sábado, 3 de noviembre de 2018

Las islas que estuvieron en los mapas y no existen

Estos territorios se consideraron reales, pero en realidad fueron producto de la imaginación, de engaños o de errores humanos.

Hay islas que han sido descubiertas y luego perdidas, conocidas y luego des-conocidas. No han quedado sumergidas por el efecto del cambio climático. Su origen es humano, un producto de la imaginación y el error. Así describe Malachy Tallack parte del argumento de un libro fascinante («Islas des-conocidas. Un archipiélago de mitos, misterios, fantasmas y fraudes», con ilustraciones de Katie Scott) en el que recopila todo un archipiélago de islas des-conocidas. Cada una de ellas tiene su propia historia, aunque en general las divide en seis secciones: islas de la vida y de la muerte, procedentes del mundo de los relatos, de la literatura y las leyendas; los pioneros, halladas por los primeros navegantes del Atlántico; la era de la exploración, cuando los marineros europeos empezaron a explorar el globo; islas sumergidas, que supuestamente existían en las profundidades; y des-conocimientos recientes, historias de los últimos años. He aquí algunos ejemplos citados por Tallach.

Avalon

La noción del paraíso en la Tierra siempre ha formado parte de las tradiciones míticas. Los celtas también tenían una isla bienaventurada. Ávalon o Avalón es el nombre de una isla legendaria de la mitología celta en algún lugar de las islas Británicas donde, según la leyenda, los manzanos dan sabrosas frutas durante todo el año y habitan nueve reinas hadas; entre ellas, Morgana. Fue allí donde se forjó la espada del rey Arturo, Excalibur, y donde el propio rey se retiraría tras resultar herido en la batalla de Camlann.

Hawaiki

Hawaiki o Havaiki es una isla mítica donde los polinesios sitúan su origen. Las leyendas explican que las almas de los polinesios vuelven allí después de la muerte. En efecto, cuando los maoríes empezaron a comunicarse con los europeos, en el siglo XVIII, insistían en que Nueva Zelanda no era su lugar de origen, que sus ancestros procedían de Hawaiki, una isla en algún lugar más allá del horizonte nororiental. Para los maoríes, Hawaiki es el lugar de la bondad.

Tule

En el siglo IV a.C., Piteas, un explorador de la colonia griega de Massalia (Marsella) no solo afirmaba que había llegado a Gran Bretaña, sino más allá, hasta la isla de Tule, hasta entonces desconocida. Tule es un término usado en las fuentes clásicas para referirse a un lugar, generalmente una isla, en el norte lejano. A menudo se cree que pueden haber sido diversos lugares como Escandinavia. Otros creen que se localiza en Saaremaa, en el mar Báltico. En la geografía romana y medieval, el término «Ultima Thule» también puede designar cualquier lugar distante situado más allá de las «fronteras del mundo conocido».

San Brandán

San Brandán fue un monje viajero muy conocido que vivió entre los siglos V y VI. En el 512 inició un viaje extraordinario desde Irlanda del que hay cientos de versiones, donde se mezclan hechos y ficción. Siete años después llegaron a la isla que aparentemente buscaban, la de los Bienaventurados, el paraíso en la Tierra. En el mapamundi de los hermanos Pizigani (1367) y en el planisferio de Andrea Bianco (1448), la isla de San Brandán (también conocida como San Borondón) se sitúa próxima a las Azores; el supuesto mapa de Toscanelli (1474), que habría sido conocido por Cristóbal Colón, al sudoeste de Madeira; Martin Behaim, en el globo terráqueo construido en Núremberg en 1492, en medio del Atlántico; Leonardo Torriani, próxima a las Canarias.

Isla Brasil

Desde principios del siglo XIV, en los mapas elaborados en Génova y en otros lugares de Europa, se mostraba una isla de forma circular al oeste de Irlanda, denominada Insula de Brazil o alguna variación de este nombre. La isla tenía su origen en la mitología celta. Era un lugar que raramente se dejaba ver, oculta tras una espesa niebla. Solo aparecía ante unos pocos elegidos, una vez cada siete años. La convicción de que había una isla de esas características al oeste de Irlanda duró siglos. Incluso un capitán irlandés hizo en 1674 una descripción muy detallada del lugar, al que dijo haber llegado por casualidad.

Frislandia

Frislandia es otra de las llamadas islas fantasmas que figuran en la mayoría de los mapas y cartas náuticas del Océano Atlántico Norte dibujadas entre los años 1560 y 1660. El Imperio Británico poseyó numerosas islas inexistentes en diferentes épocas. De hecho, algunas de sus primeras adquisiciones resultaron no ser reales. Por ejemplo, Frislandia. Fue el dr John Dee quien tomó posesión de ella en nombre de la corona. Resulta sorprendente que tanta gente creyera en estas islas, en particular en Frislandia, que apareció en los mapas hasta bien entrado el siglo XVII.

Atlántida

Aunque sin duda es la más célebre de todas las islas desaparecidas, la Atlántida no es, en sentido estricto, una isla: es una islas ficticia, inventada por Platón con un propósito alegórico. La historia (que aparece en dos de sus diálogos, Timeo y Critias) nunca debió interpretarse de forma literal. Pero a pesar del acuerdo casi universal que hoy existe sobre este punto, las dos obras eran suficientemente ambiguas para alimentar más de 2.000 años de especulación y pseudociencia.

Isla Buss


Isla Buss es el nombre dado a una isla fantasma supuesta en el Atlántico Norte. Durante la tercera expedición de Martin Frobisher en septiembre de 1578 los marineros que iban a bordo del navío Emmanuel cuyo capitán era Richard Newton dijeron haber avistado una isla entre Islandia y la también «fantasma» Frislandia. El nuevo descubrimiento comenzó a aparecer en los mapas con el nombre de Buss (un tipo de barco pequeño, como era el Emmanuel). Otros marineros dijeron luego haberla visto e incluso haberla pisado.

Fuente: ABC.es

Siete curiosos mapas que cambiarán la forma de ver el mundo

La proyección de Mercator condiciona nuestra imagen de la Tierra desde hace más de 400 años
Si nunca has escuchado hablar de la proyección de Mercator, tal vez creas que la Tierra es tal como aparece en los mapas. Sin embargo, la representación con la que estamos más familiarizados es en realidad una propuesta realizada por Gerardus Mercator allá por 1569. El cartógrafo de Flandes ideó una manera de elaborar planos que facilitaba la navegación entre países y continentes, pero lo hizo a costa de distorsionar el tamaño de algunos de ellos en función de la distancia que les separa del ecuador.

