos, misterios, fantasmas y fraudes», con ilustraciones de Katie Scott) en el que recopila todo un archipiélago de islas des-conocidas. Cada una de ellas tiene su propia historia, aunque en general las divide en seis secciones: islas de la vida y de la muerte, procedentes del mundo de los relatos, de la literatura y las leyendas; los pioneros, halladas por los primeros navegantes del Atlántico; la era de la exploración, cuando los marineros europeos empezaron a explorar el globo; islas sumergidas, que supuestamente existían en las profundidades; y des-conocimientos recientes, historias de los últimos años. He aquí algunos ejemplos citados por Tallach.
Avalon
La noción del paraíso en la Tierra siempre ha formado parte de las tradiciones míticas. Los celtas también tenían una isla bienaventurada. Ávalon o Avalón es el nombre de una isla legendaria de la mitología celta en algún lugar de las islas Británicas donde, según la leyenda, los manzanos dan sabrosas frutas durante todo el año y habitan nueve reinas hadas; entre ellas, Morgana. Fue allí donde se forjó la espada del rey Arturo, Excalibur, y donde el propio rey se retiraría tras resultar herido en la batalla de Camlann.
Hawaiki
Hawaiki o Havaiki es una isla mítica donde los polinesios sitúan su origen. Las leyendas explican que las almas de los polinesios vuelven allí después de la muerte. En efecto, cuando los maoríes empezaron a comunicarse con los europeos, en el siglo XVIII, insistían en que Nueva Zelanda no era su lugar de origen, que sus ancestros procedían de Hawaiki, una isla en algún lugar más allá del horizonte nororiental. Para los maoríes, Hawaiki es el lugar de la bondad.
Tule
En el siglo IV a.C., Piteas, un explorador de la colonia griega de Massalia (Marsella) no solo afirmaba que había llegado a Gran Bretaña, sino más allá, hasta la isla de Tule, hasta entonces desconocida. Tule es un término usado en las fuentes clásicas para referirse a un lugar, generalmente una isla, en el norte lejano. A menudo se cree que pueden haber sido diversos lugares como Escandinavia. Otros creen que se localiza en Saaremaa, en el mar Báltico. En la geografía romana y medieval, el término «Ultima Thule» también puede designar cualquier lugar distante situado más allá de las «fronteras del mundo conocido».
San Brandán
San Brandán fue un monje viajero muy conocido que vivió entre los siglos V y VI. En el 512 inició un viaje extraordinario desde Irlanda del que hay cientos de versiones, donde se mezclan hechos y ficción. Siete años después llegaron a la isla que aparentemente buscaban, la de los Bienaventurados, el paraíso en la Tierra. En el mapamundi de los hermanos Pizigani (1367) y en el planisferio de Andrea Bianco (1448), la isla de San Brandán (también conocida como San Borondón) se sitúa próxima a las Azores; el supuesto mapa de Toscanelli (1474), que habría sido conocido por Cristóbal Colón, al sudoeste de Madeira; Martin Behaim, en el globo terráqueo construido en Núremberg en 1492, en medio del Atlántico; Leonardo Torriani, próxima a las Canarias.
Isla Brasil
Desde principios del siglo XIV, en los mapas elaborados en Génova y en otros lugares de Europa, se mostraba una isla de forma circular al oeste de Irlanda, denominada Insula de Brazil o alguna variación de este nombre. La isla tenía su origen en la mitología celta. Era un lugar que raramente se dejaba ver, oculta tras una espesa niebla. Solo aparecía ante unos pocos elegidos, una vez cada siete años. La convicción de que había una isla de esas características al oeste de Irlanda duró siglos. Incluso un capitán irlandés hizo en 1674 una descripción muy detallada del lugar, al que dijo haber llegado por casualidad.
Frislandia
Frislandia es otra de las llamadas islas fantasmas que figuran en la mayoría de los mapas y cartas náuticas del Océano Atlántico Norte dibujadas entre los años 1560 y 1660. El Imperio Británico poseyó numerosas islas inexistentes en diferentes épocas. De hecho, algunas de sus primeras adquisiciones resultaron no ser reales. Por ejemplo, Frislandia. Fue el dr John Dee quien tomó posesión de ella en nombre de la corona. Resulta sorprendente que tanta gente creyera en estas islas, en particular en Frislandia, que apareció en los mapas hasta bien entrado el siglo XVII.
Atlántida
Aunque sin duda es la más célebre de todas las islas desaparecidas, la Atlántida no es, en sentido estricto, una isla: es una islas ficticia, inventada por Platón con un propósito alegórico. La historia (que aparece en dos de sus diálogos, Timeo y Critias) nunca debió interpretarse de forma literal. Pero a pesar del acuerdo casi universal que hoy existe sobre este punto, las dos obras eran suficientemente ambiguas para alimentar más de 2.000 años de especulación y pseudociencia.
