miércoles, 31 de octubre de 2012

La OMS alerta de que las inundaciones causadas por el cambio climático pueden desencadenar epidemias.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) han presentado el Atlas del Clima y la Salud, un documento en el que alertan de que la variabilidad climática y la presencia de fenómenos extremos como las inundaciones pueden desencadenar epidemias de varias enfermedades, tales como diarrea, malaria, dengue o meningitis.En dicho informe, presentado este miércoles, se muestra cómo paralelamente al cambio climático que sufre el mundo están aumentando los peligros para la salud humana. Prueba de ello las sequías, inundaciones y ciclones que están afectando ya a la salud de millones de personas cada año. "El clima tiene una profunda influencia en la vida y la supervivencia de la gente, y los servicios climáticos pueden tener un profundo impacto en la calidad de esas vidas, en parte como consecuencia de unos mejores resultados sanitarios", según ha explicado Margaret Chan, directora general de la OMS.Por ello, la secretaria general de la OMM, Michel Jarraud, ha apuntado a la necesidad de reforzar la cooperación entre los profesionales de la meteorología y de la salud, "fundamental para garantizar la incorporación de información actualizada, precisa y pertinente sobre el tiempo y el clima en la gestión de la salud pública a nivel internacional, nacional y local".De hecho, el Atlas muestra cómo la colaboración entre los servicios meteorológicos, de emergencias y de salud está ya salvando vidas. Por ejemplo, el número de muertos por ciclones de similar intensidad en Bangladesh se redujo de alrededor de 500.000 en 1970, pasando por 140.000 en 1991, a 3.000 en 2007, gracias sobre todo a las mejoras introducidas en los sistemas de alerta temprana y preparación.Pese a ello, el tiempo y el clima hacen que muchas enfermedades infecciosas, como la malaria, el dengue o la meningitis, multipliquen su incidencia entre una estación y otra. Además, el informe alerta de que las olas de calor que normalmente se registran solo una vez cada 20 años podrían sucederse como promedio cada dos a cinco años a mediados del presente siglo. MÁS PERSONAS EN RIESGO DE GOLPES DE CALORAl mismo tiempo, el número de personas mayores que viven en ciudades (uno de los grupos más vulnerables a los golpes de calor) casi se cuadruplicará a nivel mundial, pasando de 380 millones en 2010 a 1.400 millones en 2050, de ahí que la cooperación entre los servicios climáticos y de salud deba activar "medidas orientadas a proteger mejor a la población durante los fenómenos meteorológicos extremos".El Atlas muestra también que los servicios meteorológicos y de salud pueden colaborar para vigilar la contaminación del aire y sus efectos en la salud, y apunta a que la adopción de nuevas fuentes de energía doméstica más limpias tendrá el doble efecto de mitigar el cambio climático y salvar la vida de aproximadamente 680.000 niños cada año gracias a la menor contaminación del aire. No obstante, advierten de que la relación entre la salud y el clima depende de otras vulnerabilidades, como por ejemplo las creadas por la pobreza, el deterioro del medio y una infraestructura deficiente, especialmente en materia de agua y saneamiento.(EuropaPress)
 
Fuente: LaInformacion.com

miércoles, 24 de octubre de 2012

Sustancias tóxicas amenazan la salud de 125 millones de personas en el mundo.

Contaminantes y sustancias tóxicas resultantes de actividades industriales amenazan la salud de 125 millones de personas en el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo donde 80 millones están en riesgo de morir prematuramente o perder calidad de vida a causa de este contacto.



Contaminantes y sustancias tóxicas resultantes de actividades industriales amenazan la salud de 125 millones de personas en el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo donde 80 millones están en riesgo de morir prematuramente o perder calidad de vida a causa de este contacto.

"Los problemas derivados de la contaminación amenazan la salud de casi 125 millones de personas en todo el mundo", aseguró hoy en teleconferencia la directora ejecutiva de la Cruz Verde de Suiza, Nathali Gysi, durante la presentación del "Informe Mediambiental 2012".