En el blog Bored Panda encontramos una serie de mapas, creados con las herramientas de la web thetruesize.com, que permiten obtener una perspectiva más precisa del verdadero tamaño de los países que forman nuestro planeta. Hay que tener en cuenta las dificultades que entraña representar sobre papel un mundo esférico, pero alguno de estos planos te dejará con la boca abierta. Por ejemplo, el que puedes ver sobre estas líneas: así de grande nos parecería Brasil si estuviese situado en Asia.
Algo parecido ocurriría con nuestra percepción de Australia si la isla oceánica ocupase un lugar en Norteamérica. Pensaríamos que es todavía más inmensa de lo que podemos ver en los mapas convencionales, los que manejamos desde que empezamos a estudiar geografía en la escuela.
Por supuesto, también se da el fenómeno inverso. Si Estados Unidos estuviese exactamente en la misma ubicación que Australia, no tendríamos tan claro que se trata de un país gigantesco.
Fíjate en lo que sucede con la descomunal Rusia si la movemos hacia el ecuador. La proyección de Mercator provocaría que, aun siendo grande, la considerásemos bastante más reducida.
¿Crees que la isla de Groenlandia es una superficie prácticamente inabarcable? Colocada en cierto punto de Estados Unidos o atravesada por la línea del ecuador ya no parece para tanto.
Más islas. Si Indonesia dejase de ser un país insular y figurase en los mapas en la posición de Rusia, podría atravesar el país casi al completo. Realmente cuesta asimilarlo.
Prueba a preguntar a tus amigos, conocidos y familiares qué es mayor, si Brasil o la Antártida. Es muy probable que muchos se decanten por la segunda opción sin pensarlo ni un segundo, convencidos de que la diferencia es sustancial. Puedes enseñarles este mapa para que comprueben por sí mismos que en realidad no es así.

Fuente: ABC.es

El día que más de 500 pueblos de España cambiaron de nombre


«A fin de que desaparezca la extraordinaria y lamentable confusión originada por el hecho de existir, entre los 9.266 Ayuntamientos que constituyen la Nación, más de 1.020 con idénticos nombres», la Real Sociedad Geográfica propuso una reforma de la Nomenclatura geográfica que se plasmó en el Real Decreto de 27 de junio de 1916 refrendado por el conde de Romanones y dado en palacio por Alfonso XIII. El 2 de julio se promulgaba en la Gaceta de Madrid esta disposición que ordenaba el cambio de nombre de 573 ayuntamientos españoles en su preámbulo, aunque la suma de los que refería a continuación era de 566.
Roquetas pasó a ser «del Mar», Moncada sumó «y Reixach», Buitrago el apellido «de Lozoya» o San Fernando el de «de Henares» hace ahora un siglo. «Supuso un hito en el proceso de normalización toponímica en España, puesto que por vez primera el Estado intervenía a la vez sobre la denominación de tan elevado número de ayuntamientos, para evitar confusiones y duplicaciones, reconociendo así la importancia del nombre de lugar como referente geográfico, político y administrativo del mismo», apuntaba Fernando Arroyo Ilera, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, en la IV Jornada de la Comisión Especializada de Nombres Geográficos celebrada en Valladolid en abril de 2015.

La reforma, según resaltaba el Conde de Romanones en la exposición del Real Decreto, había procurado limitar en lo posible las modificaciones, procurando que afectaran al menor número de localidades. Dejaba intacto el nombre a las poblaciones que entonces contaban con mayor categoría administrativa al ser capitales de provincia, cabezas de partido judicial o tenían mayor número de habitantes y variaba el topónimo de las entidades de población con menor número de vecinos, intentando que el calificativo que se le asignaba no fuera arbitrario «sino el que la tradición, el uso o los afectos de cada localidad vienen consagrando y teniendo también presentes los antecedentes históricos».


Villanueva del Conde (Miranda de Ebro), por ejemplo, pasó a llamarse Villanueva de Teba para evitar confusiones con un municipio de Salamanca y adoptó el nombre del Conde de Teba, que según explica el Ayuntamiento en su web, tenía mucha presencia en la comarca.

Carácter de perpetuidad
En la reforma se observó «con especial predilección», sin embargo, que el nombre se refiriera a ríos, montañas, territorios o cualquier particularidad geográfica cercana al Ayuntamiento «habida cuenta del carácter de perpetuidad del accidente que califique y distinga al pueblo de que se trate, a fin de que lleve consigo la casi inmutabilidad de su nueva designación».
Arroyo Ilera explica a ABC que el geógrafo, historiador y escritor «Manuel de Foronda, el auténtico promotor de la reforma, llevaba estudiando el tema desde hacía 10 años». Él mismo contó en el diario La Época del 4 de julio de 1916 cómo «estudiando las etapas recorridas por Carlos V en sus viajes por España, se encontró con un sinnúmero de localidades y poblaciones que llevaban los mismos nombres, y éstos, sin calificativo o añadido alguno que entre sí los diferenciara». El experto, que recibió el título de marqués de Foronda entre otros méritos por esta normalización toponímica, destacaba cómo existían, por ejemplo, seis Villaverde esparcidos por España y otro Toledo en Huesca (El antiguo municipio del valle de La Fueva pasó a denominarse Toledo de Lanata).

«Es un trabajo muy interesante porque pone de manifiesto qué configura un topónimo», considera el catedrático de la UAM.

Aquel fue un «escrupuloso proceso» para concretar el «apellido» de cada nombre, que se realizó «con mucho cuidado», preguntando a cada localidad. Arroyo relata cómo a Santa Cruz de la Serós, en Jaca, se le iba a llamar Santa Cruz del Aragón, pero fueron sus vecinos quienes quisieron hacer un guiño en el nombre al monasterio de las Sorores («hermanas») o de las Serós.
Para Villamanrique, en Sanlúcar la Mayor, Foronda propuso Villamanrique de Zúñiga, como le llamaba Madoz y el Censo de 1857, pero en 1859 el duque de Montepensier compró una gran finca en el término y se prefirió Villamanrique de la Condesa, en honor a la hija de los duques, doña María Isabel de Orleans, condesa de París.

Otro caso significativo fue el de Salinas de Leniz, (hoy Leintz-Gatzaga) en Guipúzcoa. Se pensó en Salinas de la Cuesta, por el desnivel en que está situado, pero finalmente se prefirió recobrar el primitivo término histórico de Léniz que había caído en desuso.

Desde el punto de vista político, la reforma emprendida en la Restauración «fue un ejemplo de oficialización toponímica» al ser promulgada por un Estado liberal unitario, elaborada por instituciones académicas y con escasa participación de los agentes afectados, recoge la Comisión Especializada de Nombres Geográficos (CENG) sobre la conferencia de Arroyo. «Hay que pensar que en aquella época muchos secretarios de Ayuntamiento apenas sabían leer y seguramente el cuestionario que se envió desde Madrid acabó en un cajón», añade el experto. Muchos se enterarían del cambio de nombre en aquel julio de 1916.

