miércoles, 3 de enero de 2018

Se aprobó el proyecto Secundaria 2030: Las cinco claves principales.

Se aprobó el proyecto "Secundaria 2030": las 5 claves de la reforma
En el Consejo Federal, votaron por unanimidad los nuevos lineamientos del nivel medio que incluyen trabajo por proyectos y prácticas educativas

Las pruebas Aprender 2016 arrojaron malos resultados, sobre todo en lo que respecta a los alumnos de secundaria. Demostró, por caso, que el 70,2% de los estudiantes de quinto y sexto año no pueden resolver problemas matemáticos sencillos y que el 46,4% no comprende textos básicos. Pocos meses después surgió la iniciativa "Secundaria 2030", que hoy se aprobó por unanimidad en el Consejo Federal de Educación.

En Argentina, 5 de cada 10 chicos no terminan el colegio. Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa, explicó a Infobae: "Se hace hincapié en la secundaria porque la tasa de egreso de solo el 48% es preocupante, pero no desatendemos la primaria. Los chicos empiezan a abandonar en segundo o tercer año, pero la mayoría ya arrastra una repitencia anterior".

En la resolución firmada por los ministros de todas las provincias, a excepción de Chaco que se ausentó, se da cuenta de "un amplio consenso" en torno a la necesidad de actualización de la secundaria. Cada jurisdicción elaborará un Plan Estratégico del Nivel Secundario para el período 2018-2025, con tiempo para presentarlo hasta el 1 de noviembre del año que viene.

"Cada jurisdicción tiene una libertad total porque no cambiamos los planes de estudio. Entonces pueden definir con cuántas escuelas van a empezar y los mecanismos de implementación de acuerdo a sus características", señaló Miguel.

El proyecto, que deberá aprobar el ministerio de educación nacional, describirá la propuesta pedagógica provincial, siempre alineada a una perspectiva macro:

1) Trabajo por proyectos: a partir de un problema de la comunidad a lo largo de todo el año, se promueve el trabajo interdisciplinar, con dos o más docentes como orientadores. "Queremos romper la lógica del estudiante pasivo y pasar a un modelo que demanda el mundo", sostuvo Miguel. Abarca seis capacidades puntuales: resolución de problemas, pensamiento crítico, "aprender a aprender", trabajo con otros, comunicación, compromiso y responsabilidad, junto con el desarrollo de competencias digitales.

2) Otras vías de calificación: cada chico, en promedio, rinde 30 exámenes por año en la secundaria sumado a otros 10 finales. En vías de reducir la deserción escolar, se alienta a otorgar notas por proyecto, calificaciones de desempeño y considerar el progreso del alumno fuera de las pruebas tradicionales.

3) Prácticas educativas en la comunidad:  "No es lo mismo que prácticas profesionalizantes que aplican los colegios técnicos", aclaró Miguel. Los alumnos de último año de bachilleres, orientados y evaluados por sus docentes, deberán colaborar en empresas u ONG tras el objetivo de aplicar los conocimientos en la práctica. Pese a que depende de cada jurisdicción, se plantean 60 horas cátedra (40 horas reloj) de extensión del aprendizaje fuera de las aulas.

4) Adiós a los profesores "taxis": en lugar de los docentes que dividen su tiempo en distintas instituciones, la reforma apunta a una planta funcional por escuela. "Con los famosos profesores 'taxis', es imposible que se pueda obtener una cercanía con el estudiante y que se involucre a fondo con el proyecto", aseguró la secretaria de innovación educativa.

5) Formación docente: se estipulan capacitaciones tanto iniciales como continuas para acercar a los profesores hacia el nuevo modelo de proyectos interdisciplinarios. En las escuelas pioneras que implementen la "Secundaria 2030" se trabajará con instrucción en campo.

Fuente: Infobae.com

viernes, 24 de noviembre de 2017

Las noches de la Tierra son cada vez más brillantes

La imagen de arriba es de 2012. Compuesta por sucesivas imágenes captadas por un satélite de la NASA, muestra la contaminación lumínica del cielo nocturno del planeta que había entonces. La composición es además el punto de partida de un estudio que ha comprobado cómo, cinco años más tarde, la Tierra brilla más que nunca. Ni la crisis económica, ni las restricciones legales ni el despegue de la tecnología LED han logrado reducir la cantidad e intensidad de la luz artificial. De hecho, solo una cosa lo ha logrado en algunas partes del planeta: la guerra.


Un grupo de investigadores europeos y estadounidenses han usado las imágenes del satélite Suomi NPP de la agencia espacial NASA y meteorológica NOAA (ambas de EE UU) para medir la luz artificial emitida desde la Tierra. El artefacto, que orbita el planeta de polo a polo 14 veces al día, lleva sensores específicos para un amplio espectro de frecuencias que incluyen la luz visible. Son sensores que solo ven luz. Son los expertos los que, con su información, recrean esas imágenes tan espectaculares del planeta iluminado. Imágenes que, además de mostrar la gravedad de la contaminación, también desvelan otros aspectos de la sociedad humana, como que la luz artificial es cosa de ricos y de urbanitas.

