miércoles, 25 de abril de 2018

La vaca será el mamífero más grande sobre la Tierra dentro de 200 años

Un estudio sostiene que los grandes mamíferos terrestres han ido menguando por culpa del hombre a lo largo de los últimos 125.000 años

La caza, la destrucción de su hábitat, los conflictos con humanos y las guerras han propiciado su declive

Así se convirtió la ballena azul en el animal más grande del planeta

Hubo una época en la que todos los continentes habitados estaban poblados por grandes mamíferos terrestres: mamuts, rinocerontes lanudos, perezosos gigantes, felinos con dientes de sable... Poco a poco, estos animales fueron extinguiéndose y, en la actualidad, los pocos que quedan viven, en su mayoría, en África. Ese declive coincidió con la expansión del hombre. La dispersión de los homínidos fuera de África no sólo fue un acontecimiento clave para nuestra especie. Su salida de ese continente coincidió con una dramática reducción en el tamaño de los mamíferos, que fue, además global, es decir, se produjo en todos los continentes. Así lo asegura una investigación publicada en la revista Science que ha analizado la evolución en el tamaño de diversas especies de mamíferos terrestres -no se han incluido los marinos- desde hace 125.000 años, concluyendo que la acción del hombre ha sido la principal causa.
Y esa tendencia a mermar de tamaño, sostiene este estudio, continúa. Según sus predicciones, dentro de unos 200 años la vaca doméstica podría ser el mamífero terrestre de mayor tamaño que quede en la Tierra. "Sobrevivirán pocos animales de su tamaño. La mayor parte de los mamíferos serán mucho más pequeños", asegura Felisa Smith, investigadora de la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque (EEUU), y autora principal de este estudio. Si la vaca (Bos taurus) sobrevive, añade, será en gran medida porque ha sido domesticada. 

Megafauna acorralada
Qué causó la extinción de la megafauna y la progresiva pérdida de tamaño de los mamíferos terrestres sigue siendo objeto de debate en la comunidad científica. El papel que jugaron y juegan los humanos en su desaparición es el aspecto más controvertido. Según señala Jan van der Made, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), sin vinculación con este estudio, "la discusión se centra en si la extinción de grandes mamíferos se ha debido, sobre todo, a los cambios climáticos o a la acción del hombre".
Según la investigación de Science, no sólo los Homo sapiens, sino también otros homínidos, como los neandertales o los denisovanos, contribuyeron decisivamente a la pérdida de grandes mamíferos terrestres. "A lo largo de buena parte de esos 125.000 años, la extinción se ha debido probablemente a la explotación de los grandes mamíferos por parte de los humanos. Hoy en día, por supuesto, son otros los factores que han propiciado que estén en riesgo, como la alteración de su hábitat, los conflictos con humanos e incluso las guerras", enumera Smith a través de un correo electrónico.

Adaptación a los cambios climáticos
Según relata la investigadora, un aspecto importante que examinaron en este trabajo es cómo los mamíferos han respondido a los cambios en el clima a lo largo de los últimos 65 millones de años: "Investigamos la influencia potencial del tamaño del cuerpo y la dieta, concluyendo que ninguno de esos factores estaban relacionados con la extinción durante el Cenozoico. Es decir, ser grande o pequeño no suponía tener un mayor riesgo para extinguirse en épocas de más frío o más calor", señala la autora, que asegura que sólo vieron una relación entre la extinción y el tamaño del cuerpo cuando los homínidos entraban en escena. A Jan van der Made no le sorprende que la vaca pueda llegar convertirse en el mamífero más grande dentro de un par de siglos: "Es muy duro, pero es posible que tengan razón. El elefante africano y los rinocerontes están muy amenazados. El elefante indio y los hipopótamos no están tan mal pero podrían extinguirse, al igual que los búfalos, los camellos, las jirafas y los osos, que son los otros grandes mamíferos terrestres que viven en la actualidad", explica en conversación telefónica. "Si una especie tiene interés económico, como la vaca, tiene más posibilidad de sobrevivir", añade este investigador especializado en grandes mamíferos.
Según recuerda Van der Made, en Europa tenemos especies como el ciervo, el gamo, el toro salvaje o el lobo que han ido haciéndose más pequeñas durante los últimos 20.000 años: "En el Pleistoceno tardío, el periodo de estudio, eran mucho más grandes". Asimismo, cita algunos ejemplos de animales que se adaptaron bien a los cambios en el clima. El elefante Palaeoloxodon antiquus vivía en ambientes cálidos, es decir en el centro de Europa, durante los periodos interglaciales, mientras que durante los glaciales se refugiaba en el territorio que hoy es España; o Mammuthus primigenius, el famoso mamut lanudo adaptado al frío que, durante los glaciales vivía en centroeuropa y hasta en España, y durante los interglaciales se refugiaba en el norte de Siberia.En la actualidad, el mamífero más grande es la ballena azul (que puede alcanzar los 27 metros) pero en este trabajo no se ha estudiado la evolución de los mamíferos marinos, sólo los terrestres con la excepción de los murciélagos, según aclara Smith. Tampoco han estudiado las extinciones en las islas, que es un aspecto que Van der Made echa en falta pues "es precisamente en las islas donde las extinciones de mamíferos han sido mucho más fuertes, como se ha comprobado en lugares como Creta, Sicilia o las Baleares".
Asimismo, el científico neerlandés destaca que "normalmente se dan más casos de extinciones en las altitudes altas que en el ecuador, y también en ambientes de bosque hay menos desaparición de especies que en la estepa y la tundra".

"Para mí, lo más llamativo es cómo un planeta es capaz de sobrevivir durante millones de años a cambios en el clima y a catástrofes naturales; y cuando el ser humano se dispersa y empieza a ser abundante, las grandes especies animales se ven afectadas", apunta por su parte Manuel Salesa, investigador del departamento de Paleobiología del MNCN. "En lugar de asumir su rol de especie inteligente para proteger la biodiversidad, la está destruyendo", reflexiona en conversación telefónica. Y es que, aunque nuestros antepasados cazaban para comer y no tenían conciencia sobre el daño que hacían al capturar especies que se reproducían muy lentamente, ahora las especies se están viendo afectadas sobre todo por la destrucción del hábitat. No obstante, Jan van der Made opina que los datos aportados en este estudio no son suficientes para respaldar la conclusión de que los neandertales y los denisovanos ya provocaban extinciones: "Para demostrarlo, habría que ver lo que pasa cuándo aparecen los neandertales, y hace unos 240.000 años ya los había claramente. Debería aumentar el nivel de extinciones en este momento", argumenta. Por otro lado, se muestra cauto sobre las conclusiones porque aunque "los registros que hay en Europa son buenos, en Asia no hay muchos datos y no sabemos bien la edad de algunos yacimientos".

Fuente: ElMundo.es

miércoles, 18 de abril de 2018

El sistema circulatorio del planeta se debilita

Este mapa de temperaturas muestra el recorrido de la corriente del Golfo frente a la costa de EE UU. NOAA
Las corrientes marinas del Atlántico que afectan al clima mundial se han frenado en el último siglo.

El principal sistema de corrientes oceánicas se está frenando. Dos grupos diferentes de investigadores, usando métodos distintos, han comprobado que el mecanismo que transporta las cálidas aguas del Caribe hacia el norte y las frías polares al sur lleva décadas fallando. Aunque no coinciden en cuándo empezaron los problemas ni en la causa última de los fallos, sí lo hacen en sus posibles consecuencias y no son buenas. Estas masas de agua son el verdadero sistema circulatorio del planeta, repartiendo calor, nutrientes y gases.


Ni las mareas ni el viento son los principales animadores del mar. El influjo de las primeras no va más allá de la línea de costa y, por muy huracanado que sea el segundo, su soplo no se siente por debajo de los primeros 100 metros de profundidad. Lo que de verdad mueve el agua de mares y océanos en forma de corrientes es algo tan básico como que lo que pesa más se hunde y lo que pesa menos tiende a quedarse arriba, los gradientes de densidad.

