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miércoles, 3 de enero de 2018

Se aprobó el proyecto Secundaria 2030: Las cinco claves principales.

Se aprobó el proyecto "Secundaria 2030": las 5 claves de la reforma
En el Consejo Federal, votaron por unanimidad los nuevos lineamientos del nivel medio que incluyen trabajo por proyectos y prácticas educativas

Las pruebas Aprender 2016 arrojaron malos resultados, sobre todo en lo que respecta a los alumnos de secundaria. Demostró, por caso, que el 70,2% de los estudiantes de quinto y sexto año no pueden resolver problemas matemáticos sencillos y que el 46,4% no comprende textos básicos. Pocos meses después surgió la iniciativa "Secundaria 2030", que hoy se aprobó por unanimidad en el Consejo Federal de Educación.

En Argentina, 5 de cada 10 chicos no terminan el colegio. Mercedes Miguel, secretaria de innovación educativa, explicó a Infobae: "Se hace hincapié en la secundaria porque la tasa de egreso de solo el 48% es preocupante, pero no desatendemos la primaria. Los chicos empiezan a abandonar en segundo o tercer año, pero la mayoría ya arrastra una repitencia anterior".

En la resolución firmada por los ministros de todas las provincias, a excepción de Chaco que se ausentó, se da cuenta de "un amplio consenso" en torno a la necesidad de actualización de la secundaria. Cada jurisdicción elaborará un Plan Estratégico del Nivel Secundario para el período 2018-2025, con tiempo para presentarlo hasta el 1 de noviembre del año que viene.

"Cada jurisdicción tiene una libertad total porque no cambiamos los planes de estudio. Entonces pueden definir con cuántas escuelas van a empezar y los mecanismos de implementación de acuerdo a sus características", señaló Miguel.

El proyecto, que deberá aprobar el ministerio de educación nacional, describirá la propuesta pedagógica provincial, siempre alineada a una perspectiva macro:

1) Trabajo por proyectos: a partir de un problema de la comunidad a lo largo de todo el año, se promueve el trabajo interdisciplinar, con dos o más docentes como orientadores. "Queremos romper la lógica del estudiante pasivo y pasar a un modelo que demanda el mundo", sostuvo Miguel. Abarca seis capacidades puntuales: resolución de problemas, pensamiento crítico, "aprender a aprender", trabajo con otros, comunicación, compromiso y responsabilidad, junto con el desarrollo de competencias digitales.

2) Otras vías de calificación: cada chico, en promedio, rinde 30 exámenes por año en la secundaria sumado a otros 10 finales. En vías de reducir la deserción escolar, se alienta a otorgar notas por proyecto, calificaciones de desempeño y considerar el progreso del alumno fuera de las pruebas tradicionales.

3) Prácticas educativas en la comunidad:  "No es lo mismo que prácticas profesionalizantes que aplican los colegios técnicos", aclaró Miguel. Los alumnos de último año de bachilleres, orientados y evaluados por sus docentes, deberán colaborar en empresas u ONG tras el objetivo de aplicar los conocimientos en la práctica. Pese a que depende de cada jurisdicción, se plantean 60 horas cátedra (40 horas reloj) de extensión del aprendizaje fuera de las aulas.

4) Adiós a los profesores "taxis": en lugar de los docentes que dividen su tiempo en distintas instituciones, la reforma apunta a una planta funcional por escuela. "Con los famosos profesores 'taxis', es imposible que se pueda obtener una cercanía con el estudiante y que se involucre a fondo con el proyecto", aseguró la secretaria de innovación educativa.

5) Formación docente: se estipulan capacitaciones tanto iniciales como continuas para acercar a los profesores hacia el nuevo modelo de proyectos interdisciplinarios. En las escuelas pioneras que implementen la "Secundaria 2030" se trabajará con instrucción en campo.

Fuente: Infobae.com

jueves, 6 de diciembre de 2012

Analogías docentes.


Cuando tuve mi primera suplencia, mi primer trabajo como docente, mi materia estaba conformada por cuatro horas áulicas de las cuales una de ellas coincidía con el primer medio módulo de manera que el restante correspondía a otro profesor.
El timbre sonó indicando la finalización de mi hora y sin ningún minuto de retraso el otro profesor aguardaba afuera del aula. Así fue que mientras me despedía de los alumnos hasta la próxima clase entablé una conversación formal con el docente recién llegado a manera de presentación cordial mutua.
Mi horario terminó y me marché. Pero como lo que uno hace durante el día casi siempre aparece como remolino por la cabeza durante las noches de insomnio, es que haciendo alarde de mi condición de profesor de Geografía, que estrenaba con el pecho inflado de orgullo, recordé aquellos conceptos que mi docentes de la carrera se encargaron de grabar a fuego en la médula de los entonces alumnos del profesorado de Geografía que sería de ahora en más nuestro norte. Es que tenemos bien en claro que la nuestra es una ciencia de relaciones donde elementos del medio físico y humano conforman el sistema holístico llamado Geografía.
Y así es que se los transmito a mis alumnos, quizá para engancharlos en el tema bajándolos de esa nube de la adolescencia o quizá para hacer didáctica mi clase pero lo cierto es que hago proselitismo geográfico diciendo que todo es Geografía. Y les pongo ejemplos de la vida cotidiana para que los alumnos relacionen y asocien conceptos.
Pues resulta que me he tomado en serio eso que todo es Geografía y volviendo a las noches sin dormir como la que estoy escribiendo estas líneas, pensé en aquella presentación amena con el profesor de la hora siguiente. Nuestras materias eran para los alumnos dos temas distintos a escuchar, otros cuadernos a escribir o dos viejos a escuchar hablar sonseras (porque para los alumnos no hay tema agradable).
Mi clase terminaba y empezaba la del otro docente, y ese cambio, ese pasaje de lo anterior a lo actual, de lo pasado a lo presente, lo traduje en lenguaje geográfico y afirmé muy convencido que nuestras materias eran limítrofes. Es que sí, esa línea que divide territorios y que llamamos límite me servía de analogía para convencerme aún más que todo es geografía. Y porqué no decir también que cada medio módulo era un hemisferio, en fin.
Contento con mi audacia nocturna, no lo dejé todo ahí. Porque así como yo soy un enamorado de mi materia pensé que los docentes de las demás materias también deberían serlo de las suyas.
Así la misma situación, si el docente que llegaba a hacerse cargo de la clase fuese de Matemática para él nuestras materias serían adyacentes. Y si fuera de  Lengua serían sílabas y el módulo una palabra. O el de Historia diría que son una línea del tiempo, o lo relacionaría con una asunción presidencial. Para el de Biología las materias en cuestión conformarían una simbiosis y para el de Química el módulo sería una molécula. El de Psicología afirmaría que el módulo es esquizofrénico y el de Idioma una clara traducción. Un docente de Música diría variación y el de Arte notaría un cambio cromático. Para el de Educación Física no sería otra cosa que un salto. No me quedan dudas que el de Física diría que es acción y reacción y es posible que el de Filosofía se haga el desentendido diciendo que solo sabe que no sabe nada.
Y es así, para ser docente hay que ponerle pasión en lo que se hace, hay que zambullirse en las máximas profundidades de la materia para dar lo mejor de sí y lograr empapar también a los alumnos en ese maravilloso mar que es enseñar a ser.
Mis dotes de poeta improvisado, o quizá frustrado poeta del pasado devenido en geógrafo, afortunado geógrafo y profesor, me permitirían suponer cientos de epílogos para ponerle un broche a este escrito que para algunos será interesante, chistoso o tonto; pero vuelvo a la realidad que debo madrugar y entonces trataré vencer el insomnio para al menos soñar con mis clases.

