domingo, 28 de febrero de 2010

Más de 130 países aprueban en Bali la declaración sobre biodiversidad.


  • El Acuerdo de Nusa Dua aborda una amplia variedad de temas
  • Desde la gestión de residuos electrónicos a necesidad de una 'economía verde'
  • Pese a no estar en la agenda, el cambio climático acaparó los debates

Más de 130 países han acordado la 'Declaración de Nusa Dua sobre Medio Ambiente', que subraya la importancia de preservar la biodiversidad y la necesidad de adoptar una "economía verde" baja en carbono que frene el cambio climático.

El texto, pactado durante el Foro Ministerial Global sobre Medio Ambiente que se clausuró este viernes en Indonesia, es el primero con rango de declaración dentro del marco de Naciones Unidas que aprueban los ministros del ramo en la última década.

"Poco después de (la conferencia de) Copenhague y de la gran frustración que generó, los ministros de Medio Ambiente de más de 130 países han vuelto a encontrar una voz colectiva. El mundo debería estar orgulloso de esto", aseguró el director ejecutivo del Programa de las Naciones Unida para el Medio Ambiente (UNEP, sigla en inglés), Achim Steiner.

Primera prueba tras Copenhague

"Ésta era la primera prueba después de Copenhague y el sistema ha demostrado su capacidad de respuesta", añadió Steiner.

La Declaración de Nusa Dua aborda una amplia variedad de temas, que abarcan desde la conservación de la biodiversidad a la gestión de residuos electrónicos, pasando por la necesidad de adoptar una "economía verde" y de globalizar las políticas medioambientales.

Según Steiner, el documento aprobado servirá para proteger mejor la salud de las personas y el entorno natural de la basura electrónica y el tráfico ilegal de residuos tóxicos.

Además, fomentará una "arquitectura de gobierno" global que busca facilitar una lucha más eficaz contra el cambio climático y los peligros que afronta el Medio Ambiente.

La declaración promueve la creación de un panel intergubernamental que acerque los avances científicos a la comunidad política, para que ésta pueda legislar en consecuencia y con rapidez.

El texto aboga por incorporar las cuestiones medioambientales a la agenda de prioridades del proceso de reconstrucción de Haití, tras el devastador terremoto de enero que mató a más de 200.000 personas.

A pesar de no encontrarse entre los temas oficiales del Foro Ministerial Global sobre el Medio Ambiente, la lucha contra el cambio climático ha ocupado la mayoría de las conversaciones y reuniones informales que se han celebrado desde el lunes.

Esta reunión internacional, que ha congregado en la isla de Bali a ministros y delegados de más de 130 países, ha sido la primera desde la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático de Copenhague, organizada en diciembre.


Fuente: ElMundo.es

jueves, 18 de febrero de 2010

Los futuros desiertos de la Tierra.

Nuevo método para medir el impacto humano en el entorno.
  • El 38% de la superficie terrestre está en peligro de desertificación
  • El Mediterráneo es una de las áreas más amenazadas, según un estudio

El Mediterráneo es una de las zonas con más posibilidades de convertirse en un desierto, un peligro que acecha al 38% de la superficie terrestre. La alarmante conclusión pertenece a un estudio de investigadores españoles publicado en 'International Journal of Life Cycle Assessment'.

Los científicos midieron el impacto de la actividad humana en su entorno a través de un método conocido como Análisis de Ciclo de Vida (ACV) y de un sistema de información geográfica (GIS, en sus siglas en inglés). Por primera vez, incluyeron indicadores de desertificación y clasificaron 15 áreas naturales según su grado de aridez.

De las zonas estudiadas, ocho fueron catalogadas como áreas en peligro de desertificación, lo que representa un 38% de la superficie de la Tierra.

"En el caso de España, la cuenca del Júcar, del Segura y el sureste del Ebro son algunas de las zonas con más riesgo de desertificación debido a sus condiciones climatológicas", explica Montserrat Núñez, principal autora del estudio.