Un proceso aún abierto
Pronto se vio la acertada cautela con que se redactó el Real Decreto, al añadir ese «casi» a la deseada inmutabilidad del nombre. Pese a la elevada aceptación de la propuesta (+/- 70%), muchos pueblos reclamaron, obligando a diversas rectificaciones. En diciembre de aquel mismo año de 1916, ABC publicaba las primeras modificaciones que afectaban a Monforte (Alicante), designado como Monforte de la Rambla en el real decreto y finalmente llamado Monforte del Cid; Póveda, que en lugar de Povédola acabó denominándose La Póveda de Soria; o Belmonte (Zaragoza), que cambió el apelativo «de Perejil» por el «de Calatayud».

A esas rectificaciones siguieron en 1917 la de Valverde y Collados, en Teruel, por la definitiva de Collado y Valverde, y la de Cala de la Ametla (Tarragona) por L'Atmella de Mar.

Aún hoy, algunos de los pueblos que se vieron obligados a cambiar de nombre discrepan. Muro, en Alicante, tuvo que añadir «de Alcoy» por este decreto de hace cien años para distinguirse del municipio mallorquín. El cambio se basó en el accidente geográfico más cercano al municipio, el río Serpis también llamado Alcoy, pero aún hoy estudia cambiar de nombre. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana le negó en 2010 quedarse en Muro y ahora baraja otros como Muro de Mariola.

Por el contrario, Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, logró mantener su denominación, haciendo caso omiso a la orden de llamarse Infantes, a secas, para distinguirse de la localidad vallisoletana del mismo nombre.

Estos y otros casos se analizarán en febrero en el congreso que proyecta la Real Sociedad Geográfica con la CENG para celebrar el centenario de «la reforma más importante hasta la normalización lingüística», según Fernando Arroyo.

Fuente: ABC.es

lunes, 29 de octubre de 2018

España será el país más longevo del mundo en 2040

Las principales causas de muerte prematura en las próximas décadas estarán ligadas a enfermedades no transmisibles

La lucha contra la contaminación y los malos hábitos de vida será clave en la evolución de la salud mundial

La mala vida, la desigualdad y la baja vacunación, amenazas para la salud europea

España ya es el cuarto país más longevo del mundo, con una esperanza de vida de 83 años. Y de mantenerse la tendencia actual va camino de superar a Japón, Suiza y Singapur hasta ocupar el primer puesto en 2040, gracias a un aumento de 2,8 años. Así lo afirma un estudio elaborado por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de Washington y publicado este miércoles en la revista 'The Lancet', en el que se analizan los diferentes escenarios que puede seguir la salud global en las próximas décadas.De acuerdo con los autores los seis factores clave que marcarán la trayectoria de la mortalidad prematura en el mundo son la hipertensión, el índice de masa corporal, la hiperglucemia, el consumo de tabaco y alcohol y la contaminación atmosférica. "Este abanico de mejores y peores escenarios permite a los responsables examinar posibles cambios para mejorar los sistemas de salud a nivel local, nacional y mundial", explica Christopher Murray, Director de IHME. "Además ofrece un marco para la planificación, especialmente en lo que respecta a ese lapso entre la inversión inicial y los resultados, así como en la investigación".
En base a estos parámetros la esperanza de vida en España podría aumentar hasta 4,5 años, en caso de mejorar en los indicadores clave. Sin embargo, los autores señalan que de producirse un deterioro o retroceso en las condiciones de salud del país el aumento podría quedarse en menos de un año adicional (0,8). Actualmente las diez principales causas de muerte prematura en España son la cardiopatía isquémica, el Alzheimer, el cáncer de pulmón, los accidentes cerebrovascular, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el cáncer de colon y recto, el cáncer de mama, los suicidios, otras enfermedades cardiovasculares y las infecciones respiratorias. Entre ellas se espera que en 2040 desaparezca de la lista el cáncer de mama y aparezcan con más frecuencia las enfermedades renales crónicas.En cuanto a las causas que marcan la evolución de la esperanza de vida, los especialistas recuerdan que no existe una respuesta única para explicar las diferencias, especialmente entre países con similares niveles socieconómicos. Se sabe que factores como la genética, la eficiencia de los sistemas sanitarios, la igualdad y los hábitos de vida juegan un papel importante. "En realidad la esperanza de vida depende muchas cuestiones, fundamentalmente de la evolución de la población y de las causas de mortalidad, influidas a su vez por los factores de riesgo", señala el doctor Rafael Lozano, director de Sistemas de Salud y Análisis Estratégico del IHME.Enfermedades no transmisiblesA nivel global se espera una evolución en las causas de mortalidad prematura; se reducirán las enfermedades transmisibles y aumentarán las no transmisibles, incluyendo una mayor incidencia de dolencias pulmonares y renales, además de problemas ligados a la obesidad y el sobrepeso. Los autores llaman la atención sobre estas amenazas, ligadas en gran parte a los hábitos de vida. "El objetivo del estudio es que se pueda establecer un diálogo político sobre estas cuestiones", reclama Lozano.El artículo también apunta a los retos que aún presenta la mortalidad por el VIH, que podría lastrar o invertir el aumento de la esperanza de vida en varias naciones del África subsahariana. Además, en muchos países de bajos ingresos es probable que las enfermedades transmisibles maternas, neonatales y nutricionales sigan siendo una de las principales causas de muerte prematura, creando así una "doble carga" en estas regiones."Las desigualdades van a seguir siendo grandes", reconoce Murray, "aunque la brecha entre los diferentes escenarios se va a reducir. En un número considerable de países, muchas personas continuarán ganando ingresos bajos, continuarán teniendo una educación deficiente y morirán prematuramente", advierte", "pero estas naciones podrían progresar más rápidamente si se ayuda a la gente a afrontar los principales riesgos, especialmente el tabaquismo y una dieta deficiente".Declive de Estados UnidosJapón, clasificado en primer lugar del ranking (promedio de vida 83,7 años), descenderá al segundo lugar en 2040, a pesar de mejorar su esperanza de vida hasta los 85,7 años. Portugal, Italia, Israel, Francia, Luxemburgo y Australia completan las diez primeras plazas entre los países con mayor esperanza de vida de promedio en el futuro. Con la tendencia actual China, que ocupa el puesto 68º del ranking mundial, podría subir hasta el 39º en sólo dos décadas, con un aumento de 5,6 años de media hasta alcanzar los 81,9. En contraste, Estados Unidos que hoy se ubica en el puesto 43 con un promedio de vida de 78,7 años se prevé que descienda hasta el puesto 64º, con un aumento de la esperanza de vida de sólo 1,1 años.Para llegar a estas conclusiones se ha elaborado un rango de pronósticos y simulaciones relacionados con la evolución de la población y la mortalidad por 250 causas a partir de datos recogidos en 2016 por el programa Carga Mundial de Morbilidad (GBD). En los mejores escenarios 158 países verán aumentos en la esperanza de vida de, al menos, cinco años, y en 46 estarán por encima de 10, mientras que en las simulaciones más pesimistas la esperanza de vida disminuirá en casi la mitad de todos los países a lo largo de la próxima generación. "Los peores escenarios tendrían que ver con un posible abandono de las políticas relacionadas con los factores de riesgos, como las que han hecho bajar el consumo de alcohol o tabaco", explica Lozano.

