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sábado, 9 de marzo de 2019

No puedes convencer a un terraplanista y eso debería preocuparte.

Negar que la Tierra es esférica es el caso más extremo de un fenómeno que define esta época: recelar de los datos, ensalzar la subjetividad, rechazar lo que nos contradice y creer falsedades propagadas en redes



Hay gente que cree que la Tierra no es una esfera achatada por los polos, sino un disco. Que la Tierra es plana. No es analfabetismo: estudiaron el Sistema Solar y sus planetas en el colegio, pero en los últimos años han decidido que todo eso de "la bola" es una gigantesca manipulación. Solo el 66% de los jóvenes entre 18 y 24 años de EE UU está plenamente seguro de que vivimos en un planeta esférico (el 76% entre 25 y 34 años). Es un fenómeno global, también presente en España, al que cuesta asomarse sin bromear. Pero al observar los mecanismos psicológicos, sociales y culturales que les llevan a convencerse de esta gigantesca conspiración se descubre una metáfora perfecta que resume los problemas más representativos de esta época. Aunque parezca medieval, es muy actual.
"El pensamiento conspirativo plantea un problema para el mantenimiento de una esfera pública racional en la que los debates políticos se basan en evidencias", asegura Olshansky
Rechazo de la ciencia y los expertos, narraciones maniqueas que explican lo complejo en tiempos de incertidumbre, entronización de la opinión propia por encima de todo, desprecio hacia los argumentos que la contradigan, difusión de falsedades gracias a los algoritmos de las redes... Está todo ahí. "Es el caso más extremo, el más puro", resume Josep Lobera, especialista en la sociología de los fenómenos pseudocientíficos. Cada flaqueza o actitud de este colectivo está presente de algún modo en muchos de los movimientos políticos, sociales y anticiencia que han irrumpido en nuestros días.
"Nace de la desconfianza en el conocimiento experto y de una mala manera de entender el escepticismo", afirma Susana Martínez-Conde, directora del laboratorio de Neurociencia Integrada de la Universidad Estatal de Nueva York. Los estudios sobre terraplanistas y otras teorías de la conspiración indican que ellos creen ser quienes están actuando con lógica y razonando de forma científica. En muchos casos, terminan atrapados en la conspiración tras intentar desmontarla. "Es absurdo. Voy a desmentir que la Tierra es plana", cuenta Mark Sargent, uno de los más reconocidos terraplanistas en el documental que retrata al colectivo a la perfección, La Tierra es plana (Netflix). Y acabó "hundiéndose, como en un pozo de alquitrán". La mayoría de terraplanistas no han sido convencidos, se han convencido al verse incapaces de demostrar que bajo sus pies hay una bola de 510 millones de kilómetros cuadrados.
"¡Investígalo por ti mismo!", se animan unos a otros, según recoge la investigadora Asheley Landrum, de la Universidad Texas Tech, que presentó hace dos semanas el resultado de sus investigaciones sobre los terraplanistas en la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. La primera diapositiva de su conferencia es una imagen de Copérnico, padre de la idea de que la Tierra orbita alrededor del Sol, reconociendo que estaba equivocado tras pasar cinco horas viendo vídeos terraplanistas en YouTube. Porque según Landrum y su equipo, que estudia estos fenómenos en el proyecto Creencias Alternativas, YouTube es la clave. Todos los terraplanistas se hacen terraplanistas viendo a otros terraplanistas en YouTube. Y una vez forman parte de esa comunidad es casi imposible convencerles de su error, porque se activan mecanismos psicológicos muy poderosos, como el pensamiento motivado: solo acepto como válidos los datos que me reafirman y el resto son manipulaciones de los conspiradores. Como en otros movimientos, si la ciencia me desdice, es que la ciencia está comprada.
"YouTube parece ser la amalgama de la comunidad de la Tierra plana", concluyen en su trabajo más reciente, en el que señalan a esta plataforma de vídeos como el origen de las vocaciones conspiranoicas. El equipo de Landrum entrevistó a una treintena de asistentes a la primera Conferencia Internacional de la Tierra Plana y todos describían YouTube como "una fuente fiable de evidencias" y de los proveedores más populares para "noticias imparciales" frente a los medios manipulados. Se habían hecho terraplanistas viendo vídeos en esa plataforma en los tres años previos y muchos entrevistados describen estar viendo piezas sobre otras conspiraciones (del 11-S, por ejemplo) y terminar atrapados con la historia de la Tierra plana gracias a las recomendaciones de YouTube.
"Nace de la desconfianza en el conocimiento experto y de una mala manera de entender el escepticismo", afirma Martínez-Conde
Muchos especialistas han denunciado cómo el algoritmo de recomendaciones de YouTube termina convirtiéndose en una espiral descendente hacia contenidos cada vez más extremistas, manipuladores y tóxicos. Y en este caso no es una excepción. Como defienden los terraplanistas, YouTube se ha convertido en el mejor caldo de cultivo para versiones "alternativas" de la realidad, donde se desarrollan mensajes alocados y provocadores al margen de la "ciencia y los científicos convencionales". Sobre cualquier tema, desde la cura del cáncer hasta el feminismo, pasando por la astronomía, lo habitual es encontrar los mensajes más controvertidos entre los primeros resultados de la búsqueda. Lógicamente, estos mensajes tienen derecho a subirse a la red, pero los algoritmos los están promocionando por encima de contenidos relevantes. "Un usuario individual de YouTube, por ejemplo, sin respeto por la verdad, el rigor o la coherencia, en algunos casos puede llegar a una audiencia comparable" a la de los grandes medios, critica Alex Olshansky, del equipo de Landrum.

