viernes, 18 de junio de 2010

Entrevista a Edward Soja. (Parte 7/11)

MT: Pero los planificadores urbanos todavía formulan políticas teniendo en cuenta los límites administrativos, en lugar de pensar en escalas.

ES: Es cierto. Y eso está también empezando a producir alguna de las cosas de las que estoy hablando. Yo lo extiendo un poco, porque la escala local es aquella sobre la que el planificador, o el activista progresista, tiene que trabajar. Y esto no está ocurriendo en todos lados. Pero en Los Angeles estamos viendo una conexión entre la comunidad, la escala local y la escala regional, que nunca había existido antes. Y para mí, esto es uno de los aspectos más interesantes e importantes de observar al mundo a través de esta particular perspectiva espacial de la que hemos hablado.

En Los Angeles se ha desarrollado algo que se denomina la escala regional basada en la comunidad. Esto está ocurriendo también en otras áreas, como por ejemplo en San Francisco y otras ciudades. Y es exactamente eso de lo que yo estaba hablando antes. Estas nuevas coaliciones tratan de desarrollar lo que otro escritor, proveniente de las ciencias políticas, llamó Metropolitans, en las cuales las unidades locales, los municipios, del lado gubernamental, y las comunidades, sindicatos, otros grupos organizados y ONGs de todas clases, se están organizando en coalición para desarrollar estrategias regionales.

El mejor ejemplo de estas coaliciones ha sido el desarrollo de lo que se llama la Unión de Pasajeros de Bus en Los Ángeles. Hay ahora hasta algunas películas sobre este tema, es un desarrollo destacable, que está generando interés alrededor de todo el mundo. Esta era una organización de 75.000 trabajadores pobres, en su mayoría inmigrantes, que se llaman a si mismos "tránsito-dependientes"; esto es, que son demasiado pobres para tener su propio auto y conducirlos, para ir a trabajar, en el sistema de autopistas de Los Ángeles, y están forzados a depender del transporte público. Pero principalmente en buses, porque los buses tienen la flexibilidad necesaria como para tomar las rutas complejas que muchos de ellos tienen. Tienes que entender que mucha de esta gente tiene 2, 3, 4 trabajos. Y entonces su jornada de trabajo no es como la que se hacía del viejo suburbio a la ciudad, o dentro de la ciudad a una fábrica cercana. Ahora todo está fragmentado, escindido y disperso, y entonces el traslado a los lugares de trabajo es muy difícil.

Lo que ellos hicieron fue iniciarle un juicio al Plan de la Autoridad de Transporte Metropolitana por realizar un sistema de metro fijo. Ellos argumentaron en la Corte, con fundamento legal en los derechos civiles, que este plan era discriminatorio racialmente, porque favorecía a la gente blanca más que a la gente de color. Este argumento fue probado unas pocas veces en otras ciudades de los Estados Unidos y no tuvo éxito. Pero en Los Angeles ellos agregaron otra dimensión en su argumento, que pienso que fue un punto de vuelco.

Ellos también arguyeron -y la corte lo aceptó- que este plan, en otras palabras, estas rutas en las que se estaban gastando miles de millones de dólares, era "territorialmente injusto", que era geográficamente discriminatorio, que favorecía a la gente en los suburbios y en la periferia de la ciudad más que a la gente que vive concentrada en el interior de las ciudades (inner cities), y que servía a aquellos sectores mejor que lo que servía a los barrios pobres de esa ciudad interior. ¡Y ellos ganaron el caso! Ahora se están invirtiendo millones de dólares en mejorar los buses y el sistema ferroviario. No es solo por el juicio, hubo otras acciones políticas que pararon esto, pero ahora todo el dinero en la Autoridad Metropolitana de Transporte se está utilizando en incorporar nuevos buses y nuevas rutas de bus, controlar la criminalidad, controlar el tiempo de espera en los buses, hacer más flexibles las rutas de los buses, etc. Y esto fue logrado por una especie de estructura regional. Ya hay otras coaliciones haciendo algo similar, tratando de organizarse alrededor de una forma mucho más sofisticada de conciencia territorial, la estructura espacial.

