domingo, 13 de septiembre de 2015

La Antártida se quedará sin hielo si se queman todas las reservas de petróleo, carbón y gas.

El nivel del mar ha crecido en el planeta unos 20 centímetros de media desde el año 1901, según el último informe del Panel Internacional para el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés). Puede parecer que no es una gran cifra, pero sus consecuencias ya han comenzado a notarse en algunas zonas costeras y en países insulares del Pacífico, por ejemplo. Y aunque el deshielo de la Antártida suele servir de icono para ilustrar el aumento del nivel marino, hasta el momento su contribución apenas llega al 10% de la subida.

Sin embargo, el continente helado podría dejar de serlo perdiendo por completo su capa de hielo si se queman todos los combustibles fósiles disponibles en la actualidad, según un estudio recién publicado por la revista científica Science Advances.

El trabajo realizado por científicos de la Carnegie Institution for Science de la Universidad de Stanford (California, EEUU) y del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto del Clima ha analizado por primera vez mediante un modelo climático las consecuencias que tendría para la Antártida -y por tanto para el resto del planeta- la quema de todas las reservas disponibles de petróleo, carbón y gas. Los autores, liderados por el prestigioso investigador de Stanford Ken Caldeira, concluyen que si se llegan a utilizar todas las fuentes fósiles que tenemos al alcance de la mano la Antártida perdería su capa de hielo por completo.
Según el estudio, las reservas que quedan son suficientes para generar un aumento del nivel del mar medio global de 58 metros, lo que dejaría bajo el agua macrociudades como Nueva York, Tokyo, Shanghai, Calcuta o Hamburgo entre muchas otras.

"Nuestros datos muestran que si no queremos derretir la Antártida, no podemos seguir sacando energías fósiles del suelo y liberándolas a la atmósfera como CO2 como venimos haciendo", asegura Caldeira en una nota emitida por la Carnegie Institution.

El modelo utilizado por los autores revela que llevaría miles de años la pérdida total del hielo antártico. De hecho, los autores han analizado la posible evolución de la capa de hielo para los próximos 10.000 años, ya que el carbono permanece en la atmósfera durante milenios después de ser liberado.

La Humanidad ha emitido hasta el momento aproximadamente 600 gigatoneladas de carbono (unas 2.200 gigatoneladas de CO2, y cada gigatonelada son 1.000 millones de toneladas: la cifra completa sería 2.200.000.000.000 toneladas de CO2). El estudio revela que la quema de todas las fuentes fósiles disponibles en la actualidad supondría la liberación de 10.000 gigatoneladas de carbono, lo que supondría un inclemento del nivel del mar de unos 3 metros por cada siglo durante los primeros 1.000 años.
Una de las principales conclusiones de los autores es que la capa de hielo de la parte oeste del continente helado podría convertirse en inestable si las emisiones continúan durante unos 60 u 80 años, lo que supondría sólo el 8% como máximo de las 10.000 gigatoneladas previstas por los autores. "La capa oeste de hielo podría haber entrado ya en una rueda de pérdida de hielo imparable, pero si no queremos ver bajo el agua ciudades como Tokyo, Shanghai o Nueva York, necesitamos evitar que la parte Ese llegue al mismo punto", asegura Anders Leverman, uno de los autores perteneciente al Potsdam Institute.

"Si queremos mantener el aumento de temperatura por debajo del límite de 2ºC a partir del cual la comunidad científica internacional reconoce que los riesgos asociados al cambio climático se dispararían, las emisiones totales de la Humanidad no deberían superar las 1.000 gigatoneladas de carbono", asegura a este diario Ricarda Winkelmann, investigadora del Potsdam Institute y primera firmante del artículo.

"Hoy en día las 10.000 gigatoneladas que menciona nuestro estudio parecen un muy largo camino, aunque si las emisiones continúan aumentando como hasta la fecha, en la segunda mitad del próximo siglo las podríamos haber quemado ya todas", explica Winkelmann. "Por supuesto es una supersimplificación que no puede tener en cuenta cosas como el aumento de precios, pero sirve para mostrar que es posible quemar todas las reservas de combustibles fósiles disponibles y no sería algo que tardaría miles de años precisamente", asegura la autora del estudio.

La Antártida tardaría miles de años en perder su capa de hielo completamente, pero nos llevaría sólo unas pocas décadas en desencadenar ese proceso, según el estudio.

"En algún momento cruzaremos una frontera a partir de la cual la pérdida de hielo en la Antártida se convertirá en algo prácticamente imparable. No sabemos cuándo ocurrirá eso, ya que esa frontera tiene que ser definida aún, nuestro estudio se centra en qué ocurrirá al final de ese proceso", concluye Winkelmann.

Fuente: ElMundo.es

viernes, 11 de septiembre de 2015

¿Quién es un refugiado?

De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él"..
¿En qué consiste la Protección Internacional? 
La mayoría de las personas pueden buscar de parte de sus gobiernos la garantía de que sus derechos básicos sean respetados así como asegurar su seguridad física. Pero en el caso de los refugiados, el país de origen ha probado ser incapaz o no muestra su disposición de proteger tales derechos. Así, el ACNUR ha recibido el mandato de asegurar que los refugiados sean protegidos en el país de asilo, asistiendo a los gobiernos en la medida de los posible a cumplir con esta tarea.

El ACNUR no es (ni tiene intenciones de ser) una organización supranacional. Por lo tanto, no puede sustituir la protección inmanente de un Estado. El papel principal del ACNUR es asegurarse que los Estados están al tanto de sus obligaciones para con los refugiados y solicitantes de asilo y acaten dichas obligaciones.

Así, los Estados tienen la obligación de no expulsar ni devolver a los refugiados o solicitantes de asilo a cualquier país donde puedan correr peligro, comprendido, claro está, el mismo país del cual huyen.

Los Estados tampoco deben establecer discriminaciones entre grupos de refugiados. Por el contrario, deben garantizar el acceso de los refugiados a sus derechos económicos y sociales, al menos, en el mismo grado en que los extranjeros residentes en el país de asilo lo hacen.

