La de anteayer fue la segunda nevada que cayó, entre rayos y truenos, en la capital china en ocho días, y causó un gran caos en el tránsito.
Para los próximos tres días se espera que caigan entre cuatro y siete centímetros de nieve y que la temperatura baje más de 10 grados centígrados y llegue hasta los cinco bajo cero, informó el Centro Meteorológico de China.
Ante la rareza del fenómeno, una fuente de la oficina de modificación del clima en Pekín confirmó al China Daily que la nevada de anteayer y la que se registró el 31 de octubre fueron inducidas artificialmente con químicos, lo que ocasionó, además, un aumento de las precipitaciones en más de un 20%.
Sin embargo, otras fuentes habían dicho que la de anteayer era una nevada que se había producido de forma "natural". Al jugar con el tiempo, los científicos causaron que millones de toneladas de nieve cayeran sin previo aviso sobre Pekín, lo que ocasionó retrasos en vuelos, atascos en el tránsito, la cancelación de las clases en distintos colegios de la capital y otros inconvenientes en la vida cotidiana de los pekineses.
A pesar de los esfuerzos invertidos para despejar a Pekín de la abundante nieve, que incluyeron 15.000 trabajadores destinados a esta única tarea, muchas calles permanecieron bloqueadas y autopistas que vinculan importantes puntos de la capital seguían cerradas, informaron reportes locales.
Zhao Nan, un ingeniero de Pekín, dijo que más de seis toneladas de químicos fueron usados anteayer para disolver la nieve en las calles de la ciudad. En 2005, este producto fue el responsable de la muerte de 10.000 árboles en la capital china.
Por este motivo, algunos científicos son muy cautelosos respecto de la manipulación climática, ya que existe una cantidad de efectos indeseables a largo plazo que son impredecibles. "Nadie puede predecir cuánto puede cambiar el cielo la manipulación del clima", advirtió Xiao Gang, un profesor del Instituto de Física Atmosférica en la Academia China de Ciencias.
La oficina de modificación del clima de Pekín indujo la primera nevada de la temporada un mes antes de lo usual, luego de disparar 186 cápsulas de yoduro de plata en las nubes, según informó Weather China. Las cápsulas fueron disparadas a las 20 del 31 de octubre, y para las 11.25 del día siguiente la capital china estaba cubierta de nieve.
Meteorólogos chinos, citados por los medios estatales, dijeron que, de acuerdo con las estadísticas de los últimos 50 años, las primeras nevadas normalmente ocurren alrededor del 29 de noviembre.
Durante la nevada de principios de mes, 523 vuelos desde la capital fueron cancelados y más de 10.000 pasajeros se vieron afectados por la sorpresiva caída de nieve. "No comí nada durante nueve horas ni tomé agua por tres, ya que no había ni para eso", contó un ex vicepresidente de Google, víctima de los retrasos.
Jin, un joven que volaba de Pekín a Shanghai, dijo que los pasajeros del avión estaban alterados y que otros se quejaron de la falta de coordinación entre la oficina de modificación climática y las aerolíneas.
Cambiar el clima se volvió una práctica recurrente para los meteorólogos chinos. Durante la celebración del aniversario número 60 de la república popular, en octubre pasado, los meteorólogos pusieron manos a la obra para garantizar buen tiempo. Sus esfuerzos por impedir que lloviera involucraron satélites, 400 científicos, láseres y un escuadrón de aviones capaces de rociar nitrógeno líquido sobre las nubes para que brillara el sol en los festejos.
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