Fuente: ElMundo.es

domingo, 28 de octubre de 2018

"Un planeta dentro de otro planeta": el estudio que confirma que el núcleo interno de la Tierra es "sólido y blando"

Regresa a tus épocas de colegio y trata de recordar lo que te enseñaron sobre las capas que conforman el planeta Tierra.
Si no recuerdas nada no te preocupes, pues un nuevo hallazgo sugiere que debemos replantear lo que hasta ahora sabíamos del núcleo interno del planeta.

Un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Australia afirma que obtuvieron las pruebas para confirmar que el centro de la Tierra es sólido, algo que hasta ahora era solo una sospecha.

¿Qué hay en el centro de la Tierra?
Descubrieron, además, que es sólido y más blando de lo que se pensaba.

"Esto significa que se puede deformar más fácilmente y tiene varias implicaciones para entender sus composición mineral y el interior profundo de la Tierra", le dice a BBC Mundo el ingeniero físico Hrvoje Tkalčić, coautor de la investigación.
Entre las implicaciones que menciona Tkalčić están la comprensión de fenómenos como la rotación del núcleo central respecto al manto de la Tierra, los cambios en la duración de los días y el campo geomagnético que influye directamente sobre la vida en la superficie de la Tierra.

El misterioso río de hierro líquido que se esconde en el centro de la Tierra y que acaba de ser descubierto
"El núcleo central de la Tierra es una profunda cápsula del tiempo, desde la cual podemos entender el pasado, el presente y el futuro del planeta", dice Tkalčić.

¿Cómo lo lograron?
Tkalčić describe el núcleo central como "un planeta dentro de un planeta".

"Es una esfera caliente con una masa de cien quintillones (1 seguido de 30 ceros) de toneladas de hierro y níquel que yace a 5.150 kilómetros debajo de nuestros pies, a la espera de ser descubierta".
Por ahora llegar a esas profundidades resulta imposible, así que la manera de aprender del núcleo interno es a través de las ondas sísmicas.


¿Cómo sabemos qué hay en el centro de la Tierra?
La clave estuvo en analizar las llamadas "ondas J", un tipo de onda que solo puede viajar a través de objetos sólidos.

Hasta ahora, la rigidez del núcleo central no estaba bien determinada porque no había una observación directa de las ondas que lo atraviesan.

"Con este estudio lo logramos", explica Tkalčić. "Detectamos la presencias de ondas J, medimos su velocidad en el núcleo central y con base en ello, obtuvimos una medida de su rigidez".

Cómo sería el mundo si la Tierra fuera realmente plana, según la ciencia
De acuerdo con la revista Science, donde fue publicado el estudio, este hallazgo "concluye 80 años de búsqueda de la prueba de la solidez del núcleo central".

Las ondas J del interior de la Tierra son tan pequeñas y débiles que siempre ha sido el "Santo Grial" que los sismólogos han querido hallar.

En este caso, en vez de buscar la llegada directa de ondas J, Tkalčić y su colega Thanh-Son Phạm se enfocaron en hallar las similitudes entre varios de sismogramas ubicados en distintas partes del mundo.

El misterioso tercer elemento del núcleo de la Tierra que los científicos creen haber identificado
Esto les permitió construir una "huella digital" de las ondas sísmicas de la Tierra, a partir de la cual pudieron detectar las ondas J y medir su velocidad con una certeza sin precedentes.

¿Qué sigue?
El hallazgo, aunque resulta prometedor, hace que surjan nuevas preguntas.

"Aún nos queda saber cuál es la causa física de que el núcleo central sea menos rígido de lo que esperábamos", dice Tkalčić.

Qué es el "agujero magnético" que abarca gran parte de Sudamérica y donde el escudo de la Tierra se está debilitando de forma "alarmante"
"Aún estamos en una etapa de descubrimiento sobre su composición química, qué otros elementos además del hierro y el níquel la componen, de qué tamaño son los granos, qué tan rápido se solidifican, qué tan viejos son…".

En todo caso Tkalčić es optimista.


"La comprensión de otros planetas se basa en la comprensión de nuestro propio planeta, y un día, cuando la humanidad se embarque en ese viaje espacial en busca de nuevos mundos, ese viaje será posible gracias a este conocimiento".

Fuente: BBC.com

sábado, 26 de mayo de 2018

¿Sabía que Colombia limita con más países de los que le enseñaron?

Siempre nos dijeron que Colombia limita con Panamá, Perú, Venezuela, Ecuador y Brasil. Sin embargo, a este listado le hacen faltan seis países. La razón es que el mar ha sido ignorado en el mapa de Colombia.

Al ver un mapa tradicional de Colombia es fácil identificar los cinco países con los que limita en sus fronteras terrestres. Al lado izquierdo se lee océano Pacífico y en la parte superior mar Caribe, Océano Atlántico. El problema es que rara vez se encuentra una cartografía en la que se señalan los verdaderos límites del país, esos que indican hasta dónde llegan sus mares.

Este olvido es solo una muestra del poco contacto y conocimiento que tenemos del agua. Con costas en el mar Caribe y el Océano Pacífico, Colombia posee 3.189 kilómetros de litorales, que cubren 12 departamentos y 49 municipios, 4 archipiélagos, al menos 100 islas, 17 cayos, 42 bahías, 5 golfos y profundidades marinas de hasta 4.860 metros, según datos de la Dirección General Marítima (Dimar). Además, de acuerdo con el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) cuenta con 2.860 kilómetros cuadrados (Km2) de áreas coralinas y en general 928.660 km2 de mar, según la Comisión Colombiana del Océano (CCO).
Por ejemplo, debido a su tamaño, muchos de los mapas con los que se estudia  incluyen solo las islas más representativas o de mayor tamaño, aunque eso es entendible debido a que algunas son tan pequeñas que resulta casi imposible graficarlas a escala, pocos conocen que  al contar con por lo menos 24 islas en el Pacífico y 80 en el Caribe, Colombia además de ser popularmente conocido por tener acceso a dos océanos, es un Estado con un importante componente insular. Como si esto fuera poco, y es otro dato del que muchas veces no somos conscientes, considerando al mar, el departamento más grande del país es en realidad San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

Debido a sus fronteras marinas, además de los cinco países ya mencionados, Colombia limita con Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití y República Dominicana.

