jueves, 23 de febrero de 2017

La esperanza de vida de las mujeres romperá la barrera de los 90 años

El récord lo alcanzarían las surcoreanas, seguidas por las españolas con 88 años y 83 de las estadounidenses.
Hace muy poco, en el arranque del nuevo milenio, muchos investigadores creían que la esperanza de vida nunca superaría los 90 años, recuerda Majid Ezzati, profesor de salud pública del Imperial College de Londres. Pero aquellos expertos se equivocaron. La esperanza de vida al nacer de las mujeres surcoreanas en 2030 alcanzará los 90,8 años, según las predicciones de un equipo científico liderado por el propio Ezzati. Será la primera vez que se rompa la barrera de los 90 años. Y las mujeres de Francia (88,6 años), Japón (88,4) y España (88,07) ocuparían el segundo, tercer y cuarto lugar en esta clasificación del tiempo medio de vida.

La esperanza de vida de las españolas subiría 3,24 años en dos décadas, frente a un ascenso de 4,81 años en los hombres

El estudio analiza 35 países industrializados en los que hay buenas series de datos. La esperanza de vida al nacer respecto a 2010 subirá en todos ellos. En mujeres, destaca el aumento de 6,6 años en Corea del Sur y de 4,4 años en Portugal. En México, ascendería 4,05 años. En España, 3,24. En Estados Unidos, tan solo 2,1, hasta los 83,32 años, una diferencia de más siete años con las mujeres surcoreanas.
Las estimaciones de Ezzati, basadas en modelos estadísticos utilizados con éxito para la predicción del tiempo, son una buena noticia y al mismo tiempo una señal de alarma. Los actuales sistemas de salud y de pensiones no están preparados para este envejecimiento imparable de la población, según los autores del trabajo, que se publica hoy en la revista médica The Lancet.
Los hombres surcoreanos también presentarán la mayor esperanza de vida al nacer en 2030, con 84,1 años, seguidos de los australianos (84), los suizos (84), los canadienses (83,9), los neerlandeses (83,7), los neozelandeses (83,59) y, en séptimo lugar, los españoles (83,47).




En varones, destaca la subida de 7,5 años en Hungría y de 7 en Corea del Sur, respecto a los datos de 2010. En España, ascendería 4,81 años. En México, 3. Y Estados Unidos destaca de nuevo por sus malos datos: un aumento de tan solo 2,99 años, hasta los 79,5, casi cinco menos que los hombres surcoreanos.
Ezzati cree que sus resultados son una advertencia a los políticos en la era de la austeridad. “Los países con buenos datos de longevidad son aquellos que invierten en salud y asistencia sanitaria a lo largo de todo el ciclo de vida, desde la infancia, y son los que tienen sistemas más equitativos”, explica a Materia.
El estudio de The Lancet muestra que EE UU tendría en 2030 la esperanza de vida al nacer más baja entre los países ricos, similar a la de naciones de ingresos medios como México y Croacia. EE UU presenta la mayor tasa de mortalidad infantil y materna, la mayor tasa de homicidios y el mayor índice de masa corporal de todos los países ricos, según resaltan los autores.

"Necesitamos pensar en fortalecer los sistemas de salud y de asistencia social. Esto es lo contrario de lo que se está haciendo en la era de la austeridad"

“EE UU también es el único país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sin cobertura sanitaria universal y tiene la mayor proporción de necesidades de atención médica no satisfechas debido a los costes económicos”, recuerdan los científicos. Corea del Sur, por el contrario, pegaría un salto sin precedentes gracias a un crecimiento económico orientado a la mejora de la alimentación infantil y al acceso universal a la atención sanitaria, según los investigadores.
"El hecho de que seguiremos viviendo más significa que necesitamos pensar en fortalecer los sistemas de salud y de asistencia social, para apoyar a una población envejecida con múltiples necesidades sanitarias. Esto es lo contrario de lo que se está haciendo en la era de la austeridad", ha proclamado Ezzati en un comunicado del Imperial College. "También debemos pensar en si los actuales sistemas de pensiones serán suficientes o si tenemos que plantearnos retrasar la edad de jubilación".
El demógrafo mexicano Hiram Beltrán-Sánchez considera la nueva proyección “realista”, aunque habría esperado incluso “un estancamiento” en la esperanza de vida de EE UU, donde él trabaja en la Universidad de California en Los Ángeles. Además, recuerda, dentro del país hay desigualdades enormes. La esperanza de vida al nacer de un hombre negro en 2014 se reducía a 72,5 años, según las estadísticas oficiales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU.
Beltrán-Sánchez, fundador de la Base de datos de mortalidad en América Latina, destaca también que la brecha entre mujeres y hombres se reduce en los países industrializados. Tradicionalmente, los hombres han fumado más, han bebido más alcohol y han protagonizado más accidentes de tráfico, así que en promedio vivían menos. Ahora, los estilos de vida se asemejan más. “Muchas personas creen que las mujeres están capacitadas para vivir más, pero no es así”, explica el demógrafo. 
Fuente: El País.com

Se descubre Zealandia, un nuevo continente sumergido en el Pacífico.