Juan Pablo García Ruiz
Profesor de Geografía

martes, 30 de agosto de 2011

La enseñanza de la Geografía. Cómo contribuir con la formación integral del perfil del alumno.


Para comenzar, esbozamos la idea de que el gran compromiso docente en este campo específico consiste en lograr que los alumnos sean capaces de pensar como geógrafos.
En cuanto a la problemática concreta de la ciencia geográfica, lo primero que puede observarse es que no es tan concreta. Abarca un espectro tan amplio que trasciende a las situaciones sociales críticas de la época incorporando también aspectos geológicos, biológicos y hasta cósmicos.
Para que los diferentes temas del mundo actual puedan ser bien enseñados, es importante que el educador no se aparte de la realidad cuando ingresa en el aula. Ésta resulta sencilla y comprensible si se la presenta tal cual es, sin rodeos ni tecnicismos; como la brindan descaradamente los diarios y la televisión; aun con sus contradicciones. Es más difícil encubrir que reconocer. Un panorama esbozado con palabras directas es una motivación mucho más efectiva que el más detallado de los análisis. Por ejemplo, cuando se produce una inundación no son de vital importancia los metros cúbicos por segundo ni el dato de la superficie arrasada; es el drama social y ambiental que encierra. La región – cualquiera sea– no se define por listas de efectivos de producción, sino por su carácter. También es importante que el alumno sea guiado en un procedimiento de estudio, alejado de los mecanismos memorísticos, para alentar actitudes críticas ejercidas con un fundamento sólido, que tome la idea de síntesis como principio.
Metodológicamente, la geografía moderna se dirige hacia la realidad para captarla en su complejidad, con criterio de totalidad, atendiendo a los múltiples factores que se combinan y que se integran en cada lugar. Una simple descripción, un mero inventario, escapan a este espíritu. Pero también debemos referirnos aquí, en el mismo orden de apreciaciones, a la mentalidad generalista con que se realizan algunos estudios o se presentan ciertas regiones al alumno, mentalidad que lleva a un desprendimiento de la realidad. Los docentes deben evitar la obediencia a esquemas lineales, con lo cual se presentan en compartimientos separados los componentes de una combinación: clima, relieve, hidrografía, vegetación, actividad humana, etc., sin recurrir a establecer las interferencias, las conexiones de esos hechos y fenómenos que se dan localmente integrados.
La nueva geografía se preocupa mucho más por la explicación lógica que por la reconstrucción histórica, e intenta proponer una interpretación teórica de los fenómenos espaciales: pretende encontrar unos principios a partir de los cuales sea posible comprender su articulación, captar su funcionamiento y reconstruir su lógica interna; y procede de acuerdo con el modelo hipotético-deductivo común a todas las disciplinas científicas, renunciando al privilegio hasta entonces atribuido a la inducción.
Decimos entonces que, la "Enseñanza de la Geografía se torna necesaria ante el nuevo orden internacional" y constituye por lo tanto un reto para el docente, quien tiene compromiso pedagógico-histórico de "Actualizar" la realidad histórica en todos sus niveles y sectores, para divulgar los conocimientos que definen el marco referencial y la dimensión del cambio dado en el espacio Geográfico Mundial, por condiciones históricas concretas. El docente tiene la ineludible responsabilidad de transmitirlos a sus alumnos, a fin de promover en ellos actitudes favorables hacia la comprensión global de los hechos geohistóricos y actitudes solidarias para los problemas que afectan al hombre y a la comunidad local, nacional y universal, mediante una enseñanza de una Geografía desarrollada bajo los principios metodológicos que afirman que "en geografía no hay hechos aislados, todos se relacionan entre sí (principio de conexión) y que todo el espacio queda comprendido en uno mayor y participa de las características de éste (noción de escala)".

¿Cuáles son los rasgos distintivos de nuestra ciencia geográfica?

Para que la geografía pueda ser bien enseñada, es esencial para cualquier profesor de geografía limitarse al campo específico donde se dan los hechos y fenómenos de que se ocupa la Geografía. Dicho dominio es, exclusivamente, la superficie terrestre, por la cual se entiende la zona de contacto de las tres esferas constitutivas del planeta: litosfera, hidrosfera y atmósfera. En consecuencia, el profesor de Geografía debe atender exageradamente a todo lo que se refiera a fenómenos físicos, biológicos y humanos, y a las interrelaciones que se producen entre cada uno de ellos.

Afirmamos esto porque debe tenerse en cuenta que, la comprensión del hecho geográfico debe apoyarse en dos aspectos importantes. En primer lugar, la Geografía es, fundamentalmente, una ciencia de la realidad en el sentido de que responde a la presencia cierta de las cosas tal como se dan. En lo humano, evidentemente, el geógrafo debe ser un expositor fiel de la organización del espacio por los distintos grupos humanos, y le compete señalar aciertos y deficiencias sin parcializar su objetivo.

En segundo término, la Geografía está fundada en una disposición para considerar las cosas en función de la tierra y un hecho le interesa cuando se refiere mediata o inmediatamente, a ella entendida como aporte ineludible de las realidades. Esto es importante para tratar con criterio geográfico ciertas cuestiones humanas en la medida en que pueden delimitarse hechos que a veces se encuentran profundamente relacionados.

El docente que enseña Geografía debe, pues, tener muy en cuenta estas precisiones en cuanto al dominio en que debe situarse y el sentido con el que hay que abordar los objetivos que allí se dan, para no caer en el tratamiento de hechos no geográficos.

¿Por qué es importante enseñar geografía? ¿Cuál es el verdadero valor educativo de la ciencia geográfica?