Irreductibles

"Solo confío en lo que ven mis ojos", repiten una y otra vez los terraplanistas. Aunque como dice esta especialista en percepción, es bastante común que nuestros propios sentidos sean los primeros en engañarnos, como muestran todas las ilusiones ópticas. "Ellos sacan las matemáticas y nosotros decimos: 'Mira", dice el terraplanista Sargent en el documental para explicar su éxito. "No necesitas fórmulas para entender dónde vives", resume este hombre que había pasado por todas las conspiraciones antes de llegar a esta viendo vídeos en la red.
"Como la gente que niega el cambio climático, no los vas a convencer con datos, hay que buscar la forma de despertar las emociones de la gente", explica la neurocientífica Martínez-Conde. Y añade: "Nuestro cableado neural responde a las emociones más que a los datos. Ese problema ha contribuido a dar lugar a los populismos y especialmente con el fenómeno de las redes sociales que favorece que la desinformación se expanda de manera peligrosa".
Un reportaje recién publicado en The Verge sobre los moderadores de contenidos de Facebook mostraba que muchos de estos trabajadores precarios estaban cayendo atrapados en las conspiraciones que tenían que controlar. "Me dijeron que es un lugar donde los vídeos de conspiraciones y los memes que ven cada día los llevan gradualmente a abrazar ideas extrañas", describe el periodista Casey Newton. Uno de los moderadores del centro que visitó promueve entre sus compañeros la idea de que la Tierra es plana, otro cuestiona el Holocausto y otro no cree que el 11-S fuera un ataque terrorista.
Esto no debería sorprender: son muchos los estudios que demuestran cómo la simple exposición a mensajes sobre conspiraciones provoca en la gente una paulatina pérdida de confianza en las instituciones, la política o la ciencia. Con consecuencias tangibles: por ejemplo, la creencia en conspiraciones está vinculada a actitudes racistas o un menor uso de protección frente al VIH. Todos los terraplanistas creen en otras conspiraciones y llegaron a esa cosmovisión paranoica a través de otras teorías similares. Es característica la predisposición a creer en distintas teorías de la conspiración a la vez, incluso contradictorias entre sí: las mismas personas podían creer a la vez que Bin Laden no está realmente muerto o que ya estaba muerto cuando llegaron los militares estadounidenses a su vivienda.
YouTube es la clave. Todos los terraplanistas se convierten viendo vídeos que en muchos casos el algoritmo les ha recomendado cuando veían otras conspiraciones
Por ejemplo, buena parte de los terraplanistas son a su vez antivacunas. Lobera, que estudia a este colectivo en España, admite que esta cosmovisión conspirativa "es uno de los factores decisivos", aunque no el más importante. "Hay puertas de entrada al mundo de las pseudociencias y una conexión entre estas creencias", explica el sociólogo.
"En la medida en que el pensamiento conspirativo está generalizado, comienza a plantear un problema para el mantenimiento de una esfera pública racional en la que las discusiones y los debates políticos se basan en evidencias, en lugar de traficar con sospechas de que un grupo manipula los hechos desde las sombras para impulsar una agenda oculta", asegura Olshansky en su trabajo. En este sentido, los terraplanistas, por sus creencias extremas, son como el reflejo de la sociedad en los espejos deformantes del callejón del Gato. Llegados al punto en que hay mucha gente que acepta su mensaje con naturalidad, eso indica que existe un deterioro real de las condiciones en las que se produce el debate público.
Pero estas creencias no surgen de la nada y existen condiciones sociales que influyen de forma determinante. Por ejemplo, se sabe que las personas que se sienten impotentes o desfavorecidas tienen más probabilidades de apoyarlas (como minorías raciales marginadas) y que están correlacionadas con el pesimismo ante el futuro, la baja satisfacción con la vida y la escasa confianza interpersonal. "Hay que entender estos movimientos dentro del contexto socioeconómico en el que nos encontramos, están aumentando las disparidades sociales entre quienes tienen más privilegios y más carencias. Y esto hace que aumente la desconfianza hacia gobiernos y expertos", explica Martínez-Conde.
Hay condiciones sociales que influyen de forma determinante: se sabe que las personas que se sienten impotentes o desfavorecidas tienen más probabilidades de creer en conspiraciones
"Vivimos en tiempos de incertidumbre y a nivel neural la incertidumbre nos hace sentir incómodos", señala la neurocientífica. Estas disonancias cognitivas obligan a crear un relato propio de buenos y malos que explique de forma simplista los fenómenos complejos de la actualidad. Y que les coloque en el papel heroico de luchadores por la verdad ocultada: las creencias conspirativas siempre han estado asociadas a cierto narcisismo colectivo ("los demás son los borregos"). Además, las personas con tendencia a ver patrones y significados ocultos en la realidad tienen mayor tendencia a creer en conspiraciones y fenómenos paranormales. "Son más dados a ese tipo de ilusiones causales. Como ver caras en las nubes, pero llevado al extremo: ver caras en una tostada y darle significado real", explicaba Helena Matute, investigadora de Deusto, sobre su trabajo con lo paranormal.
A partir de ese poso, nos encontramos con mecanismos psicológicos como el sesgo de proporcionalidad (si algo extraordinario ha ocurrido, algo extraordinario debe haberlo causado) y el de intencionalidad: hay una mano detrás de todo. "Este deseo de narraciones ordenadas que ofrezcan certeza y visiones simplificadas del mundo puede brindar comodidad y la sensación de que la vida es más manejable", resume Landrum en su trabajo. Así conseguirían sortear los altibajos de la vida, apostando por una realidad lisa y llana. Como la Tierra, según quieren creer.
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jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Por qué el año comienza el 1 de enero?


La decisión de comenzar el año en enero tiene su origen en la antigua Roma, en el siglo II a.C., pero durante la Edad Media el inicio del año se celebraba en la Navidad, la Encarnación o la Pascua. La historia de nuestro calendario, el más usado del mundo, es el resultado de aproximaciones sucesivas del año civil al año astronómico que marca las estaciones.

Fragmento de un antiguo calendario romano.

Fragmento de un antiguo calendario romano.

Un fundamento astronómico

El día y el año (tal y como está definido hoy) tienen su fundamento en el movimiento de la Tierra sobre sí misma y en torno al Sol. El día y el año son pues los ladrillos de un calendario solar. Sin embargo, el mes es una unidad basada en el movimiento de la Luna y forma la base de los calendarios lunares. La semana, una unidad intermedia muy conveniente para organizar los días de trabajo y de descanso, corresponde aproximadamente a una fase lunar.

El laberinto romano

Nuestro calendario actual es obviamente solar, pero sus orígenes se remontan al antiguo calendario romano que tenía un fundamento lunar. En la antigua Roma, varios siglos antes de nuestra era, el año era una sucesión de diez meses: Martius (dedicado a Marte), Aprilis (del latín aperire, abrir, por los brotes vegetales), Maius (por la diosa Maia), Junius (por Juno), Quintilis (el mes quinto), Sextilis (sexto), September (séptimo), October (octavo), November (noveno), y December (décimo).

El año comenzaba el primer día (calendas) de Marzo, bajo los auspicios del dios guerrero, pues esta era la fecha que marcaba el inicio de las campañas militares con la designación de los cónsules. Los meses comenzaban con la luna nueva, algo que era difícil de determinar observacionalmente (precisamente porque en esa fase la luna no es visible).

Julio César.

Julio César.

Además, como el año era mucho más corto de 365 días, su inicio iba cambiando de estación, lo que creaba inconvenientes en las campañas militares. Para evitar este problema, se intercalaban meses adicionales cada cierto tiempo. Esta situación se prestaba a un gran desorden. Los pontífices (encargados del calendario además de los puentes de Roma) alargaban y acortaban los años fraudulentamente, según su conveniencia, para prolongar la magistratura de sus amigos y reducir la de otros.

Numa Pompilius trató de acompasar el calendario romano a las estaciones añadiendo de manera permanente dos meses al final: Ianarius (dedicado a Jano, mes 11) y Februarius (de februare, purificación, mes 12).