Finalmente, los Estados tienen la obligación de cooperar con el ACNUR. Y, por razones humanitarias, deben permitir la admisión de al menos el cónyuge y los hijos dependientes de cualquier persona a quien se le haya reconocido el estatuto de refugiado.
¿Qué derechos tiene el refugiado?
Un refugiado tiene derecho de asilo en condiciones de seguridad. Sin embargo, la protección internacional incluye algo más que la propia seguridad física. Los refugiados deberían recibir al menos la ayuda básica y los mismos derechos que cualquier otro extranjero que sea residente legal. Así, los refugiados tienen derechos civiles básicos, incluyendo la libertad de pensamiento, de movimiento, y el derecho al respeto como persona.

De igual forma, los derechos económicos y sociales se aplican a los refugiados al igual que a otros individuos: derecho a asistencia médica, derecho a trabajar para los adultos, y derecho a la escolarización para los niños.

En ciertas circunstancias, tales como grandes afluencias de refugiados, los países de asilo se pueden sentir obligados a restringir ciertos derechos, tales como la libertad de movimiento, la libertad para trabajar o a una escolarización adecuada para todos los niños. Estos huecos deberían ser cubiertos siempre que sea posible por la comunidad internacional. Así, cuando no hay otros recursos disponibles –de los gobiernos de los países de asilo u otras agencias- el ACNUR proporciona asistencia a los refugiados (y a otras personas que se hallan bajo su mandato) que no pueden cubrir sus propias necesidades básicas. La asistencia puede ser en forma de ayudas financieras; alimentos; equipos, como utensilios de cocina, sanitarios y de vivienda; o en forma de programas para establecer escuelas o clínicas para refugiados que estén viviendo en un campo o en otros centros comunales.

Cada esfuerzo del ACNUR es para asegurar que los refugiados puedan volverse autosuficientes tan rápido como sea posible; esto puede requerir algunas actividades formales para asegurar ingresos o proyectos de formación.

Los refugiados tienen también ciertas obligaciones, en particular, el respeto de las leyes de sus países de asilo.
¿Decide realmente el ACNUR quién es un refugiado, o es una decisión tomada por los Gobiernos? 

Una persona es un refugiado ya se haya reconocido o no su estatuto a través de un procedimiento legal. Los gobiernos definen los procedimientos de determinación del estatuto, para los propósitos de determinar la situación legal de esa persona y/o sus derechos y beneficios, de acuerdo con su propio sistema legal. El ACNUR ofrece su consejo como parte del mandato de la organización para promover la legislación sobre asilo, proteger a los refugiados, y supervisar la aplicación de la Convención de 1951. El ACNUR aboga para que los gobiernos adopten un proceso rápido, flexible y liberal, reconociendo lo difícil que es a menudo certificar la persecución.

El Comité Ejecutivo del ACNUR (formado actualmente por 98 Estados) marca unas directrices no obligatorias que pueden ser útiles a este respecto.

Adicionalmente, el “Manual del ACNUR sobre Procedimientos y Criterios para Determinar el Estatuto del Refugiado”, es considerado como una interpretación autorizada de la convención de 1951 por muchos Estados. En algunos casos, el ACNUR puede determinar el que una persona debe tener el estatuto de refugiado, en países no firmantes de ningún instrumento internacional de refugiados, donde las autoridades nacionales han pedido al ACNUR desempeñar este papel, o donde la determinación del ACNUR es indispensable para extender su protección y asistencia.
¿Se puede considerar refugiado a alguien que huye de la guerra, o de las condiciones relacionadas con la guerra, tales como el hambre y el desamparo? 

Las personas internamente desplazadas se han podido ver forzadas a huir de sus hogares por las mismas razones que los refugiados, pero no han cruzado una frontera reconocida internacionalmente. En el mundo hay casi mas personas internamente desplazados que refugiados. El ACNUR no tiene un mandato general para dar protección y asistencia a los desplazados internos. 

Sin embargo, el ACNUR ha ido asumiendo responsabilidades limitadas para ciertos grupos de personas internamente desplazadas. La organización ha garantizado tan especiales operaciones con la base de su experiencia humanitaria, y en el contexto de promover y aplicar soluciones duraderas a los problemas de los refugiados –tales como prevenir los éxodos o asegurar los retornos. Estas operaciones han sido iniciadas a petición del Secretario General de las Naciones Unidas o de la Asamblea General, con el consentimiento del país involucrado.

En varias ocasiones, y en operaciones de diversa magnitud, el ACNUR ha ayudado a las personas internamente desplazadas en Afganistán, Angola, Azerbaiyan, Bosnia-Herzegovina, Croacia, El Salvador, Etiopía, Georgia, Iraq, Liberia, Mozambique, Nicaragua, Ruanda, la Federación de Rusia (en Dagestan, Ingushetia y Osetia del Norte), Sierra Leona, Somalia, Sri Lanka, Sudan y Tayikistán.
¿Debería cada refugiado someterse a una determinación individual de su estatuto?
Hablando en términos generales, la gente que solicita el estatuto de refugiado necesita establecer individualmente que su temor de persecución está bien fundado. Sin embargo, ha habido muchos casos de éxodos masivos y repentinos que han sido resultado de campañas de limpieza étnica u otros ataques a grupos enteros. La necesidad de proveer asistencia es a menudo extremadamente urgente y, por razones puramente prácticas, puede no es posible llevar a cabo determinaciones individuales del estatuto de refugiado. En concreto, cuando ocurre que todos los miembros de un grupo están huyendo por razones similares, puede ser apropiado declarar “determinación de grupo” del estatuto de refugiado, por lo que cada miembro del grupo será considerado como refugiado, prima facie –en otras palabras, en ausencia de una evidencia de lo contrario.
¿Como distingue el ACNUR entre un refugiado y un migrante económico?

Normalmente, un migrante abandona su país voluntariamente, en busca de una vida mejor. Para un refugiado, las condiciones económicas del país de asilo son menos importantes que su seguridad.