"Las noches de la Tierra son cada vez más brillantes", alerta el científico del Centro Alemán de Investigación en Geociencias de Potsdam y autor principal del estudio, Christopher Kyba. Según publican en la revista Science Advances, el área iluminada del planeta ha crecido a un ritmo del 2,2% desde 2012. El crecimiento ha sido particularmente fuerte en regiones de América Latina, África y el sudeste asiático, zonas que, por otro lado, partían de umbrales de iluminación más bajos. Solo en unas pocas zonas, como Libia, Siria o Yemen, ha habido un retroceso claro y en todas se ha debido a la guerra.
La investigación, además, ha revisado las zonas que ya estaban iluminadas en 2012 para comprobar los cambios que ha habido. Lo que han encontrado los investigadores es que, además de que la superficie iluminada es mayor, la iluminación hoy es más intensa. Desde el satélite no se puede ver el porqué, pero es lógico pensar que se deba a un aumento de farolas y otros elementos de alumbrado público por unidad de superficie. En concreto, los datos apuntan a un aumento de la radiación de más del 10%.

Sin embargo, hay una cincuentena de países donde la iluminación se ha mantenido más o menos estable o con ligeras reducciones. Entre ellos están los que en 2012 ya eran los más iluminados del planeta, como Estados Unidos, Italia, Países Bajos o España. Pero se trata de un espejismo y es probable que la transición a la iluminación LED tenga mucho que ver: los sensores del satélite Suomi NPP no captan la luz azul, componente principal de la mayoría de las luces LED.

Los autores del estudio ponen el ejemplo de Milán [ver fotos]. El centro de la ciudad ha reducido su emisión lumínica mientras ha aumentado en la periferia. En realidad, la ciudad italiana no se ha oscurecido. Lo que ha sucedido es que las lámparas de sodio del centro han sido reemplazadas por lámparas LED. "Aunque sabemos que la tecnología LED ahorra energía en proyectos específicos, cuando miras a nivel nacional o global ves que estos ahorros son neutralizados por nuevas o más brillantes luces en otros partes", comenta Kyba.
La mayor eficiencia y menor coste de la tecnología LED estaría provocando un efecto rebote, facilitando un aumento del consumo de energía en vez de su ahorro. España podría encajar en este efecto. A pesar de la crisis económica y, a la vez, la proliferación de proyectos de eficiencia energética, "las ciudades españolas son las que más brillan de Europa", recuerda el investigador de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y coautor del estudio, el español Alejandro Sánchez.

Fuente: ElPais.com

lunes, 20 de noviembre de 2017

Las diez amenazas para el futuro de la humanidad

La Tierra está seriamente dañada. Durante décadas, el hombre ha explotado los ecosistemas por encima de los límites sostenibles con el fin de mejorar su calidad de vida. Los efectos adversos de esta voracidad están pesando más de lo que creía la ciencia. Por ese motivo, los científicos han unido sus fuerzas para advertir que si no tomamos medidas urgentes, las consecuencias serán "irreversibles". En 1992, la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por sus siglas en inglés), junto con más de 1.700 científicos independientes -incluyendo a la mayoría de los ganadores del Nobel en ciencias-, redactaron la Advertencia de los científicos del mundo a la humanidad. Mostraron su preocupación por la destrucción de la capa de ozono, la pérdida de bosques, el cambio climático, la extinción de las especies o el crecimiento continuo de la población humana.En el vigésimo quinto aniversario de aquella declaración histórica, 15.000 investigadores de 184 países han revisado ahora la advertencia original en lo que consideran "un segundo aviso". Con datos de estos últimos años, los autores han evaluado las respuestas a las amenazas identificadas en 1992. A excepción de la estabilización de la capa de ozono, "la Humanidad no ha logrado avanzar lo suficiente en la resolución de los desafíos medioambientales y, lo que es más alarmante, la mayoría de ellos están empeorando", apuntan. Así, la cantidad de agua dulce disponible a escala global se ha reducido un 26%, el número de zonas muertas en los océanos ha aumentado un 75%, la población humana ha crecido un 35% o el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces en los ecosistemas ha disminuido un 29%. "Algunas personas podrían sentirse tentadas a descartar esta evidencia y pensar que sólo estamos siendo alarmistas", sostiene William Ripple, profesor distinguido en la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Estatal de Oregón y autor principal del artículo. "Los científicos están analizando datos y observando las consecuencias a largo plazo. Quienes firmaron esta segunda advertencia no sólo están dando una falsa alarma. Están reconociendo las señales obvias de que estamos yendo por un camino insostenible. Esperamos que nuestro documento encienda un amplio debate público sobre el clima y el medio ambiente global".Los investigadores señalan como especialmente inquietante el aumento de los gases de efecto invernadero debido a la quema de combustibles, la deforestación y la producción agrícola. Además, creen que estamos poniendo en peligro nuestro futuro al no percibir el continuo crecimiento de la población -dos millones desde 1992- como un factor fundamental en las amenazas ecológicas e incluso sociales. Destacan también un evento de extinción en masa, el sexto en aproximadamente 540 millones de años, en el que muchas formas de vida actuales podrían ser aniquiladas o al menos comprometidas a la extinción a finales de este siglo.Edward O. Wilson, biólogo de la Universidad de Harvard y firmante de la declaración, advierte de esta catástrofe desde hace años, en lo que él califica como "la sexta extinción". Aunó sus causas en la palabra HIPPO (hipopótamo), las siglas en inglés de pérdida de hábitats, especies invasoras, contaminación, superpoblación y captura excesiva de especies salvajes. Todas ellas provocadas por la actividad humana. Sin embargo, no todo son malas noticias. "La rápida disminución global de las sustancias que destruyen la capa de ozono muestra que podemos hacer cambios positivos cuando actuamos con decisión". Destacan también los avances en la reducción de la pobreza extrema y el hambre y la disminución de las tasas de fecundidad en muchas regiones gracias a las inversiones en la educación de niñas y mujeres, a través de iniciativas como World Bank y Population Division. "Hemos aprendido mucho desde 1992, pero los cambios en la política ambiental, el comportamiento humano y las desigualdades globales todavía están lejos de ser suficientes", sentencian. 