Isla Buss
Isla Buss es el nombre dado a una isla fantasma supuesta en el Atlántico Norte. Durante la tercera expedición de Martin Frobisher en septiembre de 1578 los marineros que iban a bordo del navío Emmanuel cuyo capitán era Richard Newton dijeron haber avistado una isla entre Islandia y la también «fantasma» Frislandia. El nuevo descubrimiento comenzó a aparecer en los mapas con el nombre de Buss (un tipo de barco pequeño, como era el Emmanuel). Otros marineros dijeron luego haberla visto e incluso haberla pisado.
Fuente: ABC.es
Siete curiosos mapas que cambiarán la forma de ver el mundo
La proyección de Mercator condiciona nuestra imagen de la Tierra desde hace más de 400 años
Si nunca has escuchado hablar de la proyección de Mercator, tal vez creas que la Tierra es tal como aparece en los mapas. Sin embargo, la representación con la que estamos más familiarizados es en realidad una propuesta realizada por Gerardus Mercator allá por 1569. El cartógrafo de Flandes ideó una manera de elaborar planos que facilitaba la navegación entre países y continentes, pero lo hizo a costa de distorsionar el tamaño de algunos de ellos en función de la distancia que les separa del ecuador.
En el blog Bored Panda encontramos una serie de mapas, creados con las herramientas de la web thetruesize.com, que permiten obtener una perspectiva más precisa del verdadero tamaño de los países que forman nuestro planeta. Hay que tener en cuenta las dificultades que entraña representar sobre papel un mundo esférico, pero alguno de estos planos te dejará con la boca abierta. Por ejemplo, el que puedes ver sobre estas líneas: así de grande nos parecería Brasil si estuviese situado en Asia.
Algo parecido ocurriría con nuestra percepción de Australia si la isla oceánica ocupase un lugar en Norteamérica. Pensaríamos que es todavía más inmensa de lo que podemos ver en los mapas convencionales, los que manejamos desde que empezamos a estudiar geografía en la escuela.
Por supuesto, también se da el fenómeno inverso. Si Estados Unidos estuviese exactamente en la misma ubicación que Australia, no tendríamos tan claro que se trata de un país gigantesco.
Fíjate en lo que sucede con la descomunal Rusia si la movemos hacia el ecuador. La proyección de Mercator provocaría que, aun siendo grande, la considerásemos bastante más reducida.
¿Crees que la isla de Groenlandia es una superficie prácticamente inabarcable? Colocada en cierto punto de Estados Unidos o atravesada por la línea del ecuador ya no parece para tanto.
Más islas. Si Indonesia dejase de ser un país insular y figurase en los mapas en la posición de Rusia, podría atravesar el país casi al completo. Realmente cuesta asimilarlo.
Prueba a preguntar a tus amigos, conocidos y familiares qué es mayor, si Brasil o la Antártida. Es muy probable que muchos se decanten por la segunda opción sin pensarlo ni un segundo, convencidos de que la diferencia es sustancial. Puedes enseñarles este mapa para que comprueben por sí mismos que en realidad no es así.
Fuente: ABC.es
sábado, 26 de mayo de 2018
¿Sabía que Colombia limita con más países de los que le enseñaron?
Al ver un mapa tradicional de Colombia es fácil identificar los cinco países con los que limita en sus fronteras terrestres. Al lado izquierdo se lee océano Pacífico y en la parte superior mar Caribe, Océano Atlántico. El problema es que rara vez se encuentra una cartografía en la que se señalan los verdaderos límites del país, esos que indican hasta dónde llegan sus mares.
Este olvido es solo una muestra del poco contacto y conocimiento que tenemos del agua. Con costas en el mar Caribe y el Océano Pacífico, Colombia posee 3.189 kilómetros de litorales, que cubren 12 departamentos y 49 municipios, 4 archipiélagos, al menos 100 islas, 17 cayos, 42 bahías, 5 golfos y profundidades marinas de hasta 4.860 metros, según datos de la Dirección General Marítima (Dimar). Además, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) cuenta con 2.860 kilómetros cuadrados (Km2) de áreas coralinas y en general 928.660 km2 de mar, según la Comisión Colombiana del Océano (CCO).