Hace poco más de diez años, Plutón perdió su condición de planeta y cambió lo que se había enseñado en las escuelas durante décadas. Ahora es posible que los libros de ciencia tengan que añadir un continente —casi totalmente inmerso en las aguas del sureste del Pacífico— en sus mapas. Solo sus montañas más altas, el 6% de su territorio, se asoman sobre el mar: sonNueva Zelanda y Nueva Caledonia. Científicos del centro neozelandés GNS Science han publicado el descubrimiento de Zelandia (nombrado como Zealandia en inglés), en la revista de la Sociedad Geológica de América (GSA), dos semanasdespués de que se encontraran restos de otro continente bajo el océano Índico.Zelandia cubre un área de 4,9 millones de kilómetros, de la que forman parte Nueva Zelanda (con una extensión de 268.680 kilómetros cuadrados) y Nueva Caledonia (con 19.000 kilómetros cuadrados).
El equipo del GNS Science empezó a investigar la posible existencia del continente hace 20 años, pero solo ahora ha logrado probar, a través de datos colectados por sensores submarinos, queZelandia reúne las condiciones necesarias para ser clasificado como tal: elevación sobre la zona circundante, geología distintiva, un área bien definida y una corteza más gruesa que el suelo oceánico normal. Según el estudio, los bordes de la corteza continental de Australia y del "nuevo" continente llegan tan cerca como 25 kilómetros entre sí. 
Los investigadores sostienen que Zelandiase formó después de la desintegración del supercontinente Gondwana, desde hace 85 millones de años hasta hace unos 30 millones de años. "A los 30 millones de años, el continente estaba en sumergimiento máximo: hay calizas por todas partes. Desde entonces, la convergencia a lo largo y cerca de la frontera de la placa del Pacífico-Australia ha levantado partes de Zelandia que formaron las islas de Nueva Zelanda", explica Nick Mortimer, líder de la investigación.
El geólogo defiende que la importancia deZelandia va más allá de añadir un nombre a la lista de continentes. "Es el continente más fino y más pequeño que se ha encontrado, y el hecho de que esté tan sumergido pero no fragmentado lo hace útil para explorar la cohesión y desintegración de la corteza continental", afirma. Mortimer también explica que Zelandia proporciona un nuevo contexto de "una tierra que se hizo más pequeña y se hundió bajo las olas" para los estudios de biología evolutiva, que pueden explicar los orígenes de la flora y fauna endémicas de Nueva Zelanda y Nueva Caledonia. 
Según el conjunto de datos de los satélites y buques de investigación que mapean todo el planeta, ya no hay ningún otro lugar para ocultar un continente sumergido, al menos no uno tan grande como el que han hallado los científicos neozelandeses. "Es posible que se encuentre microcontinentes, sobre todo en el océano Índico, pero no continentes", escriben los investigadores.
Que Zelandia sea reconocido por la comunidad científica no es una cuestión de apelar a ningún organismo y tampoco hay una lista oficial de qué continentes existen —de hecho, algunos geólogos afirman que hay cuatro, mientras que otros sostienen que son siete—. El trabajo de Mortimer y su equipo será validado cuando otros científicos empiecen a mencionarlo en sus investigaciones. "Nos gustaría que reconocieran que simplemente mostrar esa parte remota del Pacífico, con un continente sumergido, es más geológicamente preciso e informativo que el panorama anterior. Nos gustaría verlo en el mapamundi", dice el geólogo.
Fuente: El País.com


miércoles, 22 de febrero de 2017

Se descubre un nuevo continente: Zealandia.

Nueva Zelandia puede ser el vecino más pequeño de Australia, pero está sentado sobre un nuevo continente enorme que los científicos han llamado "Zealandia", según un informe publicado por la Sociedad Geológica de Estados Unidos.
Nueva Zelandia y Australia están relativamente cerca, pero se encuentran en continentes separados. Nueva Zelandia está sobre una masa de 1,8 millones de kilómetros cuadrados conocida como Zealandia. Este nuevo continente también incluye a Nueva Caledonia, junto con varios otros territorios y grupos insulares.
La idea de un continente potencial en esta área ha existido desde hace algún tiempo. El geofísico Bruce Luyendyk acuñó el término Zealandia en 1995.
El consagrado estudio de esta área durante los últimos 10 años ha determinado que no es sólo un grupo de islas continentales y fragmentos, sino que tiene una corteza continental grande y suficientemente bastante para ser declarado oficialmente un continente.
Anteriormente, Nueva Zelandia y Nueva Caledonia estaban agrupadas Australia bajo el nombre de Australasia.
Mientras que la mayoría de nosotros llamaría a esto el octavo continente, los geólogos consideran a menudo Europa y Asia como un continente unido llamado Eurasia.
La publicación de la Sociedad Geológica de Estados Unidos llega apenas una semana después de que los científicos encontraron un continente ''perdido'' bajo el océano Índico.

Fuente: CNN en español.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Nueva Delhi, bloqueada por la contaminación del aire.