La Geografía es una disciplina incluida en el área de las Ciencias Sociales que tiene como objeto de estudio a todos los fenómenos físicos, biológicos y humanos existentes sobre la superficie terrestre. Los tiempos que vivimos, de grandes transformaciones, acelerados cambios y numerosos conflictos dan cuenta de un mundo de procesos complejos que necesitan una respuesta global e integradora, de una mirada total, sin parcelamientos de la realidad natural y social.

Es por ello que la Geografía requiere en la actualidad un nuevo enfoque, cuyos objetivos fundamentales sean la comprensión e interpretación de las realidades social, económica, política, cultural y ambiental en permanente proceso de transformación.

Estas realidades se basan fundamentalmente en las relaciones que establece la sociedad con el medio, cuyos rasgos de identificación más marcados son la organización del espacio, la transformación del mismo por efecto de la urbanización, los impactos ambientales, las diversas actividades humanas, las formas de vida política, social, económica y cultural, y los cambios a través del tiempo en un marco de creciente globalización.

Como resultado de todo esto se advierte la importancia de la Geografía que contribuye asimismo a lograr una formación completa e integral de los alumnos.

Del contexto de todo lo dicho hasta ahora puede apreciarse el interés y valor educativo de la Geografía.

El contacto con lo inmediato, la experiencia de lo local debe resultar al alumno una vivencia atrayente y de carácter útil. A través de ello podrá hacerse una idea de las circunstancias que, en mayor escala, afectan a su país y a toda la humanidad. Por esta razón, la Geografía, debe encararse con sentido dinámico y visión de futuro, a fin de que quien la cultive capte la gran tarea actual de los seres humanos en el modelamiento, en diferentes medidas, del mundo del porvenir. Siempre debe mostrarse la lucha permanente del hombre contra los elementos naturales, lucha que llama a la cooperación, al esfuerzo común de las todas y cada una de las generaciones en un empeño mucho más digno de destacar que las guerras que se producen actualmente entre naciones. En este mundo tan pequeño, en el que las distancias han perdido significado, se hace más necesario que nunca elevarse a la noción de humanidad.

En este sentido, muchos de los grandes problemas de la humanidad como el hambre, la miseria, el nivel de vida y el mejoramiento espiritual de los individuos, se ha tornado hoy comunes para el futuro de nuestro planeta, ya que todos somos responsables de ello. De ahí que la enseñanza debe adquirir una orientación más vital, menos deshumanizada. A la Geografía, por la esencia de su objeto y finalidad, le está reservada una gran misión en esta tarea.

En cuanto a la importancia de la Geografía en la formación del niño y del adolescente, pueden conseguirse resultados muy positivos cuando la enseñanza está bien orientada. La Geografía ha dejado de ser una vasta nomenclatura de montañas, ríos, ciudades, países o capitales, cuyo efecto mayor era el desarrollo memorístico. Esto no significa que sea innecesario retener cierta cantidad de nombres; pero la actitud debe ser distinta. Tales esfuerzos de memoria deben apoyarse en la observación, directa o indirecta, y tender a la ejercitación de una memoria visual que guíe al alumno con mayor provecho y facilidad, hacia la comprensión de su entorno y del mundo. Los mapas, croquis y otros elementos similares, son un apoyo inapreciable para este tipo de ejercitación, del mismo modo que sirven eficazmente para el cumplimiento de otras finalidades pedagógicas.

En efecto, la enseñanza de la Geografía debe servir, sobre todo, para desarrollar la capacidad de observación. El medio local, más cercano, será el punto de partida ineludible para la observación directa de hechos y fenómenos geográficos. Pero la imposibilidad del acceso a los distintos lugares y motivos de interés geográfico, impone el recurso de utilizar otros elementos ilustrativos (fotografías, mapas, esquemas) que permitan llegar al conocimiento partiendo de la observación indirecta.

De esta forma, hay que animar, actualizar y convencer al docente de este tiempo, para asumir un compromiso profesional y ético que se nutra de una "Enseñanza Creadora (compromiso con lo nuevo), Dialógica (confrontación y convergencia), Concientizadora (comprensión de la realidad para asumir responsabilidades) y Participativa (sujeto-agente en la realidad) para que ésta trascienda en la formación integral del individuo como persona y como ciudadano. Así mismo, seleccionamos los enunciados de la concepción de formación Integral de Guedez, V., 1987", referidos al grado de capacidad y de sensibilidad humana para saber hacer, saber genérico, saber por qué, saber a través de qué, saber hacia dónde y querer saber.

Lo que se propone a continuación, relaciona lo geográfico y lo didáctico, con la intención de contribuir con la formación integral del perfil del alumno:

1. "Saber hacer y Saber genérico": a nivel general se debe capacitar al educando en la adquisición de las herramientas esenciales para el aprendizaje (como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas, etc.) y de los contenidos necesarios para que puedan desarrollar plenamente sus capacidades y puedan participar en el reto del desarrollo pleno.

2. "Saber por qué": en educación siempre es importante “Estimular” en el individuo actitudes para la reflexión, análisis, crítica y autocrítica que le conduzcan a una toma de conciencia que como ser social debe comprender acerca de la importancia de su colaboración en la identificación de problemas significativos, tanto en su ciudad de pertenencia como del país.

3. "Saber a través de qué": todo docente debe “Planificar” el aprendizaje hacia la búsqueda, el descubrimiento, la invención y el compromiso con lo nuevo. Se debe favorecer en el educando la iniciativa, originalidad y curiosidad intelectual.

4. "Saber hacia dónde": una de las tareas importantes es “Garantizar”, en los estudiantes, la formación de una actitud para la sensibilización de una conciencia histórica y ciudadana, con la enseñanza de la realidad local, nacional y universal.

5. "Querer Saber": hace referencia a que siempre hay que Interesar y estimular al educando para una participación responsable en los procesos que se operan en la realidad, para que éste asuma un compromiso consciente para la solidaridad del bienestar social.

El conjunto de estos "saberes" nos permitirán hacer propuestas para una intervención pedagógica que garanticen el aprendizaje necesario del educando para la vida y para una formación ciudadana participativa en el mejoramiento de la calidad de vida, el fortalecimiento de la soberanía e integridad nacional y la convivencia regional y mundial.


Fuente: Bonfanti, Fernando Ariel

Revista Digital UMBRAL 2000 – Nº 15- Mayo 2004

jueves, 2 de diciembre de 2010

El modelo educativo de la oligarquía en Argentina.

Como indica su nombre, el modelo oligárquico fue la propuesta política llevada a cabo por las minorías que ostentaban el poder económico y eran dueños de la tierra además de grandes comerciantes. El modelo en cuestión se lo puede ubicar en el tiempo desde 1880 a 1930, sin embargo como se explicará más adelante, se destaca un periodo de crisis en sus últimos años que llevaron a su declinación definitiva en el cual emerge al poder la clase media.