MEDIDAS NECESARIAS

Los científicos, los medios de comunicación y los ciudadanos, según los autores, deben insistir a sus gobiernos para que tomen medidas inmediatas. También llaman a reflexionar y a cambiar nuestros comportamientos individuales, "limitando nuestra propia reproducción y disminuyendo nuestro consumo de combustibles fósiles, carne y otros recursos". En su manifiesto, los autores describen los pasos que se podrían tomar para revertir las tendencias negativas. Algunos de ellos son la declaración de reservas terrestres, marinas y aéreas protegidas, la protección de ecosistemas, reducir el desperdicio de alimentos, impulsar un cambio hacia dietas más vegetales, promover la reducción de la fertilidad, fomentar la educación ambiental, evitar la extinción de las especies salvajes o promover las energías renovables. Ignorar este segundo aviso, dicen, produciría consecuencias nefastas y catastróficas en la biodiversidad y llevaría a la humanidad a la miseria. "Pronto será demasiado tarde para cambiar el rumbo de nuestra trayectoria fallida, y el tiempo se acaba. Debemos reconocer, en nuestra vida cotidiana y en nuestras instituciones de gobierno, que la Tierra es nuestro único hogar". 

Los diez puntos negros

Agua: Se ha reducido un 26% la cantidad de agua dulce disponible por cada habitante.
Sobrepesca: Reducción drástica de las capturas de peces salvajes.
Océanos: Aumento del 75% de las zonas muertas en los mares.
Tierra: Cerca de 120 millones de hectáreas de bosques se han convertido en terrenos de cultivo.
Clima: El crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue calentando la temperatura media del planeta.
Población: El número de habitantes ha crecido un 35% desde 1992.
Especies: El número de mamíferos, reptiles, anfibios, peces y aves ha descendido casi un 30%.
Cultivos: La degradación de los suelos debido a la explotación agrícola afecta a un 11% de los suelos de cultivo.
Contaminación: La mala calidad del aire y la lluvia ácida están causando graves problemas de salud humana en todo el mundo.
Alimentación: La gran demanda en algunos lugares del mundo está causando problemas de abastecimiento en 80 países que albergan el 40% de la población mundial.


Fuente: ElMundo.es

jueves, 9 de noviembre de 2017

En datos: así seremos en 2050

Habrá más de 9.800 millones de personas en el planeta, India será el país más poblado y la gran amenaza para la salud serán las superbacterias.

Los seres humanos tenemos una capacidad prodigiosa para reproducirnos. Durante los años noventa del siglo pasado, cada mujer tenía de media tres hijos, uno más de los necesarios para sustituir a los padres en la siguiente generación. De hecho, la población humana nunca ha dejado de crecer, siglo tras siglo. Históricamente, este crecimiento ha sido modesto. Las familias eran grandes pero morían muchos. Sin embargo, a raíz de la revolución industrial las cifras se dispararon. Pasamos de unas 1.000 millones de personas, en el año 1800, por las 2.500 millones de 1950, a 7.600 millones de personas en 2017.

¿Cómo crecerá la población mundial?

Las familias cada vez son más pequeñas, pero actualmente, Europa y Norteamérica son los únicos continentes donde las mujeres tienen de media menos de dos bebés a lo largo de su vida, y en todo el mundo la población sigue en aumento. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que, por suerte, la velocidad de crecimiento de la población ya no está sujeta a la aceleración insostenible y sin precedentes del pasado siglo, pero la humanidad seguirá creciendo en 83 millones de personas cada año. En 2050, la Tierra tendrá 9.800 millones de habitantes.
Como ahora, casi un quinto de la población futura se concentrará en un solo país, pero esta vez no será China: India va a ser la nación más poblada, al reunir el 17% de las personas en 2050. Este dato está ligado a la brusca reducción de la mortalidad que se observará, sobre todo, en los países menos desarrollados. Son precisamente países pobres –como India, Nigeria, la República del Congo y Pakistán– los que lideran las tasas de crecimiento de población a nivel mundial, y el motivo puede ser que mantienen familias numerosas pero cada vez gozan de una mayor esperanza de vida.

¿Cuántos años viviremos?