En el océano Atlántico, la corriente del Golfo es una inmensa masa de aguas cálidas, es decir, menos densas y pesadas, que viajan hasta el norte desde el Caribe, perdiendo calor en el trasiego, lo que atempera el clima de Europa Occidental. Mientras, en sentido inverso, las aguas frías de mares como el de Labrador, el de Barents o el de Groenlandia aún se hacen más densas y pesadas con el aporte de la sal expulsada por el avance del hielo ártico. Se hunden formando la llamada masa de agua profunda del Atlántico Norte, que se desplaza hacia el sur. Aunque el sistema es más complejo, estos elementos son las arterias principales de la circulación meridional de retorno del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés). Este es el motor que está fallando.
"La AMOC se ha debilitado en los últimos 150 años hasta niveles nunca registrados en más de un milenio", dice el climatólogo y colíder del grupo de predicción climática del Barcelona Supercomputing Center, Pablo Ortega, coautor de uno de los estudios. El flujo se habría reducido, según estiman, entre un 15% y un 20%. En términos absolutos, el caudal habría disminuido en unos tres millones de metros cúbicos por segundo. Para hacerse una idea, todos los ríos del mundo descargan unos 1,2 millones de metros cúbicos por segundo. "La disminución fue muy rápida y sigue bajando, aunque a un menor ritmo", añade Ortega, que participó en esta investigación cuando investigaba la AMOC en el departamento de meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido).

Los flujos de las corrientes oceánicas no empezaron a ser medidos de forma sistemática hasta este siglo, así que, para determinar su caudal en el pasado hay que recurrir a mediciones indirectas. En esta investigación, publicada en la revista Nature, los científicos analizaron el tamaño del grano de los sedimentos del lecho marino: cuanto más grande, más fuertes debieron ser las corrientes en ese momento para arrastrar los más finos. Otros datos indirectos fueron los registros de temperaturas del agua.
"Nuestro estudio ofrece el primer análisis exhaustivo del registro de sedimentos oceánicos, demostrando que este debilitamiento de la AMOC se inició poco después del fin de la Pequeña Edad de Hielo", dice en una nota la investigadora de la Institución Oceanográfica Woods Hole (EE UU) y coautora del trabajo, Delia Oppo. Esta mini glaciación se inició en el siglo XV y se mantuvo hasta el XIX. Lo que los investigadores creen que pasó entonces es que el calentamiento provocó el deshielo de grandes capas de la región ártica. Tanta agua dulce alteró el mecanismo de la AMOC haciendo de tapón: al diluir el agua del mar redujo su densidad, frenando su hundimiento, lo que debió de ralentizar la llegada de las aguas cálidas del sur.

El deshielo es también el posible mecanismo causal apuntado por otro grupo de científicos en su estudio propio sobre la evolución de la AMOC, publicado igualmente en Nature. Como el trabajo anterior, aquí han encontrado una reducción del flujo de este sistema de corrientes de un 15%. Para obtener sus resultados, usaron modelos climáticos y los registros disponibles de la temperatura de las aguas superficiales, de los que hay datos desde el siglo XIX, como indicador del trasiego del agua. Lo diferente es que este trabajo fija el inicio del debilitamiento en una fecha más reciente, en torno al 1950 y culpa al cambio climático, no al fin de la Pequeña Edad de Hielo, del trastorno del sistema.
"Con el calentamiento global, el aumento de las lluvias así como el deshielo del hielo del Ártico y la capa helada de Groenlandia diluyen las aguas del norte del Atlántico, reduciendo su salinidad. El agua menos salina es menos densa y, por tanto, menos pesada, lo que dificulta su hundimiento a las profundidades", explica el investigador del Instituto de Geociencias de la Universidad Complutense y el CSIC, Alexander Robinson, coautor de este segundo trabajo.

Culpabilidades al margen, las consecuencias de este frenazo pueden ser muchas y pocas buenas. La AMOC es parte central de la circulación global termohalina (del griego, calor y sal) que redistribuye el calor de las aguas del planeta. "Si nos situamos en el Atlántico Norte, y la AMOC se debilita, tendríamos, por un lado menos agua caliente que va hacia el norte, lo que supondría más frío en los países de Europa del norte", explica la investigadora del Instituto Francés para el Aprovechamiento del Mar (Ifremer), la española Patricia Zunino, no relacionada con estos dos estudios. Ese calor que no viaja hasta al norte se quedaría en la zona ecuatorial, aumentando aún más las temperaturas de esta zona, lo que podría elevar la frecuencia e intensidad de los huracanes.

Fuente: ElPais.com

viernes, 6 de abril de 2018

Una grieta kilométrica recuerda que África se está dividiendo en dos

La tierra se abrió hace unos días en el suroeste de Kenia (África). A lo largo de varios kilómetros, atravesando campos, agrietando carreteras y agujereando la reserva Masai Mara, la abertura ha alarmado a los lugareños y ha provocado cierto revuelo en algunos medios. Hay quienes dicen que el continente africano se está partiendo en dos. Es cierto, pero aún quedan unos cuantos millones de años para que eso ocurra.


La raja en la tierra es un recordatorio de que la Tierra es un planeta en movimiento. La superficie terrestre está agrietada como un viejo cuadro en varias placas tectónicas que, en su roce, desatan fenómenos como terremotos o erupciones volcánicas, levantan montañas y abren valles. Ese mismo movimiento hace que cada placa sea también inestable. En el caso de la región oriental de la placa africana, el encontronazo constante con las placas arábiga e india, que empujan desde el norte, está desgajando la porción este del continente africano. Su manifestación más visible es el Gran Valle del Rift, una amplia franja de terreno que va desde Mozambique, al sur, hasta el cuerno de África y más allá.
"Por debajo hay una falla en el terreno que está separando África en dos", dice el catedrático del departamento de geodinámica de la Universidad de Granada, Juan Ignacio Soto. Pero el tiempo de la separación es geológico, llevará millones de años. "Sabemos que pasará, pero no cuándo", añade. En cierta medida es el proceso inverso al que produce cordilleras como el Himalaya o los Andes. Mientras estas se elevan por el choque de dos placas que convergen, en este valle se están separando.

Estos procesos geológicos son lentos para la cronología humana. "A veces se separan unos milímetros y otras muchas la fractura se produce en el interior sin que la veamos", explica el catedrático. En otras, como esta vez, la raja es superficial y de metros de ancho. "Lo llamativo es la longitud de esta", añade. Aunque habría que confirmarlo, se apunta a que las lluvias habrían ensanchado la magnitud de la brecha.
No será la última vez que suceda. Bajo la tierra hay un proceso de división de la placa africana en dos nuevas, la nubia al oeste y la etíope al este. Es ese mismo proceso el que está detrás de algunas de las maravillas de esta parte de África. El Gran Valle del Rift está formado en realidad bajo varias fracturas de la corteza terrestre. Por encima se corresponden con el Rift Albertino el Rift de África Oriental.

El conjunto de valles sobre las fallas tiene una extensión de unos 5.000 kilómetros. A lo largo de las fracturas se encuentran los principales volcanes africanos. Los grandes lagos, desde el Victoria al Tanganica, pasando por el Turkana o el Natrón, se deben a la presencia de estas fallas. Y gracias a ellas también esta zona es la región con la mayor porción de biodiversidad que queda en el planeta. En algún momento, quizá dentro de 50 millones de años, habrá dos áfricas, pero aún no.


Fuente: ElPais.com

martes, 13 de marzo de 2018

2015, 2016 y 2017 han sido los años más calurosos desde que hay registros

Diferencia entre la temperatura de 2017 y la media del periodo 1981-2010. OMM
La temperatura media el año pasado fue 1,1 grados superior a la de la época preindustrial
La Organización Meteorológica Mundial ha confirmado hoy que 2017 ha sido uno de los tres años más calurosos —junto a 2016 y 2015— desde que comenzaron los registros en 1880. El análisis de la institución muestra que la temperatura media en la superficie del planeta el año pasado fue 1,1 grados centígrados superior a la del periodo 1880-1900, considerado "preindustrial". El año 2016 mantiene el título de más cálido, con 1,2 grados por encima de esa referencia preindustrial.