Los grandes terratenientes y comerciantes concentraban su dominio y poder en torno al puerto de Buenos Aires y en la región pampeana, por lo que el resto del país se encontraba inmerso en un claro retroceso y atraso, por ejemplo se puede evidenciar en el mayor analfabetismo del resto del país con respecto a la zona portuaria y pampeana.

En materia educativa, la educación fue en un principio (en particular a partir de fines de la década de 1860 con la presidencia de Sarmiento) el motor para educar al soberano ya que en esa época los índices de analfabetismo eran elevados y la sociedad se debatía entre el binomio “civilización y barbarie” y como Sarmiento afirmaba “un pueblo educado jamás votará por Rosas”. En segunda instancia la educación fue vehículo para “argentinizar” a la gran masa de inmigrantes llegados de diferentes países europeos que lejos de acoger la cultura argentina continuaban con sus costumbres nacionales. En éste sentido el primer (o uno de los primeros) antecedente legal en materia educativa fue la “Ley Lainez” (fines de la década de 1870) que establecía construir escuelas en todo el territorio nacional.

Ante ésta perspectiva era inminente y necesaria la sanción de una ley de educación que previo Congreso Pedagógico en 1882 fue sancionada en 1884 la Ley 1420 o Ley de Educación Común que regía y daba obligatoriedad a la educación primaria; esto significa que la Ley 1420 consideraba importante solo la instrucción básica apoyada en el conductismo y el positivismo por lo cual a partir de la pubertad el individuo había adquirido ya los conocimientos necesarios para poder ingresar al mundo laboral que estaba dado en el marco del trabajo en el campo de aquellos terratenientes gobernantes y que servían al modelo económico de agroexportación para luego importar manufacturas.

La necesidad del Estado de manejar la educación estaba dada también para contrarrestar el poder hegemónico que tenía la Iglesia Católica sobre distintos ámbitos entre ellos la educación que hasta entonces estaba en poder del clero por lo cual la Ley 1420 nace “pública, gratuita y laica”.

A su vez en 1885 la sanción de la primera ley de educación superior del país como fue la Ley 1597 conocida también como “Ley Avellaneda” en referencia al presidente su promotor otorgaba la normativa para la educación universitaria donde deja en claro el fuerte intervencionismo del Poder Ejecutivo Nacional en las dos únicas universidades nacionales de ese entonces como son las Universidades de Córdoba y de Buenos Aires. Por su parte la educación secundaria no era obligatoria y solo accedían a ella los hijos de quienes tenían el poder económico y político y tanto la educación secundaria como universitaria era más bien un “curso” para ser dirigentes en el futuro.

Ya a fines del siglo XIX y principios del XX ante la eventualidad que existiera movilidad social ascendente es que se trata de poner obstáculos a la educación secundaria y universitaria como ejemplo de ello es que se pretendía imponer un sistema de educación técnica, no porque hiciera falta mano de obra especializada sino que se pretendía que esa educación fuese a doble turno de manera que los pobres por tener que trabajar no pudieran acceder a ella como también cerrar casi todos los colegios nacionales e incluso poner un filtro preparatorio para la educación secundaria (Saavedra Lamas) para asegurar menos ingreso a la universidad por ende menor competencia por el poder dirigente político.

Pero a fines del siglo XIX la clase media comienza a movilizarse para tratar de lograr beneficios sociales y acceder al poder, para ello esa clase media cuenta con el apoyo de estudiantes hijos de pequeños comerciantes, de la clase obrera que a su vez se aglutinaba en torno a sindicatos socialistas e incluso anarquistas (éstos por lo tanto no coincidían con la clase media en querer llegar al poder por medios democráticos sino que pretendían controlar su propia propuesta educativa para no aburguesar a la sociedad y tomar el poder por la fuerza). Es a partir de 1893 cuando nace la Unión Cívica Radical conducida por jóvenes de la clase media (Alem, Yrigoyen) que exigirán al poder oligárquico la posibilidad de participar en elecciones lo cual lograrán en 1912 con la Ley 8871 o “Saenz Peña” y les posibilitaría acceder al poder con Yrigoyen en 1916 a través del voto obligatorio, universal y secreto (pero solo para varones en ese momento).

El mundo para esa época estaba en guerra, era la Primera Guerra Mundial, lo cual posibilitó en los años que duró la misma afianzar al país como agroexportador ya que los países centrales estaban en guerra y necesitaban comida, pero el fin de la guerra llevó a que las potencias que hasta el momento compraban materia prima hicieran un cerco proteccionista para favorecer a sus economías ya que no estaban en condiciones de comprar por lo que nuestro país perdió mercados. Ese proteccionismo a nivel mundial hizo que otro país agroexportador y productor además de industrializado como EEUU tuviera demasiada oferta y poca demanda por lo que en 1929 su sistema financiero colapse, y con él el mundo occidental.

Por lo tanto Argentina que antes vendía materia prima y compraba manufacturas se vio obligada a sustituir las importaciones y manufacturar en el país. Por tal motivo en educación fue necesario incorporar a un sujeto que supiera producir a nivel industrial.

Si bien el modelo oligárquico en cuanto a poder político había llegado a su fin en 1916, solo fue un tenue disfraz ya que los nuevos gobernantes traían reminiscencias de la oligarquía en cuanto a lo económico y eso trasladaron al poder también. Por lo tanto no se puede decir que en 1916 termina la oligarquía sino que comienza un proceso de transición donde la misma se debilita pero no desaparece.

En el plano educativo los cambios llegaron recién en 1918 con la Reforma Universitaria donde las mismas elegirían sus autoridades en un co-gobierno entre autoridades docentes y alumnos como también se redactarían estatutos y planes de estudios acordes a las necesidades de la clase media y ya no solo de la clase alta y los profesores serían elegidos por concurso. A pesar de la reforma originada por fuertes reclamos estudiantiles seguiría en vigencia la Ley Avellaneda hasta 1947 cuando se sanciona una nueva legislación en materia educativa superior.

La oligarquía intenta retomar el poder debilitado en 1916 y es que en 1930 toma el gobierno por la fuerza e instaura un nuevo régimen político que durante los próximos cincuenta años alternaría entre gobiernos democráticos con gobiernos de facto éstos de manos de las fuerzas armadas. Dicho golpe militar restaura la oligarquía ya con otras bases distintas a la etapa anterior para luego llamar a elecciones pero destacándose el fraude a pesar que se elegía en democracia a los dirigentes y en el marco social se impuso un sistema de rigidez basado en principios religiosos conservadores. Esta nueva oligarquía se mantiene en el poder hasta 1945 momento en el cual cambia el escenario político y social dando paso al Estado Benefactor o de Bienestar encabezado por el presidente Perón.