En la práctica, la distinción puede ser, en ocasiones, difícil de establecer, pero es fundamental: un migrante disfruta de la protección del gobierno de su país de origen, el refugiado no.
¿Pueden los Gobiernos deportar a las personas que no han sido consideradas refugiadas? 

Las personas a las que se les ha determinado, tras un procedimiento justo, que no tienen necesidad de protección internacional, se encuentran en situación similar a la de otros individuos ilegales, y pueden ser deportadas. Sin embargo, el ACNUR presiona para que también se garantice la protección a las personas que llegan de países devastados por conflictos armados o por violencia generalizada. Adicionalmente, el ACNUR aboga firmemente para que se garantice a todos aquellos a quienes se les ha denegado la solicitud de asilo el derecho a una revisión de la misma antes de ser deportados.
¿Puede un desertor ser un refugiado? 
Todos los países tienen el derecho de llamar a sus ciudadanos a las filas del ejército en periodos de emergencia nacional. Sin embargo, los ciudadanos deberían tener un derecho justo a la objeción de conciencia. Si este derecho no es respetado, o en los casos donde los conflictos violan manifiestamente las normas internacionales, los desertores que teman ser perseguidos (por ejemplo, con base en opiniones políticas que las autoridades pudieran imputarles) pueden ser elegibles para la condición de refugiado.
¿Puede un criminal ser un refugiado? 
Un criminal que ha recibido un juicio justo por un delito común y que huye de su país para escapar de la cárcel, no es necesariamente un refugiado. Sin embargo, una persona acusada de éstos u otros crímenes no políticos –ya sea inocente o culpable puede ser perseguida por razones políticas o de otro tipo, y así no ser necesariamente excluida de la condición de refugiado. 

Además, las personas acusadas de un crimen a consecuencia de su actividad política pueden ser consideradas refugiadas.
¿Puede un criminal de guerra ser un Refugiado?
Las personas que han participado en crímenes de guerra y violaciones masivas de derechos humanos y de la legislación humanitaria internacional –incluyendo el crimen del genocidio- están excluidas específicamente de la protección y asilo acordada para refugiados. No se debería dar protección de refugiado a persona alguna sobre la que recaigan serias sospechas de esta naturaleza.

Por ejemplo, es posible que un determinado número de personas sospechosas de serias violaciones de derechos humanos viva en campos del ACNUR para refugiados ruandeses en países vecinos. Sin embargo, en los campos grandes y con difíciles condiciones de seguridad hay enormes dificultades prácticas para identificar y separar a estas personas; y el ACNUR no es ni juez ni fuerza policial.

En la práctica, dada la escala de este problema, la solución más viable consiste en proveer máximo apoyo a las iniciativas internacionales para poder llevar a los criminales de guerra ante la justicia. El ACNUR está obligado a compartir con las autoridades competentes y con los órganos relevantes de Naciones Unidas cualquier información pertinente de la que tenga conocimiento (mientras tienen en cuenta la necesidad de ser cautelosos a la hora de difundir la información que los refugiados han dado confidencialmente al personal de campo).

Los trabajos de los tribunales internacionales que investigan los crímenes de guerra y el genocidio en Ruanda y en la antigua Yugoslavia son particularmente vitales, ya que solo la búsqueda de una justicia imparcial y rápida puede establecer una paz genuina y una reconciliación –y así asegurar una repatriación duradera.
¿Pueden las mujeres que se enfrentan a ataques debido a su rechazo a cumplir ciertas normas, solicitar ser reconocidas como refugiadas?  
Obviamente, las mujeres pueden ser perseguidas por razones políticas, étnicas, religiosas, con base en la raza o a su pertenencia a diferentes clases de grupos sociales. Además, el ACNUR considera que alguien que huye de una discriminación severa o de un trato inhumano por su rechazo a aceptar estrictos códigos sociales, tiene derecho a que se la tenga en consideración para la obtención de la condición de refugiada. Esta persecución puede provenir de una autoridad del gobierno o –en ausencia de una adecuada protección gubernamental- de agentes no estatales. La violencia sexual, como la violación, puede constituir persecución.

Esa discriminación podría tener consecuencias significativamente perjudiciales. Una mujer que teme ser atacada por su rechazo a usar el chador u otras ropas restrictivas, o por su deseo a escoger su propio marido y vivir una vida independiente, puede verdaderamente ser considerada refugiada.

En 1984, el Parlamento Europeo determinó que las mujeres que se enfrentan a un trato cruel o inhumano porque aparentemente transgreden las normas sociales, deberían ser tenidas en cuenta como un grupo social especial para los propósitos de determinar el estatuto de refugiado. Los Estados Unidos y Canadá tienen unas directrices exhaustivas relativas a la persecución basada en género, y Alemania y Suiza han tenido un progreso similar. El ACNUR alienta a otros países a adoptar formalmente esta posición.
¿Puede una mujer que teme que ella misma o su hija pequeña puedan ser genitalmente mutiladas si regresan a su país, reclamar la condición de refugiada? 

En Francia, Canadá y en los Estados Unidos, ha sido oficialmente reconocido que la mutilación genital femenina representa una forma de persecución; que las mujeres que temen ser mutiladas en sus países tienen derecho real a la condición de refugiadas. En un caso reciente, una mujer que temía la persecución en su país fue reconocida como refugiada. El ACNUR anima a otros países a tomar esta posición.
¿Puede un soldado ser un refugiado? 