Peatones en Nueva Delhí, India, se tapan la cara para no respirar el humo HARISH TYAGIEFE
¿Quiénes están peor, los habitantes de Delhi o los de Mosul? Un artículo publicado esta mañana en el diario The Indian Express trataba de levantar de alguna manera el ánimo de los habitantes de la capital india afirmando que la alarmante situación de Delhi, urbe convertida en una "cámara de gas", es mejor que la que viven en la ciudad asediada al norte de Irak. El texto explicaba que la calidad del aire de la ciudad iraquí es dramática después de que se hayan incendiado una docena de pozos de petróleo y hayan cubierto el ambiente de humos y vapores tóxicos.En Delhi, una de las ciudades más pobladas y contaminadas del mundo, tienen que recurrir estos días a este tipo de comparaciones para encontrar algo optimista a lo que agarrarse, porque el momento que atraviesa la capital india está lejos de ser esperanzador.El gobierno local, en manos del partido de los 'indignados', el AAP, ha declarado que la ciudad vive una "situación de emergencia" por la descomunal contaminación del aire. Después de una semana bajo una intensa niebla, el jefe del Ejecutivo municipal, Arvind Kejriwal, ha desglosado una batería de medidas urgentes para afrontar los próximos días.Lo primero ha sido pedir a la gente que no salga de sus casas; que, si puede, trabaje desde ellas; que evite pisar la calle "a no ser que sea absolutamente necesario"; y que se olvide de practicar deporte o hacer ejercicio al aire libre, como acostumbran hacer desde el amanecer los residentes de la capital en parques e incluso en la carretera que va hacia el aeropuerto.El gobierno ha anunciado también la paralización durante cinco días de todas las obras, construcciones y demoliciones, que suelen ser señaladas por la cantidad de polvo que levantan y por contribuir a los niveles de polución del aire. Igualmente, una importante central térmica ubicada al sureste de la ciudad estará apagada los próximos diez días.
Tampoco están abiertas las escuelas de la ciudad, en su caso cerradas hasta el miércoles, una medida que ya iniciaron más de 1.700 centros educativos el pasado sábado. Los más pequeños son especialmente vulnerables a esta problemática. Un estudio señala que la mitad de los niños que van al colegio en Delhi nunca recuperarán su capacidad pulmonar.Las autoridades, que también han hecho hincapié en la necesidad de contener los incendios en los ingentes vertederos, se plantean el uso de lluvia artificial para combatir el omnipresente polvo y volver a instaurar la restricción del tráfico según la matrícula par o impar de cada vehículo, algo que ya pusieron en marcha en dos ocasiones en el último año.En los últimos días, los niveles de las partículas en suspensión PM2.5, tan contaminantes y tan diminutas que no tienen problemas para entrar en los pulmones, han seguido alcanzando cifras alarmantes, llegando a 999 por metro cúbico, muy por encima de las 25 partículas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el máximo recomendable. La India es más generosa y sitúa ese límite de seguridad en 60, lejos también de la realidad que vive estos días Delhi. A partir de 300, el aire es "peligroso", después de haber superado los niveles de "insalubre" y "muy insalubre".Debido al empeoramiento de la situación que se ha vivido a lo largo del fin de semana, se ha vuelto habitual ver a ciudadanos usando mascarillas para poder respirar en la calle, una escena que, si bien en ciudades muy contaminadas como Katmandú es común desde hace tiempo, en Delhi no era así, a pesar de que sus niveles de polución son altos cada año. Las tiendas que venden estos productos están haciendo su agosto estos días. Los más pudientes y los expatriados pueden permitirse mascarillas de mejor calidad y purificadores de aire para sus hogares, mientras que la mayoría de ciudadanos simplemente utiliza pañuelos para cubrirse la boca. Muchos otros, sin embargo, llevan la cara al descubierto."Es el primer año que uso mascarilla, pero es que el aire ahora es demasiado malo" afirma Rajindar Singh, vecino de un barrio residencial del sur de Delhi. "Yo estoy bien, pero a mi mujer le duelen los ojos desde hace unos días", añade. Ella se ha quedado en casa, él ha tenido que salir a comprar comida a un ultramarinos de su zona.Delhi, la capital más contaminada del planeta Siempre que se acaba el monzón y se acerca el invierno, sus niveles de contaminación del aire se disparan. El festival hindú llamado Diwali, conocido como la fiesta de las luces por sus millones de petardos y fuegos artificiales, suele marcar el inicio de esta época. Habitualmente, la niebla que genera la batalla pirotécnica se mantiene durante un par de días, pero en esta ocasión ha pasado más de una semana de aquella celebración y la neblina gris, el 'smog', continúa permanente.Pero estos niveles no se deben sólo a la festividad hindú. Cada año, por esas fechas, los campesinos de los estados vecinos de Punjab y Haryana queman de forma ininterrumpida sus campos de cultivo, los desechos de las cosechas, y el viento arrastra ese humo hacia la capital india y sus casi 20 millones de habitantes. Por eso el alcalde Kejriwal ha solicitado a los estados que controlen los incendios de restos agrícolas.A eso hay que añadir los gases que emiten los vehículos (unos 8 millones circulan por la capital), las emisiones de la industria, la quema de residuos, el polvo que descansa permanentemente en el aire o las pequeñas hogueras de quienes combaten el descenso de temperaturas en la calle.Tras el empeoramiento de la situación, no ha faltado la tradicional lluvia de acusaciones entre los diferentes partidos políticos. Especialmente desde el gobierno municipal de Delhi hacia otros estados. "Si nos centramos en un juego de culpas, el problema no se resolverá. El problema ahora mismo es que 20 millones de personas en Delhi tienen problemas para respirar", afirmó Anil Madhav Dave, responsable de medio ambiente en el gobierno nacional. El Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente (CSE) de Delhi calcula que la ciudad atraviesa su peor momento en dos décadas en relación a este problema. Los hospitales han reconocido que están recibiendo más pacientes de lo habitual con problemas respiratorios. También se ha reducido notablemente la visibilidad, que en horas tempranas no llega más allá de 200 metros, lo que ha ocasionado importantes accidentes en la carretera.El domingo, centenares de personas se reunieron en Jantar Mantar, el manifestódromo de la capital, para protestar contra la contaminación que respiran. El lema, que luego se trasladó a las redes sociales: mi derecho a respirar.Curiosamente, desde hoy y hasta el sábado Greater Noida, a las afueras de Delhi, acoge una conferencia mundial sobre el control del consumo de tabaco para mejorar la salud de la población. "Me sorprendió, no esperaba esto. Es un poco gracioso que estemos en una conferencia que tiene como objetivo tener un aire más limpio y estemos en un lugar que no tiene eso", afirmó Irene Ryes, delegada proveniente de Filipinas, citada por Reuters.El presidente de la Asociación Médica de India (IMA), K.K. Aggarwal, se sumó al alcalde y pidió a los habitantes de Delhi que no salgan de sus casas. "Llamamos a esto una polución epidémica. Nuestro consejo es que la gente se quede en casa, si es posible trabaje desde ahí y evite caminar fuera", dijo a la prensa Aggarwal, que pidió al gobierno local que facilite la venta de mascarillas para aquellos que no se pueden costear las de mejor calidad. También criticó que "no se ha tomado ninguna acción concreta sobre la contaminación vehicular". Según las autoridades capitalinas, en los próximos cuatro días se prevé que bajen los niveles de polución. A los habitantes de Delhi sólo les queda esperar, adaptarse a las medidas de la administración y concienciarse sobre la responsabilidad de cada uno para mitigar este problema. Hasta entonces, se tendrán que conformar con el consuelo de que, al menos, están mejor que los residentes de Mosul.