Por Juan Pablo García Ruiz

lunes, 15 de noviembre de 2010

El modelo educativo de la democracia en Argentina. (parte 2/2)


3- EL CONGRESO PEDAGÓGICO NACIONAL DE 1984-1988

Una de las primeras iniciativas del gobierno constitucional fue convocar a un segundo Congreso Pedagógico Nacional. Este se diferenciaba del primero por su perfil de convocatoria que se extendía a toda la sociedad civil. Es decir, a los ciudadanos mayores de 15 años, a los partidos políticos y a las distintas organizaciones sociales. La convocatoria fue impulsada por la ley 23.114 del 23 de noviembre de 1984 y se llamó al debate y la participación a “todos los niveles de enseñanza, estudiantes, padres, cooperadoras escolares, gremialistas, docentes, estudiosos del quehacer educativo y al conjunto del pueblo a través de los partidos políticos y organizaciones sociales representativas.

Los objetivos del congreso eran:

a) crear un estado de opinión en torno de la importancia y trascendencia de la educación;

b) recoger y valorar las opiniones de las personas y sectores interesados en el ordenamiento educativo y su desenvolvimiento;

c) plantear, estudiar y dilucidar los diversos problemas, dificultades, limitaciones y defectos que enfrenta la educación;

d) divulgar la situación educativa y sus alternativas de solución, asegurando la difusión necesaria a fin de que el pueblo participe activamente en el hallazgo de las soluciones;

e) propiciar el asesoramiento que facilite la función del gobierno en sus esferas legislativas y ejecutivas; y

f) estrechar lazos de fraternidad entre educadores argentinos y de otros países latinoamericanos.

La ley preveía la creación de una Comisión Organizadora Nacional, integrada por miembros del poder Ejecutivo y del Poder Legislativo Nacional y representantes de los poderes Ejecutivos Provinciales. La Comisión Organizadora del Congreso debía dar las pautas, elaborar el temario y poner a disposición el material para lograr la más amplia participación posible en el Congreso Pedagógico Nacional. Se elaboraron tres tipos de documentos:

A) Materiales para la participación:

Ø ¿Qué es el congreso Pedagógico?

Ø La participación en el Congreso Pedagógico.

B) Materiales para la organización de las actividades:

Ø Pautas de organización del Congreso Pedagógico.

Ø Sugerencias para la organización de los trabajos.

Ø Propuestas para trabajar los temas del Congreso Pedagógico.

Ø Metodología para la redacción de los informes.

C) Material de información básica:

Ø Población y escolarización

Ø Rendimiento escolar

Ø Nivel educacional de la población y analfabetismo.

Ø Educación

Ø Educación y democracia

Ø Educación y justicia social.

Ø Educación y trabajo

Ø El sistema educativo argentino: gobierno y est4ructura académica

Ø El sistema argentino;: algunos problemas

Ø ¿Qué se enseña y Cómo se enseña?

La ley 23.114 preveía también la designación por el Poder Ejecutivo de una Comisión Honoraria de Asesoramiento. Comisión que se integraba con personas vinculadas al quehacer educativo que representara a distintos sectores. El presidente encargó a la comisión la elaboración de un informe donde constaran los consensos y disensos sobre los temas desarrollados. Dicho informe se presentó al doctor Raúl Alfonsín en diciembre de 1987 bajo el título “Informe sobre posibles reformas del Sistema Educativo”.

El funcionamiento del Congreso consistió en tres instancias territoriales: local, jurisdiccional y nacional. En cada una se organizaron Asambleas. La instancia local eran las asambleas de base. En la misma podían participar todos los ciudadanos mayores de 15 años que se inscribieran anticipadamente y de allí surgirían los delegados para las asambleas jurisdiccionales y de estas últimas a la Asamblea Pedagógica Nacional.

Esta última se reunió entre el 27 de febrero y el 16 de marzo de 1988 en el complejo de Embalse de Río Tercero, Córdoba. La presencia de delegados de todas las jurisdicciones en las comisiones de trabajo posibilitó el conocimiento y análisis de las realidades peculiares de cada una de ellas, el intercambio de experiencias y el esfuerzo conjunto por proponer soluciones que respetasen esta singularidad.

Cada Comisión Organizadora debía estar integrada por todos los representantes de instituciones e interesados por la educación y la política educativa. Es decir, por toda la sociedad civil dado que pretendía involucrar a toda la población independiente de su participación o no en partidos políticos.

Esta organización tipo piramidal parecía que garantizaría la amplia participación de toda la comunidad. La ciudadanía podía presentar trabajos y propuestas, sea en forma individual o a través de instituciones o asociaciones intermedias en las que participaba.

El Congreso Pedagógico funcionó de manera muy dispar en todo el país. Algunos rasgos característicos fue que la capacidad de convocatoria fue menor a la esperada. Esto posiblemente se explica en razón de que la convocatoria fue lanzada en un momento de movilización y se llevó a la práctica en otro de desmovilización, en el cual se dio el “desencantamiento progresivo de aquella efervescencia” inicial de los primeros momentos de la transición democrática. Esto evidencia que el problema es más profundo y está en las raíces mismas de una sociedad no participativa o, por lo menos, no acostumbrado a ejercer su derecho a participar.

Dos viejos debates se retomaron en el Congreso Pedagógico de 1988: la orientación filosófica que debe tener la enseñanza y el papel del Estado en la educación. En los informes jurisdiccionales la mayoría insistió en la orientación religiosa de la educación y el rol subsidiario del Estado.

Quienes participaron de la Sociedad Civil en la convocatoria fueron los que sabían que allí se jugaba un espacio de lucha por la orientación de la política educativa y en consecuencia una futura ley de educación. Pero los verdaderos actores educativos sin una trayectoria política no ocuparon ese espacio. Así, los sectores que representaban la enseñanza privada y las escuelas católicas organizaron una participación masiva y articulada a fin de lograr mayoría de votos en sus propuestas.

El resto de la ciudadanía y la comunidad educativa de las escuelas públicas que podía participar a través de las organizaciones de los colegios y asociaciones civiles estaban en su mayoría carentes de liderazgos organizativos con la experiencia necesaria y no consiguieron ampliar su convocatoria. En consecuencia, su voz fue débil.