“La tendencia a largo plazo de la temperatura es mucho más importante que la clasificación de los años individuales. Y esa tendencia es ascendente”, ha subrayado en un comunicado el finlandés Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial. “17 de los 18 años más cálidos han sido registrados durante este siglo, y el grado de calentamiento en los últimos tres años ha sido excepcional. El calentamiento del Ártico ha sido especialmente pronunciado y esto tendrá repercusiones profundas y duraderas en el nivel del mar y en los patrones climáticos en otras partes del mundo”, ha alertado Taalas. Su institución ya advirtió en diciembre de que las temperaturas en el Ártico aumentan al doble del ritmo que la temperatura mundial.
La organización recuerda que 2016 fue especialmente cálido porque se sumó el efecto de El Niño, un fenómeno cíclico natural relacionado con un aumento de las temperaturas en la parte oriental del Pacífico tropical. 2017 ha sido el año más caluroso sin El Niño. El año pasado, incluso, vivió el fenómeno contrario, La Niña, que enfría los termómetros. Pese a todo, 2017 empata con 2015 como año más cálido, tras el excepcional 2016.
“Las temperaturas solo cuentan una pequeña parte de la historia. El calentamiento en 2017 estuvo acompañado por un tiempo extremo en muchos países del mundo. Estados Unidos ha vivido su año más costoso en términos meteorológicos y de desastres climáticos, mientras que otros países han visto su desarrollo ralentizado o revertido por ciclones tropicales, inundaciones y sequías”, destaca Taalas.

"Los resultados globales enlazan con lo que estamos observando en España. Aquí, 2017 ha sido el año más cálido desde que comenzó la serie en 1965", explica Rubén del Campo, de la Agencia Estatal de Meteorología. La temperatura media mundial en 2017 fue 0,46 grados superior al promedio del periodo 1981-2010. En España, ese aumento se ha "disparado" hasta 1,1 grados, según advierte Del Campo.

El análisis de la Organización Meteorológica Mundial combina los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU, del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA, del Centro Hadley de la Oficina Meteorológica de Reino Unido, del Servicio Meteorológico de Japón y del programa Copernicus del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo.

Fuente: ElPais.com

sábado, 10 de marzo de 2018

El árbol geneaológico de toda la Humanidad

Esta imagen corresponde con la representación del 0,5% del árbol genealógico generado por los autores. COLUMBIA UNIVERSITY
Año 2018. El planeta ha alcanzado los 7.457 millones de habitantes. Son datos del censo mundial proporcionado por Estados Unidos. Los avances tecnológicos nos permiten la comunicación con casi cualquier persona que deseemos y el transporte nos lleva a lugares remotos en pocas horas. Cuesta recordar que, no hace tanto, necesitábamos semanas para recibir una carta y meses para llegar a países lejanos. Eran momentos en los que conocer a una persona y casarse era algo que ocurría en nuestro entorno. Con el tiempo, la humanidad se ha dispersado y con ello nuestras relaciones. Esto es lo que ha medido un grupo de investigadores que, tras analizar el parentesco de 86 millones de personas, ha creado el mayor árbol genealógico construido hasta la fecha. En él hay 13 millones de individuos conectados a lo largo de 11 generaciones y agrupados en 5,3 millones de familias distintas. Se trata de un análisis histórico mundial que va de 1840 al año 2000 y que recoge datos de perfiles públicos que provienen de Europa y América del Norte. La información incluye cuándo y dónde nació y murió cada persona.El estudio, publicado en la revista Science, lo ha dirigido el informático Yaniv Erlich, investigador de la Universidad de Columbia y responsable científico de la compañía de análisis genéticos MyHeritage, de la se ha obtenido gran parte de la colección de datos con los que se ha generado el árbol de la vida más grande del mundo.

Migraciones y casamientos
Las enormes bases de datos públicas permiten conocer parte de nuestra historia. En ellas se puede observar la reducción de la mortalidad infantil en el siglo XX o las altas tasas de mortalidad en edad militar durante las grandes guerras. Pero si hay algo novedoso que aporta este inmenso árbol de la vida de Yaniv Erlich es la posibilidad de ver con exactitud cómo han variado las relaciones humanas, un dato que se obtiene de analizar la migración y los casamientos.En las sociedades occidentales de los últimos 300 años, la mujer ha migrado más que el hombre, aunque ha recorrido distancias más cortas. Además, en estos desplazamientos las madres se han alejado menos de sus hijos de lo que lo han hecho los padres, que tienen, por otro lado, menos reparo en cambiar de país.
El lugar dónde encontrar una pareja ha cambiado a lo largo de los siglos. En Estados Unidos, antes de 1750, los habitantes encontraban un cónyuge en un radio de 10 kilómetros del lugar donde nacieron y lo más común era la elección de un primo cuarto. A partir de 1800 esta distancia se duplicó y llegó a los 19 kilómetros en 1850. En esta época, el ferrocarril produjo cambios rápidos en el transporte. La gente viajó más que nunca para encontrar un compañero, pero las parejas siguieron formándose entre parientes. Esto va en contra de lo que se creía hasta entonces: que la consanguinidad se redujo a medida que la población humana se dispersaba.

El rechazo al matrimonio entre parientes
Con la segunda Revolución Industrial, ya en 1870, el radio de distancia al que se formaron los matrimonios siguió en aumento y alcanzó los 100 kilómetros en 1950. Sin embargo, el parentesco del primo cuarto de 1850 ha pasado a ser, en la actualidad un primo séptimo.Los autores sugieren que el rechazo de la sociedad a casarse con parientes cercanos jugó un papel importante evitando la consanguinidad. Aunque los avances en el transporte durante el siglo XIX conectaron distintas poblaciones y permitieron recorrer largas distancias, no fue ésta la causa de que se redujera la relación genética, sino que fue un cambio cultural en occidente lo que evitó los casamientos entre familiares. El estudio no analiza, sin embargo, si existe también una tendencia a descartar los matrimonios concertados en los países de origen, como ocurre en ciertas culturas.
En occidente, una vez superada la tradición de enlaces en el seno de una misma familia, cabe preguntarse si la última revolución tecnológica, con la aparición de las computadoras e internet en el siglo XX y lo que llaman la revolución digital que llega hasta nosotros en pleno siglo XXI, podría contribuir a aumentar la variación genética. Hoy en día que muchas parejas conectan y se conocen por internet, sería plausible pensar que las personas viajan con mayor frecuencia fuera de sus países de origen para casarse. "En efecto", ha afirmado a EL MUNDO Yaniv Erlich. "Durante la segunda revolución industrial, el desarrollo del sistema de vías ferroviarias se correlaciona con un aumento de la migración y de los matrimonios. Otros cambios tecnológicos también pueden inducir a una mayor migración y recorrer una mayor distancia para el casamiento".

Toda la humanidad está conectada
En 1930, el escritor húngaro Frigyes Karinthy introdujo la llamada teoría de los 6 grados de separación entre las personas. Esta hipótesis propone que cualquier persona está conectada a otra a través de una cadena de cinco intermediarios que se conocen. Es decir, entre dos personas cualesquiera de este planeta sólo hay una separación de seis grados o conectores. ¿Puede el árbol genealógico de Erlich medir nuestra separación máxima?Erlich ha recordado que en 2004 un grupo de científicos del MIT de Massachusetts ya calcularon el ancestro común de todos los seres humanos vivos. "El estudio sugiere que si nos remontamos 75 generaciones, toda la humanidad está conectada a un mismo árbol genealógico y que se necesitan, como máximo, el doble (150 pasos) para conectar dos personas en el mundo. Son muchos en comparación con los seis grados que se dan en las redes sociales. En las redes sociales, cada individuo puede conectarse a cientos de amigos. En genealogía, uno está conectado a dos padres", ha explicado Erlich.