Las cifras también hablan por sí solas. El 16,4% del área de Colombia corresponde al Océano Pacífico, 28,46% al mar Caribe y 55,14% a su extensión en tierra. Es decir, el 44,86% de Colombia es mar. Esa es una de las razones por las que la CCO intenta difundir cada vez más el mapa de Colombia donde los mares adquieren el reconocimiento que se les había arrebatado. (Si quiere descargar el mapa en alta definición lo puede hacer aquí)
¿Qué debe saber sobre el mapa?

Colombia cuenta con 10 tratados limítrofes marítimos vigentes.
Dos áreas marítimas se encuentran pendientes por delimitación: al noreste con Venezuela y al Occidente con terceros países.
El país cuenta con tres zonas especiales: Zona de Investigación científica y explotación común con República Dominicana, área de Régimen Común con Jamaica y zona especial con Ecuador.
Según la CCO, es necesario graficar siempre las islas ubicadas en el Mar Caribe Occidental: Isla Cayos de Albuquerque, Isla Cayo de Este Sudeste, Isla Cayo Roncador, Isla Cayo Serrana, Isla Cayo Quitasueño, Isla Cayo de Serranilla e Isla Cayo de Bajo Nuevo.
La CCO ha evidenciado en muchos mapas que las islas Malpelo, Gorgona y Gorgonilla no son ubicadas en el Océano Pacífico Colombiano, a pesar de su gran riqueza ambiental, económica y cultural, como ha sido reconocida por la comunidad científica nacional e internacional.

Fuente: Semana.com

miércoles, 2 de mayo de 2018

Jornadas de Capacitación SIG/IDE en San Juan


Con el objetivo de brindar los conocimientos teóricos básicos sobre la obtención, gestión y análisis de la información geoespacial, fundamentales para la implementación de un Sistema de Información Geográfica y transferir los fundamentos esenciales para la implementación de una Infraestructura de Datos Espaciales.

Se realizarán los días 10 y 11 de mayo de 2018, las Jornadas de Capacitación en Sistemas de Información Geográfica (SIG) e Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) en la ciudad de San Juan, provincia de San Juan.

La capacitación, organizada por IDERA (Infraestructura de Datos Espaciales de la República Argentina), el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos y el Ministerio de Hacienda y Finanzas del Gobierno de San Juan, la Facultad de Ingeniería (FI) y la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de San Juan, estará a cargo de profesionales del Instituto Geográfico Nacional (IGN), de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), del Ministerio de Agroindustria y de la IDEChaco.

Los especialistas dictarán los contenidos teóricos básicos relacionados con la implementación de una IDE y el acceso a datos geoespaciales generados por organismos públicos, provinciales y nacionales, y empresas privadas. Esta actividad impulsada por IDERA busca promover la creación de la Infraestructura de Datos Espaciales de la provincia.

Entre los temas tratados se incluyen el sistema de referencia nacional y los estándares internacionales aplicados a la gestión de información geográfica.

Lugar y Horario: Auditorio Eloy Camus del Centro Cívico en Av. España y Av. José Ignacio de la Roza de 8.30 a 16.30 hs.

Destinatarios: empleados de la administración pública provincial, municipal, investigadores, docentes universitarios y terciarios, productores y usuarios de información geográfica.

La participación es LIBRE Y GRATUITA, pronto se habilitarán las inscripciones.

Certificados: Se entregarán certificados de asistencia, los cuales se enviarán a la dirección de correo electrónico de cada asistente.

Enlace a la pagina oficial, donde podrán inscribirse: 
http://www.ign.gob.ar/content/jornadas-de-capacitaci%C3%B3n-sigide-en-san-juan

Fuente: Geografia RDD

martes, 1 de mayo de 2018

Miles de islas serán inhabitables en 2050 por falta de agua

El aumento del nivel del mar contaminará los acuíferos de islotes y atolones del Pacífico y el Índico

En la noche del dos al tres de marzo una ola de seis metros llegó hasta las costas de Roi-Namur. La altura del agua no sería mucha si no fuera porque la elevación media de este trozo de tierra en mitad del Pacífico no supera los dos metros. Además de dañar la red de infraestructuras, el agua del mar elevó la salinidad del acuífero, comprometiendo su potabilidad. Un estudio sobre aquel evento pronostica ahora que el cambio climático multiplicará la frecuencia e intensidad de estas olas, haciendo inhabitables a miles de pequeñas islas y atolones del Pacífico y el Índico en 30 años.

El destino de muchas de estas islas ya estaba escrito: el deshielo y otros fenómenos asociados al calentamiento global están subiendo el nivel global del mar. Aunque hay cierto baile de centímetros, estimaciones moderadas hablan de una subida de las aguas de hasta dos metros a lo largo de este siglo. Teniendo en cuenta que en muchas islas del Pacífico y del índico lo más alto que hay es una palmera (construcciones humanas aparte), paraísos como Maldivas, Kiribati o Tuvalu acabarán sumergidos por las aguas. Los científicos discrepan en el cuándo, que si comienzos del siglo XXII, que si a mediados... pero no en que pasará.
Sin embargo, un grupo de investigadores de EE UU, Países Bajos e India están convencidos de que mucho antes de que el agua del mar las borre del mapa, la mayoría de estas islas ya no albergarán vida, al menos la humana, ya que se quedarán sin agua potable. Para llegar a esta conclusión, resultado principal de un estudio publicado en Science Advances, los autores de esta investigación modelaron la respuesta a la incursión del agua salada de la ola de 2014 en el acuífero de Roi-Namur, una de las 1.100 islas repartidas por 29 atolones que tiene el estado de islas Marshall.

Comprobaron que el aumento del nivel del mar amplifica el impacto de las grandes olas. La principal protección de estas islas, la mayoría formadas por acreción de material orgánico, son los arrecifes coralinos que, desde metros antes de la línea de costa, forman una llanura (berma) que suaviza la llegada de las olas. Pero, sobre un mar más elevado, la cresta de la ola de 2014 superó la berma inundando la parte norte de la isla. Los investigadores estiman que, con un aumento del nivel del mar de un metro, Roi-Namur sufrirá al menos una de estas olas al año antes de mediados de siglo.
"Las avenidas de agua del mar suelen provocar la incursión de agua salada en el subsuelo, contaminando el acuífero de agua dulce", explica el hidrólogo del Servicio Geológico de EE UU (USGS por sus siglas en inglés) y coautor del estudio, Stephen Gingerich. En condiciones normales, las lluvias posteriores se infiltran en el terreno y, en unos meses, acaban expulsando el agua salada por la diferencia de densidad. Pero con la reducción del régimen de lluvias que predicen todos los modelos climáticos y el mayor impacto de las olas, el escenario cambia: "Las lluvias siguientes no bastarán para expulsar el agua salada y renovar el suministro de agua de la isla antes de la llegada de la tormenta del siguiente año repitiendo la incursión", añade.