Globalmente, África del Norte, Oriente Próximo, Australia, el suroeste de China y el oeste de América del Sur son las zonas más amenazadas. En una escala del 1 al 10, estas regiones del desierto subtropical tienen un riesgo de desertificación de 7,6, según esta investigación. En el caso del Mediterráneo, el riesgo sería de 6,3 sobre 10. Las zonas marinas y las praderas obtuvieron un 4 en esta escala.

La sobreexplotación de los acuíferos, la aridez, la erosión y el riesgo de incendio son los principales responsables de la desertificación. "El uso insostenible del suelo puede llevar a su degradación. Si ésta se produce en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, como España, la degradación se denomina desertificación y los efectos pueden ser irreversibles, pues generan áreas totalmente improductivas", afirma Núñez.

La primera parte del estudio, en el que han colaborado científicos de la Universidad Tecnológica de Mendoza (Argentina) y de la Autónoma de Barcelona, se ha centrado en desarrollar el método de investigación, que permitirá también comparar el impacto de una misma actividad humana en lugares distintos. En la actualidad, está siendo puesto en práctica tanto en Argentina como en España.


Fuente: ElMundo.es

viernes, 12 de febrero de 2010

Las granjas chinas contaminan incluso más que las empresas.


  • Se han recopilado datos procedentes de seis millones de fuentes
  • Los fertilizantes y pesticidas han aumentado la productividad
  • Sin embargo, su uso inadecuado ha tenido un grave impacto en el entorno

Las fábricas chinas tienen la mala fama pero los agricultores y ganaderos contaminan incluso más que ellas. Así lo asegura el primer censo oficial de China sobre la polución en el país, que ha sido hecho público esta semana. Asimismo, el estudio revela que la contaminación del agua es dos veces más grave de lo que se pensaba, pues en las cifras disponibles hasta ahora se habían omitido los residuos agrícolas.

Para elaborar el informe han sido necesarios dos años de trabajo. Han participado 570.000 personas y se han recopilado datos de seis millones de fuentes, entre las que se incluyen fábricas, granjas, hogares e instalaciones de tratamiento de residuos. El próximo censo no estará disponible hasta 2020.

Según este informe, las tierras que cultivan los agricultores contaminan el agua mucho más que las emisiones de sus fábricas. Según algunas fuentes citadas por 'The Guardian', la publicación del censo se pospuso debido a la oposición del ministro de agricultura chino, que en el pasado había insistido en que los agricultores sólo eran responsables de una pequeña parte del problema medioambiental.

Algunos grupos medioambientales consideran que este informe supone un pequeño paso en el camino hacia la transparencia del sistema chino.

Gran dependencia de los fertilizantes

Durante la presentación del censo, el portavoz del Ministerio de Agricultura, Wang Yangliang, reconoció los problemas derivados de los métodos de la agricultura intensiva: "Los fertilizantes y los pesticidas han sido importantes para aumentar la productividad pero su uso inadecuado ha tenido también un grave impacto en el entorno", afirmó. "El rápido desarrollo de la ganadería y de la acuicultura ha producido gran cantidad de alimentos pero son grandes fuentes de contaminación en nuestras vidas".

Mientras que las altas cifras de contaminación procedente del medio rural se explican en parte por el enorme tamaño del sector agrícola chino, también reflejan la enorme dependencia de métodos artificiales como fertilizantes.

El Gobierno afirma asegura que son necesarios porque China dispone sólo del 7% de la superficie terrestre para alimentar al 22% de la población mundial. Y un 'lobby' industrial está presionando para que se utilicen más productos químicos.

Otro grave problema es la poca fiabilidad de los datos. Numerosas empresas y gobiernos locales ofrecen cifras de emisiones contaminantes muy por debajo de la realidad. Asimismo, todavía no se miden diferentes formas de contaminación y algunos datos no se hacen públicos. El viceministro de protección medioambiental, Zhang Lijun, asegura que durante los próximos años aumentarán los sistemas de medición.


Fuente: ElMundo.es