Un árbol útil para la biomedicina
Los investigadores han utilizado este inmenso árbol genealógico para estudiar cómo se heredan ciertas características, como la longevidad, un aspecto genético del que no se tenían datos concluyentes hasta ahora y del que se pensaba que dependía de la interacción de varios genes. ¿Qué vivamos más tiempo depende de la competencia entre distintos genes? Para este análisis, Erlich y sus colegas han estudiado los datos de 3 millones de parientes nacidos entre 1600 y 1910 y que habían vivido más de 30 años. De ellos, sólo el 16% presenta una longevidad que pudiera explicarse por causas genéticas. Los genes que favorecen a alargar la vida sólo la aumentan en cinco años, una cifra pequeña si se compara con aspectos que tienen que ver con nuestros hábitos, como el tabaquismo, que la reducen en diez. Además, al llevar estos datos al gran árbol genealógico, los científicos han comprobado que los genes de la longevidad no interactúan entre ellos, algo contrario a lo que se creía hasta ahora. El estudio desmantela esta teoría ya que de llegar a interaccionar habrían encontrado una mayor correlación entre individuos estrechamente emparentados. Y, aunque sí existe una relación entre la longevidad y el grado de parentesco, se descarta que la interacción entre esos genes afecte a su herencia.La antropología, la investigación biomédica y la salud pública pueden ahora abordar distintas cuestiones con este nuevo método que estudia el parentesco a gran escala. El mismo Erlich ha avanzado a este medio que se propone seguir esta línea de investigación para entender otros aspectos. "Tenemos datos sobre tasas de fertilidad, que es otro rasgo difícil de analizar", ha destacado el científico.

Fuente: ElMundo.es

domingo, 7 de enero de 2018

China afianza su presencia en la Antártida con su primer vuelo comercial

Sus ciudadanos ya no tienen que recurrir a operadores extranjeros

El avión llegó al continente antártico el pasado fin de semana con 22 pasajeros a bordo y tras más de 20 horas de viaje

Es el segundo país que más turistas envía a la región (44.000 en 2016), sólo por detrás de EEUU

El primer vuelo comercial de China a la Antártida aterrizó con éxito este fin de semana con 22 pasajeros a bordo, algo que los medios del país aseguran que marcará una nueva era para el pujante mercado del turismo en el Polo Sur y que servirá a Pekín para elevar y afianzar su posición e influencia en esta estratégica región.El vuelo, operado por Deer Jet, partió el jueves de la ciudad de Hong Kong y llegó a Ciudad del Cabo (Sudáfrica) 15 horas más tarde. Tras repostar combustible, el avión despegó para otro viaje de cinco horas y media que aterrizó con éxito en un aeropuerto de la Antártida. Allí, tras descansar un buen rato, los pasajeros aún tuvieron que cubrir a bordo de una aeronave entre cinco y seis horas más hasta alcanzar el punto más meridional de la Tierra el sábado por la noche, según un comunicado emitido por la compañía.
Un ejecutivo de la firma calificó de "hito" lo sucedido, ya que libera a los ciudadanos chinos de tener que recurrir a los servicios de una agencia extranjera para poder llegar a este destino, la única posibilidad con la que contaban hasta la fecha. Aunque sin restar mérito a lo logrado, la BBC señaló que el tramo desde Ciudad del Cabo en adelante había sido organizado por el operador turístico White Desert, que ofrece desde Sudáfrica viajes al Polo Sur con regularidad, por lo que más bien se trataría de una cooperación entre un organizador de viajes chino y otro de los ya veteranos en el sector.Desplazarse hasta el séptimo continente en avión es la excepción más que la norma. De hecho, la gran mayoría de los turistas acuden en barco, generalmente desde el puerto argentino de Ushuaia. Otra de las opciones más habituales es partir desde Nueva Zelanda, una ruta que suelen escoger las personas interesadas en un itinerario más histórico en el que se siguen los pasos de los famosos exploradores del pasado. La duración de todos ellos varía -desde unos pocos días a varias semanas, generalmente entre los meses de diciembre a febrero-, así como su precio, costando la opción más barata unos 4.200 euros.De acuerdo con la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida (IAATO, por sus siglas en inglés), una organización de compañías turísticas que operan en este territorio bajo una autorregulación muy exigente, China fue la segunda fuente de turistas más grande para la Antártida en 2016 (la primera es Estados Unidos). El gigante asiático aportó un 12% del total de los 44.000 visitantes que acudieron a este lugar, una cifra que se espera que crezca rápidamente en el futuro.Impacto ecológico del aumento de turistas
La cuestión del turismo y su impacto en un ecosistema tan delicado como este siguen de plena actualidad, más aun teniendo en cuenta la tendencia alcista en el número de visitas que se está registrando. Un estudio publicado hace unos años por los doctores universitarios Javier Benayas y Martí Boada reconocía que el mayor peligro del turismo antártico "no es tanto el impacto físico y/o ecológico", sino el continuo incremento del transporte de turistas y el número de barcos y aviones que se desplazan al continente, "lo que implica un mayor riesgo de accidentes con alta probabilidad de posibles vertidos contaminantes" en un entorno bastante impredecible.Aunque sin menospreciar los peligros, otros ponen el foco en los beneficios que esta actividad acarrea, como el aumento de la conciencia sobre el cambio climático entre los visitantes y la generación de unos ingresos que sirven para financiar expediciones científicas. "Todavía hay espacio para más turistas", aseguró Amanda Lynnes, de la IAATO, al canal británico. "Pero la supervisión continua es absolutamente clave", añadió.Entre sus normas se encuentran la limitación del acceso a buques con más de 500 pasajeros a bordo, que solo 100 de ellos puedan estar en tierra en un momento determinado o incluso la distancia máxima a la que un turista se puede acercar a un pingüino.
El reciente éxito de Pekín también goza de una gran carga simbólica para un país que cada vez busca mayor protagonismo en esta zona. "El vuelo comercial demuestra una vez más que China está cambiando gradualmente de ser un país grande que realiza actividades en la región a ser uno fuerte", dijo Dong Yue, investigador del Instituto de Investigación Polar de la Universidad Oceánica de China, al diario oficialista Global Times. "Sin embargo, la protección viene antes que la utilización. Tenemos que asumir nuestra obligación de proteger los recursos naturales de la Antártida como país consultivo del Tratado Antártico", subrayó en referencia al texto aprobado en 1959.Desde 2013, China ha identificado las regiones polares como una de las nuevas fronteras estratégicas del país, lo que se traduce en una fuerte voluntad política en formar parte del cómo se gobernarán estos territorios en el futuro. Para ello, el reciente Congreso del Partido Comunista estableció en su nuevo plan quinquenal que el Gobierno invertirá grandes cantidades de dinero en proyectos de exploración de los dos polos. "Con el tiempo, las ambiciones chinas contemplan poder presentar su propia propuesta para influir en cómo se gobernarán las dos regiones polares", afirmó Nengye Liu, de la Universidad de Adelaida.

Fuente: ElMundo.es

Una cuarta parte de la Tierra será muy seca si la temperatura aumenta dos grados.

Respecto a la temperatura global que había antes de la era industrial

Un estudio recrea cómo será la Tierra si la temperatura global aumenta 2ºC o 1,5ºC respecto a la era industrial

La España verde se seca

La sequía y los grandes incendios forestales han hecho que 2017 pase a la historia como uno de los peores años para la naturaleza en España y Portugal, pero también en regiones lejanas como California (EEUU). A la falta de lluvias en otoño -ha sido el más seco de este siglo- se han sumado unas temperaturas inusualmente altas. Y es que, si en 2016 sorprendió la ola de calor que hizo en septiembre, el buen tiempo del que disfrutamos en octubre de 2017 en buena parte de España era más propio de meses primaverales como mayo o junio. Pero lejos de ser extraordinarios, parece que estos cambios en las estaciones podrían convertirse en habituales si la temperatura global sigue aumentando. Al menos así lo cree un equipo internacional de investigadores que han calculado cómo será el mundo en dos escenarios climáticos: con un aumento de dos grados respecto a la temperatura que había al inicio de la era industrial, o con un incremento de 1,5ºC, que es el objetivo marcado por la comunidad internacional en los acuerdos del clima. El camino para lograrlo, según los científicos del clima, pasa inevitablemente por reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero.Los detalles de la investigación, realizada por científicos británicos y chinos, se publican esta semana en la revista Nature Climate Change. Según sus estimaciones, en ambos casos aumentaría la desertificación pero ese medio grado de diferencia, asegura el estudio, importa y mucho pues supondría "una reducción dramática" de la fracción de la superficie terrestre que experimente cambios importantes en comparación con lo que ocurriría si el incremento es de dos grados. En concreto, afirman que hasta un 25% de la superficie de nuestro planeta pasaría a ser "significativamente más seca" con dos grados más. 