Los autores del estudio creen que muchas otras islas compartirán el destino de Roi-Namur tarde o temprano. "Es uno de los atolones de mayor altitud en el mundo", recuerda el especialista en morfología costera del instituto de investigación Deltares (Países Bajos) y coautor del estudio, Ap van Dongeren. "La mayoría de los otros atolones son más bajos, por lo que son más susceptibles a las inundaciones", añade. En la lista están atolones, islas e islotes de las Carolinas, las Islas Cook, Maldivas, Seychelles... e incluso algunas del archipiélago de Hawái, al norte.

"El punto de inflexión en el que la mayoría de los atolones dejarán de disponer de agua potable se superará a mediados del siglo XXI a más tardar", opina el geólogo del USGS y principal autor del estudio, Curt Storlazzi. Sin embargo, Storlazzi no cree que estas islas se "ahoguen" o "mueran" al llegar a este umbral. "Más bien sufrirán avenidas con tal frecuencia que la incursión de agua del mar afectará negativamente a las infraestructuras, el agua dulce, la agricultura y los hábitats haciendo complicado, si no imposible, la vida en las islas sin significativas y probablemente costosas medidas de mitigación", añade.

Es probable que Roi-Namur, que alberga un centro de investigación y ensayo de misiles balísticos de EE UU, se salve aunque sea llevando agua en aviones cisterna. El futuro habitado de las demás islas es más incierto.

Fuente: ElPais.com

lunes, 30 de abril de 2018

El 95% de la población mundial respira un aire 'peligroso' para la salud

En la ciudad de Ho Chi Minh, Vietnam, viven más de 8 millones de personas y la mayoría circula en moto. 
El 95% de la población mundial respira un aire 'peligroso' para la salud
MEDIO AMBIENTELa contaminación interior y exterior contribuye a 6,5 millones de muertes prematuras al año

Las emisiones de CO2 ligadas al carbón se disparan un 30%

Reducir el CO2 podría salvar a 153 millones de personas

El 95% de la población mundial respira un aire 'peligroso' y por encima de los límites recomendables de contaminación, según el informe State of Global Air del Health Effects Institute (HEI). Las ciudades, donde se congregan más de la mitad de los casi 7.500 millones de habitantes del planeta, son el caldo de cultivo del que está considerado ya como el cuarto factor mortal, después de la alta presión sanguínea, la mala dieta y el tabaco.La contaminación interior y exterior, causadas principalmente por la quema de combustibles fósiles, contribuye a 6,5 millones de muertes prematuras al año, con una incidencia especial en las grandes megalópolis de India y China o en las zonas rurales de Africa donde el carbón y la leña siguen siendo la principal fuente energética en los hogares."La brecha entre las zonas más contaminadas y menos contaminadas del planeta se está agrandando año tras año", ha advertido Bob OKeefe, vicepresidente del HEI, con sede en Boston, que ha combinados datos obtenidos por satélite con mediciones a nivel de tierra en más de 150 países.

Crece la brecha ecológica
"En los países desarrollados existe la conciencia y la determinación de limpiar el aire para velar por salud de los ciudadanos", ha recalcado OKeefe. "Pero en los países en desarrollo, el control de la contaminación va por detrás del impulso al crecimiento económico".El 'bache' de la contaminación, comparable al de la riqueza, es casi el doble de lo que era a finales de los años noventa. Aunque las medidas emprendidas en los últimos años por China e India, donde se registran una de cada cuatro muertes prematuras por la mala calidad del aire, son razones para un relativo 'optimismo', según el informe del Health Effects Institute."China se está moviendo agresivamente para cortar la dependencia del carbón e imponer mayores controles de la calidad del aire en las ciudades", ha apuntado Bob OKeefe. "India ha dado también un paso adelante para combatir la contaminación interior, impulsando la electrificación con energías limpias y el gas licuado del petróleo como alternativa al carbón doméstico".

Enemigo invisible
Se estima que 2.600 millones de habitantes están expuestos a niveles de contaminación interior en los hogares superiores al máximo recomendable. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto un especial énfasis en combatir este enemigo invisible que afecta a los países en desarrollo.Las emisiones del transporte, de la industria y de las centrales térmicas son por otra parte los principales responsables de la contaminación exterior. Mientras las ciudades occidentales han declarado la guerra al diésel y han levantado barreras al tráfico, en los países en desarrollo siguen circulando millones de vehículos de gasolina que superan todos los límites permitidos y sin ningún tipo de control.OKeefe ha destacado cómo en la última década ha ido aumentando sin embargo la presión sobre las autoridades locales, gracias a la campañas en redes sociales y a una mayor conciencia ciudadana sobre los efectos de la mala calidad del aire, que se ha convertido en el mayor riesgo ambiental para la salud humana y puede contribuir a la muerte por enfermedades respiratorias, por afecciones cardíacas y por infartos cerebrales.

Fuente: ElMundo.es

miércoles, 25 de abril de 2018

La vaca será el mamífero más grande sobre la Tierra dentro de 200 años

Un estudio sostiene que los grandes mamíferos terrestres han ido menguando por culpa del hombre a lo largo de los últimos 125.000 años

La caza, la destrucción de su hábitat, los conflictos con humanos y las guerras han propiciado su declive

Así se convirtió la ballena azul en el animal más grande del planeta

Hubo una época en la que todos los continentes habitados estaban poblados por grandes mamíferos terrestres: mamuts, rinocerontes lanudos, perezosos gigantes, felinos con dientes de sable... Poco a poco, estos animales fueron extinguiéndose y, en la actualidad, los pocos que quedan viven, en su mayoría, en África. Ese declive coincidió con la expansión del hombre. La dispersión de los homínidos fuera de África no sólo fue un acontecimiento clave para nuestra especie. Su salida de ese continente coincidió con una dramática reducción en el tamaño de los mamíferos, que fue, además global, es decir, se produjo en todos los continentes. Así lo asegura una investigación publicada en la revista Science que ha analizado la evolución en el tamaño de diversas especies de mamíferos terrestres -no se han incluido los marinos- desde hace 125.000 años, concluyendo que la acción del hombre ha sido la principal causa.
Y esa tendencia a mermar de tamaño, sostiene este estudio, continúa. Según sus predicciones, dentro de unos 200 años la vaca doméstica podría ser el mamífero terrestre de mayor tamaño que quede en la Tierra. "Sobrevivirán pocos animales de su tamaño. La mayor parte de los mamíferos serán mucho más pequeños", asegura Felisa Smith, investigadora de la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque (EEUU), y autora principal de este estudio. Si la vaca (Bos taurus) sobrevive, añade, será en gran medida porque ha sido domesticada. 