A mediados del siglo II a.C., las campañas militares lejos de Roma (y concretamente en Hispania) requerían nombrar a los cónsules con suficiente antelación al comienzo de las actividades. En el año 153 a.C. se fijó el principio del año en el día 1 de Ianarus (en lugar del 1 de Martius), fecha en que se pasó a realizar el nombramiento de los cónsules, esto es, dos meses antes del comienzo de las campañas.

Enero, del calendario de �Las horas del Duque de Berry�.

Enero, del calendario de �Las horas del Duque de Berry�.

Gracias a los dos meses adicionales introducidos por Numa Pompilius, el año había pasado a tener unos 355 días, pero aún así era demasiado corto respecto del año de las estaciones. Ocasionalmente se introducía un decimotercer mes, algo también propicio a manipulaciones por intereses políticos o económicos. En el año 46 a.C. el año del calendario se encontraba desfasado unos tres meses respecto de las estaciones y seguía reinando el desorden.

César bien asesorado

Fue Julio César (102 – 44 a.C.) quien en el 45 a.C. (año 708 de Roma) decidió realizar una reforma definitiva del calendario. Encargó el trabajo al prestigioso astrónomo griego Sosígenes que estaba establecido en Alejandría. Sosígenes se despreocupó de la Luna y ajustó la duración de los meses para fijar la duración total del año en 365,25 días por término medio, es decir, unos 11 minutos más cortos que el año trópico (el de las estaciones, que dura 365,2422 días), transformando así el calendario de lunar a solar. Como resultaba conveniente que el año tuviese un número entero de días, se fijó el año ordinario en 365 días (como el de los egipcios) y para que no se acumulase un decalaje con las estaciones se decidió intercalar un día extra cada cuatro años.

Posteriormente, el mes Quintilus fue renombrado Julius (en honor de Julio César) y el Sextius pasó a llamarse Augustus (por Augusto) pero, por inercia del lenguaje, September, October, November y December han conservado unos nombres que hoy nos resultan aparentemente absurdos y que son, obviamente, inadecuados.

Reticencias con Enero

Este calendario, denominado juliano en memoria de Julio César, permaneció válido durante más de dieciséis siglos. Pero durante muchos de estos siglos, los católicos se resistieron a celebrar el principio del año en un mes dedicado a una deidad pagana.

En la Edad Media, diferentes pueblos de Europa tenían por costumbre celebrar el principio del año en fechas de significado religioso. Dependiendo del estado europeo, se utilizaba el ‘estilo’ de la Navidad (el año comenzaba el 25 de diciembre), el de la Encarnación (25 de marzo), o el de la Pascua (¡con el año comenzando en fecha variable!). Y en algunos de los estados se cambiaba a veces. Por ejemplo, en Aragón se utilizó el estilo de la Encarnación hasta 1350, y entonces se cambió al de la Navidad que permaneció hasta principios del XVII. En pocos estados (por ejemplo Polonia, desde 1364) se utilizó el estilo de la Circuncisión, con el año comenzando el 1 de enero.

El inicio del año el 1 de enero se hizo obligatorio en muchos estados europeos a partir del siglo XVI. Se impuso en Alemania mediante un edicto hacia 1500; Carlos IX lo decretó en 1564 en Francia y entró en funcionamiento en 1567; en España se generalizó hacia el siglo XVII (en el XVIII en Cataluña), y en Inglaterra hubo que esperar hasta 1752.

Calendario gregoriano, Unión Soviética, del año 1930. | ELMUNDO.es

Calendario gregoriano, Unión Soviética, del año 1930. | ELMUNDO.es

Del juliano al gregoriano

Con el transcurso de los siglos, los 11 minutos de diferencia en la duración del año juliano y del trópico, generaron una deriva muy significativa. A finales del siglo XVI, a pesar de la corrección introducida en el concilio de Nicea (año 325 d.C.), el equinoccio de primavera (muy importante para la Iglesia, pues determina la fecha de la Pascua) caía hacia el 11 de Marzo, es decir, 10 días antes de la fecha que la Iglesia le había impuesto en Nicea. Esta situación llevó al papa Gregorio XIII a realizar una importante reforma en 1582, año al que recortó 10 días.

En el excelente calendario resultante, denominado gregoriano, vigente hasta hoy, el año tiene una duración media de 365,2425 días. Pero aún contiene diferencias significativas respecto del año astronómico (el año gregoriano dura 26 segundos más que el trópico) y aún conserva numerosas curiosidades y elementos peculiares. Por ejemplo, sigue conteniendo años bisiestos (entre los que se encuentra el 2012), pero se suprimieron los años seculares de entre tales bisiestos (salvo aquellos que son divisibles por 400).

También interesante

  • El término calendario deriva del latino calendas que se empleaba para denominar el día inicial de cada mes. Calendas, a su vez, procede del verbo calare (llamar). A primero de mes los cobradores reclamaban los tributos y, para ello, llamaban a los ciudadanos a gritos. El libro en el que estos cobradores anotaban sus cuentas se denominaba calendarium...

  • En Inglaterra, el inicio del año en el 1 de enero se decretó en 1752 (antes se celebraba el 25 de marzo). Para ello hubo que suprimir enero, febrero y veinticuatro días de marzo del año 1751, que sólo tuvo 282 días (del 25 de marzo al 31 de diciembre). Al mismo tiempo, se impuso el calendario gregoriano para lo que hubo que suprimir 11 días de 1752 (en lugar de los 10 que fueron necesarios cuando se instauró la reforma por vez primera en 1582). Al miércoles 2 setiembre de 1752 siguió el jueves 14 de setiembre. Lord Chesterfield, promotor de las reformas, tuvo que aguantar sátiras en las que se le reclamaba: "Devuélvenos nuestros once días".

  • El peculiar calendario republicano francés, que estuvo vigente apenas trece años (desde octubre de 1793 hasta diciembre de 1805) cambió el principio del año del 1 de enero al día del equinoccio de otoño en París, aniversario de la Primera República (22 de setiembre de 1792). El mes en que comenzaba el año pasó a denominarse Vendémiaire (por la vendimia).

  • Fuente: ElMundo.es

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cinco países se disputan el Ártico.

Los Estados limítrofes negocian el reparto del Polo, rico en petróleo y vital para las comunicaciones.


Cinco países iniciaron en 2008 conversaciones para repartirse el Ártico, una de las últimas zonas de la Tierra que aún no tiene como dueño a ningún Estado y que se calcula que alberga bajo el hielo una cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo (consulte el gráfico). Dinamarca, anfitriona de la cumbre, quiere que Estados Unidos, Noruega, Canadá y Rusia acaten las reglas de juego establecidas por Naciones Unidas en 1982 para llevar a cabo un eventual reparto. "Esta reunión es el principio de un proceso que puede durar años", afirma en una entrevista telefónica Lars Kullerud, presidente de la Universidad del Ártico, una red internacional de universidades con sede en esa región.

"Es el principio de un proceso que puede durar años", afirma un experto.