Los datos de la ONU corroboran que la distancia entre la esperanza de vida de los países más ricos y de los más pobres se estrecha. Esta homogeneización se debe a la caída dramática de la mortalidad infantil y de la mortalidad por VIH, además de mejoras en el tratamiento y prevención de enfermedades infecciosas. Aún así, la brecha no desaparecerá en 2050: la esperanza de vida al nacer actualmente es de unos 72 años, y llegará a los 77 años de media mundiales para entonces. Pero si se consideran solo los países más desarrollados, la cifra será bastante mayor, cerca de los 85 años.
Estas tendencias, junto con la disminución global de los nacimientos, apuntan a un futuro seguro: la humanidad será cada vez más vieja. Concretamente, la media de edad de todo el mundo –que ahora ronda los 30 años– ascenderá hasta los 36. En España, por ejemplo, que será uno de los países con mayor esperanza de vida, será 52 años (hoy es 44 y hace solo medio siglo era 30 años). El envejecimiento de la población supone un reto tremendo para toda la sociedad: al duplicarse el número de personas jubiladas, aumentará la presión sobre los sistemas sanitarios y sobre los programas de pensiones y de ayudas para personas dependientes.
La migración internacional podría mitigar los efectos adversos del envejecimiento de la población, al viajar jóvenes trabajadores de países más pobres a los países desarrollados, donde se concentra una gran proporción de personas mayores. Sin embargo, no se prevé ni mucho menos que esto vaya a solucionar el problema, dados los niveles relativamente bajos de inmigración a estos países y las tensiones internacionales que ya causan. Además, los expertos advierten sobre un tipo de migración forzosa que podría agravar los problemas de convivencia: es el caso de los llamados refugiados ambientales, víctimas de fenómenos climáticos repentinos o muy rápidos –como sequías o subidas del nivel del mar– que se quedan sin hogar. Resulta difícil predecir los efectos del cambio climático sobre las poblaciones humanas, ya que ni siquiera se conocen las cifras actuales de refugiados ambientales. Lo que sí está claro es que sus números crecen, y que, para muchos de ellos, la marcha del hogar no incluye viaje de vuelta.

¿Habremos erradicado las enfermedades modernas?

En el terreno de la salud pública hay buenas noticias y las hay malas. Por una parte, algunas enfermedades devastadoras, como el sida, son cada día una amenaza menor, gracias a los avances en el tratamiento y la prevención. Sin embargo, algunas enfermedades infecciosas que ahora tenemos bajo control podrían volverse realmente peligrosas, dada la explosión en la resistencia a los antibióticos. Además, conforme crece la esperanza de vida y la población envejece, aumentará la incidencia de condiciones peligrosas ligadas a la edad, como la enfermedad cardiovascular (la principal causa de muerte actual) o el alzhéimer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que se triplicarán los casos de demencia para 2050, y pide con urgencia mayor esfuerzo de investigación y ayudas para los pacientes y sus cuidadores.
El sida, la enfermedad causada por el VIH, ya no está entre las 10 causas principales de mortalidad, aunque todavía se cobra cerca de un millón de vidas al año, y Onusida estima que unas 36,7 millones de personas viven con el virus. No hay cura, pero un estudio del Centro de Excelencia en VIH/sida de British Columbia, en Canadá, predijo hace una década que ya está en nuestro poder detener la transmisión de la epidemia, simplemente tratando con antirretrovíricos a todas las personas infectadas. El único problema es el inmenso coste de esta intervención.

Un caso parecido es el del cáncer, que todavía supone un problema gravísimo de salud pública. Hace dos años, científicos de University College, en Londres, publicaron un informe en el que aseguraban que se pueden eliminar las muertes por cáncer en la población menor de 80 años para el año 2050. Esta predicción es optimista, y depende de que se logren avances en el tratamiento y prevención del cáncer –lo cual requiere grandes inversiones– pero no es imposible, dado que la mortalidad por cáncer ha disminuido en un 1% cada año desde 1990. Solo el cáncer de pulmón es la cuarta causa de mortalidad mundial, y su incidencia disminuye rápidamente gracias a que cada vez fuma menos gente. Por desgracia, factores de riesgo para otros tipos de cáncer, como la obesidad, están en aumento, sobre todo en países de África, Oriente Medio y Asia.
Al margen de estas predicciones, hay un problema reciente y creciente que, junto con el cambio climático, lidera las discusiones internacionales de salud pública: las superbacterias. No es una exageración decir que las infecciones resistentes a los antibióticos superarán en muertes –y, probablemente, en costes– a las demás epidemias que conocemos. Las bacterias que sobreviven a nuestro abuso de los antibióticos generan cepas nuevas capaces de resistir los fármacos tradicionales. Simples infecciones que hace unos años se podrían haber tratado hoy en día causan unas 700.000 muertes anuales. Los expertos barajan proyecciones que llegan a las 10 millones de muertes en 2050, si no se hace nada para remediar esta crisis.

En todo esto se debe recordar que cualquier pronóstico es, por naturaleza, tentativo. No cabe duda de que la humanidad se enfrentará a nuevos retos en los próximos años, pero tampoco de que hay motivos para el optimismo. Vivimos una época emocionante para la ciencia: la edición genética de precisión pronto ayudará a curar enfermedades y a crear cultivos capaces de alimentar a la población creciente; cada año hay nuevas y mejores propuestas para satisfacer la demanda global de energía, aún reduciendo las emisiones atmosféricas; y los avances en robótica e inteligencia artificial prometen mejorar la calidad de vida en casi todas sus dimensiones.

Fuente: ElPais.com
En la elaboración de esta información han colaborado José Manuel Abad, David Alameda y Javier Galán.

sábado, 21 de octubre de 2017

Nuestro continente está subalimentado

En América latina siempre hubo índices menores de población con hambre con respecto a otras regiones, pero hay un serio retroceso.

