sábado, 26 de mayo de 2018

¿Sabía que Colombia limita con más países de los que le enseñaron?

Siempre nos dijeron que Colombia limita con Panamá, Perú, Venezuela, Ecuador y Brasil. Sin embargo, a este listado le hacen faltan seis países. La razón es que el mar ha sido ignorado en el mapa de Colombia.

Al ver un mapa tradicional de Colombia es fácil identificar los cinco países con los que limita en sus fronteras terrestres. Al lado izquierdo se lee océano Pacífico y en la parte superior mar Caribe, Océano Atlántico. El problema es que rara vez se encuentra una cartografía en la que se señalan los verdaderos límites del país, esos que indican hasta dónde llegan sus mares.

Este olvido es solo una muestra del poco contacto y conocimiento que tenemos del agua. Con costas en el mar Caribe y el Océano Pacífico, Colombia posee 3.189 kilómetros de litorales, que cubren 12 departamentos y 49 municipios, 4 archipiélagos, al menos 100 islas, 17 cayos, 42 bahías, 5 golfos y profundidades marinas de hasta 4.860 metros, según datos de la Dirección General Marítima (Dimar). Además, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) cuenta con 2.860 kilómetros cuadrados (Km2) de áreas coralinas y en general 928.660 km2 de mar, según la Comisión Colombiana del Océano (CCO).
Por ejemplo, debido a su tamaño, muchos de los mapas con los que se estudia  incluyen solo las islas más representativas o de mayor tamaño, aunque eso es entendible debido a que algunas son tan pequeñas que resulta casi imposible graficarlas a escala, pocos conocen que  al contar con por lo menos 24 islas en el Pacífico y 80 en el Caribe, Colombia además de ser popularmente conocido por tener acceso a dos océanos, es un Estado con un importante componente insular. Como si esto fuera poco, y es otro dato del que muchas veces no somos conscientes, considerando al mar, el departamento más grande del país es en realidad San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Debido a sus fronteras marinas, además de los cinco países ya mencionados, Colombia limita con Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití y República Dominicana.

Las cifras también hablan por sí solas. El 16,4% del área de Colombia corresponde al Océano Pacífico, 28,46% al mar Caribe y 55,14% a su extensión en tierra. Es decir, el 44,86% de Colombia es mar. Esa es una de las razones por las que la CCO intenta difundir cada vez más el mapa de Colombia donde los mares adquieren el reconocimiento que se les había arrebatado. (Si quiere descargar el mapa en alta definición lo puede hacer aquí)
¿Qué debe saber sobre el mapa?

Colombia cuenta con 10 tratados limítrofes marítimos vigentes.
Dos áreas marítimas se encuentran pendientes por delimitación: al noreste con Venezuela y al Occidente con terceros países.
El país cuenta con tres zonas especiales: Zona de Investigación científica y explotación común con República Dominicana, área de Régimen Común con Jamaica y zona especial con Ecuador.
Según la CCO, es necesario graficar siempre las islas ubicadas en el Mar Caribe Occidental: Isla Cayos de Albuquerque, Isla Cayo de Este Sudeste, Isla Cayo Roncador, Isla Cayo Serrana, Isla Cayo Quitasueño, Isla Cayo de Serranilla e Isla Cayo de Bajo Nuevo.
La CCO ha evidenciado en muchos mapas que las islas Malpelo, Gorgona y Gorgonilla no son ubicadas en el Océano Pacífico Colombiano, a pesar de su gran riqueza ambiental, económica y cultural, como ha sido reconocida por la comunidad científica nacional e internacional.

Fuente: Semana.com

miércoles, 2 de mayo de 2018

Jornadas de Capacitación SIG/IDE en San Juan


Con el objetivo de brindar los conocimientos teóricos básicos sobre la obtención, gestión y análisis de la información geoespacial, fundamentales para la implementación de un Sistema de Información Geográfica y transferir los fundamentos esenciales para la implementación de una Infraestructura de Datos Espaciales.

Se realizarán los días 10 y 11 de mayo de 2018, las Jornadas de Capacitación en Sistemas de Información Geográfica (SIG) e Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) en la ciudad de San Juan, provincia de San Juan.

La capacitación, organizada por IDERA (Infraestructura de Datos Espaciales de la República Argentina), el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos y el Ministerio de Hacienda y Finanzas del Gobierno de San Juan, la Facultad de Ingeniería (FI) y la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de San Juan, estará a cargo de profesionales del Instituto Geográfico Nacional (IGN), de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), del Ministerio de Agroindustria y de la IDEChaco.

Los especialistas dictarán los contenidos teóricos básicos relacionados con la implementación de una IDE y el acceso a datos geoespaciales generados por organismos públicos, provinciales y nacionales, y empresas privadas. Esta actividad impulsada por IDERA busca promover la creación de la Infraestructura de Datos Espaciales de la provincia.

Entre los temas tratados se incluyen el sistema de referencia nacional y los estándares internacionales aplicados a la gestión de información geográfica.

Lugar y Horario: Auditorio Eloy Camus del Centro Cívico en Av. España y Av. José Ignacio de la Roza de 8.30 a 16.30 hs.