Están en juego 1,2 millones de kilómetros cuadrados de fondo marino que han ganado atractivo para algunos gracias al cambio climático. El deshielo facilita un mayor acceso a las bolsas de hidrocarburos y abre nuevas rutas marítimas, que permiten un ahorro de hasta 8.600 kilómetros en un viaje entre Tokio y Hamburgo. Los cinco países limítrofes quieren asegurarse cuanto antes una parte del pastel y sus ministros presentarán sus demandas durante la cumbre de tres días que ayer empezó en Ilulissat, una pequeña ciudad de Groenlandia que tiene el mayor glaciar del mundo.

Las bases para un acuerdo están sentadas. "Se trata de un paso importante, porque las partes se sientan en la misma mesa para reconocer que existe un desacuerdo, para cooperar en algunos ámbitos y, quizá, empezar a encontrar una solución al problema de la soberanía", dice Pablo Pareja, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pompeu Fabra y autor de un estudio sobre el Ártico. "El Ártico es un espacio todavía no asignado. Tradicionalmente ha sido considerado alta mar", añade.

La región ártica, en la que viven sobre un enorme casquete de hielo entre dos y cuatro millones de personas, se ha convertido en los últimos años en objeto de disputa. El derecho internacional, plasmado en la Convención sobre el Derecho del Mar de Naciones Unidas, establece que los países con salida al mar tienen derecho a extender su zona de soberanía hasta 200 millas naúticas (370 kilómetros) desde la costa. Pero este límite se puede ampliar si un país demuestra que su plataforma continental, que es el lecho marino anexo al continente, va más allá de esa distancia.

Esta salvedad abrió las puertas a las reclamaciones. Para probar que sus demandas están fundamentadas, varios países han organizado expediciones cartográficas para reivindicar el mayor territorio posible. El momento más tenso se produjo en 2007, cuando un equipo ruso en submarino plantó una bandera del país en el fondo marino.

La resolución al conflicto puede durar años, entre 10 y 15, según el Gobierno danés. Estados Unidos no ha ratificado todavía el tratado de la ONU (se firmó en 1982 y entró en vigor en 1994) y, hasta que no lo haga, el litigio no se cerrará. "Una vez adoptado el tratado, hay 10 años de plazo para plantear reivindicaciones y, aunque Washington lo firme en breve, como parece probable, todavía tendrá esa década para protestar", explica Lars Kullerud.

"Todo el mundo está esperando a Estados Unidos", concluye el presidente de la Universidad del Ártico. Uno de los objetivos de la reunión de Ilulissat es que todos se comprometan a respetar dicho tratado.

En un mundo que explota al máximo sus recursos naturales, el Ártico es una de las pocas zonas que permanecen vírgenes. Un 25% de las reservas desconocidas de petróleo y gas están bajo estas aguas. Excavar para llegar hasta el crudo no ha estado hasta ahora al alcance de las petroleras, pero el cambio climático ha hecho más fina la capa de hielo, mientras la tecnología ha mejorado mucho. La operación puede ser, pese a todo, muy cara, pero con el barril de brent a 130 dólares extraer crudo del Ártico puede resultar rentable.

El oro negro no es la única ventaja de ser propietario de una porción de esta zona. "Con el deshielo se puede abrir una vía de navegación permanente por el norte y tener acceso a una vía como ésta es clave para países como Estados Unidos, que ahora tienen que llegar al otro lado del mundo a través del estrecho de Malaka (en Asia), el cabo de Agujas (en Suráfrica) y el cabo de Hornos (en América Latina)".

Hay dos pasos, el del noreste (no navegable), y el del noroeste, que se abrió durante unos meses por primera vez en 2007. Los investigadores calculan que los barcos podrán utilizar este último paso todo el año a partir de 2050 por el cambio climático.

Las ONG han pedido que los países limítrofes lleguen a un acuerdo que dé garantías medioambientales al Ártico, una propuesta con la que coinciden algunos países que están fuera de la disputa, como Francia y España.


Comercio y riqueza

- Reservas de crudo Un 25% de las reservas de petróleo y gas natural por descubrir está en el Ártico.

- Rutas comerciales El paso del Noreste no es navegable, mientras el paso del noroeste ya está abierto varios meses al año, y se prevé que a partir de 2050 esté en funcionamiento durante todo el año. A través del paso del

noroeste, entre Tokio y Nueva York hay 14.000 kilómetros; si el recorrido pasa por el canal de Panamá, son 18.200.- Población. En el Ártico viven entre dos y cuatro millones de personas, repartidas entre Canadá, Dinamarca, Noruega, Rusia y EE UU, incluidos más de 20 grupos indígenas.


Fuente: ElPais.com

(España, 2008)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Historia de la Geografía.


Cientos de personas han contribuido al desarrollo de la geografía y el fruto de su trabajo se ha ido acumulando durante varios milenios. Muchos viajeros, topógrafos, exploradores y observadores científicos realizaron su aportación a este cúmulo de información en constante crecimiento. Sin embargo, sólo a partir de finales del siglo XVIII fue posible recoger y consignar una información geográfica precisa y real. El moderno concepto de geografía no tuvo una aceptación general hasta mediados del siglo XIX.

Geógrafos antiguos

Mapa tolemaico de Geografía La Geografía de Tolomeo, a pesar de sus graves incorrecciones, cartografió el mundo conocido en su época a través de un sistema basado en la longitud y la latitud, que influyó en los cartógrafos del renacimiento.Hulton Deutsch

A los primeros geógrafos les interesaba explorar los territorios desconocidos y describir los rasgos que observaban en los diferentes lugares. Estos geógrafos de la antigüedad realizaron largos viajes y anotaban sus observaciones sobre las tierras desconocidas que recorrían. Uno de los primeros mapas conocidos se realizó en una tabla de arcilla en Babilonia, hacia el 2300 a.C. Hacia el año 1400 a.C. se recorrieron las costas del Mediterráneo y se representaron en mapas las tierras exploradas. Durante los siguientes mil años, los antiguos viajantes llegaron a las islas Británicas y exploraron la mayor parte de las costas africanas. Por otro lado, los antiguos griegos proporcionaron al mundo occidental sus primeros conocimientos importantes sobre la forma, tamaño y características generales de la Tierra.

En el siglo IV a.C., el filósofo y científico griego Aristóteles fue el primero en demostrar que la Tierra era redonda. Basaba su hipótesis en los siguientes argumentos: que toda la materia tiende a caer hacia un centro común; que la Tierra proyecta una sombra circular sobre la luna durante los eclipses de luna; y que si se viaja de Norte a Sur pueden verse nuevas constelaciones, mientras que las conocidas desaparecen. El geógrafo griego Eratóstenes fue el primero que calculó con cierta precisión la circunferencia de la Tierra.