4- CONCLUSIONES

Las conclusiones y recomendaciones elaboradas con respecto a este temario se expresan luego como parte del articulado de la Ley Federal de Educación sancionada en 1993. En la misma se establece un nuevo rol para el Estado y para la sociedad civil. El estado asume la responsabilidad principal e indelegable de la educación pública y reconoce como agentes a la familia –“agente natural y primero”- y a las confesiones religiosas y a las organizaciones sociales. Los resultados de los informes del Congreso Pedagógico fueron la plataforma y argumento de los intelectuales de los noventa para la reforma educativa que implicó un nuevo marco jurídico para un nuevo modelo educativo. Esto es:

1. Nueva normativa: Marco legal con control ideológico: Ley marco (1993) ). Ley Federal de Educación (24195 Reforma constitucional (1994)- Ley de Educación Superior (1995) que reestructura el sistema de acuerdo a un modelo neo-liberal o Estado Post-Social

2. Aumento de la escolaridad obligatoria (orientaciones mundiales).

3. Introducción de la Capacitación Laboral para dar salida a los jóvenes en el mercado de trabajo subordinado a los intereses empresariales (Polimodal), con un marco de flexibilización en el contrato laboral.

4. Tendencia a la privatización con un Estado Subsidiario.

5. Tendencia a la descentralización (Ley de Transferencias y Servicios de 1991).

6. Búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento.

Es cierto que la puesta en práctica de la nueva normativa, mostró en muchos casos errores y deformaciones, entre los que el incumplimiento de las metas presupuestarias, es uno de los más salientes. La profunda crisis social y económica del país, junto con políticas fiscales equivocadas inhibió la inversión educativa pactada. La duplicación del presupuesto previsto por la misma Ley Federal hubiera permitido aumentar la capacidad de inclusión educativa y mejorar la calidad de su servicio. Es indudable que no se logró instalar un sistema integrado; la educación argentina aún no pudo superar su larga historia de fragmentación y desarticulación. Reconocer la existencia de esas equivocaciones no excluye recuperar los avances realizados: la ley 24195 tuvo el mérito de organizar el sistema nacional de educación estableciendo claramente los roles de la Nación, de las provincias y del Consejo Federal de Educación, las jurisdicciones crecieron en capacidad de decisión y autonomía superando un modelo organizativo centralizado, se fijaron diez años de enseñanza obligatoria respondiendo a una demanda generalizada, se intentó promover la unidad del sistema educativo a través de Contenidos Básicos Comunes para todas las jurisdicciones; la firma del Pacto Federal Educativo supuso un aumento en la inversión de recursos, accedieron a la educación cientos de miles de niños, jóvenes y adultos argentinos de los sectores económicamente más vulnerables.

La inclusión en el sistema educativo es un mandato central de la sociedad y un deber del Estado, aunque no deba quedar reducida a la matriculación ni a la retención. La Constitución Nacional otorga a los ciudadanos el derecho a la educación, derecho que no se reduce a la obtención de una vacante en una escuela. Sabemos que la escuela es un instrumento de inclusión social cuando además de garantizar el acceso a toda la población logra formar en los conocimientos y los valores que la sociedad de hoy y del futuro demandan: inclusión con aprendizaje, es la síntesis que se pretende.

BIBLIOGRAFIA

Racovschik, Gustavo (2006) “Pasado, presente y futuro de las reformas educativas en Argentina (1966-2006)” Monografías.com

Agenda Educativa Rio IV (Blog) “Alfonsín y la ecuación”

Concejo Federal de Educación “Educación en democracia” 2003.

Filmus, Daniel (1999) “Estado, Sociedad y Educación en Argentina” BsAs, Troquel.


por Juan Pablo García Ruiz
Elizabeth González

domingo, 14 de noviembre de 2010

El modelo educativo de la democracia en Argentina. (parte 1/2)


1 – INTRODUCCIÓN

Con el advenimiento de la democracia en 1983, el Gobierno del Dr. Alfonsín mostraría una especial preocupación por la democratización interna y externa del sistema educativo, El gobierno atribuyo una gran importancia; simbólica y real; a la política cultural y educativa, destinada a largo plazo a remover el autoritarismo que anidaba en las instituciones, las prácticas y las conciencias. Las consignas generales fueron la modernización cultural, la participación amplia y sobre todo el pluralismo y el rechazo a todo dogmatismo. De este modo, la significante democracia ocupó el lugar central en todos los discursos de la época; por ejemplo, uno de los más famosos (y reiterados) enunciados de Alfonsín fue: “con la democracia se come, se cura y se educa”, la cual le sirvió de muletilla para ganar las elecciones presidenciales en 1983. La misma conlleva un significado de gran connotación política y social. . En las escuelas secundarias se percibía un espíritu de participación muy grande motivado en gran parte por las organizaciones estudiantiles universitarias que formaban un movimiento importante en este proceso de democracia y particularmente para el gobierno de Alfonsín.

Así, el discurso creó una cadena de equivalencias alrededor de la noción de democracia y se articuló con significados relacionados con el bienestar de la sociedad: nutrición, salud, educación, libertad, representación política, etc. Durante el período de gobierno de Alfonsín se llevaron a cabo campañas de alfabetización, libre ingreso a todos los niveles del sistema educativo, libertad de cátedra y de agremiación de estudiantes y docentes, en las universidades y en el campo científico volvieron los mejores intelectuales. Además de volver a la vida académica, los intelectuales se incorporaron a la vida política. Las principales acciones de Alfonsín estuvieron dirigidas a la autorización del funcionamiento de los centros de estudiantes a nivel secundario y universitario, la reincorporación de los docentes cesanteados en el periodo autoritario, la supresión de los exámenes de ingreso en la escuela media y la posibilidad de ingreso irrestricto en las universidades, la modificación del régimen de evaluación de los conocimientos adquiridos abandonando la escala numérica por otra conceptual, el cambio de los planes de estudio de la materia Formación Moral y Cívica en el secundario y la normalización de las universidades públicas.

La reinstalación de la democracia encontró un país educativo desigual e inequitativo. Esta desigualdad aún no pudo ser saldada, pero es innegable que en 1983 emerge una intensa corriente de renovación que perdura hasta nuestros días. Una inmensa mayoría de los actores educativos rechazaba la organización piramidal, burocrática y centralizada del sistema. Enormes transformaciones sociales y políticas estaban aconteciendo en las ciencias, la tecnología, las teorías y metodologías educativas que empujaban a la mayoría de los países del mundo a emprender reformas estructurales.

El gobierno consideró fundamental la democratización del sistema educativo y subrayó el deber del Estado de garantizar la educación pública e hizo referencias tácticas a la necesidad de una Ley General de Educación.