Un refugiado es un civil. Una persona que continúa buscando una acción armada contra su país de origen desde el país de asilo no puede ser considerada refugiado.
¿Puede una persona que teme ser perseguida debido a su orientación sexual ser elegible para la condición de refugiado? 
Los homosexuales pueden llegar a ser reconocidos como refugiados con base en persecución basada en la pertenencia a un determinado grupo social. Es política del ACNUR que las personas que se enfrentan a ataques, tratamientos inhumanos o a una seria discriminación a causa de su homosexualidad, y cuyos gobiernos son incapaces o no desean protegerlos, sean reconocidos como refugiados.
¿Qué es la protección temporal?
La protección temporal ha sido propuesta para afrontar afluencias de emergencia de refugiados en muchas naciones de Europa y otros países. A través de esta forma de protección provisional, que debe dar lugar a una solución duradera, los gobiernos pueden inicialmente evitar tener que determinar individualmente el estatuto (lo que es a la vez costoso y lleva mucho tiempo) de la gente desplazada por guerras civiles u otras formas de violencia generalizada.
La mayoría de los programas de protección temporal ofrecen protección a toda persona que huya de un área de conflicto generalizado o de abuso de los derechos humanos. La forma de protección temporal no debería prolongarse. Para aquellos que huyen de la violencia generalizada, la protección temporal puede ser suspendida, con el consentimiento del ACNUR, cuando el regreso puede realizarse en condiciones de seguridad. A los beneficiarios de protección temporal no se les otorga, en algunas ocasiones, los mismos derechos sociales que se conceden a los refugiados (como pagos de asistencia, educación, o el derecho a trabajar), pero esta situación debería mejorar con el tiempo.
En Europa Occidental, algunas personas que huían del conflicto en la antigua Yugoslavia –muchos de ellos con solicitudes extensivas del estatuto de refugiados bajo la Convención de 1951 – se han encontrado con que la protección temporal les ha dejado en el limbo durante tres o mas años: mucho mas tiempo de lo que llevaría procesar cualquier solicitud regular de asilo. El ACNUR aboga para que después de un periodo razonable de tiempo, la gente que se está beneficiando de la protección temporal pueda tener el derecho a defender su solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado. No obstante, se debería permitir a aquellos a los que se les deniega esta condición, permanecer en el país de asilo hasta que sea seguro regresar.
¿Qué hace el ACNUR para proteger a los refugiados de ataques físicos?
Privados de la protección de su Estado, separados de sus familiares y comunidades de origen, los refugiados son, a menudo, vulnerables a la violencia.

Las mujeres refugiadas y los niños son extremadamente vulnerables, al igual que los ancianos. La violación, en concreto, es un elemento horriblemente común en el modelo de la persecución, terror o "limpieza étnica" que conduce a las familias de refugiados lejos de sus casas, a medida que los civiles se convierten cada vez mas frecuentemente en los objetivos –mas que en víctimas accidentales- de las guerras sectarias. Desde Myanmar hasta Somalia y Bosnia, las familias refugiadas citan frecuentemente la violación o el miedo a la violación como el factor clave en su decisión de huir. Los refugiados también pueden ser asaltados sexualmente durante su huida o a la llegada al país de asilo, por oficiales individuos locales u otros refugiados.
¿Qué hace el ACNUR para ayudar a los niños refugiados no acompañados?
Para los propósitos del ACNUR, un menor no acompañado es alguien que “ha sido separado de sus padres y a quien no se le encuentra persona alguna que por ley o uso tenga responsabilidad primordial y se pueda ocupar de él”. El numero de niños refugiados no acompañados varía ampliamente según las causas y condiciones del éxodo. Sin embargo, como cálculo aproximado, se ha estimado que los niños no acompañados comprenden entre el 2 y el 5% de la población refugiada. (A pesar de que este número concuerda en el caso del éxodo de Ruanda, no concuerda en el caso de los refugiados bhutaneses en Nepal).

Normalmente, el ACNUR trabaja muy de cerca con otras agencias para asegurar que los niños no acompañados sean identificados y registrados, y se busque a sus familias. En el área de crisis de Ruanda/Burundi, por ejemplo, el ACNUR ha estado trabajando con UNICEF, el Comité Internacional de la Cruz Roja, Comida para los hambrientos y Salvad a los Niños (de Reino Unido), así como con otras ONG, haciendo rastreos a ambos lados de las fronteras, para estos niños. Se ha establecido una base de datos regional y centralizada para registrar, rastrear y acomodar a los miembros separados de las familias. Las bases de datos locales apoyan los programas locales y nacionales. En el primer año después del éxodo de Ruanda, mas de 21 mil niños no acompañados regresaron junto a sus familias en toda la región de los Grandes Lagos.

En general, el ACNUR se opone a promover la adopción de menores no acompañados fuera de su región de origen, ya que a menudo es posible seguir el rastro de las familias de estos niños.
¿Cuál es la política del ACNUR en cuanto a reasentamiento?

El reasentamiento en un tercer país puede ser la única vía de garantizar la protección internacional de un refugiado al que se le ha denegado una protección adecuada en el país de asilo y que no puede ser repatriado.

Cuando ocurren grandes afluencias de refugiados, el reasentamiento generalmente constituye una opción poco realista, exceptuando a unos pocos individuos. De hecho, es una opción poco deseable. Muchos refugiados desean vivir cerca de sus países de origen, ya que prefieren un ambiente cultural y social que les sea familiar, y porque su objetivo final es regresar a sus hogares. Sin embargo, a pesar de que la repatriación voluntaria es casi siempre la mejor solución duradera para la mayoría de los refugiados, algunos de ellos que se encuentran en peligro, por razones políticas y de seguridad, o debido a su vulnerabilidad, solicitaran ser reasentados. En algunos casos, hay pocas esperanzas de repatriación, y ninguna posibilidad de integración local duradera en el país de asilo. En estas ocasiones, el reasentamiento en terceros países puede ser la única opción posible.

¿Qué países mantienen una cuota de reasentamiento?
De los 185 Estados miembros de las Naciones Unidas, solo diez establecen cuotas anuales de reasentamiento por encima de su aceptación de personas que llegan espontáneamente a sus fronteras. Estos diez países son: Australia, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda, los Países Bajos, Suecia y Suiza. Otros países pueden tener en cuenta peticiones del ACNUR sobre la base de casos individuales, normalmente amparándose en la reunión familiar o en lazos culturales muy fuertes.
¿Por qué estas cuotas no siempre son cubiertas por el ACNUR?
Los gobiernos no siempre están dispuestos a adaptar sus cuotas a las necesidades tan rápidamente cambiantes, y a menudo establecen sus cuotas en respuesta a intereses puramente internos. Así, pueden dirigirse a nacionalidades entre las que el ACNUR no ha detectado ninguna necesidad urgente para el reasentamiento.