Fuente: ElMundo.es
VÍCTOR M. OLAZÁBAL Nueva Delhi  @Vic_Olazabal

¿Por qué hay cada vez más contaminación?

Un niño con mascarilla monta en bici en medio de una espesa neblina en Nueva Delhi/EFE
Es una consecuencia de alcanzar una cierta riqueza y una forma muy mal entendida de considerase algo rico.  Si se consigue suficiente dinero como para comprar un coche se quiere utilizarlo y se rechaza cualquier limitación a su uso. Esto ocurre en Madrid, en Delhi y en Shanghai y Beijing. El coche es un símbolo de prestigio y camiones y camionetas, herramientas de trabajo.  Lo que emita el coche, es indiferente para la mayoría de la población.

En lugares fríos es necesaria la calefacción, sobre todo si los edificios están mal diseñados y peor construidos.

Transporte y calefacción se consiguen, hoy, quemando compuestos de carbono, o carbono contaminado con compuestos no combustibles.

Los motores diésel utilizan un producto del destilado del petróleo que contiene partículas sólidas que no se queman y que salen a la atmósfera con los gases de la combustión.  Y la combustión a alta temperatura, sea el que sea el combustible, combina el nitrógeno del aire con el oxígeno formando óxidos de nitrógeno.  

El resultado de utilizar la combustión de carbono para obtener energía es, indefectiblemente, la emisión al aire de micro-partículas y gases nocivos.

Si a esto añadimos una consecuencia de esa quema, que es el cambio climático y una de sus consecuencias, el aumento de los días sin lluvia en muchas zonas del planeta, tenemos una combinación ''mortal'' (en sus dos sentidos, figurativo y literal).

En Madrid y otras ciudades españolas no se usa ya en carbón para la calefacción, pero aún se utiliza el gasóleo. Se emiten toneladas de micro y nano-partículas que se mantienen días y semanas en la atmósfera y van penetrando los pulmones de las personas de donde ya no vuelven a salir, cegando los bronquiolos y dificultando cada vez más su respiración, la absorción de oxígeno necesaria para la vida. En las ciudades chinas si se utiliza el carbón para la calefacción. El carbón, además de emitir micro-partículas, emite óxidos de azufre, precursores del ácido sulfúrico.

El problema, como tantos de la economía y la sociología, es no lineal, contiene realimentación positiva. En ciudades contaminadas como Madrid, ¿cómo se va a utilizar la bicicleta que exige aumentar la frecuencia respiratoria, inhalando aún mas porquería que si las personas se desplazan en coche?

Las soluciones propuestas por unas autoridades casi siempre ignorantes y con visiones del mundo bastante antiguas pasan generalmente por fastidiar al usuario y emplear la coacción. Se insiste en el uso del transporte colectivo, y en las prohibiciones de circulación e incluso de la calefacción en ciertas condiciones.

Y sin embargo... , sin embargo hay soluciones a la contaminación química, como a la que genera el cambio climático, y estas soluciones respetan la voluntad de las personas y aumentan su comodidad.

Las personas se quieren mover, y quieren hacerlo libremente, sin coacciones. Las personas tienen derecho a vivir en casas razonablemente calientes en invierno, razonablemente frescas en verano.