Más sequías graves e incendios

Esto se traduciría en un aumento de las sequías graves y de los incendios forestales que a lo largo del siglo XX y en lo que llevamos de siglo XXI ya han ido aumentado en el Mediterráneo, en el sur de África y la costa este de Australia. "La aridez es una seria amenaza porque puede tener un impacto crítico en sectores como la agricultura, la calidad del agua y la biodiversidad", advierte en una nota de prensa Chang-Eui Park, científico de la Southern University of Science and Technology (SUSTech) en Shenzhen (China) y coautor de la investigación. Para estimar la aridez de un territorio se combina la información sobre las precipitaciones y la evaporación. Los investigadores estudiaron las proyecciones a partir de 27 modelos climáticos globales para identificar qué áreas del mundo cambiarán sustancialmente teniendo en cuenta las variaciones que están experimentando en la actualidad y simulando un aumento de 1,5º y 2ºC respectivamente.Así, concluyeron que las regiones que son semiáridas en la actualidad se convertirán en áridas. "Nuestra investigación predice que la aridez afectará a entre el 20 y el 30% de la superficie terrestre mundial cuando las temperaturas globales experimenten un aumento de dos grados. Pero si el calentamiento se limita a 1,5ºC, dos tercios de las regiones afectadas podrían evitar que esa aridez fuera significativa", señala Manoj Joshi, de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia (Reino Unido). España sería uno de los países más beneficiados si el aumento de temperaturas se limita a 1,5ºC, según señala Tim Osborn, de la Universidad de East Anglia. Junto a España, los demás países del sur de Europa, el sureste de Asia, el sur de África, Centroamérica y el sur de Australia serían los más favorecidos por un calentamiento limitado. Todas estas regiones vulnerables, destaca el artículo, acogen al 20% de la población mundial.

Fuente: ElMundo.es

miércoles, 3 de enero de 2018

Ambiente lanzó el Sistema de Mapas de Riesgo del Cambio Climático.


El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, rabino Sergio Bergman y el secretario de Coordinación Interministerial de Jefatura de Gabinete, Mario Quintana, presentaron el Sistema de Mapas de Riesgo del Cambio Climático, cuya plataforma interactiva permite visualizar mapas de riesgo sobre diversos escenarios de amenazas y vulnerabilidades sociales relacionadas con el fenómeno. La herramienta será de gran utilidad para los tomadores de decisiones, tanto del sector público como del privado.

“Esta es una plataforma abierta que marca un punto de inflexión en el cambio de paradigma”, indicó el ministro de Ambiente. “Sirve de insumo para el gobierno y para las jurisdicciones. Se trata de una herramienta de planificación del impacto del cambio climático para  las decisiones políticas que tenemos que tomar, porque sin descuidar la emergencia, lo urgente es el mediano plazo, la planificación estratégica”, puntualizó.  

“Para Argentina, la primera prioridad no es desatender la mitigación, pero tenemos que poner por encima la adaptación porque atiende a la vulnerabilidad”, explicó Bergman, a la vez que agregó: “Nosotros tenemos que estar al lado de la gente y atender a los que menos tienen”. “Esta herramienta pone en relieve la adaptación, porque hasta que mitiguemos y podamos revertir tenemos que adaptarnos a lo que ya vino para quedarse y daña a los que menos tienen”, sostuvo Bergman.  

Por su parte, Quintana, aseguró que lo presentado “se encadena con decisiones que viene tomando el Presidente desde que asumió. Él decidió poner al ambiente en un nivel de relevancia política sin precedentes en el país”. Al mismo tiempo, destacó que es fundamental “decirnos la verdad para poder construir soluciones duraderas sobre un vínculo de confianza. Y esta es una herramienta que se basa en la verdad climatológica”. “Aún hoy hay líderes que niegan los riesgos del cambio climático. Nosotros no lo negamos, lo ponemos sobre la mesa”, finalizó. 

Argentina es altamente vulnerable al cambio climático, está expuesta en toda su extensión a eventos climáticos extremos, que resultan cada vez más frecuentes. En ese sentido, la plataforma web operada por el Ministerio de Ambiente, a través de la Subsecretaría de Cambio Climático, permite acceder a mapas con distintos escenarios que servirán para la planificación y la inversión de largo plazo y que fortalecerán las medidas de adaptación a nivel local, regional y nacional.

La herramienta resultará útil en todo el territorio al brindar información de calidad para el planeamiento de trabajos de infraestructura, las estrategias de desarrollo regional, el diseño de políticas de prevención de desastres, entre otros aspectos. También podrá ser usada por educadores, científicos y académicos, y por el sector privado.

Diego Moreno, secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, sostuvo a su turno que la plataforma “es un primer paso para poner a disposición de toda la sociedad cuestiones ligadas con políticas públicas”. “Estos escenarios futuros, que Argentina ya está viviendo hoy, serán más persistentes y profundos”, aseguró.

La plataforma

Desarrollada como web interactiva, dinámica y amigable, facilita la representación gráfica de los resultados obtenidos en la Tercera Comunicación Nacional, un informe que presentó Argentina en 2015 a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que detalla los avances del país en materia de cambio climático y sus efectos observados. La plataforma utiliza tecnologías de representación espacial georreferenciada y es adaptable a dispositivos móviles.

“Una vez que sucede una catástrofe lo que queda es la emergencia. Lo que la herramienta se propone es predecir estos escenarios para que las políticas de respuesta sean más eficientes”, explicó el subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable, Carlos Gentile, también presente en la jornada.

El sitio muestra mapas de riesgo del cambio climático (que pueden ser descargados) a partir del cruce de diversas capas de información socioeconómica (vulnerabilidad), con las amenazas del clima proyectadas según diferentes escenarios climáticos y horizontes temporales (2039 y 2100). A partir de estos, se pueden identificar a escala de departamentos aquellos lugares con mayor modificación de la variable climática seleccionada y con mayor vulnerabilidad social.

Hay que destacar que los datos que reflejan las amenazas del cambio climático fueron producidos por el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera, de la Universidad de Buenos Aires (UBA), mientras que los relacionados con vulnerabilidad social se desprenden de los últimos dos censos nacionales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) sobre condiciones sociales, habitacionales y económicas. En el futuro se incluirá información adicional sobre otros actores del sector público, el privado y la sociedad civil.

El acto se realizó en el CCK en donde también participaron la jefa de Gabinete de Asesores del Ministerio de Ambiente, Patricia Holzman; el secretario de Coordinación Interjudiccional, Lucas Figueras; el subsecretario de Gestión Integral de Riesgo de Desastres, Marcelo Rozas Garay; la directora nacional de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, Andrea Chiappini; el diputado Marcelo Wechsler; representantes de la ACUMAR, de la Administración Nacional de Parques Nacionales, del Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires, de distintas ONG, entre otros funcionarios nacionales y del sector privado. 

Para ingresar al sitio: simarcc.ambiente.gob.ar 

Fuente: Ambiente.gob.ar

La mina de carbón que se convertirá en el mayor lago de Europa

El histórico yacimiento que posee más de 48 kilómetros cuadrados de extensión será llenado con los ríos aledaños cuando cese la extracción de lignito en 2045. 

