domingo, 16 de febrero de 2014

Olas de calor: afirman que son provocadas por la actividad humana.

Algunos científicos concluyen que los récords de calor en verano son por la contaminación y no por causas naturales. El panorama a futuro es sombrío.

Cada vez está más claro que el cambio climático ligado a la actividad humana es responsable de que haya más meses calurosos en el mundo, asegura un estudio divulgado esta semana.

"Hay de media cinco veces más meses con récords de temperaturas, que no se hubieran registrado si no fuera por el cambio climático", escriben los investigadores del Potsdam Institute for Climate Impact Research (PIK) y la Universidad Complutense de Madrid, en la revista científica Climatic Change.

"En algunas partes de Europa, África y Asia del sur, el número de meses récord se ha multiplicado incluso por diez\', dicen los autores que aseguran que el '80% de estos récords de temperaturas mensuales no se habrían registrado sin la influencia del hombre en el clima".

Los investigadores han desarrollado un modelo estadístico sobre la base de 131 años de datos mensuales de temperatura en más de 12.000 lugares del planeta, proporcionados por la NASA. La frecuencia de los récords ha aumentado mucho en estos últimos 40 años y no puede explicarse por fenómenos naturales como el Niño, dice el estudio.

"Las estadísticas por sí mismas no pueden decir cuál es la causa de una ola de calor, pero muestran un aumento importante y sistemático de muchos récords de calor, imputables al cambio climático", dice Stefan Rahmstorf, coautor del estudio.

"La ciencia es clara: sólo una pequeña parte de estos episodios se deben a causas naturales", advierte.



Otro estudio sostiene que la superficie terrestre que sufrirá olas de calor extremas se doblará en 2020 y se multiplicará por cuatro en 2040

Según explican en este estudio, publicado en la revista "Environmental Research Letters", la superficie del planeta que sufrirá olas de calor extremas en verano como aquellas que azotaron Grecia en 2007, Australia en 2009, Rusia en 2010 o EEUU en 2012, se doblará en el año 2020 y se multiplicará por cuatro para el año 2040.



Predicción hasta 2040

Esta predicción a 30 años, sostienen, se hará realidad con independencia de la cantidad de CO2 que se emita a la atmósfera en los próximos años debido a la gran acumulación de estos gases de efecto invernadero que ya hay en la atmósfera.

No obstante, si se aplican medidas de mitigación eficaces y las emisiones descienden sustancialmente, los efectos positivos empezarían a observarse hacia el año 2040, pues las olas de calor extremo se estabilizarían y dejarían de aumentar. Éste sería el escenario denominado RCP2.6, uno de los dos que presentan los autores, entre los que está también Alexander Robinson, del Departamento de Astrofísica y Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid.



El segundo escenario (denominado RCP8.5) contempla que las emisiones de CO2 continúen aumentando al ritmo actual. En ese caso, sostienen, la superficie terrestre que sufriría estas olas de calor extremas se incrementaría un 1% cada año a partir de 2040. Es decir, la mitigación de emisiones contaminantes sí podría reducir el número de olas de calor en la segunda mitad del siglo XXI.



Clasificación de las olas de calor

"Definimos los fenómenos de calor extremo basándonos en la variabilidad que una región ha experimentado en el pasado, año por año. 1-sigma recoge una variabilidad normal. Por lo tanto, 3-sigma indica una desviación tres veces mayor y es un fenómeno muy raro. A mediados del siglo XX prácticamente no se daban pero ahora, debido al calentamiento global, se dan aproximadamente en el 5% de la superficie terrestre", explica el investigador.



Los científicos del clima han clasificado las mencionadas olas de calor de EEUU en 2012 o Australia en 2009 como eventos 3-sigma: "Un buen ejemplo es la ola de calor en Rusia de 2010, que afectó a una amplia zona, desde el Báltico al Mar Caspio. En la región de Moscú la temperatura media durante todo el mes de julio fue 7ºC más alta que lo habitual (unos 25º). En algunas zonas se alcanzaron temperaturas superiores a los 40ºC", afirma el investigador Dim Coumou. "Agosto de 2006 y Julio de 2003 fueron extremadamente cálidos en Europa occidental, sobre todo en Francia. Hubo zonas de España que sufrieron olas de calor 3-sigma", recuerda.



Y es que, según afirman los autores, estos cambios ya son visibles y pueden apreciarse cuando se analizan los registros de temperaturas entre 2000 y 2012. Las intensas olas de calor que se han producido en los últimos años eran prácticamente inexistentes hace unas décadas.



Además, los científicos afirman que se producirán olas de calor mucho más intensas de las que ha habido hasta ahora y que se clasificarán como 5-sigma. Según aclara Coumou, "todavía no se han detectado" pero en el año 2040, vaticinan, afectarán al 3% de la superficie terrestre.