Un coche particular tiene la inmensa ventaja de que está razonablemente cerca de donde uno vive cuando se coge para moverse, de donde uno trabaja.  Y es un coche propio que cada persona puede arreglar y disponer a voluntad.  Los transportes colectivos exigen desplazamientos desagradables y viajes apelmazados de maneras compulsivas.

Hoy ya se puede proporcionar a los ciudadanos triciclos (los triciclos son esencialmente estables al revés que las bicicletas. Los pueden utilizar las personas mayores y todas aquellas que no hayan montado nunca en una bici, sin problemas). Puesto que los triciclos son muy ligeros, su consumo eléctrico es muy reducido, de forma que pueden recargarse con suma facilidad mientras no están moviéndose. Las calles de las ciudades pueden llenarse, literalmente, de triciclos eléctricos, que esperan a los clientes no solo en las ''almendras'' centrales de las ciudades, sino en todas las zonas de las mismas incluyendo las zonas residenciales que las rodean. Los triciclos pueden ser de muy diversos tipos: monopersonales, para muchas personas y cargas muy diversas. Si su oferta es atractiva, es decir, un servicio cómodo, agradable y más barato que el coche particular, las personas lo elegirán sin compulsiones.

Para desplazamiento fuera de las ciudades se puede conseguir lo mismo con transportes colectivos tan cómodos, rápidos y baratos que se prefieran frente al vehículo particular.

La clave está en algo tan de primer curso de los estudios de económicas que parece mentira que sea tan difícil de comprender. Se trata de que la oferta de transporte no contaminante sea competitiva para las personas: Cómoda, rápida, barata y sin compulsiones totalitarias.

Exactamente lo mismo se puede conseguir respecto a las calefacciones de los edificios. En primer lugar, se puede reducir substancialmente la necesidad de calefacción aislando adecuadamente los edificios, y esto tanto en los nuevos como en los antiguos. Es éstos se pueden poner paneles de pladur con fibras de vidrio o lana de roca en las paredes exteriores. Se reduce unos centímetros cúbicos el volumen de las habitaciones. Las ventanas se pueden sustituir todas por acristalamientos dobles. Hacer ésto reduce a un cuarto la energía necesaria para calefacción e incluso para refrigeración, y es barato y rápido y no exige ''obra'', o con una ''obra'' mínima.

Lo que tras el acondicionamiento térmico se necesita aún, se debe suministrar mediante calefacción eléctrica y refrigeración solar.

Transporte y necesidades térmicas pueden conseguirse de manera totalmente limpia con electricidad.  Y ésta, mediante técnicas solares: Fotovoltaica, solar térmica y eólica.

La excusa de los malos administradores sociales es que hacer todo eso ''cuesta mucho''.

¿Qué es el ''coste''?

Es preciso  estimar los intercambios de riqueza de una manera global.  Los españoles (y los indios y los chinos, por ejemplo)  derivan cantidades ingentes de riqueza hacia los países productores de hidrocarburos que realmente no la devuelven. Si se recoge toda la energía que un país utiliza a partir de sol y de su consecuencia, el viento, no se extrae riqueza del país, se la mantiene dentro.  Si no se disipa riqueza calentando el aire (es decir, con edificios bien aislados) toda la riqueza disipada queda dentro del país.

Si las personas están sanas, se reduce la disipación de riqueza que significa la enfermedad.

Si se organizan los transportes de una manera racional, se ahorra más de dos tercios de la disipación de riqueza que supone la disipación de energía.

Y hacer todo esto implica, durante décadas, trabajo intenso para cambiar de paradigma de funcionamiento social. Pleno empleo, realmente.

¿Por qué no se hace?

En primer lugar, por ignorancia. Y derivado de esa ignorancia la pereza de los que controlan los recursos, en este caso la energía, para buscar formas nuevas de funcionar.

Es como todos aquellos que aprendieron algo en su juventud y sólo quieren conocer aquello que aprendieron entonces, y se niegan a seguir aprendiendo, a aprender todos los días y a cambiar las formas de funcionamiento con cada cosa nueva que aprenden.

Hoy vemos a muchos islamistas que rechazan el mundo moderno y quieren estados medievales. Hemos visto a la mitad de los ingleses rechazar la realidad y querer refugiarse en la tribu anglo-sajona-normanda. Estamos viendo en los EEUU el miedo de muchas personas a una evolución hacia nuevas formas de vida, y un refugiarse en la tribu revieja. Rechazo a los extraños, a la tecnología, a la vida real, refugio en las armas para matar a todo el que no vista, hable, piense de la misma manera que cada tribu concreta.

Se puede eliminar la contaminación, como se puede frenar lo que queda de cambio climático y muchos de los estúpidos conflictos humanos. La solución es abrirse, sin miedo, al conocimiento y a la realidad, dejando de lado las imágenes falsas y los miedos castradores.

Podemos hacerlo.

¿Queremos?

Fuente: ElMundo.es
El por qué de las cosas.
Antonio Ruiz de Elvira
Catedrático de Fí­sica Aplicada en la Universidad de Alcalá de Henares. Su investigación se centra en la Fí­sica del Clima y de la Atmósfera de la Tierra. Es autor de "Quemando el futuro: clima y cambio climático" (ed. Nivola).

sábado, 29 de octubre de 2016

¿Por qué llueve... y por qué deja de llover?