Megafauna acorralada
Qué causó la extinción de la megafauna y la progresiva pérdida de tamaño de los mamíferos terrestres sigue siendo objeto de debate en la comunidad científica. El papel que jugaron y juegan los humanos en su desaparición es el aspecto más controvertido. Según señala Jan van der Made, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), sin vinculación con este estudio, "la discusión se centra en si la extinción de grandes mamíferos se ha debido, sobre todo, a los cambios climáticos o a la acción del hombre".
Según la investigación de Science, no sólo los Homo sapiens, sino también otros homínidos, como los neandertales o los denisovanos, contribuyeron decisivamente a la pérdida de grandes mamíferos terrestres. "A lo largo de buena parte de esos 125.000 años, la extinción se ha debido probablemente a la explotación de los grandes mamíferos por parte de los humanos. Hoy en día, por supuesto, son otros los factores que han propiciado que estén en riesgo, como la alteración de su hábitat, los conflictos con humanos e incluso las guerras", enumera Smith a través de un correo electrónico.

Adaptación a los cambios climáticos
Según relata la investigadora, un aspecto importante que examinaron en este trabajo es cómo los mamíferos han respondido a los cambios en el clima a lo largo de los últimos 65 millones de años: "Investigamos la influencia potencial del tamaño del cuerpo y la dieta, concluyendo que ninguno de esos factores estaban relacionados con la extinción durante el Cenozoico. Es decir, ser grande o pequeño no suponía tener un mayor riesgo para extinguirse en épocas de más frío o más calor", señala la autora, que asegura que sólo vieron una relación entre la extinción y el tamaño del cuerpo cuando los homínidos entraban en escena. A Jan van der Made no le sorprende que la vaca pueda llegar convertirse en el mamífero más grande dentro de un par de siglos: "Es muy duro, pero es posible que tengan razón. El elefante africano y los rinocerontes están muy amenazados. El elefante indio y los hipopótamos no están tan mal pero podrían extinguirse, al igual que los búfalos, los camellos, las jirafas y los osos, que son los otros grandes mamíferos terrestres que viven en la actualidad", explica en conversación telefónica. "Si una especie tiene interés económico, como la vaca, tiene más posibilidad de sobrevivir", añade este investigador especializado en grandes mamíferos.
Según recuerda Van der Made, en Europa tenemos especies como el ciervo, el gamo, el toro salvaje o el lobo que han ido haciéndose más pequeñas durante los últimos 20.000 años: "En el Pleistoceno tardío, el periodo de estudio, eran mucho más grandes". Asimismo, cita algunos ejemplos de animales que se adaptaron bien a los cambios en el clima. El elefante Palaeoloxodon antiquus vivía en ambientes cálidos, es decir en el centro de Europa, durante los periodos interglaciales, mientras que durante los glaciales se refugiaba en el territorio que hoy es España; o Mammuthus primigenius, el famoso mamut lanudo adaptado al frío que, durante los glaciales vivía en centroeuropa y hasta en España, y durante los interglaciales se refugiaba en el norte de Siberia.En la actualidad, el mamífero más grande es la ballena azul (que puede alcanzar los 27 metros) pero en este trabajo no se ha estudiado la evolución de los mamíferos marinos, sólo los terrestres con la excepción de los murciélagos, según aclara Smith. Tampoco han estudiado las extinciones en las islas, que es un aspecto que Van der Made echa en falta pues "es precisamente en las islas donde las extinciones de mamíferos han sido mucho más fuertes, como se ha comprobado en lugares como Creta, Sicilia o las Baleares".
Asimismo, el científico neerlandés destaca que "normalmente se dan más casos de extinciones en las altitudes altas que en el ecuador, y también en ambientes de bosque hay menos desaparición de especies que en la estepa y la tundra".

"Para mí, lo más llamativo es cómo un planeta es capaz de sobrevivir durante millones de años a cambios en el clima y a catástrofes naturales; y cuando el ser humano se dispersa y empieza a ser abundante, las grandes especies animales se ven afectadas", apunta por su parte Manuel Salesa, investigador del departamento de Paleobiología del MNCN. "En lugar de asumir su rol de especie inteligente para proteger la biodiversidad, la está destruyendo", reflexiona en conversación telefónica. Y es que, aunque nuestros antepasados cazaban para comer y no tenían conciencia sobre el daño que hacían al capturar especies que se reproducían muy lentamente, ahora las especies se están viendo afectadas sobre todo por la destrucción del hábitat. No obstante, Jan van der Made opina que los datos aportados en este estudio no son suficientes para respaldar la conclusión de que los neandertales y los denisovanos ya provocaban extinciones: "Para demostrarlo, habría que ver lo que pasa cuándo aparecen los neandertales, y hace unos 240.000 años ya los había claramente. Debería aumentar el nivel de extinciones en este momento", argumenta. Por otro lado, se muestra cauto sobre las conclusiones porque aunque "los registros que hay en Europa son buenos, en Asia no hay muchos datos y no sabemos bien la edad de algunos yacimientos".

Fuente: ElMundo.es

miércoles, 18 de abril de 2018

El sistema circulatorio del planeta se debilita

Este mapa de temperaturas muestra el recorrido de la corriente del Golfo frente a la costa de EE UU. NOAA
Las corrientes marinas del Atlántico que afectan al clima mundial se han frenado en el último siglo.

El principal sistema de corrientes oceánicas se está frenando. Dos grupos diferentes de investigadores, usando métodos distintos, han comprobado que el mecanismo que transporta las cálidas aguas del Caribe hacia el norte y las frías polares al sur lleva décadas fallando. Aunque no coinciden en cuándo empezaron los problemas ni en la causa última de los fallos, sí lo hacen en sus posibles consecuencias y no son buenas. Estas masas de agua son el verdadero sistema circulatorio del planeta, repartiendo calor, nutrientes y gases.


Ni las mareas ni el viento son los principales animadores del mar. El influjo de las primeras no va más allá de la línea de costa y, por muy huracanado que sea el segundo, su soplo no se siente por debajo de los primeros 100 metros de profundidad. Lo que de verdad mueve el agua de mares y océanos en forma de corrientes es algo tan básico como que lo que pesa más se hunde y lo que pesa menos tiende a quedarse arriba, los gradientes de densidad.