Poca repercusión política ha tenido en nuestro país el reciente informe de dos organismos de las Naciones Unidas sobre los índices de personas subalimentadas en Latinoamérica y el Caribe, que registran un retroceso preocupante en los 21 países evaluados y con mayor crecimiento del hambre en Sudamérica, un polo productor de alimentos de proyección mundial. Lo cierto es que un estudio conjunto de la FAO, ente global que compete a la alimentación y la agricultura y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han alertado que nuestro continente ha dado un paso atrás en la lucha que le venía ganando al hambre.

Concretamente, el informe alerta que no se pueden tolerar los actuales niveles de hambre y obesidad, ya que paralizará a toda una generación de latinoamericanos y caribeños. Estos últimos son arrastrados en la estadística por Haití donde cerca del 47% de la población sufre hambre, dos tercios de toda la subalimentación en los países del Caribe. Si bien se trata de una situación puntual, lo alarmante es el contexto que alcanza a los 32 países medidos, con 42,5 millones de habitantes afectados.

La Argentina está señalada en el estudio internacional con alrededor de 1.600.000 personas subalimentadas, hasta el año pasado, una cuestión polémica como consecuencia de la inflación y los índices oficiales manipulados durante de la última década por un gobierno que trató de disimular este fenómeno en busca de hacer creer que su política social y económica transitaba caminos apropiados.

La FAO y la OPS han instado a todos gobiernos a luchar denodadamente contra la pobreza y la indigencia para mejorar las condiciones de vida de centenares de millones de personas en la región de manera que América latina y el Caribe puedan alcanzar la meta de erradicación de la malnutrición para 2030, uno de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, llamado "Hambre Cero".

Este continente tiene un enorme potencial para mitigar el hambre, pero las políticas equivocadas frustran las buenas intenciones acentuando los desequilibrios sociales.

Fuente: DiarioDeCuyo.com.ar
imagen: ABC.com.py

viernes, 20 de octubre de 2017

La mujer que recuperó la biodiversidad del Gran Chaco

La bióloga boliviana Érika Cuéllar ROLEX

Su trabajo se basó en la formación de parabiólogos entre la población local para conservar los recursos del territorio

La pérdida de biodiversidad cruza la 'línea roja' en el 60% del planeta

La bióloga boliviana Érika Cuéllar llegó al Gran Chaco, el segundo bosque más grande de Sudamérica, poco después de que se declarase zona protegida. Allí pasó 10 años con el objetivo de formar "parabiólogos" entre los habitantes de los pueblos indígenas de la zona y así proteger la biodiversidad de este parque nacional de bosque seco tropical de 3,4 millones de hectáreas, repartidas entre Bolivia y Paraguay. Fue su primer trabajo al salir de la universidad en el que, además de conocer la riqueza natural de la región, descubrió a su gente. "Para mí fue un gran hallazgo encontrar a esta gente maravillosa, muy organizada, y con una visión de perpetuar sus recursos", confiesa a EL MUNDO durante la presentación en Madrid de la Exposición de los Premios Rólex a la Iniciativa, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que llega a España por primera vez para celebrar el 40 aniversario de los galardones y que Cuéllar ganó en 2012 por este proyecto de conservación.

Su labor en "el Chaco", como ella lo llama, se fundamentaba en basar el enfoque de la conservación en las comunidades, ya que en Latinoamérica mucha gente vive al lado o incluso dentro de los ecosistemas. "Es fundamental hacer participar a la gente como personas que tienen que estar integradas en los procesos de toma decisiones", asegura Cuéllar. 

Ciencia y supervivencia

En esta ocasión, aunque ella trabajaba por la conservación de la biodiversidad desde el punto de vista científico y los habitantes desde la supervivencia, sí tenían un objetivo común que les permitió trabajar juntos: conservar una zona que serviría como patrimonio y como fuente de recursos. "Después de diez años puedo decir que logré una conexión con ellos que puede permanecer por mucho más tiempo, y son relaciones en la vida que alimentan y acompañan", explica.



Cuéllar examina cactus junto con dos parabiólogos en Yapiroa (Bolivia), en 2012 ROLEX AWARDS/THIERRY GROBET


"Ahora ellos están a cargo de proyectos, lo que para mí es fabuloso, porque el éxito del proyecto fue involucrarlos de manera que ellos pudieran tomar decisiones de forma independiente, para mí es un éxito", confiesa la bióloga. Y es que, como asegura, "el Chaco nos ha dado mucho y nos los sigue dando". Materias primas para la construcción de las vías del tren, tierra para ganadería y agricultura, ríos para la pesca y ahora, también, gas. "Son ambientes muy ricos en recursos, pero las zonas verdes son cada vez más reducidas. Es un cliché decir que los bosques nos dan oxígeno, pero es cierto". En esta tierra hay cinco especies de armadillos, desde los 250 gramos hasta los 30 kilos. Hay felinos como el jaguar o el puma. Hay más de 300 especies de aves. Cientos de especies de plantas. "Y además hay grupos étnicos dentro del Chaco, con culturas muy ricas por sí mismas, y todavía hay familias que no han sido contactadas". 