La lluvia es vapor de agua que condensa en la atmósfera y cae al suelo a lo largo de un espacio considerable. El vapor condensado en superficie es lo que llamamos niebla.

En la atmósfera hay siempre vapor de agua, pero este no condensa hasta que el aire se satura. La saturación depende de la temperatura.  A 100ºC se necesitan casi 0.6 gramos por litro de aire para la condensación, mientras que a 0ºC  basta con casi nada, menos de una centésima de gramo para esa condensación. Por eso, en una mañana fría de invierno en un cuarto de baño con la calefacción sin poner, los espejos se llenan de gotitas de agua, mientras que esto no ocurre en verano,  o con los radiadores encendidos en invierno.

En verano, cuando el aire está mucho más lleno de vapor de agua que en invierno, pues lo emiten el suelo caliente, los ríos, embalses y sobre todo las plantas,  no llueve, pues el aire esta tan caliente que se necesitan más décimas de gramo por litro de lo que hay en la atmósfera. Solo cuando se produce una invasión de aire polar arrastrado por el ''chorro'' atmosférico el aire frío produce la condensación brusca y genera lluvias torrenciales.

De hecho, en verano, la máxima cantidad de vapor de agua en la atmósfera se sitúa sobre el Sahara, donde no llueve.

Llega el otoño, y empieza la secuencia de meandros del chorro polar que inyecta aire frío a la atmósfera encima de España,  Con el vapor de agua existente en la atmósfera y el aire frío, condensa el agua y empieza a llover.  Este mecanismo dura mientras hay agua en el suelo y ésta se evapora por el calor que aún retiene el mismo y la transpiración de los árboles que aún no han perdido las hojas.

El agua precipitada va enfriando el suelo, que evapora cada vez menos agua, y los árboles, con el frío, van perdiendo las hojas, con lo que transpiran cada vez menos.

A lo largo del otoño, y luego en el invierno, hay ya poco vapor de agua sobre la Península (al menos en su interior). Pero el Atlántico conserva el calor del verano, y evapora agua de manera constante. Cuando el chorro polar ha descendido hacia el sur en su oscilación anual, sus meandros implican arrastre de aire, ahora no polar, sino subtropical, del sudoeste hacia el noreste, con vapor de agua que entra en una península sobre la que el aire está frío: Al ascender el aire húmedo y caliente del Atlántico sobre una Península fría condensa y llueve.

Las lluvias, en la Península Ibérica (al menos al sur de la Cordillera Cantábrica) son una consecuencia del movimiento del chorro polar.

Éste, como ya saben los lectores habituales del blog, es una corriente poderosa de aire que circula en la parte alta de la atmósfera, generada por la diferencia de temperaturas entre el ecuador y el Polo Norte y por la aceleración de Coriolis, ésta última consecuencia del giro del planeta de Oeste a Este.

El chorro es un río de aire que circula entre el aire mas en calma como los ríos lo hacen entre los suelos de las montañas y llanuras.

Cuando la pendiente de las montañas es fuerte, la corriente es intensa y los ríos se mueven casi en línea recta. Cuando llega a las llanuras, la corriente se debilita y los ríos hacen meandros tanto mayores cuanto menor es la pendiente que recorren.

El chorro polar era intenso en invierno y verano hace décadas, pero ahora se ha debilitado, al calentarse el Polo norte y disminuir la diferencia de temperaturas entre el Polo y el Ecuador.

Los meandros actuales son intensos, y la posición media del chorro se ha desplazado hacia el norte. Eso implica que los veranos en nuestras latitudes (Portugal, España, sur de Italia, Grecia, ..., ) son cada vez más secos, es decir, que las temporadas sin lluvias se alargan poco a poco con el paso de los años, mientras que aumentan la invasiones repentinas de aire frío en altura en verano, que causan tormentas intensas y tornados.

Los meandros del chorro polar circulan alrededor del planeta girando de Oeste a Este, con escalas de tiempo de entre 7 y 10 días. Mientras, en invierno,  llueve cuando el meandro del chorro arrastra aire húmedo desde el Atlántico central en dirección noreste, entrando por el valle del Guadalquivir y propagándose hacia el centro de la Península, acumulándose la lluvia en las laderas de los montes españoles que dan al oeste  y dejando casi en seco el sotavento de esas cordilleras.

En la figura vemos las zonas de lluvia (manchas de color morado/rojo) que se mueven desde Cadiz y Huelva por el valle del Guadalquivir hacia la Serranía de Cuenca y hacia la Sierra del Segura, y cómo no hay lluvia a sotavento de estas sierras.

Hemos detectado que los meandros del chorro han disminuido en número entre Octubre y Abril, de forma que las lluvias de Noviembre son ahora más escasas y las de Abril se están desplazando hacia Marzo. 

Eso quiere decir menos meses húmedos y más meses secos, en España.

Aunque esta semana se ha premiado a la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático, y al Acuerdo de París, con uno de los premios Princesa de Asturias, y aunque ese acuerdo debe entrar en vigor el próximo 4 de Noviembre, no se detecta el más mínimo esfuerzo, ni en España, ni en el mundo, para limitar las emisiones de gases contaminantes hacia la atmósfera de nuestro planeta.