Los países de reasentamiento pueden rechazar casos como los de familias con problemas médicos urgentes u otras necesidades graves, que pueden ser muy costosas en términos de pagos de asistencia, o que pueden tener una habilidad limitada para integrarse rápidamente en el país de reasentamiento. En general, a pesar de que algunos países aceptan casos “difíciles de emplazar”, la mayoría de los países de reasentamiento prefieren a los refugiados educados con fuertes lazos culturales y familiares, y estructuras familiares intactas, y con una alta probabilidad de integración rápida. Estas familias no siempre se corresponden con los casos de protección urgentes que el ACNUR intenta reasentar.

¿Existen directrices para los polizones, o personas rescatadas en el mar, que piden asilo? 

Los capitanes de los barcos tienen una obligación básica bajo la ley internacional de rescatar a cualquier persona de un desastre en el mar. En algunos casos, como el éxodo de los vietnamitas, estas personas han sido solicitantes de asilo. Los barcos pueden asimismo descubrir que llevan polizones clandestinos, que a su vez son solicitantes de asilo.

El procedimiento internacional establece que las personas rescatadas en el mar deberán desembarcar en la siguiente escala en puerto, donde siempre deberán ser admitidos, al menos de forma temporal, pendientes de reasentamiento. Algunos de los Estados cuyas banderas ostentan los barcos de rescate (aunque no todos) han dado garantías de reasentamiento para las personas rescatadas en el mar.

Existe una convención internacional no vinculante que se refiere a los polizones solicitantes de asilo, y los procedimientos con respecto a estas personas varían enormemente. El ACNUR aboga para que, cuando sea posible, se permita a los polizones desembarcar en la primera escala en un puerto, donde las autoridades locales determinaran su condición de refugiado. Si algún Estado no permite desembarcar a un polizón, y la siguiente escala del barco es en un Estado donde la vida del polizón peligra, entonces, la acción es sinónimo de denegación. En estos casos, los oficiales del ACNUR están instruidos para tratar de organizar una entrevista a bordo, y si se descubre que el solicitante de asilo puede ser reconocido como refugiado, los oficiales deben ayudar a encontrar una solución duradera –normalmente un tercer país de reasentamiento.
¿Qué hace el ACNUR para ayudar a los apátridas?
El derecho a una nacionalidad está ampliamente reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos, y constituye un estatuto del que pueden derivar otros derechos. El problema de la apatridia es especialmente serio en el antiguo bloque del Este, debido a los recientes e inesperados cambios. Sin embargo, está extendido por todas partes (Bidoons en Kuwait, minoría vietnamitas en Camboya, gitanos a lo largo de toda Europa Central), y puede ser especialmente grave entre los hijos de parejas de origen distinto, o que han nacido en un país diferente al país de origen de sus padres, cuando no obtienen necesariamente la ciudadanía del lugar donde nacen. Al igual que los refugiados, los apátridas pueden ser obligados al exilio porque no pueden recibir una protección adecuada.

La Convención de 1961 sobre la Reducción de la apatridia manifiesta que una persona no puede ser privada de su nacionalidad por razones de raza, etnia, religión o política; señala medidas para prevenir los casos de apatridia que pueden resultar de un traslado de territorio; y establece reglas para garantizar la nacionalidad a personas nacidas en un país, quienes de otra manera serían apátridas. La Convención de 1961, de la que solo forman parte 27 Estados, estipula que un cuerpo de Naciones Unidas deberá supervisar las solicitudes bajo la Convención. Este cuerpo nunca se estableció como tal, pero el ACNUR ha sido autorizado a actuar por la Asamblea General de Naciones Unidas (Resolución 3274 XXIX).

En 1994, el Comité Ejecutivo urgió al ACNUR a reforzar sus esfuerzos con respecto a la apatridia, incluyendo la promoción de accesiones a la Convención de 1961 sobre la Reducción de la Apatridia y la Convención de 1954 sobre el Estatuto de los Apátridas; y reuniendo sistemáticamente la información sobre las dimensiones del problema. El estudio resultante, que está en curso, indica que cientos de miles de personas en el mundo son apátridas.

El ACNUR ha iniciado una serie de actividades para solventar el tema de la apatridia en la antigua Unión Soviética, incluyendo seminarios, la promoción de una legislación proactiva y accesiones a los instrumentos internacionales relevantes, y a través de la preparación para la Conferencia Internacional de 1996 sobre Refugiados y desplazamientos forzosos en los Estados Bálticos y la CEI.
¿Tienen los refugiados derecho a reclamar el reasentamiento en un país rico?
Los refugiados tienen derecho a ser protegidos, pero no hay especificaciones sobre su ubicación. Sin embargo, en interés de la reunificación familiar, los refugiados pueden solicitar el reasentamiento dondequiera que vivan sus familiares mas cercanos.

Fuente: ACNUR.org

viernes, 4 de septiembre de 2015

‘El Niño’ será uno de los peores desde 1950 por el cambio climático.

La Organización Meteorológica Mundial avisa de que tendrá su periodo de mayor intensidad entre octubre y enero
El Niño pone en alerta a las costas latinoamericanas del Pacífico

El cambio climático ha creado condiciones sin precedentes para el actual fenómeno de El Niño, que tendrá su periodo de mayor intensidad entre octubre y enero, según dijeron hoy expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Las predicciones del calentamiento de la superficie del mar en las zonas central y oriental del Pacífico tropical apuntan a que El Niño que está en desarrollo probablemente será uno de los cuatro más fuertes desde 1950. Los anteriores más potentes fueron los registrados en los periodos entre 1972/1973, 1982/1983 y 1997/1998.