Los viajes, conquistas y actividades colonizadoras de los griegos en la región mediterránea dieron lugar a una acumulación de información geográfica considerable y estimularon los tratados de geografía. El geógrafo e historiador griego Estrabón escribió una enciclopedia de 17 volúmenes, titulada Geografía, que fue una importante fuente de información para los jefes militares y los administradores públicos del Imperio romano.

En el siglo II d.C., el astrónomo griego Tolomeo recopiló la mayor parte del saber geográfico de los griegos y romanos que se conocía hasta esa época. También propuso nuevos métodos de realización de mapas, que incluían la proyección y la creación de un atlas. En su célebre Guía geográfica, Tolomeo dividió el círculo ecuatorial en 360º y construyó una red imaginaria de líneas norte-sur y este-oeste donde localizaba la posición relativa de las masas de tierra conocidas, tanto islas como continentes. A pesar de que utilizó mediciones menos precisas de la circunferencia terrestre que las que había empleado Eratóstenes, Tolomeo contribuyó a la ciencia geográfica con mapas y descripciones muy útiles del mundo conocido. Sus mapas indicaban con claridad los problemas que suponía el representar la Tierra de forma esférica en una superficie plana.

Geografía medieval

Mapa de Mercator La proyección cartográfica de Mercator es una de las más conocidas; fue introducida por este cartógrafo flamenco en 1569, e ideada fundamentalmente para la navegación náutica. Conceptualmente, se trata de una proyección cilíndrica, si bien debe derivarse matemáticamente. Tiene la propiedad de que todos los rumbos aparecen como líneas rectas. Como contrapartida, cabe señalar que este tipo de proyección amplía en exceso las superficies de las zonas situadas en las latitudes altas, por lo que es de escasa utilidad para otros propósitos distintos a los de la navegación y para la representación de áreas alejadas del ecuador. Este mapa del Nuevo Mundo fue trazado por Gerardus Mercator en el siglo XVI.Archivo Fotografico Oronoz

En la edad media los europeos realizaron pocos viajes y exploraciones, a excepción de los vikingos de Escandinavia. Sin embargo, los árabes de Oriente Próximo interpretaron y comprobaron las obras de los antiguos geógrafos, griegos y romanos, y exploraron Asia suroccidental y África. En el siglo VII, los eruditos árabes tradujeron los tratados de los geógrafos griegos al árabe. Hubo que esperar a que estos textos árabes se tradujeran al latín para que el saber de los geógrafos griegos se difundiera por Europa. Entre las figuras más sobresalientes de la geografía árabe destacan al-Idrisi, conocido por sus detallados mapas, Ibn Batuta e Ibn Jaldún, que escribieron sobre sus largos viajes. Los mongoles y los chinos también contribuyeron a aumentar el conocimiento geográfico de Asia.

Ibn Batuta En el momento de su muerte, Ibn Batuta era probablemente la persona que más había viajado a lo largo y ancho de la Tierra. Su periplo se inició con la peregrinación a La Meca y continuó con varios viajes por el Viejo Continente europeo, Asia y África; en los que visitó los lugares fundamentales de las grandes civilizaciones.James L. Stanfield/National Geographic Society

Los viajes del explorador italiano Marco Polo, en el siglo XIII, las cruzadas cristianas, en los siglos XII y XIII, y los viajes españoles y portugueses para explorar nuevas tierras durante los siglos XV y XVI, abrieron nuevos horizontes a los europeos y estimularon la aparición de obras y tratados geográficos. En el siglo XV, Enrique el Navegante de Portugal impulsó y apoyó las exploraciones de las costas africanas y se convirtió en uno de los principales promotores de estudios geográficos. Asimismo, los viajes y cartas náuticas de Giovanni Caboto, Juan Díaz de Solís, Vicente Yáñez Pinzón, Juan de la Cosa y Américo Vespucio fueron fundamentales en los avances geográficos de la época. Entre los relatos de viajes y descubrimientos más destacados que se publicaron en el siglo XVI se encuentran los de Giambattista Ramusio, en Venecia, los de Richard Hakluyt en Inglaterra y los de Theodore de Bry en la actual Bélgica. Los viajes y estudios que se realizaron en este periodo probaron, sin que hubiera duda alguna, que la Tierra es una esfera. Antes de esto, muchas personas, sobre todo en el mundo cristiano, creían que la Tierra era plana.

La geografía desde el siglo XVII hasta el siglo XX

En la historia del método geográfico cabe destacar la obra Geographia generalis (Geografía general, 1650) del geógrafo alemán Bernhardus Varenius (Bernardo Varenio). El interés de esta obra radica en la distinción que establece entre geografía general y geografía especial (o regional); la primera de ellas la concibe como una geografía esencialmente física y astronómica, mientras que la geografía regional se centra en el estudio y comparación de las diferentes regiones de la Tierra, sus límites y rasgos característicos. Su obra constituyó un dogma indiscutible durante más de un siglo.

Durante la primera mitad del siglo XVII destacó la obra del geógrafo inglés Nathaniel Carpenter, que recalcó las similitudes espaciales, entre las características físicas de las distintas superficies de la Tierra. Su enfoque se convirtió en un hito geográfico de gran importancia.

Otros muchos autores europeos contribuyeron a aumentar el conocimiento geográfico durante los dos siglos siguientes. En el siglo XVIII, el filósofo alemán Immanuel Kant desempeñó un papel decisivo al colocar a la geografía en el marco de las ciencias. Kant dividió el conocimiento adquirido a través de la observación en dos categorías: una comprende los fenómenos registrados de conformidad con la lógica, lo que da lugar a clasificaciones como órdenes, géneros y especies vegetales y animales, sin importar cuándo o dónde tienen lugar. La otra incluye los fenómenos que se perciben en términos de tiempo y espacio; la clasificación y descripción que tiene en cuenta el tiempo se considera historia, y la clasificaciòn y descripción que tiene en cuenta el espacio se considera geografía. Kant subdividió la geografía en seis ramas, una de las cuales, la geografía física, es esencial para las otras cinco. Las otras ramas señaladas por Kant fueron la geografía matemática, la moral, la política, la comercial y la tecnológica.

Alexander von Humboldt y Carl Ritter, ambos alemanes, realizaron grandes contribuciones a la teoría geográfica a principios del siglo XIX. Humboldt, que fue un gran viajero y un brillante observador del terreno, aplicó sus conocimientos sobre los procesos físicos a la clasificación sistemática y a la descripción comparativa de las características geográficas observadas en el terreno. Concibió métodos para medir los fenómenos que observaba en el marco natural desde una perspectiva histórica, interesándose por su evolución y cambios. Este hecho supuso una ruptura con el pensamiento dominante hasta ese momento, que consideraba la naturaleza como algo estático e inamovible. Humboldt realizó muchos estudios geográficos excelentes basados en sus viajes a América, que ayudaron a conocer la realidad geográfica de este continente. Es muy conocida su obra Viajes a las regiones equinocciales de América. Su obra Cosmos (1844), que describe la geografía física del Universo, se considera una de las mejores obras geográficas de todos los tiempos.