2- EDUCACIÓN PARA LA DEMOCRACIA

Luego de la decadencia del Estado de Bienestar y de la restauración de la democracia en 1983 después de la dictadura militar del periodo 1976-1983, el objetivo político de la educación en democracia fue transformar una cultura autoritaria y desmantelar el orden autoritario a partir de la transmisión de valores democráticos. Se privilegió el papel originario del sistema educativo de finales del siglo XIX para generar una cultura participativa por parte de la ciudadanía. A pesar que el sistema educativo fue el principal instrumento de afirmación de la concepción autoritaria del anterior periodo, la acción de Alfonsín en torno a la democratización de las relaciones sociales en la educación fue importante.

La gestión educativa del gobierno radical manifestó una visión restringida de los elementos que constituían la esencia del orden disciplinador del autoritarismo anterior. Se absolutizó el papel del Estado en la transición democrática en torno al cambio de las normas, reglamentos y prácticas que permitieron desmontar el sistema autoritario que rigiera en la etapa anterior. Pero en el orden instrumental, los cambios realizados en el primer periodo solo estuvieron vinculados a los contenidos de las materias dirigidas a la formación cívica ciudadana.

Reconstruir las escuelas como ámbitos de convivencia democrática era una de las tareas prioritarias del nuevo periodo. Es imposible una educación de calidad en el marco de situaciones donde predomina la lógica burocrática, la falta de participación, la intolerancia y la discriminación ideológica. El avance obtenido en el gobierno de Alfonsín fue importante. Sin embargo, en muchas ocasiones al absolutizar los aspectos vinculados con la transmisión de valores ciudadanos, no se adoptaron las políticas necesarias para desmantelar la estructura autoritaria construida en torno al orden instumental. Éste orden estuvo fundamentado en el deterioro y la diferenciación de la calidad educativa brindada.

Las principales acciones desde el Ministerio de Educación de la Nación estuvieron dirigidas a la autorización del funcionamiento de los centros de estudiantes a nivel secundario y universitario, la reincorporación de los docentes cesanteados en la dictadura, la supresión de los exámenes de ingreso en la escuela media y la posibilidad de ingreso irrestricto en las universidades, la modificación del régimen de evaluación de conocimientos adquiridos abandonando la escala numérica por otra conceptual, la modificación de los planes de estudio de formación moral y cívica del nivel secundario, la normalización de las universidades públicas, etc.

Las transformaciones para elevar la calidad de la educación en base a profundas modificaciones curriculares, una nueva estructura del sistema, la descentralización de los servicios, la generación de nuevas formas de vinculación con otros actores sociales, el desarrollo de mecanismos de evaluación de la calidad educativa, la realización de acuerdos interjurisdiccionales sobre contenidos de la enseñanza, etc no fueron llevadas a la práctica, se implementaron sobre el final de la gestión o solo fueron experiencias piloto.

El Congreso Pedagógico Nacional fue un importante proceso de debate educativo. El gobierno democrático supo generar un amplio espacio para la discusión, sin embargo no logró comenzar a implementar los acuerdos allí alcanzados. La parcial intervención del Estado Nacional en la transformación educativa fue complementada en algunas jurisdicciones con profundos cambios en los contenidos y en las prácticas educativas.

La recuperación de la democracia significó también la recuperación del rol protagónico del Estado docente en los discursos oficiales. Pero el efecto democratizador de la intervención estatal en la realidad escolar fue solo parcial. Ello se debió a que el importante rol desempeñado en el desmantelamiento del orden autoritario no estuvo acompañado de políticas educativas dirigidas a retomar sus responsabilidades en torno a brindar reales posibilidades de acceso a una educación de calidad para todos los argentinos.

Si bien éste proceso fue un avance, también produjo situaciones contradictorias y a veces violentas. Modificar las formas pero manteniendo los contenidos generó mayores condiciones para que los actores del sistema educativo, en particular los estudiantes de escuelas medias, expresaran su disconformidad con la falta de atractivo y significación social de los conocimientos escolares. La derogación de las normativas disciplinarias impidió que la insatisfacción estudiantil estuviera en condiciones de ser encauzada a través de los métodos “autoritarios”. Pero en muchos casos tampoco pudo ser contenida por la “autoridad” genuinamente ganada por el saber docente y el interés por el estudio de nuevos contenidos escolares. En ciertos momentos de la primera etapa democrática se vivió una situación paradojal. La ausencia de transformaciones profundas de las condiciones escolares de aprendizaje permitió que desde algunos sectores se propusiera un retorno al orden educativo autoritario como reacción ante las manifestaciones de disconformidad estudiantil.

por Juan Pablo García Ruiz

Elizabeth Gonzalez

miércoles, 5 de agosto de 2009

¿Alumnos con orejas de burro?


- ¿Cuando fue la independencia de nuestro país?
- “El 25 de Mayo de 1816”- responden firmemente los alumnos en varias evaluaciones.
- ¿Cuáles fueron los hechos que llevaron a la Revolución Argentina?
Y con total seguridad afirman los chicos en clase - “es a causa de que Fernando VII fue tomado prisionero por Napoleón”- al asociar directamente el término Revolución con los acontecimientos de Mayo de 1810.
Ejemplos como esos tenemos miles, tanto de historia como de geografía pero cabe preguntarnos: ¿son alumnos con orejas de burro? ¿Son ellos el problema? ¿Son los docentes los causantes de tantas falencias?
Este cuestionamiento no es de hoy. Estos planteos vienen llevándose a cabo desde hace algunos años ya.
La implementación de la Ley Federal de Educación en nuestra provincia significó una modificación en la cantidad de espacios curriculares existentes y una disminución de horas cátedras de ciertas materias que en otros momentos eran consideradas imprescindibles dentro de la formación integral del alumno. Espacios como Historia y Geografía redujeron sus horas a la mitad, y las consecuencias se pudieron ver claramente al poco tiempo: las horas de dictado de clases eran mínimas como para que el alumno pudiera asimilar los contenidos, los programas anuales eran muy largos pero no podían concluirse jamás, o si se cumplían era sacrificados la mitad de los temas para poder llegar a fin de año con todos los requisitos acorde lo pide el Ministerio de Educación.
¿Pero la culpa es del alumno, que actualmente está despreocupado ante la enseñanza y dedicación del Profesor? ¿La culpa es del profesor porque no sabe “administrar” el tiempo que le corresponde y hacer una clase magistral?
El espíritu de la nueva Ley de Educación Nacional es recuperar nuestra identidad, revalorizar nuestro conocimiento del pasado para que no se produzca ese olvido colectivo que nos convierte en un país sin memoria ante tantos atropellos hacia los Derechos Humanos, intenta que logremos un conocimiento complejo de nuestro espacio para su mejor utilización.
Aprovechando este objetivo, creo que es el momento oportuno para replantearnos una recuperación de la carga horaria que se perdiera en las mencionadas materias tras la implementación de la Ley Federal de Educación. Debemos reflexionar acerca del cambio que queremos producir en nuestra enseñanza, o si meramente será un cambio de nombre en la Ley.
Luchemos juntos para que nadie pueda decir que nuestros alumnos tienen “orejas de burro”.