Para sus pronósticos, los científicos toman en cuenta que, en agosto, las temperaturas de la superficie del mar ya estuvieron entre 1,3 y 2 grados centígrados por encima de la media, superando en un grado los umbrales habituales de El Niño. Los modelos utilizados apuntan a que las temperaturas se mantendrán al menos 2 grados por encima de lo normal y que incluso podrían subir algo más.

Los efectos de El Niño ya se hacen sentir en algunas regiones del mundo de manera muy variada y serán más patentes en los próximos cuatro a ocho meses, según la OMM, una agencia científica de Naciones Unidas y autoridad en la materia.
De manera general, este fenómeno climático puede provocar fuertes precipitaciones -y por consiguiente, inundaciones- en América Latina, Asia, Oceanía y Africa, con episodios de sequías en otras zonas de estas mismas regiones. Sin embargo, los países afectados cuentan ahora con más experiencia, conocimientos e información que nunca antes, lo que puede ayudarles a tomar medidas de prevención efectivas, opinó Maxx Dilley, director de Predicciones Climáticas de la OMM, al presentar la información más reciente sobre la evolución de El Niño.
El experto mencionó el caso de Perú, donde se están tomando acciones preventivas, como simulacros, y se optó por cancelar su participación en el rally Dakar 2016 por el riesgo de inundaciones o deslizamiento de tierra en zonas que formaban parte del recorrido.

Lo que es completamente distinto desde el último fenómeno de El Niño (entre 1997 y 1998) es que el actual está ocurriendo bajo nuevas condiciones, influidas por el cambio climático. Desde entonces, "el mundo ha cambiado mucho" y la capa de hielo del mar Artico se ha reducido a niveles mínimos, al tiempo que se ha perdido hasta un millón de kilómetros cuadrados de superficie nevada en el hemisferio norte, explicó el jefe del Programa de Investigación del Clima de la OMM, David Carlson.

"Han emergido nuevos patrones, y lo que es único ahora es que están coincidiendo por primera vez con El Niño", sostuvo. Desde el periodo 1997/1998 no se había observado la presencia de El Niño o de La Niña (el fenómeno contrario, causado por enfriamiento de las aguas superficiales de ciertas zonas del Pacífico), lo que también se considera inusual.

Carlson dijo que en la situación actual -con la influencia del deshielo en el Artico y el calentamiento del Pacífico tropical- "no sabemos lo que pasará, si ambos patrones se reforzarán uno a otro, se anularán, actuarán en secuencia o influirán en distintas zonas del planeta".

"Realmente no lo sabemos porque no tenemos precedentes para esta situación", insistió el científico. Las características de El Niño conocidas hasta ahora apuntan a que provoca un aumento de la intensidad de las lluvias en la costa oeste de Sudamérica (principalmente Ecuador y Perú), así como en los países del llamado "Cuerno de Africa". En cambio, se sufren sequías en Australia, Indonesia, el sudeste de Asia y el sur de Africa.

Fuente: ElPais.com

El ser humano ha cambiado de sitio 13.000 especies de plantas.

El primer mapa mundial de flora exótica muestra que Europa y América del Norte son las zonas con mayor número de vegetales alóctonos
La primera flor que coloreó el planeta floreció en lo que hoy es España

A pesar de sus raíces, las plantas también emigran. El primer mapa mundial de especies exóticas muestra que más de 13.000 variedades vegetales han emigrado a otras zonas de las que no son originales (alóctonas). Las zonas con mayor presencia de flora de fuera son América del Norte y Europa. Pero este viaje es de ida y vuelta: ambos continentes son también de los mayores exportadores. Aunque no todas las alóctonas son invasoras, el mapa ofrece una imagen global de los peligros para la flora autóctona.

Los botánicos son personas de orden, les gusta catalogar y clasificar. Una de sus normas preferidas es la llamada regla de los tres 10, planteada por el biólogo británico Mark Williamson: el 10% de las plantas importadas, ya sea de forma accidental o intencionada, acaba en un ecosistema diferente del original. La décima parte de ellas se establece y prospera. Por último, el 10% de estas últimas degeneran en plantas invasoras, alterando el nuevo medio y desplazando a las variedades autóctonas. A pesar de su elegancia, la regla no se había comprobado a escala mundial.

Para hacerlo, una cuarentena de científicos ha dado el primer paso y ha creado un mapa mundial de las especies alóctonas, aquellas que están donde no deberían estar. El trabajo, publicado en Nature, deja fuera las introducidas intencionadamente por su interés agrícola o comercial. Se centra en aquellas que han proliferado en ecosistemas diferentes del suyo hasta naturalizarse y formar parte del paisaje.
Con datos de 481 áreas continentales y 362 islas, que abarcan el 83% de la tierra de este planeta, los investigadores han encontrado 13.168 especies que han medrado al menos en otra zona diferente de la originaria. Eso significa que el 3,9% de toda la flora vascular ha colonizado otros territorios. Y la abrumadora mayoría ha sido por la acción humana. Los seres humanos, por medio la colonización, del comercio, sus viajes, sus rutas marítimas o carreteras y caminos, han roto las barreras biológicas que restringían a las plantas a su nicho original.

Entre los europeos, y en particular los españoles, existe la creencia de que Europa está invadida por especies de América del Sur, África o Asia. Esto puede ser cierto para algunas variedades introducidas en la agricultura europea, como la patata, el tomate, el maíz o el tabaco. Pero la realidad es más compleja y diferente. La zona con mayor número de alóctonas naturalizadas es América del Norte, en particular Estados Unidos, con casi 6.000 especies. La segunda es el continente europeo, con unas 4.100. Pero aquí, lo que más ha habido es un trasiego de especies dentro de las fronteras europeas y menos aportación extraeuropea.
"El hecho de que tanto América del Norte como Europa tengan tantas especies naturalizadas tiene mucho que ver con que ambos continentes son los mayores actores del comercio global. El movimiento de personas y cosas probablemente haya aumentado la introducción intencionada o accidental de especies desde una parte del mundo a otra", dice el biólogo de la Universidad de Constanza (Alemania) y principal autor del estudio, Mark van Kleunen. Pero enseguida añade un dato que complica el mapa: "Estos continentes han importado muchas especies, pero también han exportado otras muchas de sus propias especies".