El punto de vista de Ritter difiere en parte del de Humboldt. Mientras que este último se centraba en el estudio sistemático de los rasgos físicos considerados de manera independiente, Ritter respaldaba un enfoque regional de la geografía; hizo hincapié en el estudio comparativo de áreas determinadas y en los rasgos que caracterizaban a cada una de ellas, pero prestando mucha menos atención a los aspectos físicos y poniendo el acento en los fenómenos sociales e históricos, con el fin de establecer relaciones entre el medio físico y el hombre. Su obra en 19 volúmenes, La geografía y su relación con la naturaleza y la historia de los hombres (1822-1859), es un análisis geográfico excelente de Asia y de algunas partes de África. Ritter fue un agudo observador del terreno, con una buena base en ciencias naturales e historia. Denominó a su trabajo geografía comparada, ya que su conocimiento procedía de la observación y comparación de un hecho concreto, a partir del cual llegaba a establecer leyes y principios. Ritter creía que sin análisis regionales sistemáticos no era posible realizar ningún estudio fiable.

Otro geógrafo alemán, Friedrich Ratzel, también realizó una importante aportación al conocimiento geográfico. Célebre por su obra Antropogeografía (1882-1891), intentó demostrar que las fuerzas naturales han determinado la distribución de las personas en la Tierra. Describió la geografía como ciencia de distribución y apoyó el estudio de áreas concretas, de las cuales afirmaba que podían proporcionar las bases para realizar generalizaciones sobre áreas más extensas o sobre el mundo en su totalidad. Los geógrafos alemanes Ferdinand von Richthofen y Alfred Hettner recogieron las ideas de Humboldt, Ritter y Ratzel; Geografía: su historia, su naturaleza, y sus métodos (1927), de Hettner, es una obra de gran valor sobre la historia de los métodos geográficos.

Entre los geógrafos franceses de finales del siglo XIX destaca Paul Vidal de la Blache, que se opuso a la idea de que el medio físico determina de un modo estricto las actividades humanas. Él defendió que el ser humano podía modificar su entorno físico. Favoreció los estudios regionales, dando importancia tanto a los procesos físicos como a los humanos en la distribución de los elementos de la Tierra.

En el siglo XIX, con el desarrollo del imperialismo europeo que permitió el conocimiento de nuevos territorios, surgieron y proliferaron muchas sociedades geográficas. Fueron muchos los que patrocinaron estudios geográficos, exploraciones y revistas geográficas. Las sociedades más antiguas de este tipo se fundaron en París, Berlín y Londres (Real Sociedad Geográfica), entre 1820 y 1830. En los Estados Unidos se fundó la Sociedad Geográfica Estadounidense en 1851 y la Sociedad Nacional Geográfica en 1888. Desde 1876 existe la Real Sociedad Geográfica de Madrid. Se iniciaron también las conferencias internacionales geográficas en 1871, en Amberes, Bélgica.

El siglo XX

Imagen SIG Un Sistema de Información Geográfica (SIG) es un sistema informático que sintetiza, analiza y representa los diferentes tipos de datos geográficos de una forma comprensible. Esta imagen generada por SIG muestra las localizaciones de las industrias que emiten productos químicos tóxicos en el condado de Los Ángeles en Estados Unidos (representadas por puntos negros), combinadas a su vez con áreas de diferente código de color, que muestran la distribución de los diferentes grupos raciales. La imagen ilustra cómo un SIG puede combinar ambos datos y representar muchos tipos de información para una determinada área geográfica.L. Burke/National Center for Geographic Information and Analysis

Durante la primera mitad del siglo XX, muchos geógrafos continuaron la tradición de los antiguos pioneros de la geografía. Realizaban estudios de pequeñas áreas por todo el mundo, a través de observaciones sobre el terreno, extendiendo las fronteras del conocimiento geográfico, pero manteniendo los métodos heredados del siglo XIX. Sin embargo, a comienzos de la década de 1950, los geógrafos comenzaron a utilizar cada vez más los métodos cuantitativos. El cambio en la metodología que tuvo lugar en las décadas de 1950 y 1960 fue tan rápido que se ha hablado de revolución cuantitativa. Los geógrafos ampliaron sus esfuerzos en la búsqueda de aplicaciones prácticas para los estudios geográficos.

Los métodos cuantitativos fueron especialmente útiles al aplicarlos a la teoría de la localización, una rama de la geografía que estudia los factores que influyen en la localización de elementos como ciudades o fábricas. El economista y terrateniente Heinrich von Thünen fue el iniciador de la teoría de la localización; el geógrafo alemán Walter Christaller hizo, por su parte, importantes aportaciones a esta teoría en la década de 1930, al analizar la localización de los centros urbanos, pero sus teorías no cobraron valor hasta veinte años después.

En la década de 1960, la geografía se dividió en diferentes escuelas de pensamiento. Surgieron, a menudo, desacuerdos entre los eruditos de las diferentes escuelas: por un lado, las que apoyaban los métodos cuantitativos y, por otro, las que defendían un enfoque descriptivo. Sin embargo, desde la década de 1970, los diferentes métodos se combinan y aplican a las nuevas áreas del estudio geográfico.


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sábado, 18 de julio de 2009

Cartografia: El principio de la geografía general:

Introducción
Un poco de historia.
¿Geografía o geografías?
El concepto de región se introduce en la geografía
Corrientes actuales del pensamiento geográfico
Conclusión:
Bibliografía:
La idea de que la tierra es un todo, cuyas partes se encuentran coordinadas, suministra a la geografía un principio metódico cuya fecundidad se aprecia mejor a medida que su aplicación se extiende progresivamente. Porque nada existe aisladamente en el organismo terrestre, porque las leyes generales tienen repercusión en todas las direcciones, de suerte que no se puede tocar una parte sin provocar todo un encadenamiento de causas y de efectos, la tarea del geógrafo asume un carácter diferente del que a veces suele atribuírsele. Cualquiera sea la porción de la tierra que se estudie no se puede encerrar en ella. En toda investigación local se introduce un elemento general. En efecto no hay región en la cual la fisonomía no dependa de influencias múltiples y lejanas cuyo origen importa determinar. Cada región actúa sobre su vecina y a la vez es influida por ella. Aun fuera de esa relación de vecindad, la acción de las leyes generales se traduce en afinidades de formas o de climas que sin alterar la individualidad propia de las regiones, las señala con un gran parecido. Estas semejanzas desde que el hombre a comenzado a dominar el conjunto de los fenómenos terrestres le han llamado su atención. Algunas podrían ser solo aparentes pero otras son reales; estan fundadas no en puras coincidencias exteriores, si no en relaciones de origen y causas.