La racionalidad de tratar de frenar el cambio climático choca con la irracionalidad subyacente en el cerebro.

Sabemos por qué llueve, y sabemos que poco a poco España se va a ir secando.  Hemos visto que son los gramos de vapor de agua en cada litro de aire lo que genera la lluvia. Algunos de esos gramos los proporcionan los árboles.

En las montañas costeras del Mediterráneo se han deforestado sistemáticamente sus laderas: Por intereses comerciales, por desidia. Se han permitido los incendios forestales al no mantener totalmente limpio el sotobosque. Como ha explicado siempre el buen meteorólogo Millán Millán, las masas de aire con vapor de agua que entran desde el Mediterráneo ascienden por las laderas de las cadenas costeras, y precisan unas centésimas de gramo de vapor añadido a cada litro de aire mediante la evapotranspiración de los árboles para saturar en los ambientes cálidos y templados de las costas: Sin árboles no las reciben y vuelven al mar sin descargar lluvia.

Los bosques generan lluvia y los desiertos se auto-mantienen secos y extienden su sequía.

Los lectores de este blog saben que la naturaleza es no lineal, con retroalimentaciones positivas. Si destruimos los bosques aumentamos la falta de lluvia que hace aún más difícil que los pocos que vayan quedando sobrevivan.

Los desiertos, crecientes en extensión, almeriense y murciano, son consecuencia de la deforestación masiva de esas regiones españolas.

Ante lo que le estamos haciendo al planeta debemos, por nuestro propio bien, no ya por el de nuestros hijos, cambiar muchas de nuestras pautas de vida. Las consecuencias de seguir haciendo lo que hacemos están claras como la luz del día: En economía (crisis estructural indefinida), en sociología (envejecimiento sin paliativos), en el hogar en el que vivimos (un cambio climático que no se frena).

Necesitamos cambiar como lo necesitaba la sociedad francesa en 1879. Podemos cambiar de manera suave.

O mediante cataclismos.

Nosotros decidimos.

¡Delenda est pollutio!


Fuente: ElMundo.es
El por qué de las cosas
Antonio Ruiz de Elvira
Catedrático de Fí­sica Aplicada en la Universidad de Alcalá de Henares. Su investigación se centra en la Fí­sica del Clima y de la Atmósfera de la Tierra. Es autor de "Quemando el futuro: clima y cambio climático" (ed. Nivola).


El límite de temperatura aprobado por el Acuerdo de París no es seguro para los ecosistemas mediterráneos.

El objetivo de 2ºC de incremento no es seguro para los ecosistemas de la región.
El cambio climático podría haber apretado ya el gatillo que convertirá en las próximas décadas los ecosistemas del Mediterráneo en algo totalmente diferente a lo que conocemos. Según una investigación recién publicada en la revista Science, por encima de 1,5ºC de aumento de la temperatura global -marcado en el Acuerdo de París como el límite ideal de incremento para final de siglo al que habría que tender, aunque el límite oficial sean los 2ºC de incremento- los ecosistemas de la región mediterránea sufrirían cambios nunca vistos durante el Holoceno, es decir, en los últimos 10.000 años.A medida que aumenta la temperatura en prácticamente todo el planeta a consecuencia del cambio climático causado por el hombre, algunas regiones están padeciendo este incremento de temperaturas más que otros. En la actualidad, la región mediterránea está 1,3ºC por encima de la era preindustrial, es decir, que la media del periodo 1880-1920, mientras que el aumento a escala global es de 0,85ºC. Según los autores, dado que el Mediterráneo es uno de los espacios más ricos del mundo para la biodiversidad y que provee de servicios ambientales como agua, protección contra inundaciones o almacenamiento de carbono a millones de personas, este incremento de temperatura es crucial.Los investigadores Joel Guiot y Wolfgang Cramer, pertenecientes al Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) -el equivalente al CSIC español-, utilizaron el polen antiguo depositado en testigos de hielo y en sedimentos para obtener un dibujo lo más aproximado posible a la realidad de la vegetación y de los cambio sufridos en el Mediterráneo durante los últimos 10.000 años. Los autores aplicaron estos datos como base de comparación en modelos que permiten estimar el clima futuro y la vegetación que habría en función de los diferentes escenarios de temperaturas que maneja el IPCC, el panel científico de Naciones Unidas."La ventaja de este trabajo es que esta reconstrucción del Holoceno sirve como marco de referencia que permite ver a dónde vamos y si hemos sufrido cambios similares en el pasado cercano", explica a este diario José Manuel Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla La Mancha. "Y lo que vemos es que por encima de 1,5 grados centígrados de aumento de temperatura global empiezan a aparecer los problemas", asegura.Tanto en el escenario más desfavorable -que contempla que no se hiciera absolutamente nada para frenar el cambio climático- como en el que se daría en el caso de que todos los países cumplan los compromisos de mitigación que han firmado a día de hoy y que contempla hasta la fecha el Acuerdo de París, los cambios en los ecosistemas del área mediterránea excederían en gran medida cualquier cambio sufrido en los últimos milenios. El trabajo refleja que, en el caso más desfavorable (y también muy poco probable) de business as usual, es decir, en el que no se toman medidas de mitigación, todo el sur de España se transformaría en un desierto, los bosques caducifolios invadirían los ambientes montañosos de altura y los matorrales reemplazarían a los actuales bosques de hoja caduca."Como el planeta se calienta de distinta forma según las regiones el calentamiento no es homogéneo. En el Mediterráneo nos calentamos más que en otros territorios", explica Moreno. "Pero lo que refleja el trabajo es un horizonte de cambio gradual, no ocurrirá de un día para otro. Lo que ocurrirá es que las especies vegetales sufrirán la presión de una temperatura que les dice que están en un sitio equivocado. Pero aunque el cambio se dispare en las próximas décadas, el cambio no se sabe cuándo se producirá, probablemente en un futuro más lejano", dice el experto español.El único escenario que mantendría la vegetación dentro de los ambientes conocidos durante los últimos 10 milenios es el que limita el incremento de temperatura global por debajo de 1,5ºC de aumento, y la mayor parte de los expertos coinciden en que ese escenario es prácticamente imposible alcanzarlo ya, a no ser que se apliquen técnicas de captura de carbono a gran escala.En un artículo que acompaña a la investigación firmado por la secretaria general de Naciones Unidas para la Convención Marco del Cambio Climático, Patricia Espinosa, la mandataria señala que aunque París fue un hito, la Cumbre del Clima de Marrakech que se celebrará en noviembre será igual de importante porque los países "tienen ahora que negociar los detalles". "Conseguir los objetivos marcados por el Acuerdo de París no es algo que pueda darse por hecho. Tendrá que ser un esfuerzo de varias décadas para revertir dos siglos de desarrollo mundial que ha sido basado en los combustibles fósiles", asegura Espinosa en su artículo.
Fuente: ElMundo.es