El informe, presentado por la Cruz Verde Suiza y el Instituto Blacksmith de Nueva York, identifica a los diez peores contaminantes de todo el mundo y cuantifica a escala global el daño que las sustancias tóxicas producen a la salud.

El documento mide la repercusión que estos productos en la salud humana y para ello se basa en el número de DALY, un instrumento de medida que utiliza la Organización Mundial de la Salud.

El DALY contabiliza los años de vida que pierden en todo el mundo las personas afectadas por una enfermedad; para obtener esta cifra se tienen en cuenta las muertes prematuras y el empeoramiento de la calidad de vida de estos enfermos.

Los 125 millones de personas afectados por los contaminantes pierden en su conjunto 17 millones de años de vida, una cifra similar a la de las tres mayores enfermedades contagiosas del mundo, como el SIDA que provoca la pérdida de 28 millones de DALY entre todas las persones afectadas; la tuberculosis, 25, y la malaria, 14.

Con respecto a la forma en que se realizó el informe, el jefe del proyecto del Blacksmith Institute, Bret Ericson, indicó que las investigaciones se han realizado en 2.600 zonas industriales de 49 países con niveles de ingresos bajos o moderados en las regiones de Latinoamérica y el Caribe, del este de Europa, de Asia y de África.

Según el informe, en estos lugares, en los que residen el 64 % de la población amenazada por productos tóxicos, "las consecuencias para la salud de la contaminación industrial son más significativas que en los países desarrollados".

En este sentido, Stephan Robinson, gerente en la Cruz Verde Suiza, concretó que la contaminación es en la mayoría de los casos el resultado de actividades industriales desreguladas y a pequeña escala, con grandes cargas de productos nocivos para la salud.

El texto revela que en Latinoamérica y el Caribe hay 20 millones de personas potencialmente en peligro de entrar en contacto con sustancias perjudiciales para el organismo.

Algunos de los productos tóxicos más dañinos son el plomo, el cromo, el mercurio, el amianto o el asbestos cuando entran en contacto con los seres humanos en procesos como el reciclaje de baterías, la fundición de plomo, la minería y procesamiento de minerales.

Estos contaminantes también afectan a personas que trabajan en vertederos de residuos industriales y domésticos, y en otros procedimientos como la curtiduría, la minería artesanal, la fabricación de productos -electrónica, baterías o recubrimientos metálicos-, la producción química o la industria del tintado textil.
(Agencia EFE)

 Fuente: LaInformacion.com

lunes, 15 de octubre de 2012

Nociones sobre el Ordenamiento Territorial.