En efecto, su mapa mundial de plantas alóctonas muestra que Europa es el mayor donante de especies, seguida de cerca por la Asia templada (China, Japón...). En tercer lugar vuelve a aparecer América del Norte. Charles Darwin, no sin un punto de etnocentrismo de científico del Imperio británico del siglo XIX, sostenía que las especies del hemisferio norte habían tenido una historia evolutiva mas dura y competitiva, haciéndolas más fuertes y capaces de adaptarse a otros medios. Eso explicaría, según él, su éxito invasor frente a las plantas del sur. En realidad, este estudio muestra que el principal destino de la flora norteña no es el hemisferio sur, sino las áreas del norte. El naturalista inglés olvidaba también el peso del colonialismo europeo, en este caso, colonialismo vegetal.
"Creo que los trópicos son, en términos relativos, pequeños importadores y exportadores porque las regiones templadas del hemisferio norte son grandes importadores y exportadores. Como decía antes, estas últimas han sido los mayores actores de comercio mundial y, como no, los europeos colonizaron muchas partes del mundo, llevando consigo muchas de las plantas que les eran familiares", explica van Kleunen.

Si se observa el mapa, lo primero que llama la atención es el rojo, donde se acumulan muchas plantas alóctonas. Destacan zonas de EEUU, como California o Florida, Japón, Nueva Zelanda o Inglaterra. La última puede revelar el gran peso que tuvo el colonialismo británico de la época del imperio. La colonización debió ser significativa también en Nueva Zelanda, donde se produjo una intensa llegada de colonos británicos. En el caso de California y Florida, donde abundan especies de origen español, como la Hypericum canariense, además del colonialismo, ambas zonas acogen bien especies de climas templados como de latitudes más tropicales. Para Japón, van Kleunen, aporta su carácter de isla, el intercambio intenso con China, su rol en el comercio mundial o la intensa urbanización que habría destruido los entornos originales, favoreciendo la llegada de las alóctonas.

España es Europa, así que sigue el patrón del continente. Los últimos datos sobre la flora ibérica y canaria estiman que en sus suelos hay 7.071 especies de plantas. El 12% son alóctonas, pero los porcentajes varían mucho: del 20,7% de Canarias al 10% de la península o el 9,7% en Baleares.
"La importancia de este mapa reside en que es la primera vez que se cubre el planeta entero", comenta el investigador del CSIC en el Real Jardín Botánico y uno de los 41 científicos que han participado en su elaboración, Francisco Cabezas. Aunque no es una sorpresa para él, el segundo dato más revelador es el principal agente causal de este mapa: "el factor humano ha moldeado el panorama de las plantas en la naturaleza", dice.

La aportación de Cabezas al estudio no se ha centrado en la situación española, de la que ya había suficiente información, sino hacer una imagen de la flora africana, en particular la de Guinea Ecuatorial, en la que lleva trabajando varios años dentro del proyecto del mismo nombre. La importancia de esta pequeña zona de África es, además de su propia condición, que se trata de un microcosmos donde estudiar toda la flora del Golfo de Guinea y el centro de África.
"Los ecosistemas tropicales no tienen tanta disponibilidad de nichos como los del hemisferio norte. El engranaje está tan bien desarrollado que es muy difícil que llegue una especie de fuera y encuentre su hueco", explica Cabezas. Eso confirma la menor aportación de los trópicos al intercambio de plantas. Sin embargo, la pequeña excolonia española también sirve para mostrar los riesgos de la acción humana. Como dice este investigador, "el desarrollo brutal de infraestructuras como las carreteras están creando espacios, huecos, para las especies alóctonas".

Habrá quien piense que un 3,9% de especies exóticas no es para preocuparse. Que de las casi 340.000 variedades de plantas vasculares que hay en el planeta solo 13.168 hayan emigrado empujadas por el hombre, es una nimiedad. Pero eso son los valores absolutos. Hay territorios como Nueva Zelanda donde hay tantas especies locales como de fuera. Además, como dice el ecólogo de la Universidad de California Davis, Marcel Rejmánek, no relacionado con el estudio, la globalización, el cambio climático o el incremento del movimiento de personas y mercancías harán que "inevitablemente este número crezca y, a menos que se tomen medidas drásticas, no hay motivos para esperar un tope al número total de especies naturalizadas en el futuro".

Fuente: ElPais.es

La caza y la pesca convierten al ser humano en un superdepredador.

Un estudio demuestra que el humano tiene tasas de depredación hasta 10 veces superiores a las de los grandes carnívoros
La tecnología y conducta humana comprometen el futuro de la fauna del planeta
La sexta gran extinción está en marcha

Ni el tiburón blanco ni el león. El único superdepredador del planeta es el ser humano. Ahora que la caza y la pesca de subsistencia son residuales, un estudio muestra que el ser humano tiene tasas de depredación hasta 10 veces superiores a las de los grandes carnívoros. El trabajo, que cuantifica el carácter depredador humano, apuesta por un cambio radical en las prácticas de caza y pesca. Para la primera, exige aprender a convivir con los animales. Para la segunda, dejar de pescar a los peces adultos e ir a por los más pequeños.

Que los humanos son el mayor depredador del planeta lo dice la larga lista de las extinciones de animales a manos del hombre. Desde los mamuts y los tigres diente de sable hasta el armadillo gigante, pasando por la casi aniquilación del bisonte americano o la práctica desaparición de, al menos, dos especies de rinocerontes, en casi todos los casos los humanos fueron y son los agentes causales. En unas ocasiones la extinción sucede al grave deterioro del ecosistema donde vivía el animal, en otras es el propio avance humano el que se lleva por delante a toda una especie. Pero hoy, son las prácticas de caza y pesca humanas las que comprometen el futuro de los animales.