Los puntos clave del acuerdo en la Cumbre del Clima de París.

























 El acuerdo global alcanzado en la Cumbre del Clima, bautizado ya como el Acuerdo de París, supone un paso de gigante para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. La propuesta ha sido aceptada en el plenario por todas y cada una de las 196 partes presentes en las conversaciones. ¿Es un acuerdo ambicioso o se trata de un tratado descafeinado más? "Es una propuesta equilibrada y lo más ambiciosa que ha sido posible teniendo en cuenta la dificultad de satisfacer los puntos polémicos para cada delegación", asegura Teresa Ribera, directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI) de París.Por supuesto que se han perdido matices y aspectos que le daban robustez al acuerdo, pero, en líneas generales, el texto contiene todos los elementos necesarios para abordar de una forma ambiciosa y revisable en el futuro la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. El texto aprobado supone un marco legal en el que moverse y da una señal clara a la comunidad internacional y a los mercados sobre el mundo que viene en los próximos años.Activa de forma clara el proceso de reducción de emisiones con una primera valoración de dónde estamos en 2019 y una primera revisión en 2020 atendiendo a "la mejor ciencia disponible"; pone en marcha instrumentos de financiación necesarios para el "desarrollo sostenible" del planeta y pondrá el esfuerzo en "erradicar la pobreza". Bajando a lo concreto, el texto hace referencia al fondo climático de 100.000 millones de dólares que los países desarrollados movilizarán a partir del año 2020 y detalla que éste deberá ser revisado al alza antes de 2025.Pero también contiene aspectos que hacen el acuerdo más débil de lo que parecía en los anteriores borradores. Por ejemplo, la referencia a las aportaciones voluntarias de los países emergentes al fondo climático o la necesidad de alcanzar el pico de emisiones de cada país "lo antes posible". Además, el documento no habla ya de "neutralidad de carbono", como en el último borrador, y mucho menos de "descarbonización de la economía", una fuerte reivindicación de los grupos ecologistas y partidos verdes a la que se han opuesto frontalmente los países productores de petróleo, liderados por Arabia Saudí.Estos puntos, entre otros, han sido interpretados por científicos y ONGs como un movimiento hacia la inconsistencia, ya que el texto marca un objetivo claro de retener el aumento de la temperatura global "bien por debajo de los 2ºC" y de realizar esfuerzos globales para tratar de acercar dicho aumento a 1.5ºC, pero no marca en modo alguno la senda para lograrlo."De cerrarse el acuerdo, el compromiso sellado en París supone un histórico punto de inflexión que sienta las bases del cambio de rumbo hacia las energías 100% limpias que el mundo quiere, y el planeta necesita", aseguraba Emma Ruby-Sachs, directora ejecutiva en funciones de Avaaz, al conocer el borrador que finalmente ha sido aprobado. Para el director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, este acuerdo "pone a la industria de los combustibles fósiles en el lado negativo de la historia"."Cuando vinimos a París, el objetivo de limitar el aumento de temperatura a 2ºC ni siquiera estaba en el texto y hoy estamos hablando de que cita una voluntad de trabajar para avanzar hacia un límite de 1,5ºC para 2100", ha asegurado en rueda de prensa celebrada en la cumbre la ministra de Medio Ambiente española, Isabel García Tejerina.Para el sector empresarial, también es un buen acuerdo. "Para las empresas el texto es muy positivo porque da una señal muy clara a la inversión a largo plazo con un objetivo muy ambicioso de 2° y incluso bajando a 1,5°", aseguran fuenes del Consejo Mundial de los Negocios para el Desarrollo Sostenible, que aúna a más de 150 empresas multinacionales.

Fuente: ElMundo.es