Cualquier
geógrafo al comentar cuál es su profesión, suele recibir preguntas del
estilo:"¿Cuál es la capital de Kirguizistán?; ¿descubriste alguna mina de
oro?"; o, también: "¿Haces mapa?". Sería incorrecto afirmar que
la toponimia, la geología o la cartografía son saberes ajenos a la geografía.
Pero ninguna de esas disciplinas son, indefectiblemente, especificidades del
quehacer de los geógrafos.
El
término geografía tiene una pluralidad de sentidos. Uno de ellos remite a un
saber práctico y se remonta a las primeras culturas. El conocimiento sobre la
localización de las fuentes de alimento, el agua potable o los enemigos, y
también los caminos de acceso, era una información vital. Lo sigue siendo.
También suele asociarse al medio físico: la geografía de una comarca es el
conjunto de construcciones, ecosistemas, estructuras geológicas y superficies
ocupadas con agua que se encuentran allí. Suele haber una fuerte asociación del
término geografía con la asignatura escolar.
Esta
materia está presente en el sistema escolar desde fines del siglo XIX. En la
Argentina como en otros estados nacionales, junto a la historia y el civismo,
la geografía fue una poderosa herramienta que aglutinó a una heterogénea
población, creando y fortaleciendo los sentimientos de pertenencia a la
comunidad imaginada. La geografía escolar fue un importante motor para el
desarrollo de la geografía profesional. Si bien actualmente la enseñanza sigue
siendo un importante ámbito laboral para los geógrafos, el espectro de
intereses y áreas de inserción es mucho más amplio.
Suele
afirmarse que el pensamiento geográfico se origina en la Grecia antigua, de
donde proviene el término. En sus orígenes consistía en la mensura y
descripción de la extensión del mundo conocido, sus fronteras y el más allá. En
1650, Bernhard Varenio condensó buena parte del conocimiento del mundo, aunque
la geografía seguía siendo un saber disperso. La sistematización de los
conocimientos en geografía comenzó a producirse hacia fines del siglo XIX, en
el contexto de la formación de los estados nacionales, el imperialismo europeo
y la consolidación del sistema educativo.
En
la Argentina, los primeros pasos en el proceso de institucionalización de la
geografía se dieron con la creación de algunas cátedras, hacia 1900, dentro de
la carrera de Historia; con la creación en 1904 de una carrera especializada en
la formación de profesores de Geografía, en el Instituto Joaquín V. González;
y, a mediados de siglo, se establecieron las primeras carreras universitarias.
Puede
reconocerse una continuidad a lo largo de la tradición geográfica, dada por el
interés por comprender las variaciones de fenómenos naturales y sociales en la
superficie terrestre. Los temas, las formas de abordarlos y las prácticas
profesionales fueron cambiando de manera notable. La geografía asiste
actualmente a una creciente diversidad y complejidad del abanico de temas y
problemas. Algunos de los campos emergentes son la geografía de género, el
desarrollo local, los problemas de la mundialización, las geografías de la vida
cotidiana, por mencionar algunos ejemplos.
Cada
vez hay mayor consenso en que la geografía forma parte de las ciencias
sociales. Aun cuando se estudien los recursos naturales, la mirada de los
geógrafos no está puesta en los procesos naturales que dieron origen a los
materiales, sino en la conflictividad social generada por su apropiación y
puesta en valor. La mirada sobre un proceso social cualquiera apunta a
comprender las configuraciones territoriales resultantes, a describir la
disposición particular que adquieren las infraestructuras, a interpretar las
formas en que se organizan territorialmente las instituciones o a reconstruir el
proceso de formación de las identidades regionales.
En
el quehacer de los geógrafos, las categorías de análisis fundamentales son:
espacio, región y paisaje, territorio, límite y frontera, lugar y red, entre
otras. Pero probablemente es territorio el concepto con más
revisita.Tradicionalmente fue asociado a la idea de suelo, de soporte material
y jurisdicción de un Estado nacional, o a área controlada por un animal. Las
nuevas perspectivas han contribuido a enriquecer esta categoría de análisis.
Algunas claves para comprender los territorios son:
- La
idea de territorio no está asociado en forma unívoca al Estado nacional. Un
territorio puede concebirse como un resultado de las acciones de cualquier
sujeto (individual o colectivo) que busca controlar en un área determinada, sus
recursos, las personas y sus relaciones. El territorio es un ámbito delimitado,
que muchas veces se estabiliza (el territorio de los estados nacionales),
aunque otras veces su perdurabilidad puede ser muy acotada en el tiempo (en un partido
de fútbol, durante unas horas, cada hinchada controla cierto ámbito dentro de
la cancha).
-Los
territorios (de la Argentina, de Jujuy, pero también de la religión católica,
de la multinacional Coca-Cola o de la minoría étnica wichí) son entidades históricas,
contingentes, en permanente transformación, que se reproducen a través de las
prácticas sociales y culturales de los sujetos.
- Un
territorio, especialmente el del estado nacional, es una realidad compleja
donde se articulan procesos económicos, políticos y socioculturales.
- En
la Argentina o en cualquier otro país, se articulan procesos globales (redes
financieras internacionales), regionales supranacionales (creación del
Mercosur), nacionales (intervención del Estado Nacional a través de la
Gendarmería Nacional), regionales subnacionales (iniciativas para el desarrollo
económico regional del Norte Grande) y locales (en cada lugar donde se
construyen fuertes sentimientos de pertenencia a una pequeña comunidad). En
suma, los territorios se conforman a diferentes escalas.
- Lo
anterior, a su vez, está señalando la existencia de una red de actores, con
diferentes intencionalidades y que actúan con distintas lógicas. Los estados
nacionales, los municipios, las asociaciones empresariales, las ONG ambientalistas,
los diferentes grupos sociales políticamente movilizados moldean los
territorios en función de sus intereses.
- Si
bien puede presentar ciertas homogeneidades (una misma lengua o un mismo
sistema legal), los territorios son fragmentados e internamente desiguales. La
desigual distribución de los ingresos, por ejemplo, tiene su correlato en la
desigual distribución territorial de las oportunidades. La sociedad genera
cambios diferenciales en el territorio, y el territorio origina diferencias sociales.
Uno
de los desafíos de la enseñanza de la geografía es complejizar la mirada sobre
los territorios; no solo por presentar al territorio argentino como una
construcción histórica; sino, de igual forma, por intentar comprender cómo se
formaron, cómo funcionan y cómo participan en la vida cotidiana de los alumnos
otros territorios. El del municipio o de la provincia, el de la comunidad
campesina o de la minoría religiosa a la que pertenecen, por ejemplo.
Una
definición contemporánea de geografía sería, tal vez, la de una ciencia que
busca comprender, en el tiempo, la dimensión territorial de los procesos
sociales.
Fuente:
Alejandro Benedetti
Doctor
en Geografía, becario posdoctoral del Conicet. Investigador del Instituto de
Geografía y docente, UBA.
Muy buena explicación sobre la Geografía contemporánea. Miguel.
ResponderEliminarsi aunque no es lo queria escuchar por respuesta
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