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La Tierra vista desde la Estación Espacial Internacional. NASA |
miércoles, 19 de diciembre de 2018
Regreso a Pangea
viernes, 6 de abril de 2018
Una grieta kilométrica recuerda que África se está dividiendo en dos
lunes, 25 de septiembre de 2017
¿Por qué México es víctima de los terremotos?

viernes, 6 de mayo de 2016
Los terremotos destructivos y las grandes fallas de la corteza terrestre.
sábado, 9 de abril de 2016
El volcán Chimborazo le quita un récord al Everest.
domingo, 13 de diciembre de 2015
La deriva continental cumple 100 años.
lunes, 30 de julio de 2012
Encuentran un valle tan profundo como el Gran Cañón bajo el hielo antártico.
Situada en Antártida Occidental, esta depresión ayuda a explicar la importante pérdida de hielo que padece esta región
Fusión del hielo
jueves, 22 de marzo de 2012
Características geomorfológicas y geológicas del Valle de Tulúm (San Juan - Argentina)
Por ultimo conforman el valle los piedemontes de la precordillera y de las sierras pampeanas, se presentan como fajas de desarrollo desigual. Los materiales que los conforman son rocas de distintas edades geológicas, con labios de fallas activas y altamente erosionados. El límite entre el piedemonte y el abanico o la llanura es imperceptible.
Fragmento GARCIA RUIZ, Juan Pablo “Recuperación de suelos en el Sudeste del Departamento Rawson” FFHA, UNSJ 2005.
Fuente consultada:
ROSALES FRITZ, Carla Vanesa “Geología de los depósitos modernos en las adyacencias del Río San Juan y Arroyo Agua Negra e implicancias ambientales, Departamentos 9 de Julio, Rawson y 25 de Mayo, Provincia de San Juan. Tesis de Licenciatura, Departamento de Geología, FCEFyN, UNSJ, 42pp. 2000.
ACOSTA, Ricardo “Comportamientos de las Temperaturas y Precipitaciones en San Juan en periodos Históricos Distintos” 2003.
domingo, 12 de febrero de 2012
Amasia: el supercontinente que fusionará América y Asia.

Según sus cálculos, esta gran masa de tierra llegará a formarse dentro de entre 50 y 200 millones de años, de acuerdo con una investigación publicada en la revista británica 'Nature'.
Así, ambos continentes se unirán por el polo norte, mediante una cordillera montañosa que permitirá cruzar de Alaska a Siberia y viceversa, de acuerdo con expertos de la Facultad de Geología y Geofísica de la Universidad de Yale (EEUU).
América permanecerá situada sobre el anillo de fuego del Pacífico, una zona de intensa actividad sísmica y volcánica, pero su orografía cambiará radicalmente porque la atracción hacia el Polo fusionará América del Sur con el Norte.
Este desplazamiento provocará a su vez la desaparición del océano Ártico y del mar Caribe, según explicó Ross Mitchell, geólogo de Yale y uno de los autores del artículo.
Nuna, Rodinia y Pangea
Han pasado alrededor de 1.800 millones de años desde que se formó el primer supercontinente, Nuna, al que siguieron Rodinia y Pangea, última gran masa de tierra con centro en el África actual y que con el tiempo y la acción de las placas tectónicas conformó los continentes actuales.
El estudio del magnetismo de las rocas de entonces ha servido en el presente al equipo de Mitchell para determinar la distancia que existió entre uno y otro y estimar dónde se situaría Amasia, cuyo centro localizan en algún punto del actual océano Ártico, a noventa grados de distancia del centro del supercontinente anterior, Pangea.
Esta teoría, a la que han denominado ortoversión, desafía los dos modelos tradicionales defendidos hasta el momento para predecir la evolución de las masas terrestres, según detalló Mitchell.
De estas dos últimas hipótesis, una sugiere que la próxima gran masa continental se formará sobre la región en la que existió el supercontinente anterior (introversión), y la otra, todo lo contrario, defiende que será en un punto opuesto a donde se encontraba su predecesora (extroversión).
De esta forma, los partidarios de la introversión localizan el centro del próximo supercontinente en África, mientras que los defensores del modelo de extroversión lo sitúan en el océano Pacífico, en algún punto entre las islas de Hawaii, Fiji y Samoa.
Según estos modelos, la unión se produciría a través del océano Atlántico o del Pacífico respectivamente, mientras que el modelo de Mitchell se decanta por una unión a través del Ártico.
Fuente: ElMundo.es
lunes, 11 de julio de 2011
Terremoto de Japón: Antes y después del tsunami.

Tras el intenso terremoto y el tsunami que asolaron Japón el pasado 11 de marzo, las imágenes de satélite están resultando esenciales para proporcionar una imagen clara de la extensión de las consecuencias, y contribuir así a la ayuda. Éstas han demostrado cómo ha cambiado el paisaje de Japón, desplazándose hacia el este.
