Los expertos internacionales coinciden en que el terremoto debe haberlo desplazado unos 10 a 15 cm
Al igual que ocurrió el 27 de febrero de 2010, cuando un terremoto en Chile con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter desplazó unos 8 centímetros el eje de rotación de la Tierra, acortando el día terrestre unos imperceptibles 1,26 microsegundos, el feroz terremoto que ayer sacudió la costa este de la isla japonesa de Honshu habría tenido un efecto similar sobre el eje de rotación de nuestro planeta.
Este sería el resultado de la redistribución de la masa de la Tierra resultante del terremoto de por lo menos 8,9 en la escala de Richter (ayer, expertos del Servicio Geológico de Estados Unidos especulaban que la magnitud habría sido en realidad de 9, o incluso mayor), una intensidad que lo convirtió en el más salvaje de todos los fenómenos geológicos que sacudieron a Japón, y uno de los cinco más potentes de los que se tiene registro.
Expertos sismólogos italianos dijeron que la energía liberada durante el terremoto -que se estima fue 100 veces mayor que la liberada por el terremoto de Haití, el 12 de enero de 2010- habría desplazado unos 10 centímetros el eje de rotación de la Tierra.
"Nuestra estimación no se deriva de mediciones directas, que requerirán mucho más tiempo, sino de cálculos teóricos", dijo a LA NACION Antonio Piersanti, director del investigación del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia, que afirmó que el desplazamiento del eje habría acortado unos pocos microsegundos la duración del día terrestre.
"No debería haber ningún impacto de este cambio en la rotación sobre la vida diaria", comentó por su parte Richard Gross, investigador del Grupo de Geodinámicas y Geodesia Espacial del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Fue Gross quien el año pasado calculó el desplazamiento del eje terrestre causado por el terremoto chileno.
"Aunque todavía no hemos evaluado las mediciones de la rotación de la Tierra, mis cálculos indican que el cambio de la distribución de la masa terrestre causado por el terremoto japonés puede haber hecho que la Tierra rote un poco más rápido, acortando la duración del día unos 1,6 microsegundos", dijo Gross a LA NACION, y agregó que estima que el eje de la Tierra se ha desplazado en esta ocasión unos 15 centímetros, notablemente más que con el terremoto de Chile.
"Este cambio en la posición del eje de rotación hará que la Tierra se bambolee un poco distinto a medida que rota, pero no cambiará su eje en el espacio -aclaró Gross-. Sólo fuerzas externas como la atracción gravitacional del Sol, la Luna y los planetas pueden hacer eso."
El devastador terremoto y su consecuente tsunami, que ayer se desplegaba a una velocidad de 700 kilómetros por hora a través del océano Pacífico, fueron el resultado de la energía liberada por el reacomodamiento de las placas tectónicas del Pacífico, Eurasia y Norteamérica.
"En la latitud de este terremoto, la placa del Pacífico se mueve en dirección oeste a una velocidad de 8,3 cm al año, con respecto de la placa norteamericana. La placa del Pacífico se inserta debajo de Japón y continúa su movimiento hacia el Oeste, por debajo de la placa euroasiática", explica el Resumen tectónico, del Servicio Geológico de Estados Unidos, y agrega: "La localización, profundidad y mecanismo focal del terremoto del 11 de marzo son consistentes con un terremoto producido en una falla con movimiento inverso" a la inserción de la placa Pacífica por debajo de la placa euroasiática.
El resultado no fue otro que un violento empuje hacia arriba del lecho marino, debajo del cual se encontraba el epicentro del terremoto, que ha sido localizado 125 kilómetros al este de la ciudad de Sendai y 380 kilómetros al nordeste de Tokio.
La fosa de Japón no es un área virgen de eventos sísmicos: "Se han producido nueve eventos de magnitud igual o mayor que 7 desde 1973. El mayor fue el terremoto de diciembre de 1994, de magnitud 7,8, 260 kilómetros al norte del epicentro del terremoto de ayer", recordó el citado Servicio Geológico.
Pero esta vez hubo un preaviso del desastre. El terremoto más poderoso de la historia de Japón fue precedido por varios movimientos de menor envergadura que se sucedieron en el transcurso de los dos días previos. De éstos, el más violento -con una magnitud de 7,8- se produjo el 9 de marzo, a sólo 40 kilómetros del epicentro del terremoto de ayer.
Fuente: LaNacion.com.ar
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