Destinatarios: empleados de la administración pública provincial, municipal, investigadores, docentes universitarios y terciarios, productores y usuarios de información geográfica.

La participación es LIBRE Y GRATUITA, pronto se habilitarán las inscripciones.

Certificados: Se entregarán certificados de asistencia, los cuales se enviarán a la dirección de correo electrónico de cada asistente.

Enlace a la pagina oficial, donde podrán inscribirse: 
http://www.ign.gob.ar/content/jornadas-de-capacitaci%C3%B3n-sigide-en-san-juan

Fuente: Geografia RDD

martes, 1 de mayo de 2018

Miles de islas serán inhabitables en 2050 por falta de agua

El aumento del nivel del mar contaminará los acuíferos de islotes y atolones del Pacífico y el Índico

En la noche del dos al tres de marzo una ola de seis metros llegó hasta las costas de Roi-Namur. La altura del agua no sería mucha si no fuera porque la elevación media de este trozo de tierra en mitad del Pacífico no supera los dos metros. Además de dañar la red de infraestructuras, el agua del mar elevó la salinidad del acuífero, comprometiendo su potabilidad. Un estudio sobre aquel evento pronostica ahora que el cambio climático multiplicará la frecuencia e intensidad de estas olas, haciendo inhabitables a miles de pequeñas islas y atolones del Pacífico y el Índico en 30 años.

El destino de muchas de estas islas ya estaba escrito: el deshielo y otros fenómenos asociados al calentamiento global están subiendo el nivel global del mar. Aunque hay cierto baile de centímetros, estimaciones moderadas hablan de una subida de las aguas de hasta dos metros a lo largo de este siglo. Teniendo en cuenta que en muchas islas del Pacífico y del índico lo más alto que hay es una palmera (construcciones humanas aparte), paraísos como Maldivas, Kiribati o Tuvalu acabarán sumergidos por las aguas. Los científicos discrepan en el cuándo, que si comienzos del siglo XXII, que si a mediados... pero no en que pasará.
Sin embargo, un grupo de investigadores de EE UU, Países Bajos e India están convencidos de que mucho antes de que el agua del mar las borre del mapa, la mayoría de estas islas ya no albergarán vida, al menos la humana, ya que se quedarán sin agua potable. Para llegar a esta conclusión, resultado principal de un estudio publicado en Science Advances, los autores de esta investigación modelaron la respuesta a la incursión del agua salada de la ola de 2014 en el acuífero de Roi-Namur, una de las 1.100 islas repartidas por 29 atolones que tiene el estado de islas Marshall.

Comprobaron que el aumento del nivel del mar amplifica el impacto de las grandes olas. La principal protección de estas islas, la mayoría formadas por acreción de material orgánico, son los arrecifes coralinos que, desde metros antes de la línea de costa, forman una llanura (berma) que suaviza la llegada de las olas. Pero, sobre un mar más elevado, la cresta de la ola de 2014 superó la berma inundando la parte norte de la isla. Los investigadores estiman que, con un aumento del nivel del mar de un metro, Roi-Namur sufrirá al menos una de estas olas al año antes de mediados de siglo.
"Las avenidas de agua del mar suelen provocar la incursión de agua salada en el subsuelo, contaminando el acuífero de agua dulce", explica el hidrólogo del Servicio Geológico de EE UU (USGS por sus siglas en inglés) y coautor del estudio, Stephen Gingerich. En condiciones normales, las lluvias posteriores se infiltran en el terreno y, en unos meses, acaban expulsando el agua salada por la diferencia de densidad. Pero con la reducción del régimen de lluvias que predicen todos los modelos climáticos y el mayor impacto de las olas, el escenario cambia: "Las lluvias siguientes no bastarán para expulsar el agua salada y renovar el suministro de agua de la isla antes de la llegada de la tormenta del siguiente año repitiendo la incursión", añade.

Los autores del estudio creen que muchas otras islas compartirán el destino de Roi-Namur tarde o temprano. "Es uno de los atolones de mayor altitud en el mundo", recuerda el especialista en morfología costera del instituto de investigación Deltares (Países Bajos) y coautor del estudio, Ap van Dongeren. "La mayoría de los otros atolones son más bajos, por lo que son más susceptibles a las inundaciones", añade. En la lista están atolones, islas e islotes de las Carolinas, las Islas Cook, Maldivas, Seychelles... e incluso algunas del archipiélago de Hawái, al norte.

"El punto de inflexión en el que la mayoría de los atolones dejarán de disponer de agua potable se superará a mediados del siglo XXI a más tardar", opina el geólogo del USGS y principal autor del estudio, Curt Storlazzi. Sin embargo, Storlazzi no cree que estas islas se "ahoguen" o "mueran" al llegar a este umbral. "Más bien sufrirán avenidas con tal frecuencia que la incursión de agua del mar afectará negativamente a las infraestructuras, el agua dulce, la agricultura y los hábitats haciendo complicado, si no imposible, la vida en las islas sin significativas y probablemente costosas medidas de mitigación", añade.

Es probable que Roi-Namur, que alberga un centro de investigación y ensayo de misiles balísticos de EE UU, se salve aunque sea llevando agua en aviones cisterna. El futuro habitado de las demás islas es más incierto.

Fuente: ElPais.com