sábado, 28 de diciembre de 2013

El lugar más frío del planeta: -93ºC en el corazón de la Antártida.

El anterior récord fue de -89,2ºC 
Un equipo de científicos ha precisado el lugar más frío del planeta: -93 ºC grados bajo cero (136 ºF) registrados en la Antártida en agosto de 2010. El nuevo récord se ha establecido tras tras analizar las temperaturas de la superficie global registradas durante 32 años por los satélites.
Los autores de la investigación descubrieron que las latitudes más altas de la Meseta del este Antártico contenía bolsas de aire atrapado con una temperaturas que descendían hasta los -93 ºC el 10 de agosto de 2010. Los resultados del estudio se acaban de presentar en la reunión de la Unión Américana Geofísica que se ha celebrado en San Francisco (EEUU).
El anterior récord de temperaturas mínimas se había establecido en 1983, cuando se registraron -89,2 ºC (128,6 ºF) en el este antártico, comprobadas por investigadores de la Estación Rusa de Investigación Vostok, según explicó Ted Scambos, el director del Centro de Nieve Nacional e Información del Hielo en Boulder (Colorado, EEUU).
"Teníamos la sospecha de que esta elevación de la Antártida sería extremadamente fría con toda probabilidad, y más que Vostok, porque es una zona más alta", afirmó Scambos.
El estudio surgio de una investigación sobre las dunas de nieve en la Antártida. Los científicos detectaron la presencia de grietas en la nieve y se preguntaron si la capa más alta se estaba encogiendo. Esto les llevó a buscar datos de temperaturas.
Las temperaturas extremadamente bajas se deben al aire atrapado durante un tiempo. Si el cielo está claro durante unos días, el suelo irradia calor al espacio, creando una capa de aire ultra frío por encima de la nieve. "Al atrapar el aire durante periodos largos de tiempo, al mismo tiempo que se irradia más y más calor al espacio, se generan las temperaturas más bajas que hemos sido capaces de encontrar", explica Scambos.

Fuente: ElMundo.es

lunes, 2 de diciembre de 2013

¿Por qué no nos marea la rotación de la Tierra?

Cuando giramos sobre patines, bailamos dando vueltas o montamos en una noria, nos mareamos fácilmente. Sin embargo, estamos girando sin parar en la gigantesca noria que es la Tierra sin ningún problema. Y eso que nuestro planeta da una vuelta sobre sí mismo cada 24 horas, lo cual significa que nos movemos a 1.276 km/h. Pero no lo notamos. ¿Por qué?
El profesor Antonio Ruiz de Elvira, catedrático de Física de la Universidad de Alcalá, explica en CosmoCaixa Madrid que el mareo es un efecto secundario del mecanismo para mantener el equilibrio en tres dimensiones, los tres canales semicirculares perpendiculares entre sí de los oídos. Cuando giramos la cabeza lentamente, el cuerpo se da cuenta y tensa músculos distintos para mantenernos erguidos. Pero cuando la movemos muy rápido, el cerebro no sabe cómo actuar, y a veces nos caemos por descoordinación muscular.
Sin embargo, el movimiento, como dijeron Galileo y Einstein, sólo tiene significado si es relativo, si lo relacionamos con algo que no se mueve. En un avión, de noche y sin turbulencias, no sabemos que nos movemos. Esto mismo nos pasa con la Tierra: para nuestros oídos estamos parados, pues todo lo que nos rodea se mueve con nosotros.



Fuente: ElMundo.es