En el océano Atlántico, la corriente del Golfo es una inmensa masa de aguas cálidas, es decir, menos densas y pesadas, que viajan hasta el norte desde el Caribe, perdiendo calor en el trasiego, lo que atempera el clima de Europa Occidental. Mientras, en sentido inverso, las aguas frías de mares como el de Labrador, el de Barents o el de Groenlandia aún se hacen más densas y pesadas con el aporte de la sal expulsada por el avance del hielo ártico. Se hunden formando la llamada masa de agua profunda del Atlántico Norte, que se desplaza hacia el sur. Aunque el sistema es más complejo, estos elementos son las arterias principales de la circulación meridional de retorno del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés). Este es el motor que está fallando.
"La AMOC se ha debilitado en los últimos 150 años hasta niveles nunca registrados en más de un milenio", dice el climatólogo y colíder del grupo de predicción climática del Barcelona Supercomputing Center, Pablo Ortega, coautor de uno de los estudios. El flujo se habría reducido, según estiman, entre un 15% y un 20%. En términos absolutos, el caudal habría disminuido en unos tres millones de metros cúbicos por segundo. Para hacerse una idea, todos los ríos del mundo descargan unos 1,2 millones de metros cúbicos por segundo. "La disminución fue muy rápida y sigue bajando, aunque a un menor ritmo", añade Ortega, que participó en esta investigación cuando investigaba la AMOC en el departamento de meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido).

Los flujos de las corrientes oceánicas no empezaron a ser medidos de forma sistemática hasta este siglo, así que, para determinar su caudal en el pasado hay que recurrir a mediciones indirectas. En esta investigación, publicada en la revista Nature, los científicos analizaron el tamaño del grano de los sedimentos del lecho marino: cuanto más grande, más fuertes debieron ser las corrientes en ese momento para arrastrar los más finos. Otros datos indirectos fueron los registros de temperaturas del agua.
"Nuestro estudio ofrece el primer análisis exhaustivo del registro de sedimentos oceánicos, demostrando que este debilitamiento de la AMOC se inició poco después del fin de la Pequeña Edad de Hielo", dice en una nota la investigadora de la Institución Oceanográfica Woods Hole (EE UU) y coautora del trabajo, Delia Oppo. Esta mini glaciación se inició en el siglo XV y se mantuvo hasta el XIX. Lo que los investigadores creen que pasó entonces es que el calentamiento provocó el deshielo de grandes capas de la región ártica. Tanta agua dulce alteró el mecanismo de la AMOC haciendo de tapón: al diluir el agua del mar redujo su densidad, frenando su hundimiento, lo que debió de ralentizar la llegada de las aguas cálidas del sur.

El deshielo es también el posible mecanismo causal apuntado por otro grupo de científicos en su estudio propio sobre la evolución de la AMOC, publicado igualmente en Nature. Como el trabajo anterior, aquí han encontrado una reducción del flujo de este sistema de corrientes de un 15%. Para obtener sus resultados, usaron modelos climáticos y los registros disponibles de la temperatura de las aguas superficiales, de los que hay datos desde el siglo XIX, como indicador del trasiego del agua. Lo diferente es que este trabajo fija el inicio del debilitamiento en una fecha más reciente, en torno al 1950 y culpa al cambio climático, no al fin de la Pequeña Edad de Hielo, del trastorno del sistema.
"Con el calentamiento global, el aumento de las lluvias así como el deshielo del hielo del Ártico y la capa helada de Groenlandia diluyen las aguas del norte del Atlántico, reduciendo su salinidad. El agua menos salina es menos densa y, por tanto, menos pesada, lo que dificulta su hundimiento a las profundidades", explica el investigador del Instituto de Geociencias de la Universidad Complutense y el CSIC, Alexander Robinson, coautor de este segundo trabajo.

Culpabilidades al margen, las consecuencias de este frenazo pueden ser muchas y pocas buenas. La AMOC es parte central de la circulación global termohalina (del griego, calor y sal) que redistribuye el calor de las aguas del planeta. "Si nos situamos en el Atlántico Norte, y la AMOC se debilita, tendríamos, por un lado menos agua caliente que va hacia el norte, lo que supondría más frío en los países de Europa del norte", explica la investigadora del Instituto Francés para el Aprovechamiento del Mar (Ifremer), la española Patricia Zunino, no relacionada con estos dos estudios. Ese calor que no viaja hasta al norte se quedaría en la zona ecuatorial, aumentando aún más las temperaturas de esta zona, lo que podría elevar la frecuencia e intensidad de los huracanes.

Fuente: ElPais.com

viernes, 6 de abril de 2018

Una grieta kilométrica recuerda que África se está dividiendo en dos

La tierra se abrió hace unos días en el suroeste de Kenia (África). A lo largo de varios kilómetros, atravesando campos, agrietando carreteras y agujereando la reserva Masai Mara, la abertura ha alarmado a los lugareños y ha provocado cierto revuelo en algunos medios. Hay quienes dicen que el continente africano se está partiendo en dos. Es cierto, pero aún quedan unos cuantos millones de años para que eso ocurra.


La raja en la tierra es un recordatorio de que la Tierra es un planeta en movimiento. La superficie terrestre está agrietada como un viejo cuadro en varias placas tectónicas que, en su roce, desatan fenómenos como terremotos o erupciones volcánicas, levantan montañas y abren valles. Ese mismo movimiento hace que cada placa sea también inestable. En el caso de la región oriental de la placa africana, el encontronazo constante con las placas arábiga e india, que empujan desde el norte, está desgajando la porción este del continente africano. Su manifestación más visible es el Gran Valle del Rift, una amplia franja de terreno que va desde Mozambique, al sur, hasta el cuerno de África y más allá.
"Por debajo hay una falla en el terreno que está separando África en dos", dice el catedrático del departamento de geodinámica de la Universidad de Granada, Juan Ignacio Soto. Pero el tiempo de la separación es geológico, llevará millones de años. "Sabemos que pasará, pero no cuándo", añade. En cierta medida es el proceso inverso al que produce cordilleras como el Himalaya o los Andes. Mientras estas se elevan por el choque de dos placas que convergen, en este valle se están separando.

Estos procesos geológicos son lentos para la cronología humana. "A veces se separan unos milímetros y otras muchas la fractura se produce en el interior sin que la veamos", explica el catedrático. En otras, como esta vez, la raja es superficial y de metros de ancho. "Lo llamativo es la longitud de esta", añade. Aunque habría que confirmarlo, se apunta a que las lluvias habrían ensanchado la magnitud de la brecha.
No será la última vez que suceda. Bajo la tierra hay un proceso de división de la placa africana en dos nuevas, la nubia al oeste y la etíope al este. Es ese mismo proceso el que está detrás de algunas de las maravillas de esta parte de África. El Gran Valle del Rift está formado en realidad bajo varias fracturas de la corteza terrestre. Por encima se corresponden con el Rift Albertino el Rift de África Oriental.

El conjunto de valles sobre las fallas tiene una extensión de unos 5.000 kilómetros. A lo largo de las fracturas se encuentran los principales volcanes africanos. Los grandes lagos, desde el Victoria al Tanganica, pasando por el Turkana o el Natrón, se deben a la presencia de estas fallas. Y gracias a ellas también esta zona es la región con la mayor porción de biodiversidad que queda en el planeta. En algún momento, quizá dentro de 50 millones de años, habrá dos áfricas, pero aún no.


Fuente: ElPais.com