Es dentro de este espíritu que son tratadas mas y más, en nuestros días, las cuestiones geográficas. Este punto de vista supone suficientemente avanzada para estar en estado de captar lo que hay de regular en los mecanismos de los agentes físicos y para seguir la acción sobre la mayor parte, sino sobre la totalidad del globo.

I: INTRODUCCIÓN

El saber geográfico, es seguramente, tan antiguo como la vida reflexiva del hombre. Este siempre se ha demostrado bien dispuesto para recordar, calificar, nominar y, también, representar gráficamente los nuevos lugares que visita. , La caudalosa difusión de la literatura geográfica, especialmente la de viajes, indica, por otra parte, el arraigado interés que en todos los tiempos ha existido por el conocimiento directo de la tierra, en particular por el de los paisajes lejanos, de sus peculiaridades, de sus rarezas. La geografía, como saber organizado sobre la superficie terrestre, se ha nutrido en ese interés y lo ha alimentado bastamente.

Pero para poder ingresar al tema, creo yo, es necesario ver que nos dice el diccionario de esta palabra:

Ciencia que estudia la distribución y disposición de los elementos de la superficie terrestre. La palabra Geografía fue adoptada en el siglo II A.C. por el erudito griego Eratostenes y significa "descripción de la tierra".

El estudio geográfico comprende tanto el medio físico como la relación de los seres humanos con ese medio físico. Es decir, los rasgos propiamente geográficos como el clima, suelos, relieve, agua, formaciones vegetales junto con los elementos que estudia la geografía humana como las cantidades de población, las diferentes culturas, las redes de comunicaciones, y otras modificaciones realizadas por el hombre en el entorno físico. Se trata de una ciencia interdisciplinaria que utiliza información propia de otras ciencias como la economía, historia, biología, geología y matemáticas entre otras.

Ahora si, sabiendo a que nos referiremos en las próximas paginas, podemos comenzar a desarrollar el por que de este trabajo de investigación, es decir aproximarnos hacia un concepto de geografía actual.

III: UN POCO DE HISTORIA.

El saber geográfico, nació con las primeras manifestaciones de la vida reflexiva del hombre; esta protocolizado en los poemas homéricos (canto XVIII de la lliada), en los libros sagrados, en el Coran y la sabiduría árabe, según la cual la geografía es ciencia agradable a Dios. Se ha afirmado que el hombre prehistórico tenían por objeto representar mímicamente accidentes de la superficie terrestre, vale decir eran mapas rupestres.

Hasta el siglo XIX se escribieron infinidad de obras de geografía que eran accesibles a cualquier clase de lector, con lenguaje corriente, y sin conceptos científicos especializados.

Los mapas solo marcaban las costas, los ríos, las ciudades y los caminos, con innumerables acotaciones sobre episodios de leyenda (animales de maravilla y rarezas). El relieve del suelo no se representaba.

La geografía no conocía mas que la dimensión superficial; nada del interior de la corteza, de la profundidad del mar, ni de la altura de la atmósfera.

Algunos nombres que no podemos dejar de nombrar en la antigua geografía:


Estrabon, nacido en Asia Menor hacia el año 64 A.C. , supo discernir que en el relato geográfico pueden instalarse ciertas virtudes que atañen el escenario terrestre y la dignidad de la condición humana. Por ello es llamado el "padre de la geografía".

Humboldt (1769-1859) fue un explorador prusiano que recorrió a fines del siglo XVIII los países de Europa occidental, luego viajan hacia América Sus investigaciones geográficas pusieron el asento en aspectos de las ciencias naturales y la historia. Por ello no se limito a describir los objetos o fenómenos observados en la superficie terrestre, sino que procuro explicarlos, desentrañar el complejo mecanismo de sus causas y extenderse hasta sus consecuencias. Introdujo razonamiento, problematicidad y juicio en la disciplina. Incluyo en forma sistemática la tercera dimensión del mapa –altura y profundidad- y añado a ello la figuración de ciertos caracteres valorativos del complejo geográfico, como son las líneas isotermas (ideadas por él), que agregan a la cartografía la representación de los fenómenos del océano atmosférico. Humboldt acredito meritos fundamentales en la conformación de la nueva geografía que nació en su época, de tal suerte que es justo considerarlo como un fundador.

Buache geodesta y cartógrafo había introducido en su mapa la idea de las divisiones regionales generadas por las cuencas geográficas que fueron tomando gran importancia para resolver los conflictos de limites entre los países. Escribió una notable memoria sobre los nuevos aspectos del estudio físico de la tierra, una geografía basada en la división natural de la tierra. Cabe destacar que no podría comprenderse en su real significado el nacimiento de la nueva geografía sin mencionar el papel que en ello cupo al auge de las ciencias que estudian aspectos particulares sistemáticos de la tierra, las que se suelen llamar "auxiliares de la geografía" cada una de ellas considera un sistema de objetos homogéneos de lso que componen la complejidad del espacio terrestre: Geodesia, Geología, Hidrografia, Zoología, Botánica, etc. A ellas debe agregarse, la Astronomía que estudia la tierra como astro.

V: ¿Geografía o geografías?

Se habla de muchas geografías, de sus divisiones y modalidades. Pero en cuanto al estudio se ciñe al objeto fundamental de la geografía, es decir: al estudio de la superficie terrestre y a las condiciones especificadas por el método de esta ciencia, no cabe duda que existe unidad en esta disciplina, que al estudiar áreas constituidas por elementos muy heterogéneos admite la existencia de muchos aspectos diversos y modalidades; las divisiones y modalidades de la geografia,; no constituyen aisladamente "la geografía", si bien llevan, a justo titulo, por cierto el nombre de esta ciencia, que ha elaborado y afinado suficientemente sus criterios y normas como para que pueda aceptarse su concepto de unidad, la realidad de su objeto propio y la posesión de un método integrado.

Según el criterio adoptado para emprender el estudio de la realidad terrestre existen diversas modalidades de la geografía:

Geografía descriptiva: Es el estudio de un espacio de la superficie terrestre en la totalidad de sus caracteres físicos, biogeográficos, y antropogeograficos. Es la forma tradicional de la geografía. Por la extensión abarcada en el estudio descriptivo la geografía puede titularse universal o con el nombre de un continente, o país, o provincia, o región.

Geografía general: Es una modalidad que encara la investigación sobre el conjunto de fenómenos y procesos por los cuales se manifiesta la vida de la superficie terrestre y la actividad humana. Las divisiones de la geografía general guardan ciertas correspondencias con las ciencias sistemáticas y en determinado aspectos se confunden las fronteras de unas y otras. Esas divisiones son:

A – Geografía astronómica y matemática

B – Geografía física: comprende el estudio de la superficie sólida en cuanto a su relieve (geomorfología), en cuanto a las masas de agua (en todas sus formas océanos, ríos, lagos, etc.), en cuanto a la atmósfera (climas)

C – Biogeografía y Zoogeografía: comprende la geografía de las plantas y de los animales

D – Estudio del hombre y Act. Humana: comprende las siguientes subdivisiones:

Demografía
Geografía Política
Geografía Económica

Geografía sistemática: Encaran aspectos particulares de la realidad terrestre siguiendo un aspecto estrictamente especifico. Cualquier particularismo de la superficie puede ser objeto de estudio de la geografía sistemática. La única condición para que en ellos sea legitimo el empleo de la palabra geografía es que se encare el objeto desde el punto de vista de la distribución en el espacio.