Este tipo de catástrofes naturales son una demostración más de la inmensa energía que la Tierra puede liberar en un terremoto de magnitud 8,9, y el potencial devastador que puede llegar alcanzar. Así nos ha dejado, al mundo boquiabierto. Se estima que la línea de costa noroeste del país se ha desplazado hasta 4 metros hacia el este, y poblaciones enteras han resultado barridas por el tsunami.
En respuesta al que ha resultado ser el terremoto más grave sufrido por Japón desde que se tienen registros, ya desde el día en que éste se produjo el gobierno de Japón activó la carta internacional de espacio y grandes catástrofes. Como resultado, diversas agencias espaciales y operadores de todo el mundo están aportando imágenes de satélite para mapear y evaluar el grado de devastación de las áreas afectadas. Fue hace 10 años cuando se realizó esta carta internacional es un mecanismo único para garantizar que las imágenes de satélite llegan rápida y gratuitamente a las autoridades y trabajadores que se enfrentan a las consecuencias del desastre. Aportando los datos de observación de la tierra se contribuye a la coordinación de recursos y expertos de todo el mundo. Esto posibilita una respuesta rápida a los desastres.
Las imágenes de satélite están proporcionando una información esencial para los equipos de búsqueda y rescate, así como para la estimación de daños. Las imágenes de ‘antes y después’ revelan los cambios en el territorio, y los lugares donde antes había edificios y carreteras.
Imágenes de Japón vistas desde el cielo
El trabajo está siendo coordinado por la agencia espacial japonesa JAXA y el Instituto Asiático de Tecnología. Los datos proceden de numerosos satélites, como los alemanes TerraSAR-X y RapidEye; el francés SPOT-5; y Envisat, de la ESA. Varios satélites estadounidenses están aportando imágenes en alta resolución. Ya en las 48 horas posteriores al devastador terremoto de Japón se obtuvieron 63 imágenes de satélites, ahora a disposición de los equipos de ayuda y los responsables de la toma de decisiones. Centros especializados europeos junto con las Naciones Unidas colaboran en el análisis de los datos de satélite para ofrecer productos de valor añadido.
Durante las próximas semanas el acceso a las imágenes de satélite será esencial para una respuesta sostenida de la crisis, así como para una evaluación más precisa de los daños de cara a la reconstrucción y contribuir a la comprensión de estas amenazas geológicas, y en última instancia para establecer futuros sistemas de alerta.
Alto riesgo sísmico de Japón
Japón está situado en el cinturón de fuego, una región geológicamente activa que cubre la práctica totalidad de las costas del Pacífico. Japón es por tanto una zona de alto riesgo sísmico, y como tal está considerado por los expertos en terremotos un ‘supersite’. La iniciativa internacional Geo-Hazard Supersites, coordinada por el Grupo de Observación de la Tierra, se nutre de 20 años de observaciones de radares en satélites para comprender mejor los riesgos geológicos.
El objetivo es explotar el procesado interferométrico, para generar un mapeado muy preciso de la deformación del terreno antes y durante los eventos sísmicos. Esto contribuirá al conocimiento de los fenómenos tectónicos de Japón. Esta iniciativa –un ejemplo más de colaboración entre agencias espaciales- promueve la investigación en riesgos sísmicos facilitando a la comunidad científica internacional el acceso a una amplia variedad de datos.
Fuente: GeoRevista.es
jueves, 3 de marzo de 2011
Características geológicas y geomorfológicas del Valle de Tulúm (San Juan, Argentina)
El valle posee basamento pampeano cubierto por secuencias sedimentarias paleozoicos, terciarios y cuaternarios (Rosales Fritz, 2000) con grandes fallas en sentido NNE-SSO con bloques fallados y basculados. Los sedimentos más nuevos y que recubren la superficie del valle son de edad cuaternaria originados por procesos fluviales y aluviales del río San Juan y por derrubios coluviales de las estructuras que lo circundan como así también favorecidos por procesos eólicos en cuya litología se presentan materiales de textura gruesa a fina a medida que la llanura aluvial, de igual modo el abanico aluvial, se extienden hacia el sureste. Los depósitos cuaternarios del valle están representados por gravas, gravillas, arcillas, arenas y limos.
Los límites del valle, están señalados por distintas unidades fisiográficas estructurales. Estos son al norte el Alto Estructural de Mogna, integrado por lomadas plegadas y falladas por la orogenia terciaria y fuertemente erosionados por el agente erosivo hídrico dando lugar a bad lands. Estas lomadas se identifican con la toponimia de loma de Las Tapias y El Salado; también conforma el límite norte la sierra de Villicúm que forma parte de la Precordillera. (Rosales Fritz, 2000)
Al oeste conforman el límite macizos antiguos de edad paleozoica que conforman la morfoestructura de la Precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza formada por rocas sedimentarias marinas dolomíticas calcáreas y clásticas del paleozoico y rocas sedimentarias del neógeno afectada por la orogenia terciaria. Conforman el límite occidental las Sierras Chica de Zonda y de Marquezado. (Rosales Fritz, 2000)
El límite este está conformado por el flanco occidental de las sierras pampeanas, macizos antiguos cristalinos de edad precámbrica cuya litología está representada por rocas metamórficas y graníticas del proterozoico superior y paleozoico inferior con bloques fallados y basculados, erosionados en el mesozoico y sobre elevados por la orogenia terciaria. La unidad fisiográfica que lo representa es la sierra de Pie de Palo.