Un grupo de ecólogos canadienses ha querido desentrañar qué hace tan letal al ser humano y cuantificar su grado de depredación en comparación con los mayores depredadores del planeta, como los grandes felinos, los mamíferos marinos o los tiburones. Para ello, repasaron toda la bibliografía científica que encontraron con estudios y estadísticas oficiales sobre la caza y pesca humanas o las investigaciones con datos sobre sus rivales en la cúspide ecológica. En su trabajo, publicado en Science, incluyeron a casi 400 especies de depredadores, 282 marinas y 117 terrestres.

"Examinamos todos los datos disponibles sobre animales marinos y mamíferos terrestres de cada océano y cada continente a excepción de la Antártida. La mayoría de la información es de 1990 en adelante", decía en una teleconferencia el profesor de la cátedra Hakai-Raincoast de la Universidad de Victoria (Canadá), Chris Darimont. Según sus estimaciones, la pesca marina humana es el depredador dominante de las presas adultas, con una ratio de explotación mediana (valor medio o central) del 14% del total de biomasa de ejemplares adultos al año. Esa mediana no refleja los valores extremos, con casos de especies que llegan al 80%. "Esta ratio mediana es unas 14 veces la de cualquier otro depredador no humano del océano", añade Darimont. Ya sean orcas, tiburones o atunes.
En tierra, los datos, aunque menores, son igual de reveladores. Los humanos y resto de depredadores muestran una tasa de depredación similar: los primeros capturan hasta un 6% de herbívoros como ciervos, caribúes o alces mientras que los segundos rebajan el porcentaje hasta el 5% anual. Sin embargo, los humanos son el único depredador que convierte a los otros depredadores en presas. Combinando estos dos hechos, el ser humano tiene una ratio de depredación de animales terrestres nueve veces mayor que la del león o el tigre. Y eso que los investigadores retiraron de la ecuación al lobo, que supone un tercio del total de depredadores cazados por el hombre.

"En general, no nos comemos a los grandes carnívoros, así que se les mata como un trofeo, por razones de competencia, para reducir las pérdidas en el ganado, o por la medicina" (sic), comenta en un correo Darimont. Hace decenas de miles de años, los humanos, en un lento proceso, empezaron a dejar de ser presa de estos animales para convertirse en depredadores. Las distintas tecnologías para la caza, desde el arco hasta el rifle pasando por el uso del perro, y en el último siglo, el uso de combustibles fósiles, ha hecho que la caza no tenga apenas coste para los humanos cuando para los demás depredadores siempre existe el riesgo de salir mal herido.

Esa combinación de conducta y tecnologías humanas es, para los investigadores, la base del desajuste de muchos ecosistemas. Los otros depredadores eligen como presa a los ejemplares más jóvenes y débiles. La consecuencia a corto plazo es que no reducen la tasa reproductiva de los adultos y eliminan posibles focos de infección entre los rebaños. A largo plazo, como mecanismo de selección natural, favorecen la mejora genética de sus presas. Los humanos, en cambio, eligen las mejores piezas, adultos en su máximo esplendor, elegidos por tener la mejor cornamenta o la melena más grande. El impacto ecológico a corto es evidente, las consecuencias de esta selección artificial a largo aún están por estudiar.

Pezqueñines, sí gracias
El mismo análisis lo aplicaron a las especies marinas. El resultado es problemático porque no es lo mismo la caza, que en su mayoría es por el trofeo o la mal llamada medina tradicional, que la pesca moderna e industrial, de la que se alimentan milones de personas. También es paradójico, ya que supone contradecir el paradigma actual de la conservación marina ejemplificado en las campañas oficiales del pezqueñines, no gracias.
"El cambio evolutivo entre las presas de los humanos impulsado por apuntar a los adultos ha reducido el tamaño corporal , especialmente entre los peces. Esto es preocupante porque los peces más pequeños tienen menos descendencia y las poblaciones ya no SOPORTANlas capturas humanas como en el pasado", sostiene Darimont.

¿Significa eso que todo el modelo de sostenibilidad de la pesca basado en la captura de los adultos, no es tan sostenible? "Sí, de hecho, nosotros estamos sugiriendo que el paradigma central de la gestión de recursos pesqueros y vida silvestre ha de ser reconsiderado y ha de serlo porque, en especial en el entorno marino, cuando nos fijamos en las estrategias reproductivas conformadas por la evolución, estas se apoyan en un régimen depredador que se centra en los juveniles y mantiene niveles de explotación reducidos entre los adultos, lo que beneficia a estas poblaciones y, en última instancia, a los humanos", asegura el investigador canadiense.
Los investigadores creen que para volver a un equilibrio habría que actuar en varios frentes. En cuanto a los animales terrestres, solo un cambio en la conducta humana podría salvar a los grandes depredadores. "En algunos casos, para proteger a los grandes carnívoros amenazados por la caza de trofeos exigirá una presión social que impulse un cambio político. El rechazo moral expresado en todo el mundo por la muerte de Cecil, el león, nos señala que ese tiempo puede estar algo más cerca", dice Darimont.

En cuanto a la pesca, su colega y coautor del estudio, Thomas Reimchen. apunta que no se trata tanto de dejar de pescar a los adultos para enredar a las crías sino de adecuar la ratio de depredación humana a la natural. "Se trata de ir a unas tasas de extracción de juveniles similar a la de los otros depredadores que, en general son menores al 10%", apunta Reimchen. Eso supondría reducir drásticamente las capturas pesqueras. Además, tanto la captura como el procesado de los pequeños ejemplares es más costoso que los grandes.

Los investigadores reconocen que es un reto de tal magnitud que presenta grandes dificultades pero, añaden: "No es muy diferente de lo que cada vez con más frecuencia e intensidad se está hablando de cambiar nuestro modelo basado en la economía del carbono". Es el carácter de superdepredador, tanto en el uso de los combustibles fósiles como en el de la biodiversidad, el que ha llevado a los humanos y al planeta a la situación actual.

Fuente: ElPais.com