El ordenamiento territorial consiste en aprovechar y conocer los recursos disponibles para ofrecer soluciones al hombre con respecto a las posibilidades espaciales.
El Estado es quien debe llevar a cabo este ordenamiento del territorio, para ello se vera obligado a planificar. La planificación es el proceso de formulación y definición de objetivos y prioridades, a nivel macro-social, en relación a un sector. Es un proceso de tipo global formulado en función de las demandas sociales. La planificación es recurrente, es decir se planifica continuamente y no se lo puede hacer de una vez para siempre.
La planificación es un conjunto de programas, éstos son un conjunto de  procedimientos y técnicas, una serie de actividades, previsiones y disposiciones para elaborar planes, programas o proyectos. esto se apoya en los resultados del diagnóstico, en el que se describe  o explica lo que hoy se denomina una situación problema, y tiene como referencia la situación definida como aquello a donde se quiere llegar.
Para resumir, la planificación es elaborar un plan para mejorar y solucionar problemas al hombre, este plan esta compuesto por programas que engloban distintos proyectos o alternativas posibles que permiten ofrecer la solución; a la  vez, estos reúnen distintas actividades las que se conforman de distintas tareas.
Esta planificación puede ser aplicada según distintas escalas espaciales, ya sea nacional, regional, provincial o local; en una escala de tiempo que puede oscilar entre el largo plazo (6 a 10 años), mediano plazo (3 a 6 años), corto plazo (1 año) y urgente (ya).
Puede haber planificación por sectores (económico, social etc) o global. Puede ser social, económica, cultural etc. También puede ser imperativa, donde el Estado fija los fines e indicativa donde se sugiere, especialmente para el sector privado.
Nuestra ciencia, la Geografía, presenta variabilidad de asociaciones con otras ciencias por la complejidad de su objeto de estudio; el espacio geográfico. Así éstas asociaciones se dan en el campo de las ciencias naturales, de las ciencias sociales y en particular con la Historia. En el presente se observan temas concurrentes con las disciplinas encargadas de la ordenación del espacio; las que se encargan de racionalizar las diferentes formas de ocupación territorial con el propósito de optimizar el uso de los recursos con que se cuenta. Por la dedicación dada a los temas de planificación urbana se entiende a la Geografía como a la organización espacial de la actualidad humana. La expresión “organización del espacio” subyace en la concepción geográfica, pero también está presente en la raíz del Ordenamiento Territorial.
Este concepto se usa como sinónimo de organización territorial; sin embargo desde el punto de vista de la Geografía tiene diferentes contenidos: Para la Geografía Urbana, la organización del espacio es el fruto, el producto, de la interacción entre el medio natural (que incluye el medio artificializado) y el medio social. Esta afirmación señala que la realidad urbana debe estudiarse de forma unitaria: la ciudad en un área y la ciudad como área en toda su complejidad. Los términos de esta relación-hombre-medio (natural y artificializado)- generan dos tipos de organización que interactúan en forma dinámica y permanente:
La organización territorial; implica el orden natural con sus diferentes elementos y factores que de forma permanente, limitan y/ o posibilitan la acción humana. Este orden natural es totalmente transformado por el hombre cuando se opera un asentamiento urbano. El conjunto de infraestructuras creadas genera un nuevo ecosistema que debe ser cuidadosamente vigilado para asegurar su permanencia. Y la organización regional; que incluye las diferentes modalidades de comportamiento individual y colectivo del grupo social establecido en este espacio. Las pautas políticas, económicas, culturales, religiosas,   administrativas éticas, contribuyen a identificar y categorizar grupos sociales definidos, de los cuales se originan decisiones y formas de asentamiento particulares. La interacción entre estas dos modalidades da como resultado el sistema urbano, que es dinámico, cambiante y abierto. De aquí, a la Geografía le importa no solo la proyección espacial del sistema, sino también su proyección temporal, para proyectar su comportamiento en el futuro.
El urbanismo, como parte del Ordenamiento Territorial, concibe a la organización del espacio urbano como una actitud normativa: una política económica voluntaria, explícita y planificada, que pretende transformar el espacio construido socialmente, para hacerlo más humano. El Urbanismo, es más que una política concreta de intervención; es el cuadro general que  enmarca y da coherencia a una vasta serie de políticas. Estos objetivos-sociales, económicos y físicos- se pueden alcanzar en diferentes niveles de resolución. Es posible trabajar a nivel de sistema urbano nocional, conjunto de ciudades grandes, medianas y pequeños interrelacionadas que en el contexto cultural de un país generan un modelo nacional de asentamiento humano. También se pueden generar propuestas normativas para los niveles regionales, micro-regionales y locales. En cada caso se deberá poner particular atención a las relaciones Interurbanas e intra urbanos para comprender y proyectar racionalmente el sistema. Para el Urbanismo actual, los responsables de la  transformación de los sistemas urbanos son el Estado y la comunidad copartícipes de una tarea continua y retro-alimentada en la que subyace una escala de valores y objetivos comunes.