Previsión para 2100



La situación que presentan para finales de siglo si siguen incrementándose las emisiones de CO2 es crítica, pues su modelo climático muestra que para el año 2100 las olas de calor 3-sigma se producirían en el 85% del planeta y las de tipo 5, en el 60%.

Fuente: DiariodeCuyo.com.ar

martes, 28 de enero de 2014

La Haya encuentra una solución intermedia para las disputas territoriales entre Chile y Perú.

  • Concede a Perú más territorio marítimo

  • Sin embargo, respeta la línea divisoria en paralelo a la frontera terrestre 

    La Corte Internacional Justicia ha optado por una decisión salomónica en el litigio que enfrentaba a Chile y Perú por la delimitación de su frontera marítima. El Tribunal con sede en La Haya concede a Perú más millas náuticas de las que tenía hasta ahora pero acepta la versión de Chile de que la línea imaginaria que ha de trazarse para delimitar ambos territorios parte del llamado Hito 1, en paralelo a la frontera terrestre de ambos países.
    La sentencia pone fin a una disputa diplomática que comenzó en 2008, cuando Perú reclamó por primera vez la soberanía de 35.000 kilómetros cuadrados de mar que actualmente corresponden a Chile. El fallo, que es inapelable, ha provocado a priori reacciones positivas en ambos países.
    La demanda fue presentada por el ex presidente peruano, Alan García, y argumentaba que la línea imaginaria que divide los territorios marítimos de ambos países estaba mal trazada. Lima insiste en que la frontera marítima debe partir de una línea equidistante que deje la misma proporción de mar a ambos lados, mientras que el Gobierno chileno defiende que el límite fronterizo ya quedó fijado y acordado por ambos países en la Declaración de Santiago de 1952, cuando se marcó la separación actual.
    La Corte establece en su fallo que la frontera marítima de ambos países parte del límite terrestre y se extiende en paralelo durante 80 millas marítimas. A partir de ese punto, Perú gana territorio marítimo, ya que se establece una nueva frontera que se fija a través de una línea equidistante entre ambos países, mientras que hasta ahora la línea en paralelo se alargaba durante 200 millas.
    La denuncia que ha presentado Perú ante el Tribunal de La Haya se basa en que los acuerdos pesqueros firmados por ambos países no tienen el rango de Tratado Internacional que marca las fronteras de dos territorios soberanos.

    ¿Elevará ahora Perú el tono?

    Esta demanda geográfica no es la única disputa que mantienen los dos países y los analistas creen que, tras el fallo de la Corte, Perú elevará el tono para reclamar los bienes saqueados por Chile en la Guerra del Pacífico, en 1879. Pese a las rencillas históricas, las economías de Chile y Perú se han beneficiado de un creciente intercambio comercial que en conjunto suman casi 25.000 millones de dólares al año.
    Las inversiones chilenas en Perú suman 13.600 millones de dólares, mientras que los capitales peruanos en Chile llegan casi a los 10.000 millones, según informa la agencia Efe. El intercambio comercial entre ambos países se ha incrementado nueve veces desde la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) en 2006 y pasó de 500 millones de dólares a 4.300 millones de dólares, según cifras de Perucámaras.
    La resolución no sólo afecta a los dos países involucrados, sino que también Bolivia puede extraer conclusiones y aplicárselas al litigio que mantiene con Chile desde hace años para reclamar una salida natural al mar. En abril de 2013 su presidente, Evo Morales, presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia para recuperar 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio que reclama desde la Guerra del Pacífico.

    Fuente: ElMundo.es

     

lunes, 13 de enero de 2014

La ola de frío extremo calienta el debate climático.