La mina alemana Garzweiler es una de las operaciones a cielo abierto más grandes que existen en el planeta. Su enorme riqueza en lignito y la gran cantidad de décadas que lleva funcionando la llevan a poseer actualmente una asombrosa extensión de 48 kilómetros cuadrados. La compañía operadora planea extraer un total 1,3 millones de toneladas de lignito (carbón mineral) del yacimiento, el cual será llenado con agua de los ríos aledaños una vez que concluya la explotación. La obra de remediación del gran agujero que dejará el trabajo minero significará la creación del segundo mayor lago de todo el continente europeo. Los estudios realizados hasta el momento indican que el gran hoyo servirá para la creación de un espejo de agua artificial que dará vuelta la proyección industrial de la zona, apostando por otras aristas como turismo y recreación.  Según los datos oficiales de la compañía, la mina comenzó a explotarse en 1985, y cuando se agotaron los recursos de la zona 1, comenzaron a trabajar en la zona de Garzweiler II, la cual inició sus labores en 2006 y planea extenderse por lo menos hasta 2045, cuando comenzará a gestarse más concretamente el trabajo de finalización. 
La magnitud del territorio que ocupa la mina es tal, que necesitó de la fabricación de la excavadora más grande del mundo para poder operar. Aunque actualmente no se encuentra en funcionamiento, la conocida Bagger 288, fue la máquina móvil de minería para cielo abierto más grande del mundo. Por su potencia, extensión y peso, superó las 13.500 toneladas de la correa transportadora que la NASA construyó para llevar el trasbordador espacial y cohete Saturn V. La Bagger 288 fue construida específicamente para el trabajo de eliminación de escombros de la minería del carbón en la “Hambach stripmine” en Alemania. Su capacidad le permitía excavar 240.000 toneladas de carbón al día, lo que equivale a un campo de fútbol excavado hasta 30 metros de profundidad, posibilitando el transporte de 2.400 vagones de carbón diarios. La mega retroexcavadora poseía 220 metros de largo y aproximadamente 96 metros de alto, casi el doble de altura que el Campanil de la Catedral de la Ciudad de San Juan. A su vez, la gran estructura necesitaba 16,56 megavatios de electricidad (externa) para funcionar y podía desplazarse de 2 a 10 metros por minuto, ya que su chasis se soportaba sobre tres filas de cuatro conjuntos de zapatas de oruga de 3,8 metros de ancho, cada una. 




La antecesora española

El 31 de diciembre de 2007 se puso fin a la actividad de la mina gallega de As Pontes (La Coruña). Durante 31 años se consolidó como la explotación más grande a cielo abierto de España y llegó a emplear a más de 5.000 personas. Luego de su cese, la empresa operadora comenzó con las tareas de remediación, las cuales consistieron en invertir 35 millones de euros para inundar la mina con 547 millones de metros cúbicos de agua y así construir el lago artificial más profundo del continente europeo. Para llenar el antiguo open pit, al margen del agua de la lluvia, se construyó un canal de 3 kilómetros de longitud que llevara parte del caudal del río Eume al nuevo lago. 

Fuente: DiarioDeCuyo.com.ar

Se aprobó el proyecto Secundaria 2030: Las cinco claves principales.

Se aprobó el proyecto "Secundaria 2030": las 5 claves de la reforma
En el Consejo Federal, votaron por unanimidad los nuevos lineamientos del nivel medio que incluyen trabajo por proyectos y prácticas educativas

Las pruebas Aprender 2016 arrojaron malos resultados, sobre todo en lo que respecta a los alumnos de secundaria. Demostró, por caso, que el 70,2% de los estudiantes de quinto y sexto año no pueden resolver problemas matemáticos sencillos y que el 46,4% no comprende textos básicos. Pocos meses después surgió la iniciativa "Secundaria 2030", que hoy se aprobó por unanimidad en el Consejo Federal de Educación.

En Argentina, 5 de cada 10 chicos no terminan el colegio. Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa, explicó a Infobae: "Se hace hincapié en la secundaria porque la tasa de egreso de solo el 48% es preocupante, pero no desatendemos la primaria. Los chicos empiezan a abandonar en segundo o tercer año, pero la mayoría ya arrastra una repitencia anterior".

En la resolución firmada por los ministros de todas las provincias, a excepción de Chaco que se ausentó, se da cuenta de "un amplio consenso" en torno a la necesidad de actualización de la secundaria. Cada jurisdicción elaborará un Plan Estratégico del Nivel Secundario para el período 2018-2025, con tiempo para presentarlo hasta el 1 de noviembre del año que viene.

"Cada jurisdicción tiene una libertad total porque no cambiamos los planes de estudio. Entonces pueden definir con cuántas escuelas van a empezar y los mecanismos de implementación de acuerdo a sus características", señaló Miguel.

El proyecto, que deberá aprobar el ministerio de educación nacional, describirá la propuesta pedagógica provincial, siempre alineada a una perspectiva macro:

1) Trabajo por proyectos: a partir de un problema de la comunidad a lo largo de todo el año, se promueve el trabajo interdisciplinar, con dos o más docentes como orientadores. "Queremos romper la lógica del estudiante pasivo y pasar a un modelo que demanda el mundo", sostuvo Miguel. Abarca seis capacidades puntuales: resolución de problemas, pensamiento crítico, "aprender a aprender", trabajo con otros, comunicación, compromiso y responsabilidad, junto con el desarrollo de competencias digitales.

2) Otras vías de calificación: cada chico, en promedio, rinde 30 exámenes por año en la secundaria sumado a otros 10 finales. En vías de reducir la deserción escolar, se alienta a otorgar notas por proyecto, calificaciones de desempeño y considerar el progreso del alumno fuera de las pruebas tradicionales.

3) Prácticas educativas en la comunidad:  "No es lo mismo que prácticas profesionalizantes que aplican los colegios técnicos", aclaró Miguel. Los alumnos de último año de bachilleres, orientados y evaluados por sus docentes, deberán colaborar en empresas u ONG tras el objetivo de aplicar los conocimientos en la práctica. Pese a que depende de cada jurisdicción, se plantean 60 horas cátedra (40 horas reloj) de extensión del aprendizaje fuera de las aulas.

4) Adiós a los profesores "taxis": en lugar de los docentes que dividen su tiempo en distintas instituciones, la reforma apunta a una planta funcional por escuela. "Con los famosos profesores 'taxis', es imposible que se pueda obtener una cercanía con el estudiante y que se involucre a fondo con el proyecto", aseguró la secretaria de innovación educativa.

5) Formación docente: se estipulan capacitaciones tanto iniciales como continuas para acercar a los profesores hacia el nuevo modelo de proyectos interdisciplinarios. En las escuelas pioneras que implementen la "Secundaria 2030" se trabajará con instrucción en campo.

Fuente: Infobae.com

viernes, 24 de noviembre de 2017

Las noches de la Tierra son cada vez más brillantes

La imagen de arriba es de 2012. Compuesta por sucesivas imágenes captadas por un satélite de la NASA, muestra la contaminación lumínica del cielo nocturno del planeta que había entonces. La composición es además el punto de partida de un estudio que ha comprobado cómo, cinco años más tarde, la Tierra brilla más que nunca. Ni la crisis económica, ni las restricciones legales ni el despegue de la tecnología LED han logrado reducir la cantidad e intensidad de la luz artificial. De hecho, solo una cosa lo ha logrado en algunas partes del planeta: la guerra.


Un grupo de investigadores europeos y estadounidenses han usado las imágenes del satélite Suomi NPP de la agencia espacial NASA y meteorológica NOAA (ambas de EE UU) para medir la luz artificial emitida desde la Tierra. El artefacto, que orbita el planeta de polo a polo 14 veces al día, lleva sensores específicos para un amplio espectro de frecuencias que incluyen la luz visible. Son sensores que solo ven luz. Son los expertos los que, con su información, recrean esas imágenes tan espectaculares del planeta iluminado. Imágenes que, además de mostrar la gravedad de la contaminación, también desvelan otros aspectos de la sociedad humana, como que la luz artificial es cosa de ricos y de urbanitas.

"Las noches de la Tierra son cada vez más brillantes", alerta el científico del Centro Alemán de Investigación en Geociencias de Potsdam y autor principal del estudio, Christopher Kyba. Según publican en la revista Science Advances, el área iluminada del planeta ha crecido a un ritmo del 2,2% desde 2012. El crecimiento ha sido particularmente fuerte en regiones de América Latina, África y el sudeste asiático, zonas que, por otro lado, partían de umbrales de iluminación más bajos. Solo en unas pocas zonas, como Libia, Siria o Yemen, ha habido un retroceso claro y en todas se ha debido a la guerra.
La investigación, además, ha revisado las zonas que ya estaban iluminadas en 2012 para comprobar los cambios que ha habido. Lo que han encontrado los investigadores es que, además de que la superficie iluminada es mayor, la iluminación hoy es más intensa. Desde el satélite no se puede ver el porqué, pero es lógico pensar que se deba a un aumento de farolas y otros elementos de alumbrado público por unidad de superficie. En concreto, los datos apuntan a un aumento de la radiación de más del 10%.