Por ejemplo, debido a su tamaño, muchos de los mapas con los que se estudia incluyen solo las islas más representativas o de mayor tamaño, aunque eso es entendible debido a que algunas son tan pequeñas que resulta casi imposible graficarlas a escala, pocos conocen que al contar con por lo menos 24 islas en el Pacífico y 80 en el Caribe, Colombia además de ser popularmente conocido por tener acceso a dos océanos, es un Estado con un importante componente insular. Como si esto fuera poco, y es otro dato del que muchas veces no somos conscientes, considerando al mar, el departamento más grande del país es en realidad San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Debido a sus fronteras marinas, además de los cinco países ya mencionados, Colombia limita con Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití y República Dominicana.
Las cifras también hablan por sí solas. El 16,4% del área de Colombia corresponde al Océano Pacífico, 28,46% al mar Caribe y 55,14% a su extensión en tierra. Es decir, el 44,86% de Colombia es mar. Esa es una de las razones por las que la CCO intenta difundir cada vez más el mapa de Colombia donde los mares adquieren el reconocimiento que se les había arrebatado. (Si quiere descargar el mapa en alta definición lo puede hacer aquí)
¿Qué debe saber sobre el mapa?
Colombia cuenta con 10 tratados limítrofes marítimos vigentes.
Dos áreas marítimas se encuentran pendientes por delimitación: al noreste con Venezuela y al Occidente con terceros países.
El país cuenta con tres zonas especiales: Zona de Investigación científica y explotación común con República Dominicana, área de Régimen Común con Jamaica y zona especial con Ecuador.
Según la CCO, es necesario graficar siempre las islas ubicadas en el Mar Caribe Occidental: Isla Cayos de Albuquerque, Isla Cayo de Este Sudeste, Isla Cayo Roncador, Isla Cayo Serrana, Isla Cayo Quitasueño, Isla Cayo de Serranilla e Isla Cayo de Bajo Nuevo.
La CCO ha evidenciado en muchos mapas que las islas Malpelo, Gorgona y Gorgonilla no son ubicadas en el Océano Pacífico Colombiano, a pesar de su gran riqueza ambiental, económica y cultural, como ha sido reconocida por la comunidad científica nacional e internacional.
Fuente: Semana.com
martes, 23 de diciembre de 2014
¿Por qué hay deformaciones en los mapas?
¿Por qué hay deformaciones en los mapas? Todos los que se hicieron esta pregunta, y hayan visto algún planisferio tradicional, habrán observado que Groenlandia y África parecen ser del mismo tamaño, cuando en realidad África es bastante más grande. Este tipo de distorsión es común en la cartografía y es una consecuencia que se produce al querer representar la Tierra en el plano. Incluso los mapas que mantienen las proporciones de las superficies, presentan alteraciones de sus formas.
Al hacer un mapa se puede decidir por conservar las proporciones entre áreas (en ese caso se lo conoce como mapa equivalente o equiárea) o por conservar su forma (mapa conforme). Pero nunca se pueden conservar ambas características. Si se lograra hacer eso, se obtendría el mapa perfecto.
¿Por qué no se puede conseguir el mapa perfecto? Para responder a ello, en primer lugar se debe definir lo que es un mapa. Un mapa es una representación de un sector de la superficie de la Tierra en un plano, como por ejemplo un papel. Por otro lado se encuentra la Tierra que, a pesar de su forma irregular, se aproxima bastante bien a una esfera. Entonces todo se reduce a trasladar, sin alterar las medidas, los puntos de la esfera a un plano. ¿Cuál es la ventaja de pensarlo así? Que tanto el plano como la esfera son superficies que están bien descriptas en lenguaje matemático y se pueden usar para llegar a distintas conclusiones.
Primero vamos a convencernos de algo: es imposible el mapa perfecto. Si fuera así cualquier figura sobre la superficie de la Tierra podría mapearse con la misma forma (o sea con los mismos ángulos) y su mismo tamaño. Para comprender tal afirmación construyamos el siguiente triángulo esférico: Nos paramos en el Polo Sur, caminamos por algún meridiano hasta llegar al Ecuador, luego caminamos por el Ecuador hacia el Oeste, cualquier distancia, y volvemos al Polo caminando por el meridiano del lugar. Este triángulo esférico tiene dos ángulos rectos y un ángulo mayor a cero, por lo tanto su suma es estrictamente mayor a 180°. Su imagen en el mapa papel debería ser un triángulo que conserve dichos ángulos, por lo que sus ángulos interiores deberían sumar lo mismo, o sea una cantidad estrictamente mayor a 180°, sin embargo eso no es posible, ya que la suma de los ángulos de todo triángulo plano suma exactamente 180°. (Gráfico 1)
Entonces, si la esfera no es desarrollable en un plano ¿qué superficies sí lo son? De modo intuitivo se puede pensar en figuras como pirámides. cubos o cualquier otro cuerpo de caras planas, sin embargo éstas no son las únicas. Si se realizan una serie de formas geométricas en un papel - figuras como un triángulo, un cuadrado, etc. - y luego se curva el mismo suavemente hasta obtener un cilindro se observa que no hay deformaciones. Esto permite afirmar que tanto el cilindro como el cono son superficies desarrollables. (Gráfico 2)
Por lo tanto la transformación de una superficie en un plano no depende de si sus caras son planas o curvas. Entonces, si existen superficies curvas a las cuales se las puede aplanar ¿por qué no podemos con la esfera? Bueno, primero aclaramos algunos conceptos:
¿Qué es una curva?