EEUU tirita de frío. Un frente polar extremo ha hecho que los termómetros rocen los -50º en algunos estados y ha calentado el debate sobre el cambio climático. Un asunto que de forma periódica vuelve a saltar a la actualidad a medida que se suceden los fenómenos extremos que, según los científicos, se producen cada vez con más frecuencia. Y es que si ahora se trata de un frente de frío extremo en América del Norte, hace un par de semanas las inundaciones causaban estragos en Reino Unido y apenas han transcurrido dos meses desde que Filipinas sufrió el azote del devastador tifón Haiyan.
El caso es que los escépticos han aprovechado el frío extremo en EEUU para cuestionar de nuevo el calentamiento global, una postura contra la que ha arremetido firmemente el principal asesor científico sobre el clima de Barack Obama, John Holdren, que piensa todo lo contrario y considera que estos episodios "son una tendencia que se va a repetir cada vez con más frecuencia"
"Si en los últimos días han oído que las olas de frío extremo, como la que estamos viviendo en EEUU ahora mismo, desmienten la existencia del cambio climático, no se lo crean", afirma en un vídeo que la Casa Blanca ha difundido a través de YouTube. "Ningún episodio meteorológico concreto puede demostrar si el cambio climático global es real o no", añade.
Aunque Holdren admite que "existen muchos factores que explican este fenómeno y el debate científico en este campo continuará", cree que en los próximos años podemos esperar que como consecuencia del cambio climático, se producirán más episodios de frío extremo en las latitudes medias.
Así lo ha advertido el gurú científico de Obama, cuya administración aprobó el pasado mes de noviembre una serie de medidas para proteger mejor a la población y a las infraestructuras de los efectos del cambio climático. Coincidiendo con primer aniversario de la devastadora tormenta Sandy, Obama aprobó una serie de medidas para fortalecer las estructuras de edificios e infraestructuras y hacerlos más resistentes a eventos extremos de ese tipo.
Y en pleno debate sobre el cambio climático, la Fundación BBVA falló el jueves en Madrid su premio Fronteras del Conocimiento en esa categoría. El galardonado ha sido el biólogo estadounidense Christopher Field, uno de los científicos que más ha estudiado los impactos del cambio climático, la vulnerabilidad de los ecosistemas y las estrategias para adaptarse a él.
"Hay que actuar ya. Si no se llevan a cabo acciones ahora, en el futuro será más complejo y más caro, y será más difícil que tengamos éxito", declaró ayer Christopher Field durante una videoconferencia desde Holanda, donde se encuentra inmerso en la elaboración del quinto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el documento de referencia que utilizan los políticos para la toma de decisiones y que será publicado el próximo mes de abril.
Aunque Christopher Field considera que el cambio climático es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad, se muestra más cauto que su compatriota Holdren respecto a la ola de frío extremo que azota EEUU y cree que todavía no se puede afirmar que estén vinculados directamente. No obstante, advierte que los fenómenos extremos como olas de calor o inundaciones serán más frecuentes en muchos lugares, por lo que considera urgente realizar "inversiones de forma permanente" para prepararnos para paliar sus efectos.
Lo mismo opina sobre el tifón Haiyan que en noviembre se cobró más de 6.000 muertos en Filipinas. "Los investigadores evalúan las probabilidades de que estos fenómenos estén relacionados [con el cambio climático] y todavía no se ha evaluado", explicó.
Menos dudas sobre la vinculación del vórtice ártico con el cambio climático tiene el español Carlos Durante, investigador del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-Universidad de las Islas Baleares) y director del UWA Oceans Institute, en la Universidad de Australia Occidental. Duarte, miembro del jurado de los premios BBVA, se muestra sorprendido de que la ruptura del vórtice haya causado sorpresa: "Es la tercera vez que ocurre la ruptura del vórtice polar en el Ártico en pocos años y los científicos llevamos mucho tiempo prediciéndolo. En ciencia, las teorías se validan haciendo predicciones y comprobándolas. No cabe lugar para la sorpresa", explica el investigador, que critica que se esté usando este fenómeno para cuestionar el cambio climático: "En realidad lo que estamos viendo es una de las consecuencias que se predicen del cambio climático".
¿Volverán a producirse olas de frío extremo? "Sí, claro". Y también en Europa, como ya han ocurrido, recuerda el científico: "Las predicciones dicen que posiblemente serán más frecuentes en Norteamérica, pero también pueden llegar a Europa con más frecuencia".
No obstante, considera que "los huracanes son una historia mucho más complicada, pues no se pueden predecir de forma individual, sólo la estadística", matiza Duarte.
Por su parte, el alemán Bjorn Stevens, director del Instituto Max Planck de Meteorología (en Hamburgo), no cree que la ola de frío de EEUU esté relacionada con el cambio climático: "Es un fenómeno muy extremo pero tienes que tener de vez en cuando fenómenos extremos. Desde mi punto de vista no me parece que haya motivos para pensar que el sistema climático está cambiando de forma alarmante", afirma el investigador, que recuerda que "la historia muestra que siempre han ocurrido fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones, tifones, etc.) y una meteorología extraña".
"No estoy diciendo que el cambio climático no sea un asunto serio, porque lo es y mucho. Pero creo que es un error atribuir al cambio climático cualquier fenómeno extremo e inusual. Lo que sí creo es que estos fenómenos, como las que han ocurrido en los últimos meses el frío de EEUU, las inundaciones de Reino Unido, o el tifón de Filipinas nos recuerdan lo vulnerable que es nuestra sociedad ante el clima. A veces damos por hecho el poder de nuestra civilización para controlar el clima y las tormentas nos recuerdan los peligros que nos acechan por el clima", concluye.

Fuente: ElMundo.es