El guanaco

Uno de los puntos de su trabajo fue lograr la protección del guanaco, una de las dos especies de camélidos de Sudamérica. "Antes había millones y ahora sólo queda un millón en todo el continente, en muchos lugares de distribución ya se ha extinguido". La causa: la cacería deportiva y la destrucción de hábitat. En el Chaco, la población se redujo hasta los 200 ejemplares, y justo fuera de la zona protegida. Ahora el guanaco se está recuperando, hay nuevos grupos de cría y se expanden hacia otras zonas. "Mientras estén ahí, los cuiden y siga la veda, habremos dado un paso a tiempo con la gente del lugar", asegura.

Érika Cuéllar observando guanacos en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), en 2009. ÉRIKA CUÉLLAR

Tuvo que dejar el proyecto cuando fue a hacer el doctorado. "Después volví cuando gané este premio, lo que me dio la oportunidad de continuar con el trabajo". Con los fondos obtenidos, instauró un curso de formación de diez meses por el que ya han pasado 30 representantes de comunidades indígenas de la zona.

De cara al futuro, quiere llevar esta idea a otros lugares. "Lo que me interesa es expandir esta idea, conocer nueva gente y zonas biodiversas donde podamos aplicar esta metodología, porque creo que ayuda a la conservación a largo plazo", explica. De hecho, una de las posibilidades que baraja para el año que viene es Ecuador. "Por lo pronto estoy trabajando en la Patagonia argentina, evaluando los movimientos estacionales hasta finales de año".



Fuente: ElMundo.es

jueves, 19 de octubre de 2017

Lista de países del mundo según cantidad de población



1 China 1,388,232,693
2 India 1,342,512,706
3      EstadosUnidos 326,474,01
4 Indonesia 263,510,146
5 Brasil 211,243,220
6 Pakistán 196,744,376
7 Nigeria 191,835,936
8 Bangladés 164,827,718
9 Rusia 143,375,006
10 México 130,222,815
11 Japón 126,045,211
12 Etiopía 104,344,901
13 Filipinas 103,796,832
14 Vietnam 95,414,640
15 Egipto 95,215,102
16 R.D. Congo 82,242,685
17 Irán 80,945,718
18 Alemania 80,636,124
19 Turquía 80,417,526
20 Tailandia 68,297,547
21 Reino Unido 65,511,098
22 Francia 64,938,716
23 Italia 59,797,978
24 Tanzania 56,877,529
25 Sudáfrica 55,436,360
26 Birmania 54,836,483
27 Corea del Sur 50,704,971
28 Colombia 49,067,981
29 Kenia 48,466,928
30 España 46,070,146
31 Ucrania 44,405,055
32 Argentina 44,272,125
33 Sudán 42,166,323
34 Uganda 41,652,938
35 Argelia 41,063,753
36 Irak 38,654,287
37 Polonia 38,563,573
38 Canadá 36,626,083
39 Marruecos 35,241,418
40 Afganistán 34,169,169
41 Arabia Saudita 32,742,664
42 Perú 32,166,473
43 Venezuela 31,925,705
44 Malasia 31,164,177
45 Uzbekistán 30,690,914
46 Mozambique 29,537,914
47 Nepal 29,187,037
48 Ghana 28,656,723
49 Yemen 28,119,546
50 Angola 26,655,513
51 Madagascar 25,612,972
52 Corea del Norte 25,405,296
53 Australia 24,641,662
54 Camerún 24,513,689
55 Costa de Marfil.23,815,886
56 Níger 21,563,607
57 Sri Lanka 20,905,335
58 Rumania 19,237,513
59 Burkina Faso 19,173,322
60 Siria 18,906,907
61 Malí 18,689,966
62 Chile 18,313,495
63 Malaui 18,298,679
64 Kazajistán 18,064,470
65 Zambia 17,237,931
66 Países Bajos 17,032,845
67 Guatemala 17,005,497
68 Ecuador 16,625,776
69 Zimbabue 16,337,760
70 Camboya 16,076,370
71 Senegal 16,054,275
72 Chad 14,965,482
73 Guinea 13,290,659
74 Sudán del Sur 13,096,190
75 Ruanda 12,159,586
76 Burundi 11,936,481
77 Túnez 11,494,760
78 Benín 11,458,611
79 Bélgica 11,443,830
80 Somalia 11,391,962
81 Cuba 11,390,184
82 Bolivia 11,052,864
83 Haití 10,983,274
84 Grecia 10,892,931
85            República    Dominicana                                            10,766,564  
86 República Checa 10,555,130
87 Portugal 10,264,797
88 Azerbaiyán 9,973,697
89 Suecia 9,920,624
90 Hungría 9,787,905
91 Bielorrusia 9,458,535
92 Emiratos Árabes Unidos 9,397,599
93 Tayikistán 8,858,115
94 Serbia 8,776,940
95 Austria 8,592,400
96 Suiza 8,454,083
97 Israel 8,323,248
98 Honduras 8,304,677
99 Papúa Nueva Guinea 7,933,841
100 Jordania 7,876,703
101 Togo 7,691,915
102 Hong Kong 7,401,941
103 Bulgaria 7,045,259
104 Laos 7,037,521
105 Paraguay 6,811,583
106 Sierra Leona 6,732,899
107 Libia 6,408,742
108 Nicaragua 6,217,796
109 El Salvador 6,167,147
110 Kirguistán 6,124,945
111 Líbano 6,039,277
112 Singapur 5,784,538
113 Dinamarca 5,711,837
114 Finlandia 5,541,274
115 Turkmenistán 5,502,586
116 Eritrea 5,481,906
117 Eslovaquia 5,432,157
118 Noruega 5,330,800
119 República Centroafricana 5,098,826
120 Estado de Palestina 4,928,225
121 Costa Rica 4,905,626
122 Congo 4,866,243
123 Irlanda (isla) 4,749,153
124 Omán 4,741,305
125 Liberia 4,730,437
126 Nueva Zelanda 4,604,871
127 Mauritania 4,266,448
128 Croacia 4,209,815
129 Kuwait 4,099,932
130 Moldavia 4,054,640
131 Panamá 4,051,284
132 Georgia (desambiguación) 3,972,532
133 Bosnia-Herzegovina 3,792,759
134 Puerto Rico 3,679,086
135 Uruguay 3,456,877
136 Mongolia 3,051,900
137 Armenia 3,031,670
138 Albania 2,911,428
139 Lituania 2,830,582
140 Jamaica 2,813,285
141 Namibia 2,568,569
142 Botsuana 2,343,981
143 Catar 2,338,085
144 Lesoto 2,185,159
145 Gambia 2,120,418
146 República de Macedonia 2,083,308
147 Eslovenia 2,071,252
148 Letonia 1,944,565
149 Guinea-Bisáu 1,932,871
150 Gabón 1,801,232
151 Baréin 1,418,895
152 Trinidad y Tobago 1,369,157
153 Suazilandia 1,320,356
154 Estonia 1,305,755
155 Mauricio 1,281,353
156 Timor Oriental 1,237,251
157 Chipre 1,187,575
158 Yibuti 911,382
159 Fiyi 902,547
160 Guinea Ecuatorial 894,464
161 Reunión (departamento de Francia) 873,356
162 Comoras 825,920
163 Bután 792,877
164 Guyana 774,407
165 Montenegro 626,250
166 Macao 606,384
167 Islas Salomón 606,215
168 Sahara Occidental 596,021
169 Luxemburgo 584,103
170 Surinam 552,112
171 Cabo Verde 533,468
172 Guadalupe (Francia) 472,462
173 Brunéi 434,448
174 Malta 420,521
175 Bahamas 397,164
176 Martinica 396,071
177 Maldivas 375,867
178 Belice 374,651
179 Islandia 334,303
180 Polinesia Francesa 288,685
181 Barbados 285,744
182 Guayana Francesa 282,761
183 Vanuatu 276,331
184 Nueva Caledonia 269,736
185 Mayotte 253,068
186 Santo Tomé y Príncipe 198,481
187 Samoa 195,743
188 Santa Lucía 187,768
189 Guam 174,214
190 Islas del Canal 165,235
191 Curazao 159,987
192 Kiribati 116,405
193 San Vicente y las Granadinas 109,895
194 Granada (país) 107,850
195 Tonga 107,797
196 Islas Vírgenes de los Estados Unidos 106,574
197 Micronesia 105,566
198 Aruba 104,588
199 Seychelles 97,539
200 Antigua y Barbuda