Sin embargo, hay una cincuentena de países donde la iluminación se ha mantenido más o menos estable o con ligeras reducciones. Entre ellos están los que en 2012 ya eran los más iluminados del planeta, como Estados Unidos, Italia, Países Bajos o España. Pero se trata de un espejismo y es probable que la transición a la iluminación LED tenga mucho que ver: los sensores del satélite Suomi NPP no captan la luz azul, componente principal de la mayoría de las luces LED.

Los autores del estudio ponen el ejemplo de Milán [ver fotos]. El centro de la ciudad ha reducido su emisión lumínica mientras ha aumentado en la periferia. En realidad, la ciudad italiana no se ha oscurecido. Lo que ha sucedido es que las lámparas de sodio del centro han sido reemplazadas por lámparas LED. "Aunque sabemos que la tecnología LED ahorra energía en proyectos específicos, cuando miras a nivel nacional o global ves que estos ahorros son neutralizados por nuevas o más brillantes luces en otros partes", comenta Kyba.
La mayor eficiencia y menor coste de la tecnología LED estaría provocando un efecto rebote, facilitando un aumento del consumo de energía en vez de su ahorro. España podría encajar en este efecto. A pesar de la crisis económica y, a la vez, la proliferación de proyectos de eficiencia energética, "las ciudades españolas son las que más brillan de Europa", recuerda el investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y coautor del estudio, el español Alejandro Sánchez.

Fuente: ElPais.com

lunes, 20 de noviembre de 2017

Las diez amenazas para el futuro de la humanidad

La Tierra está seriamente dañada. Durante décadas, el hombre ha explotado los ecosistemas por encima de los límites sostenibles con el fin de mejorar su calidad de vida. Los efectos adversos de esta voracidad están pesando más de lo que creía la ciencia. Por ese motivo, los científicos han unido sus fuerzas para advertir que si no tomamos medidas urgentes, las consecuencias serán "irreversibles". En 1992, la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por sus siglas en inglés), junto con más de 1.700 científicos independientes -incluyendo a la mayoría de los ganadores del Nobel en ciencias-, redactaron la Advertencia de los científicos del mundo a la humanidad. Mostraron su preocupación por la destrucción de la capa de ozono, la pérdida de bosques, el cambio climático, la extinción de las especies o el crecimiento continuo de la población humana.En el vigésimo quinto aniversario de aquella declaración histórica, 15.000 investigadores de 184 países han revisado ahora la advertencia original en lo que consideran "un segundo aviso". Con datos de estos últimos años, los autores han evaluado las respuestas a las amenazas identificadas en 1992. A excepción de la estabilización de la capa de ozono, "la Humanidad no ha logrado avanzar lo suficiente en la resolución de los desafíos medioambientales y, lo que es más alarmante, la mayoría de ellos están empeorando", apuntan. Así, la cantidad de agua dulce disponible a escala global se ha reducido un 26%, el número de zonas muertas en los océanos ha aumentado un 75%, la población humana ha crecido un 35% o el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces en los ecosistemas ha disminuido un 29%. "Algunas personas podrían sentirse tentadas a descartar esta evidencia y pensar que sólo estamos siendo alarmistas", sostiene William Ripple, profesor distinguido en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregón y autor principal del artículo. "Los científicos están analizando datos y observando las consecuencias a largo plazo. Quienes firmaron esta segunda advertencia no sólo están dando una falsa alarma. Están reconociendo las señales obvias de que estamos yendo por un camino insostenible. Esperamos que nuestro documento encienda un amplio debate público sobre el clima y el medio ambiente global".Los investigadores señalan como especialmente inquietante el aumento de los gases de efecto invernadero debido a la quema de combustibles, la deforestación y la producción agrícola. Además, creen que estamos poniendo en peligro nuestro futuro al no percibir el continuo crecimiento de la población -dos millones desde 1992- como un factor fundamental en las amenazas ecológicas e incluso sociales. Destacan también un evento de extinción en masa, el sexto en aproximadamente 540 millones de años, en el que muchas formas de vida actuales podrían ser aniquiladas o al menos comprometidas a la extinción a finales de este siglo.Edward O. Wilson, biólogo de la Universidad de Harvard y firmante de la declaración, advierte de esta catástrofe desde hace años, en lo que él califica como "la sexta extinción". Aunó sus causas en la palabra HIPPO (hipopótamo), las siglas en inglés de pérdida de hábitats, especies invasoras, contaminación, superpoblación y captura excesiva de especies salvajes. Todas ellas provocadas por la actividad humana. Sin embargo, no todo son malas noticias. "La rápida disminución global de las sustancias que destruyen la capa de ozono muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos con decisión". Destacan también los avances en la reducción de la pobreza extrema y el hambre y la disminución de las tasas de fecundidad en muchas regiones gracias a las inversiones en la educación de niñas y mujeres, a través de iniciativas como World Bank y Population Division. "Hemos aprendido mucho desde 1992, pero los cambios en la política ambiental, el comportamiento humano y las desigualdades globales todavía están lejos de ser suficientes", sentencian. 

MEDIDAS NECESARIAS

Los científicos, los medios de comunicación y los ciudadanos, según los autores, deben insistir a sus gobiernos para que tomen medidas inmediatas. También llaman a reflexionar y a cambiar nuestros comportamientos individuales, "limitando nuestra propia reproducción y disminuyendo nuestro consumo de combustibles fósiles, carne y otros recursos". En su manifiesto, los autores describen los pasos que se podrían tomar para revertir las tendencias negativas. Algunos de ellos son la declaración de reservas terrestres, marinas y aéreas protegidas, la protección de ecosistemas, reducir el desperdicio de alimentos, impulsar un cambio hacia dietas más vegetales, promover la reducción de la fertilidad, fomentar la educación ambiental, evitar la extinción de las especies salvajes o promover las energías renovables. Ignorar este segundo aviso, dicen, produciría consecuencias nefastas y catastróficas en la biodiversidad y llevaría a la humanidad a la miseria. "Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra es nuestro único hogar". 

Los diez puntos negros

Agua: Se ha reducido un 26% la cantidad de agua dulce disponible por cada habitante.
Sobrepesca: Reducción drástica de las capturas de peces salvajes.
Océanos: Aumento del 75% de las zonas muertas en los mares.
Tierra: Cerca de 120 millones de hectáreas de bosques se han convertido en terrenos de cultivo.
Clima: El crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue calentando la temperatura media del planeta.
Población: El número de habitantes ha crecido un 35% desde 1992.
Especies: El número de mamíferos, reptiles, anfibios, peces y aves ha descendido casi un 30%.
Cultivos: La degradación de los suelos debido a la explotación agrícola afecta a un 11% de los suelos de cultivo.
Contaminación: La mala calidad del aire y la lluvia ácida están causando graves problemas de salud humana en todo el mundo.
Alimentación: La gran demanda en algunos lugares del mundo está causando problemas de abastecimiento en 80 países que albergan el 40% de la población mundial.


Fuente: ElMundo.es

jueves, 9 de noviembre de 2017

En datos: así seremos en 2050

Habrá más de 9.800 millones de personas en el planeta, India será el país más poblado y la gran amenaza para la salud serán las superbacterias.

Los seres humanos tenemos una capacidad prodigiosa para reproducirnos. Durante los años noventa del siglo pasado, cada mujer tenía de media tres hijos, uno más de los necesarios para sustituir a los padres en la siguiente generación. De hecho, la población humana nunca ha dejado de crecer, siglo tras siglo. Históricamente, este crecimiento ha sido modesto. Las familias eran grandes pero morían muchos. Sin embargo, a raíz de la revolución industrial las cifras se dispararon. Pasamos de unas 1.000 millones de personas, en el año 1800, por las 2.500 millones de 1950, a 7.600 millones de personas en 2017.

¿Cómo crecerá la población mundial?

Las familias cada vez son más pequeñas, pero actualmente, Europa y Norteamérica son los únicos continentes donde las mujeres tienen de media menos de dos bebés a lo largo de su vida, y en todo el mundo la población sigue en aumento. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que, por suerte, la velocidad de crecimiento de la población ya no está sujeta a la aceleración insostenible y sin precedentes del pasado siglo, pero la humanidad seguirá creciendo en 83 millones de personas cada año. En 2050, la Tierra tendrá 9.800 millones de habitantes.
Como ahora, casi un quinto de la población futura se concentrará en un solo país, pero esta vez no será China: India va a ser la nación más poblada, al reunir el 17% de las personas en 2050. Este dato está ligado a la brusca reducción de la mortalidad que se observará, sobre todo, en los países menos desarrollados. Son precisamente países pobres –como India, Nigeria, la República del Congo y Pakistán– los que lideran las tasas de crecimiento de población a nivel mundial, y el motivo puede ser que mantienen familias numerosas pero cada vez gozan de una mayor esperanza de vida.