Una curva se puede pensar como una trayectoria de algún cuerpo en movimiento (como una pelota, un insecto o un auto). Es un concepto unidimensional donde cada curva tiene ciertas características, como su longitud o su curvatura. Uno esperaría que la misma sea una medida de como se “dobla” algo, y efectivamente así es ¿pero cómo se puede medir? Una opción es aprovechar que si la curva es suave - o sea que no tiene ningún punto en donde se quiebre, ni donde cambie de dirección bruscamente - , entonces cada punto de ella tiene un vector tangente (una flecha que toca en un solo punto a la curva), dicho vector en general no es constante, entre otras cosas puede cambiar su dirección, por lo tanto es una buena decisión definir a la curvatura como una medida de la variación de la dirección del vector tangente a la curva en cada punto. Observemos que si nuestra curva es una recta, el vector tangente en cada punto se mantiene igual, y por lo tanto su curvatura es cero (ya que si se mantiene igual, la variación es nula). Mientras que en una circunferencia, el vector tangente varía siempre igual, por lo que su curvatura es constante y distinta de cero.
Ahora tenemos que llevar estos conceptos a una superficie como la esfera. Pero ¿qué es una superficie?
¿Qué es una superficie?
Así como a una curva la percibimos como una trayectoria, a una superficie la podemos imaginar como a una sábana. Es una noción bidimensional, que tiene área pero no volumen. Ahora bien esta superficie, que puede ser cerrada y suave como el caso de la cara externa de una esfera, contiene a un montón de curvas suaves. Y ya que cada una de ellas tiene definida su curvatura, podemos definir la de la superficie a partir de las curvas que la componen. Una forma de hacerlo es elegir un punto de la superficie cualquiera, y seccionar la superficie con planos perpendiculares a su plano tangente. De esta forma la intersección de cada plano con la superficie nos da una familia de curvas, que en general tienen curvaturas distintas. Entonces nos quedamos con el valor máximo y mínimo, estos valores son conocidos como curvaturas principales, y las direcciones en que se alcanzan son conocidas como direcciones principales. (Gráfico 3)
Resulta que el producto de estos valores máximos y mínimos, nos da una nueva magnitud que se conoce como Curvatura de Gauss. En la obra Disquisitiones generales circa superficies curvas Gauss demostró lo que hoy se conoce como Teorema Egregium de Gauss. Allí muestra que la Curvatura de Gauss es una propiedad intrínseca de cada superficie y que para poder transformar una en otra es necesario que tengan la misma Curvatura. Por ejemplo consideremos un plano y un cilindro. Por el lado del plano, sus direcciones principales tienen curvatura cero, luego su producto da cero y de ahí se deduce que la curvatura de Gauss de un plano es cero. Y por el lado del cilindro, una de las direcciones principales tiene curvatura cero, por lo tanto sin importar cuanto valga la curvatura de la otra dirección principal, su producto va a ser cero. Y luego como ambas superficies tienen igual Curvatura de Gauss, se podría desarrollar el cilindro en un plano . (Gráfico 4)
Veamos ahora que sucede con la esfera y el plano. Ya sabemos que el plano tiene curvatura de Gauss igual a cero. Mientras que si miramos las direcciones principales de una esfera, vemos que las curvas definidas son circunferencias iguales. Y ya observamos antes que la curvatura de una circunferencia es constante y distinta de cero, por lo que su producto es constante y distinto de cero, por lo que la curvatura de Gauss de una esfera es constante y distinta de cero.
Y aquí al fin llegamos al fondo de la cuestión, resulta que la esfera y el plano tienen curvaturas de Gauss distintas en todos sus puntos. Y por eso no vamos a poder hacer nunca un mapa perfecto, porque simplemente la esfera y el plano son superficies esencialmente distintas y que no se puede desarrollar una en la otra.
Por lo tanto a la hora de hacer un mapa, siempre hay que tener en cuenta cual va a ser el fin del mismo y en base a eso elegir el método que menos distorsione la información relevante para dicho objetivo.
Fuente: IGN.gob.ar
Instituto Geográfico Nacional
Autor
Matías Zylbersztejn
Departamento de Cartografía de Imagen
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