Fuente: PopulationPyramid.Net

lunes, 25 de septiembre de 2017

¿Por qué México es víctima de los terremotos?

La geodinámica de la zona y la ubicación de la capital mexicana explican la repetición e intensidad de los sismos.

Los fatalistas dirían que México, y Ciudad de México en particular, están en mal sitio. Desde un punto de vista geológico casi hay que darles la razón. Casi todo el territorio mexicano se encuentra en el borde de una de las placas de la corteza terrestre bajo las que se está desplazando otra, lo que provoca la alta sismicidad de la región. La intensidad con la que los terremotos, él último producido ayer, castigan la capital mexicana se debe más a factores locales.

¿Por qué se producen tantos terremotos en México?


Desde el devastador terremoto de 1985, en el que murieron al menos 10.000 personas, México ha sufrido una decena de sismos de una magnitud igual a superior a la del sucedido este martes. Salvo uno desatado en Baja California (en el noreste del país) en 2010, todos se han producido en la franja suroeste y central, en estados como Michoacán, Guerrero u Oaxaca. La razón de tal concentración hay que buscarla en el movimiento de las placas en las que está cuarteada la corteza terrestre

La mayor parte de México está sobre el extremo suroeste de la placa norteamericana. Aquí, se encuentra con la placa de Cocos, sobre la que descansa el océano Pacífico que baña las costas occidentales de América Central. Esta placa se está metiendo debajo de la norteamericana y es esta subducción la que genera la tensión que, cada cierto tiempo, se libera en forma de terremotos. Este encontronazo entre placas es también la causa de la gran concentración de volcanes en la región conocida como el Arco Volcánico Centroamericano.
"La placa de subducción, al meterse debajo, se atasca acumulando tensión", explica el profesor José J. Martínez Díaz, experto en geodinámica planetaria de la Facultad de Ciencias Geológicas de la Universidad Complutense de Madrid. "Al desatascarse, se produce el terremoto", añade.

¿Ha sido el sismo más intenso de México?