IV: El concepto de región se introduce en la geografía

En el proceso de evolución de la Geografía, es posible visualizar los numerosos esfuerzos realizados con el fin de dividir la superficie de la Tierra en unidades que faciliten su labor de análisis. De tal forma que, dentro del desarrollo del pensamiento geográfico, el término "región" ha ocupado una posición central entre las distintas corrientes de pensamiento.

De las numerosas definiciones que existen hoy día acerca del concepto de región, predomina el criterio de: unidad formal y homogénea. A partir de este punto, las definiciones van evolucionando con el tiempo de acuerdo con las distintas formas de enfocar el pensamiento geográfico. Paul Vida de la Blache, basado en la idea de región como un espacio homogéneo, define la materia objeto de la Geografía a través del estudio de la región. Nace así toda una escuela geográfica que tuvo mucha influencia durante el siglo pasado y primera parte del presente y está representada por la labor de síntesis como el objeto último del que hacer geográfico. Este mismo concepto de homogeneidad fue tomado también por los naturalistas alemanes, entre los que destaca Alexander Von Humboldt quien definió como verdadero objetivo de la geografía el estudio de áreas o partes de la superficie de la Tierra que tuvieran características similares. De este modo, existen diferentes tipos de regiones, de acuerdo con las características del espacio geográfico.

Región Homogénea: Es un espacio geográfico continuo, en el que cada unidad que lo integra, posee características lo más semejantes posibles entre sí. Este tipo de región presenta sus elementos naturales o físicos, demográficos, de poblamiento y económicos muy similares en todo su territorio.
Región Polarizada: Es un espacio geográfico dinámico, complejamente organizado en torno a ciudades que operan como polos de desarrollo. En la región polarizada, sus áreas constitutivas son interdependientes y están internamente jerarquizadas, pues tanto la capital regional como los centros de tamaño intermedio y los pequeños pueblos, van cumpliendo ordenadamente sus roles y sus diversos flujos (personas, bienes y servicios) hacia y desde sus áreas de influencia.
Región Fronteriza: Es un espacio geográfico limítrofe, donde se enfatiza la acción planificadora del desarrollo en áreas de significación geopolítica o estratégica.
Región Plan: Es un espacio geográfico planificado, cuyas diversas partes que lo forman están subordinadas a una misma decisión de planificación. La región plan se transforma en un instrumento de planificación, en manos de la autoridad, para lograr en ella, las metas y objetivos propuestos, a través de la aplicación de políticas, estrategias, planes y programas de desarrollo. Esta región constituye un marco espacial óptimo para la planificación del territorio.
VI: Corrientes actuales del pensamiento geográfico

La Geografía se concibe inicialmente como la descripción de la Tierra. A partir de Humboldt y Ritter se desprenden dos tendencias, el determinismo y el posibilismo. Con la división entre posibilismo y determinismo se genera una oposición de métodos y objetos de conocimiento, que va en contra del espíritu de Humboldt y Ritter: la geografía física y la geografía humana. Un intento de superar esta división lo representa Vidal de la Blache, cuando introduce el concepto de región en esta ciencia. Mientras tanto, la Geografía como ciencia será impulsada por Ratzel y Dickinson, cuyo determinismo les hace creer en unas leyes naturales que guían la acción del hombre en el espacio. Frente a ellos están Eliseo Reclús y Piotr Kropotkin. Reclús hace famosa la frase: «la Geografía es la Historia en el espacio, y la Historia es la Geografía en el tiempo», es toda una declaración de intenciones, una pretensión de superar las divisiones y de aglutinar saberes, y marca la tendencia más progresista de la geografía actual. Pero es durante el siglo XX cuando la Geografía, aparentemente despolitizada, sirva para someter con mayor eficacia a los pueblos, ya que los instrumentos que utiliza para el análisis del espacio son más eficaces. Nuevas ciencias sirven como modelo para explicar los fenómenos geográficos; como la Sociología en la escuela de Chicago. Aparecen los modelos de Thiunen, Weber, y Christaller. Los datos se convierten en la esencia de la Geografía y esta se vuelve cuantitativa. Los geógrafos cuantitativos. Pero la geografía cuantitativa dejaba fuera a la sociedad, como constructora del espacio. Aparece la geografía de la percepción. La geografía radical, es un fenómeno estadounidense que hunde sus raíces en la tradición de Humboldt y Ritter, y en la geografía revolucionaria de Kropotkin y Reclús. Los geógrafos radicales más destacados serán precisamente algunos de los geógrafos cuantitativos, son los que comienzan a dar signos de vitalidad. La geografía social es una postura casi idéntica a la geografía radical, En Europa. Hoy en día, Milton Santos es uno de los geógrafos más destacados y propone una nueva Geografía integral, y comprometida con la sociedad y el medio.

Conclusión:

En llos ultimos tiempos la ciencia geografica ha salvado la etapa que impuso la teoria vigente a principios del siglo pasado, la cual se inspiraba con mayor énfasis a la geografia física y dejando en un segundo plano a la geografía humana, la cual se fue enriqueciendo en diversas direcciones en lo que concierne a economia, geopolítica, demografía, etc.

Estos cambios, recien mencionados producen una verdadera revolucion en la ciencia geografica, pero al seguir utilizando las mismas estructuras esenciales, metodos y objetivos, creo, que esta mal hablar de una "nueva geografia", me parece mas correcto hablar de "geografia actualizada".

Gracias a este enriquecimiento de la temática geografica, me parecen indispensables ciertos contenidos que no pueden faltar en la enseñanza al alumno de esta disciplina, y que apuntan mas que nada al análisis, reflexion y comprensión de las cosas.

Los temas a los que apuntaba anteriormente son los siguientes:

Trabajos comparativos de los procesos que terminaron marcando desarrollo y subdesarrollo de las poblaciones.

Estudios sobre la percepción del medio que el hombre transforma

Teorias, condiciones necesarias, y consecuencias de la división política y economica de los paises.

BIBLIOGRAFÍA:

FEDERICO DAUS– Que es la geografia (marzo 1978)

P. H. RANDLE – Teoria de la geografia (febrero 1984)

DICCIONARIO ENCICLOPÉDICO LAROUSSE

ENCICLOPEDIA TEMÁTICA ENCARTA

INTERNET: www.unrc.edu.ar

http.rree.com

www.orbita.starmedia.com

www.clubtelepolis.com

www.ub.com.es

www.hiru.com (imagen)

Autor: Javier Bernal

javierber79@hotmail.com