Aparentemente disociadas en el tiempo (la Geografía Urbana se ocupa del presente y el Urbanismo del Futuro) y en actitud frente al objeto de estudio (la Geografía Urbana estudia como es el sistema actual y el Urbanismo como debería ser) se puede asegurar una relación dialéctico-metodológica dinámica y exigente. Se basa en una afirmación simple: no se puede proyectar un sistema urbano hacia el futuro e intervenir en su evolución, si no se conocen estructura y funcionalidad en todos sus detalles. La normativa propuesta por el Urbanismo solo puede convertirse en realidad si se parte de la realidad misma.
La Geografía Urbana despeja y profundiza en los mecanismos de esa realidad; sobre ella el Urbanismo construye nuevas relaciones, nuevos espacios, que generan la ciudad del futuro ¿Responde esta nueva ciudad a los objetivos que nos planteamos? ¿Lograron las nuevas combinaciones mejorar el ámbito de vida de la población en la medida requerida y esperada? Estas reflexiones, que se hacen constantemente a lo largo del proceso de planificación urbana, implican nuevamente un estudio de las realidades generadas a través de la intervención. Aparece aquí nuevamente el método geográfico como una herramienta válida en este permanente control del sistema urbano.
Sin embargo, para lograr incorporar sus especulaciones al proceso del planeamiento urbano es necesario que la Geografía Urbana desarrolle aspectos fundamentales: Una actitud práctica, ser sintético y claro, realizado en etapas, incluir modelos tendenciales que evalúen el comportamiento del  sistema en un futuro inmediato, manejar modelos de simulación que permitan evaluar posibles comportamientos espaciales bajo condiciones nuevas.
Si se partió de definir al Urbanismo como una parte del Ordenamiento Territorial, se parte también de aceptar ciertos postulados y algunos sustentos científicos que están  la base de estas teorías. Esta afirmación  ayuda, por otra parte, a comprender el papel que desempeña la Geografía Urbana como disciplina del conocimiento en la cual se apoya el Ordenamiento de las ciudades. El Urbanismo "es una actividad can compleja, es una suma de actividades tan heterogéneas-que cuesta mucho trabajo abarcarlas en una definición" incluso, como disciplina del conocimiento carece de una fundamentación epistemológica suficientemente sólida. "Prueba de ello es que los expertos dudan acerca de su clasificación entre las ciencias, las artes y las técnicas”
Compartimos la idea de considerarlo como una tecnología, es decir, "como un cuerpo de conocimientos que es compatible con la ciencia coetánea y controlable por el método científico, y se lo emplea para controlar, transformar o crear cosas o procesos, naturales o sociales.
Desde este punto de vista, es evidente la necesidad de una estrecha y permanente vinculación con la ciencia y/o grupo de ciencias en este caso) que nutren su cuerpo de conocimientos.
Al tratarse de disciplinas heterogéneas, dispares en cuanto a fundamentación y desarrollo, es fácil explicar el por qué de los enfoques tan diversos en los trabajos de Urbanismo: está fuertemente condicionado -en el campo de la práctica- por las afinidades profesionales y académicas de los propios planificadores.
Esto explica también el por qué de la ausencia del enfoque geográfico en los proyectos desarrollados en nuestro país. Y en nuestra región en particular. No hay aportes concretos u nivel de profesionales geógrafos formados para la tarea del ordenamiento urbano, ni tampoco un cuerpo de conocimientos de Geografía Urbana orientados voluntariamente hado estas actividades.
La Geografía Urbana debe hacerse su lugar entre las ciencias sociales e instrumentales que apoyan al Urbanismo con un doble objetivo: por un lado Asumir su responsabilidad en el compromiso inevitable de organizar el hábitat humano y por otro lado aportar una base científica homogénea y coherente que permita abordar el territorio como objeto de análisis. Es decir, como un conjunto de elementos de la más diversa naturaleza, física y humana, constituidos en una totalidad de tal forma, que ninguno de ellos adquiere significación si ni es a partir de sus relaciones con los demás del conjunto.
Esta concepción del territorio como objeto de análisis es posible hoy a través de una geografía de carácter sistémico. Una metodología sistémica aplicada al análisis geográfico puede ofrecer a los planificadores un conocimiento científico riguroso de la estructura y la dinámica del sistema territorial n ordenar, poniendo a su disposición de este modo un cuerpo de conocimientos multidisciplinario pero integrado, aplicado o cada caso de estudio en concreto. En consecuencia, se establece una relación entre Geografía y Ordenamiento Urbano, similar a la de cualquier otra tecnología con su ciencia básica correspondiente.

Fuente Consutada:
GRAY DE CERDAN, Nelly A.: “Territorio y Urbanismo” Bases de Geografía Prospectiva. FFyL UNCu, Mendoza 176 pp., 1987  (Fragmento)