Prof. Lina Bortot

miércoles, 22 de julio de 2009

El espacio de la educación.

El espacio geográfico es el objeto de estudio de la Geografía, la cual es la ciencia que estudia la interrelación entre el hombre y el medio. El espacio en Geografía es la epidermis de la Tierra donde se localizan factores naturales y sociales. Desde la óptica de la Geografía Humana se puede decir que el espacio es el lugar donde se desenvuelve el ser humano, por lo tanto es una construcción social.
Ya los griegos tenían erigido un concepto de espacio, lo que ellos llamaban la Ecúmene o mundo conocido, es decir el mundo habitado en contraposición con el mundo desconocido o Anecúmene que era otro espacio diferente.
Hoy en día el concepto de espacio desconocido es prácticamente nulo y se habla de un espacio globalizado en lugar de la antigua Ecúmene, a la vez y como contracara de aquel espacio surgen los espacios regionales o locales que tienen su propia identidad.
Si se dijo que el espacio es una construcción social y que hay distintos espacios locales, se puede determinar que cada comunidad o institución es un espacio, como por ejemplo la escuela que es el espacio particular que se analizará en ésta oportunidad.
La escuela no solo ocupa un espacio físico, sino que también es un espacio formado por el concepto de comunidad donde intervienen distintos elementos propios de toda sociedad como la convivencia, el respeto mutuo, la familia, los valores, la ética, el saber etc. La institución escolar ocupa un espacio primordial otorgado por la Ley de Educación Nacional siendo el pilar fundamental en la formación del ciudadano que será quien tenga la tarea de construir el espacio del futuro.
El espacio geográfico es histórico ya que los elementos que lo conforman, sean naturales o sociales, están en constante dinámica por lo tanto dicho espacio va a evolucionar o involucionar con el transcurso del tiempo por medio de la intervención del ser humano. En ese sentido y siguiendo con la analogía con el espacio que ocupa la Institución Escolar se puede decir que ese espacio ha evolucionado en nuestro país.
Desde la organización del Estado la educación y la escuela han ido creciendo gradualmente de acuerdo a las necesidades de cada época, así después de la declaración de independencia la urgencia era enseñar a leer y escribir a los niños sin aún haber organizado un sistema educativo como se conoce hoy. Hacia fines del siglo XIX ya con la Ley de Educación Común Nº 1420 sancionada y con un país que se colmaba de inmigrantes a la vez que se consolidaba como agro-exportador, era necesario en primer lugar lograr asimilar al inmigrante a la cultura local y también formar al ciudadano en materia tecnológica de la época que requería ya una mano de obra con mayor especialización de acuerdo al empuje económico que estaba viviendo el país.
Más de cien años después, la Ley 1420 cargaba sobre sus espaldas el peso del Positivismo y el Conductismo siendo difícil poder lograr resultados esperados en el ser humano y habiendo moldeado al individuo con un icono particular. La escuela era el espacio donde se formaba al ciudadano bajo una receta preestablecida resultando dificultosa la articulación con el resto del espacio social ya que la escuela solo era el lugar donde se daba y recibía conocimiento.
La Ley de Educación Común dejó una fuerte impronta en la estructura social argentina, así se llega a fines del siglo XX con la sanción de la Ley 24195 o Ley Federal de Educación que reemplazó a la anterior donde la estructura de la educación y por lo tanto del espacio institucional cambió radicalmente.
La Ley Federal planteaba cambios estructurales que fueron difíciles de asimilar después de haber tenido más de un siglo de educación con el viejo sistema. La escuela vio en pocos años implementar cambios diferentes al anterior sistema, se tomó como base el Constructivismo, se privilegió la democratización de la institución por sobre todas las cosas donde se ponían a un mismo nivel directivos, docentes, alumnos y padres teniendo voz y voto en las decisiones inherentes al espacio educativo.
Más allá que todos coinciden que el objetivo fundamental de la nueva ley era positivo, los resultados sugirieron otra cosa. Se afirma que la pluralidad de contenidos que pregonaba la ley conllevó a un vaciamiento de los mismos ya que se incrementó el currículum pero se siguió con la misma carga horaria que anteriormente, por lo tanto se recortaron los espacios de la mayoría de las materias para darle lugar a las nuevas que se implementaron. En muchos casos los nuevos contenidos no eran significativos agravado en el sentido que la carga horaria que se recortó correspondía a materias primordiales para el desarrollo del individuo como actor principal del espacio social en el cual se insertaría cuando egresara.
Otra falencia es que se desconoció prácticamente por completo el espacio correspondiente a la Educación Técnica tan necesaria para el progreso de una sociedad en vías de desarrollo y un país inserto en un espacio global que requería especialistas en distintas áreas de la producción y el desarrollo.
Si se suma el hecho que espacios tan importantes dentro de la educación como la Educación Técnica y la carga horaria de materias primordiales además de la política de perjuicio a la industria nacional y la apertura a la importación con el agregado que la ley 24195 fue aprobada de manera apresurada se puede inferir que determinados intereses políticos (se presume externos con obsecuencia  del gobierno nacional) influyeron, para desculturar a la sociedad.
Por ende, la Ley Federal prometía ser una panacea que resultó siendo una caja de Pandora, por un lado se habían ganado ciertos espacios, pero por otro se perdieron muchos más. En el medio estaban los actores principales; los alumnos que tuvieron acceso a un conocimiento superficial y el docente que vio diezmado su fuente laboral.
El docente perdió su espacio tradicional, debió dar más importancia a reunir la mayor cantidad de puestos posibles a la vez que debía perfeccionarse (no siempre eficientemente porque el mismo sistema no lo permitía) para poder acceder a esas fuentes, por consiguiente debió priorizar otros espacios en detrimento del espacio escolar ya que estaba impedido de dedicar tiempo extra a afianzar el conocimiento en los alumnos y establecer lazos de relación con la institución en sí y sus actores.
Transcurridos los primeros años del siglo XXI se derogó la Ley 24195 y se sancionó la Ley 26206 o Ley de Educación Nacional que en un principio apunta a subsanar las falencias de la anterior para lo cual se cambiaron las estructuras nuevamente pero afianzando las bases del Constructivismo que hace pensar en un espacio institucional en armonía con las necesidades de la sociedad actual.
No se puede permitir que la educación siga perdiendo el espacio que le corresponde, solo la misma permitirá el desarrollo posible que toda sociedad avanzada debe alcanzar.

Lic. Juan Pablo García Ruiz