El cambio ha sido grande y muy rápido. En apenas una década hemos
pasado de orientarnos con mapas de papel a utilizar navegadores GPS y
teléfonos móviles inteligentes que permiten acceder a internet desde
cualquier lugar. Localizar una dirección en un callejero o usar una guía
de carretera para trazar una ruta forma parte del pasado para muchos
usuarios.
"Hemos utilizado mapas durante siglos. Nuestra relación con la geografía se basaba en la memoria y en el papel,
pero en los últimos años la tecnología se ha impuesto gracias al
desarrollo del GPS, que es increíblemente sofisticado aunque ya estemos
acostumbrados, a la digitalización de la cartografía y a las imágenes
que recibimos de los satélites. Todo ello unido a internet y a los
teléfonos inteligentes ha hecho posible una auténtica revolución
geoespacial", afirma Carlos Fernández de la Peña, presidente de España
Virtual, una plataforma constituida por centros de investigación,
universidades y empresas privadas que durante los últimos cuatro años
han trabajado de forma conjunta para que nuestro país forme parte de esa
transformación tecnológica.
Tras cuatro años de trabajo, concluye ahora este proyecto CENIT, que ha contado con un presupuesto de 25 millones de euros,
y comienza el desarrollo de servicios concretos para ciudadanos y
empresas. 'España Virtual' servirá como base para diseñar sistemas que
recreen espacios geográficos en 3D con aplicaciones en campos como la educación, el ocio, la telemedicina o la industria, algunas de las cuales serán gratuitas.
"El objetivo era establecer un puente entre el mundo geográfico y las
tecnologías de internet, pero no construirlo. Es decir, diseñar las
piezas, probarlas, integrarlas y comprobar que es posible avanzar en su
construcción. Hemos desarrollado prototipos pero no un producto final",
explica Fernández, director de sistemas y redes de Elecnor Deimos, la
empresa que ha liderado este proyecto de I+D financiado por el Centro
para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
200 'papers' científicos
La plataforma, que ha generado alrededor de 200 'papers' científicos y
unos 40 experimentos, ha logrado sumar el conocimiento que aportan las
universidades con la innovación de grandes empresas y pymes. Ahora estas
compañías, entre las que figuran también Indra, Androme, GeoSpatiumLab,
Designit, Prodevelop o Telefónica I+D, aplicarán estos conocimientos a
sus respectivos campos.
Integrar dos mundos tan distintos como la geografía y las tecnologías de internet no ha sido tarea sencilla: "La información geográfica es muy compleja.
Es difícil de manejar y procesar, pues tiene volúmenes monstruosos.
Para que la imagen pueda verse en un dispositivo como un teléfono es
necesario llevar a cabo un proceso muy complejo", señala Fernández,
físico de formación.
Además, es muy delicada de manejar: "No te puedes equivocar en un
topónimo o en una frontera". Por ello uno de los socios que ha jugado un
papel más relevante ha sido el Centro Nacional de Información Geográfica,
un organismo que, gracias a España Virtual, cuenta con una de las
infraestructuras de datos espaciales más innovadoras del mundo. A través
de internet ofrece ya de forma gratuita información geoespacial a todos los usuarios.
La cuarta dimensión
Se han desarrollado infraestructuras para visualizar cartografía a
través de la web y obtener mapas de diversas fuentes según las
necesidades específicas, buscar imágenes aéreas y de satélite o
visualizar entornos en 3D con efectos físicos para dar más realismo (por
ejemplo, visualizar la propagación de señales electromagnéticas). Otros
sistemas ya existentes, como el español gvSIG (que
permite visualizar imágenes en 2D y 3D), ha sido perfeccionado
introduciendo mejoras, como la integración de la cuarta dimensión.
'España Virtual' permitirá desarrollar servicios de telemedicina a través de internet. Por ejemplo, los enfermos crónicos podrán consultar con sus médicos a través de videoconferencias. El sistema permitirá, además, conocer de inmediato la posición geográfica del paciente por si necesitara asistencia. Los médicos de guardia
también podrán estar disponibles a través de internet para cualquier
consulta cuando no sea imprescindible desplazarse al hospital.
La simulación de entornos geográficos en tres y
cuatro dimensiones abre la puerta al desarrollo de aplicaciones para el
ocio y la enseñanza basados en la realidad virtual. Así, en menos de un
año los usuarios podrán disponer de guías turísticas en sus teléfonos
que les ofrezcan información sobre el lugar en el que se encuentran,
tanto visual como auditiva, o acceder a contenidos interactivos de
novelas históricas. Los cursos de idiomas en 3D
permitirán al alumno interactuar con otras personas en cualquier momento
a través de su ordenador y sumergirse en entornos simulados que hagan
más atractivo el aprendizaje.
Fernández cree que la educación es uno de los ámbitos que más resultará beneficiado por estas tecnologías: "Va a vivir una revolución en los próximos años. Estoy convencido de que nuestros hijos no estudiarán como nosotros. Se va a redefinir el concepto de universidad", asegura.
Fuente: ElMundo.es
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