Estas coaliciones se relacionan con el corazón de la sociología, con los viejos conceptos de movimientos sociales y con la literatura del movimiento social que ha sido tan poderosa. Lo que argumento en mi nuevo trabajo es que los movimientos sociales tradicionales se han movilizado primariamente alrededor del pensamiento histórico, y que esto ha ayudado a que cada uno de estos movimientos sociales tendieran a esencializar su propia lucha. Sea esta de género, clase o raza, o violencia, cada uno de estos movimientos parece mirarse a si mismo y su propia idea como el problema central. Y cuando esto necesitaba conectarse, la construcción de coaliciones con otros movimientos sociales se hacía muy difícil. En la práctica, colisionaban con frecuencia sobre sus esencialismos, lo que hacía muy difícil realizar la combinación. Y lo que nosotros queremos hacer es pelear una política de equidad, para de algún modo hacer desaparecer la diferencia en salarios, ingresos o lo que sea, para que la estructura de clase se transforme y que el proletariado adquiera poder. Estas fueron las políticas de equidad en los movimientos sociales canalizados, basados en una filosofía histórica.

Lo que está ocurriendo ahora es la aparición de nuevas clases de movimientos territoriales, movimientos socio-espaciales, o movimientos sociales territorializados, que están empezando a ver la necesidad de hacer conexiones entre canales, y comienzan (entre otras cosas) a cambiar desde un pensamiento histórico hacia un nuevo pensamiento territorial. Porque todos los modos de opresión comparten el hecho de que el territorio contribuye a la opresión. Por lo tanto esto se convierte potencialmente en una especie de conexión entre los movimientos sociales que no tenían un pensamiento territorial en el pasado.

Una vez que empiezas a pensar espacialmente, en un sentido político amplio, comienzas a entender que esta no es la única causa de nuestra opresión. Pero si piensas que nosotros produjimos estas geografías, y que estas geografías son injustas, y que contribuyen a prostituir a las mujeres, a la explotación de los trabajadores, a la injusticia ambiental, a que la gente pobre muera por los residuos contaminados; nosotros produjimos estas geografías, y empezamos a comprender que no podemos pelear solo contra ellas, que necesitamos unirnos para formar grandes coaliciones y luchar en una escala geográfica más grande para rehacer nuestra geografía.

Entonces aquí es donde lo territorial en la escala local está virando hacia lo social, lo político, lo económico, lo cultural, y de alguna manera desarrollando un nuevo nivel de pensamiento territorial que realmente no existía con anterioridad. Y en cierta forma, los términos territoriales, que solían ser académicos en la teoría y en las disciplinas académicas, están ahora "bajando" hacia la política local.

En cierto sentido veo que esto está ocurriendo en Los Angeles, en parte porque los problemas sobre lo nuevo, la globalización y la nueva economía, han sido desarrollados más intensamente en Los Angeles. Los Angeles y New York tienen ahora las más altas tasas de disparidad en Estados Unidos entre ricos y pobres, son iguales a las de Karachi, México DF y las ciudades más pobres del viejo tercer mundo. Los Angeles tiene hoy polarizaciones e inequidades extraordinariamente intensas. Y por eso no es sorprendente que algunas de las nuevas ideas provengan de estas dos ciudades.

Pero en muchas maneras, si tu saltas hacia aquí donde estamos ahora, esta es una de las cosas más interesantes sobre Cataluña. Porque los catalanes tienen una tradición, que ahora vuelve a surgir otra vez, de núcleos regionales creativos y progresistas. Parte de la razón por la que estoy aquí viene del hecho de que una persona como (el ex Alcalde de Barcelona y, luego de esta entrevista, Presidente de la Generalitat catalana) Pasqual Maragall, que tiene estrechos lazos y conexiones con la geografía, está emergiendo como una fuerza poderosa a nivel estatal, mientras que los pensadores en Barcelona y otros dentro del partido socialista están creando en conjunto una fundación que está abierta a las nuevas ideas regionales. Josep Anton Acebillo (Comisionado de Infraestructuras y Urbanismo de Barcelona), que había leído mi libro Post-Metrópolis, me dijo: "Soja, esto es realmente interesante, porque no trasladas toda ese asunto teórico a la práctica y nos das algunas líneas básicas, tú sabes, para ayudarnos a hacer un mejor planeamiento regional". Esto tuvo que ver con esa conciencia territorial pero, de nuevo, también con la multiescala o lo regional. No sólo es conciencia territorial localizada, sino una clase diferente de conciencia territorial.

Fuente: cafedelaciudades.com.ar

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