En el valle la presencia precámbrica se localiza en la parte central y centro-occidental por los cerros de Barboza y Valdivia respectivamente. Este cerro alcanza una altura de 776 msnm y 10 Km. de largo por 2,5 Km. de ancho en su parte central, está constituido por rocas metamórficas y cataclásticas (deformadas). Al igual que el Pie de Palo, es un bloque fracturado y fallado de basamento cristalino con fracturas orogénicas inversas. Está fallado en el lado occidental y con extensión a una falla de rumbo NNE-SSO posiblemente coincidente con el curso del río San Juan (Rosales Fritz, 2000).
El límite sur está conformado por la zona de coalescencia de las llanuras aluviales de los ríos San Juan y Mendoza cuya expresión morfológica más importante es el nivel de base de dichos ríos dados por las lagunas del Rosario y Huanacache.
La llanura aluvial del valle de Tulúm es una formación hídrica de escasa pendiente como consecuencia de la acción de transporte y deposición del río San Juan que alcanza un desarrollo de 100 Km. aproximadamente con rumbo sureste y de mayor amplitud al sur del valle que al norte del mismo. Está conformada por depósitos sedimentarios en particular cuaternarios aportados por la acción de proceso aluviales-fluviales y cuyo espesor varía, pero en lugares como Sarmiento alcanza un grosor de alrededor de 1000 metros antes de alcanzar el terciario (Acosta, 2003). Los sedimentos son más finos a medida que se avanza hacia el sudeste y están conformados por gravas, gravillas, arcillas, arenas y limos. No solo el río interviene en su génesis, sino también los macizos que rodean el valle aportan derrubios coluviales favorecida por la acción eólica que forma dunas en particular al sudeste de la planicie aluvial.
Las geoformas de origen eólico son acumulaciones de materiales provenientes de procesos aluviales y coluviales por acción del viento, los que predominan de cuadrante sudeste y forman dunas transversales de dirección este-oeste y en ciertas zonas no tienen forma definida. Algunas dunas o médanos están sujetos por vegetación, por lo que son fijos, en especial cerca del cerro Barboza. Poseen una altura de 2.5 metros y una distancia entre crestas de 5 metros, están conformadas por arenas de textura fina seleccionada. Las dunas están disectadas y junto a los valles entre dunas conforman zonas bajas salinizadas, posiblemente por la deforestación (Rosales Fritz 2000).
Sobre la llanura aluvial encauza su caudal el río San Juan en la parte distal de su curso inferior, en éste río desaguan los arroyos Los Tapones y Agua Negra que son afluentes colectores de la descarga natural producida por el abanico aluvial. En la planicie aluvial los cursos hídricos tienen cauces meandriformes hasta que el río alcanza su nivel de base en las lagunas del Rosario y Huanacache conformando parte de la cuenca exorreica del Desaguadero-Colorado, aunque no siempre es un río exorreico por la acción de embalsar su caudal (69 m3/s).
Otra unidad fisiográfica que conforma el valle de Tulúm asociada a la acción hídrica del río San Juan, es el abanico aluvial. El río ingresa al valle por la quebrada de Ullúm conformando en las cercanías del dique De La Roza el punto apical y área natural de recarga del abanico y de los acuíferos del valle con material de textura gruesa como gravas y gravillas. Con una extensión de 25 Km. el cono se ensancha hacia el sudeste hasta alcanzar su parte distal y área natural de descarga con materiales finos como arenas, arcillas y limos. En la zona de coalescencia del abanico con la llanura aluvial es donde se halla el área de estudio, aunque ya en ambiente de planicie.
Sobre el abanico aluvial y en segundo lugar sobre la llanura aluvial es donde se asienta el mayor porcentaje de población y actividad económica sanjuanina.
En el pasado el río tenía su entrada al valle por la quebrada de zonda, conformando así también otro abanico aluvial con las mismas características del actual; el viejo abanico se encuentra emplazado algo más al sur, pero el nuevo se halla sobreimpuesto a él.
Por ultimo conforman el valle los piedemontes de la precordillera y de las sierras pampeanas, se presentan como fajas de desarrollo desigual. Los materiales que los conforman son rocas de distintas edades geológicas, con labios de fallas activas y altamente erosionados. El límite entre el piedemeonte y el abanico o la llanura aluvial es imperceptible.