¿Cuántos años viviremos?

Los datos de la ONU corroboran que la distancia entre la esperanza de vida de los países más ricos y de los más pobres se estrecha. Esta homogeneización se debe a la caída dramática de la mortalidad infantil y de la mortalidad por VIH, además de mejoras en el tratamiento y prevención de enfermedades infecciosas. Aún así, la brecha no desaparecerá en 2050: la esperanza de vida al nacer actualmente es de unos 72 años, y llegará a los 77 años de media mundiales para entonces. Pero si se consideran solo los países más desarrollados, la cifra será bastante mayor, cerca de los 85 años.
Estas tendencias, junto con la disminución global de los nacimientos, apuntan a un futuro seguro: la humanidad será cada vez más vieja. Concretamente, la media de edad de todo el mundo –que ahora ronda los 30 años– ascenderá hasta los 36. En España, por ejemplo, que será uno de los países con mayor esperanza de vida, será 52 años (hoy es 44 y hace solo medio siglo era 30 años). El envejecimiento de la población supone un reto tremendo para toda la sociedad: al duplicarse el número de personas jubiladas, aumentará la presión sobre los sistemas sanitarios y sobre los programas de pensiones y de ayudas para personas dependientes.
La migración internacional podría mitigar los efectos adversos del envejecimiento de la población, al viajar jóvenes trabajadores de países más pobres a los países desarrollados, donde se concentra una gran proporción de personas mayores. Sin embargo, no se prevé ni mucho menos que esto vaya a solucionar el problema, dados los niveles relativamente bajos de inmigración a estos países y las tensiones internacionales que ya causan. Además, los expertos advierten sobre un tipo de migración forzosa que podría agravar los problemas de convivencia: es el caso de los llamados refugiados ambientales, víctimas de fenómenos climáticos repentinos o muy rápidos –como sequías o subidas del nivel del mar– que se quedan sin hogar. Resulta difícil predecir los efectos del cambio climático sobre las poblaciones humanas, ya que ni siquiera se conocen las cifras actuales de refugiados ambientales. Lo que sí está claro es que sus números crecen, y que, para muchos de ellos, la marcha del hogar no incluye viaje de vuelta.

¿Habremos erradicado las enfermedades modernas?

En el terreno de la salud pública hay buenas noticias y las hay malas. Por una parte, algunas enfermedades devastadoras, como el sida, son cada día una amenaza menor, gracias a los avances en el tratamiento y la prevención. Sin embargo, algunas enfermedades infecciosas que ahora tenemos bajo control podrían volverse realmente peligrosas, dada la explosión en la resistencia a los antibióticos. Además, conforme crece la esperanza de vida y la población envejece, aumentará la incidencia de condiciones peligrosas ligadas a la edad, como la enfermedad cardiovascular (la principal causa de muerte actual) o el alzhéimer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que se triplicarán los casos de demencia para 2050, y pide con urgencia mayor esfuerzo de investigación y ayudas para los pacientes y sus cuidadores.
El sida, la enfermedad causada por el VIH, ya no está entre las 10 causas principales de mortalidad, aunque todavía se cobra cerca de un millón de vidas al año, y Onusida estima que unas 36,7 millones de personas viven con el virus. No hay cura, pero un estudio del Centro de Excelencia en VIH/sida de British Columbia, en Canadá, predijo hace una década que ya está en nuestro poder detener la transmisión de la epidemia, simplemente tratando con antirretrovíricos a todas las personas infectadas. El único problema es el inmenso coste de esta intervención.

Un caso parecido es el del cáncer, que todavía supone un problema gravísimo de salud pública. Hace dos años, científicos de University College, en Londres, publicaron un informe en el que aseguraban que se pueden eliminar las muertes por cáncer en la población menor de 80 años para el año 2050. Esta predicción es optimista, y depende de que se logren avances en el tratamiento y prevención del cáncer –lo cual requiere grandes inversiones– pero no es imposible, dado que la mortalidad por cáncer ha disminuido en un 1% cada año desde 1990. Solo el cáncer de pulmón es la cuarta causa de mortalidad mundial, y su incidencia disminuye rápidamente gracias a que cada vez fuma menos gente. Por desgracia, factores de riesgo para otros tipos de cáncer, como la obesidad, están en aumento, sobre todo en países de África, Oriente Medio y Asia.
Al margen de estas predicciones, hay un problema reciente y creciente que, junto con el cambio climático, lidera las discusiones internacionales de salud pública: las superbacterias. No es una exageración decir que las infecciones resistentes a los antibióticos superarán en muertes –y, probablemente, en costes– a las demás epidemias que conocemos. Las bacterias que sobreviven a nuestro abuso de los antibióticos generan cepas nuevas capaces de resistir los fármacos tradicionales. Simples infecciones que hace unos años se podrían haber tratado hoy en día causan unas 700.000 muertes anuales. Los expertos barajan proyecciones que llegan a las 10 millones de muertes en 2050, si no se hace nada para remediar esta crisis.

En todo esto se debe recordar que cualquier pronóstico es, por naturaleza, tentativo. No cabe duda de que la humanidad se enfrentará a nuevos retos en los próximos años, pero tampoco de que hay motivos para el optimismo. Vivimos una época emocionante para la ciencia: la edición genética de precisión pronto ayudará a curar enfermedades y a crear cultivos capaces de alimentar a la población creciente; cada año hay nuevas y mejores propuestas para satisfacer la demanda global de energía, aún reduciendo las emisiones atmosféricas; y los avances en robótica e inteligencia artificial prometen mejorar la calidad de vida en casi todas sus dimensiones.

Fuente: ElPais.com
En la elaboración de esta información han colaborado José Manuel Abad, David Alameda y Javier Galán.

sábado, 21 de octubre de 2017

Nuestro continente está subalimentado

En América latina siempre hubo índices menores de población con hambre con respecto a otras regiones, pero hay un serio retroceso.

Poca repercusión política ha tenido en nuestro país el reciente informe de dos organismos de las Naciones Unidas sobre los índices de personas subalimentadas en Latinoamérica y el Caribe, que registran un retroceso preocupante en los 21 países evaluados y con mayor crecimiento del hambre en Sudamérica, un polo productor de alimentos de proyección mundial. Lo cierto es que un estudio conjunto de la FAO, ente global que compete a la alimentación y la agricultura y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han alertado que nuestro continente ha dado un paso atrás en la lucha que le venía ganando al hambre.

Concretamente, el informe alerta que no se pueden tolerar los actuales niveles de hambre y obesidad, ya que paralizará a toda una generación de latinoamericanos y caribeños. Estos últimos son arrastrados en la estadística por Haití donde cerca del 47% de la población sufre hambre, dos tercios de toda la subalimentación en los países del Caribe. Si bien se trata de una situación puntual, lo alarmante es el contexto que alcanza a los 32 países medidos, con 42,5 millones de habitantes afectados.

La Argentina está señalada en el estudio internacional con alrededor de 1.600.000 personas subalimentadas, hasta el año pasado, una cuestión polémica como consecuencia de la inflación y los índices oficiales manipulados durante de la última década por un gobierno que trató de disimular este fenómeno en busca de hacer creer que su política social y económica transitaba caminos apropiados.

La FAO y la OPS han instado a todos gobiernos a luchar denodadamente contra la pobreza y la indigencia para mejorar las condiciones de vida de centenares de millones de personas en la región de manera que América latina y el Caribe puedan alcanzar la meta de erradicación de la malnutrición para 2030, uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, llamado "Hambre Cero".

Este continente tiene un enorme potencial para mitigar el hambre, pero las políticas equivocadas frustran las buenas intenciones acentuando los desequilibrios sociales.

Fuente: DiarioDeCuyo.com.ar
imagen: ABC.com.py