"El terremoto de ayer ha sido el más intenso jamás registrado en Ciudad de México", explica Víctor Manuel Cruz, investigador del Departamento de Sismología de la Universidad Autónoma de México. La magnitud de los sismos indican cuán grande es la ruptura en la falla que origina el terremoto. El sismo de ayer tuvo una magnitud de 7,1 mientras que el del 7 de septiembre alcanzó los 8,2. La intensidad indica la velocidad del movimiento del suelo en diferentes puntos a consecuencia del terremoto.

En este sentido, Cruz señala que "seguro estamos ante el más intenso registrado. El terremoto de 1985 tuvo una intensidad máxima de 35 gales [la unidad de aceleración en centímetros por segundo] mientras que el de ayer alcanzó los 58 gales en la estación de medición de Ciudad Universitaria". "Esta estación se asienta en zona de roca firme, no en el terreno de lago sobre el que se levantan algunas de las colonias de México más afectadas", explica el sismólogo, lo que puede explicar en parte por qué la destrucción del terremoto de ayer ha sido mayor. La principal razón de que el temblor haya causado una gran destrucción en la capital se debe a que el epicentro del sismo registrado ayer se estaba a apenas 120 kilómetros de la capital, mientras que el de Tehuantepec sucedió en el estado sureño de Chiapas, informa Nuño Domínguez desde Ciudad de México.

¿Es normal que se produzcan dos terremotos en apenas dos semanas casi en la misma zona y con una magnitud similar?

El 7 de septiembre pasado se producía en el sur de México, con los estados de Oaxaca y Chiapas como los más castigados, un terremoto de magnitud 8,2, aún superior al de este martes. Murieron unas 100 personas. La cercanía en el tiempo invita a pensar que están conectados. Pero su epicentro se encontró a más de 500 km del segundo sismo. "No hay una conexión directa entre los dos, aunque ambos son consecuencia de la convergencia del fondo del Pacífico (aquí sobre la placa de Cocos) y la placa norteamericana sobre la que se asienta México", asegura el profesor de geociencias de la Open University, David Rothery.

¿Existe el riesgo de fuertes réplicas?

El riesgo de réplicas peligrosas es menor, según explican en el Instituto Sísmico Nacional de México. El organismo ha registrado 31 réplicas hasta las 11 de la mañana de hoy, hora local, la mayor de ellas de magnitud 4. "En los últimos 100 años se han registrado siete terremotos muy parecidos al de ayer y todos ellos tuvieron comparativamente pocas réplicas, con lo que no esperamos muchas réplicas de intensidad considerable en esta ocasión", señala Allen Husker, sismólogo del Servicio Sismológico Nacional de México (SSN). En cambio el sismo del pasado 7 de septiembre lleva contabilizadas 3.400, la mayor de 6,1.

¿Por qué se han producido tantos derrumbes en la Ciudad de México?

La mayoría de las víctimas se han producido en Ciudad de México, a 100 kilómetros del epicentro del terremoto. También allí se han producido la mayoría de derrumbes de edificios. Además de que se trata de una de las zonas de mayor concentración de población del planeta, la Ciudad de México sí que parece estar levantada en mal sitio. Construida sobre la laguna que una vez rodeó Tenochtitlán, la gran ciudad azteca, la capital mexicana se asienta sobre terrenos muy porosos que amplifican el movimiento provocado por las ondas sísmicas.

Nieves Sánchez Guitián, del Colegio de Geólogos, sostiene que el terreno bajo la Ciudad de México "está formado por cenizas volcánicas poco consolidadas, con líquido intersticial que le da al terreno un comportamiento fluido, reduciendo su resistencia".

El temblor de 1985 causó miles de muertos y fue el fenómeno natural más mortífero en la historia de México. A pesar de causar una gran destrucción en la capital, así como en Morelos y Puebla, el temblor de ayer ha sido por ahora menos mortífero, con 225 muertos, aunque la cifra aumenta a medida que avanzan las operaciones de rescate. Husker, señala que están "analizando si los cambios en las edificaciones que comenzaron a hacerse después del sismo del 85 han hecho que la destrucción y las pérdidas humanas hayan sido menores", informa desde Ciudad de México Nuño Domínguez.

¿Un terremoto puede provocar la erupción de un volcán?

Poco después del sismo, el volcán Popocatépetl entró en erupción. El fenómeno, aunque no es habitual, ya se ha producido en otras zonas, como en Japón, Chile o Nicaragua. No se trata de que el terremoto despierte al volcán. De hecho, como explica el vulcanólogo del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera/CSIC, Joan Martí, para que un volcán entre en fase eruptiva tras un terremoto, éste tiene que ser de gran magnitud pero, sobre todo,  "el volcán debe estar ya en fase de desequilibrio". Por eso, este terremoto no ha despertado otros volcanes de la región.

¿Se pueden predecir los terremotos?

Es en lo que anda la ciencia desde hace casi un siglo, pero no parece aún posible. Lo que si se está haciendo es anticipar sus peores efectos. México dispone de uno de los mejores sistemas de alerta temprana que, con un margen de unas decenas de segundos puede avisar a los ciudadanos para que se protejan. Una amplia red de sensores, la mayoría situados en las cercanías de la zona de subducción de la placa de Cocos, registra el más leve temblor y activa las alarmas. El problema esta vez es que el terremoto tuvo su epicentro demasiado cerca de una gran urbe como Ciudad de México y no dio tiempo a avisar con antelación a la población.

Fuente: ElPais.com
imagen placas tectónicas: desismos.blogspot.com