miércoles, 25 de noviembre de 2009

Un futuro evitable.

A semanas de la cumbre mundial en Copenhague, en la Argentina aún faltan políticas públicas integrales, apostar por las energías alternativas y mejorar la eficiencia energética. Lo que están haciendo las empresas y las ONG, y consejos prácticos para que todos puedan cuidar el planeta en su día a día.

¿Crisis u oportunidad? En esa dialéctica se debaten los expertos que estudian el fenómeno del aumento de la temperatura planetaria que provoca el calentamiento global.

Si bien la información científica disponible da cuenta de la probabilidad de crecimientos en la frecuencia de fenómenos extremos -inundaciones en algunos puntos geográficos y prolongadas sequías en otras latitudes-, estos cambios pueden ser aprovechados si existe una política de Estado que se adapte a la nueva realidad.

"La gente tiene que entender que el cambio climático es algo natural y tiene que ver con la evolución de la Tierra. Pero el problema es que la vida del hombre, sobre todo a partir de la Segunda Guerra Mundial, está en colisión con el sostenimiento del planeta. Este choque está haciendo que el hombre genere cambios que la naturaleza no soporta. El problema no es el cambio, sino la velocidad del mismo", explica Pablo Canziani, director del Programa de Estudios de Procesos Atmosféricos en el Cambio Global (Pepacg) de la Universidad Católica Argentina.

"Va a existir un corrimiento de las fronteras agropecuarias", asegura el experto. Es decir que donde hoy se siembra un cultivo, mañana quizá no habrá posibilidades por los cambios que traerá el clima. Y da un ejemplo: en Comodoro Rivadavia hoy se podrían cultivar vides. A eso se suma el flagelo de la sobreexplotación. "Hoy tenemos zonas de la pampa húmeda que han perdido el 90% de los recursos naturales del suelo", cuenta Canziani.

El científico asegura, en ese sentido, que "el costo de la inacción es mucho mayor que el costo de la prevención". Sin embargo, para que esto realmente llegue a suceder es necesario un esfuerzo global que consiga frenar el calentamiento de la Tierra en menos de 2°C. La urgencia de estas medidas se comprende si se toma en cuenta que, desde 1990, las temperaturas promedio se han elevado en 0,8°C.

"Las medidas para revertir una crisis deben ser urgentes, siempre y cuando el cambio climático sea moderado", afirma Canziani.

Políticas insuficientes

Respecto de las políticas adoptadas en el país hasta el momento, el científico no derrocha elogios: "Tenemos que empezar a trabajar de manera mancomunada con el Estado, con las empresas y el sector científico. Hay una postura desde el sector empresarial que tenemos que combatir. El desarrollo en la Argentina se hace sin ninguna participación del sistema científico".

Y da algunos ejemplos, como el escaso nivel de atención que le han prestado algunos sectores agropecuarios a los estudios del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sobre el manejo del suelo, muchos de los cuales podrían haber prevenido las brutales sequías que hoy padecen varias provincias. Tal como lo asegura el científico, es notable la poca actividad interdisciplinaria en el país en materia de cambio climático.

Un reciente informe difundido por la Auditoría General de la Nación (AGN) da cuenta de que el área de Desarrollo Sustentable, que depende de la Secretaría de Ambiente de la Nación, no elabora planes que incluyan el uso de energías limpias. Según la AGN, "la variable energética prácticamente no está contemplada" en la subsecretaría, tanto que tampoco se hacen investigaciones para obtener nuevos combustibles de bajo impacto ambiental.

El informe habla de la "necesidad de jerarquizar el tema", porque hay oficinas casi sin empleados y programas que no se ejecutan por falta de financiamiento.

En el desarrollo de los biocombustibles, Canziani dice que la Argentina tiene un potencial enorme; sin embargo, según su criterio, el enfoque es equivocado. "Se ha puesto un esfuerzo grande en el desarrollo de biocombustibles de primera generación (a partir de alimentos) que producen un gran impacto ambiental. Habría que poner el acento en los de segunda y tercera generación, que se consiguen en a base de sustancias no alimenticias y residuos."

Tal es el caso del biogás. "Hay un proyecto en Olavarría en donde se rescata biogás de un relleno sanitario y se inyecta en la red domiciliaria con un aporte interesante", agrega.

Eficiencia energética

El otro tema central sobre el que habría que trabajar en el país para combatir el cambio climático es en la eficiencia energética. Ese es uno de los puntos centrales de la campaña que encabeza la Fundación Vida Silvestre Argentina, capítulo local de la Worldwide Wildlife Fund (WWF).

"Es vital que comencemos a pensar políticas que apunten a la buena utilización de los recursos naturales. Está muy bien la ley que obliga a cambiar las lámparas incandescentes por las de bajo consumo, pero no es suficiente", indica Diego Moreno, director general de Vida Silvestre Argentina.

Estas iniciativas locales son fundamentales si se quiere conseguir buenos frutos de los acuerdos internacionales que pueden lograrse en materia de cambio climático. Aunque el panorama no es alentador para que en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, los líderes mundiales sellen un acuerdo superador al Protocolo de Kyoto respecto de los compromisos para reducir gases de efecto invernadero, la Argentina debe comenzar a trabajar seriamente en el tema para tener un mejor punto de partida cuando los consensos se concreten.

El debate más áspero a nivel internacional se centra en la cantidad de dinero que deberán aportar los países desarrollados para transferir tecnología a los que están en vías de desarrollo.

Ese Fondo de Mitigación y Adaptación al cambio climático debería alimentarse con dinero de los países desarrollados. Las cifras en discusión van de los 63.000 millones de dólares a los 100.000 millones anuales de 2013 a 2017.

Respecto de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la apuesta es superar lo previsto por el Protocolo de Kyoto, que vence en 2012, y cuyos parámetros ya no serán alcanzados. En ese sentido los países europeos se comprometen a reducir un 20% las emisiones respecto de 1990.

Sin embargo, los Estados Unidos aún no se pronunciaron al respecto y los países africanos amenazan con boicotear la cumbre de Copenhague.

"Es esencial que todos los países en desarrollo, que forman el G-77, como la Argentina, tengan acceso a la financiación mundial para la mitigación de gases de efecto invernadero y la adaptación a los impactos del cambio climático", expresó Sarah Jones, directora de Programas Internacionales de FVSA.

Lento avance

Mientras tanto, el reemplazo de los combustibles fósiles por las energías renovables como la solar, la eólica, la geotérmica, la mareomotriz o la biomasa avanzan lentamente.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertó que la demanda mundial de energía aumentará un 40% en 2030. La AIE asegura que "contener el cambio climático es posible", pero que requerirá "una profunda transformación del sector de la energía". Y propone que para 2030, el 37% de la electricidad mundial provenga de las energías renovables, que el 18% corresponda a la producción nuclear y que el carbono sólo represente el 5%.

Alfredo Esteves, investigador del Conicet de la Universidad de Mendoza y presidente de la Asociación Argentina de Energías Renovables y Ambiente, sostiene que la crisis energética que comenzó en 2001 se prolongó innecesariamente. "Hoy se debe recurrir a aumentos de tarifas (por eliminación de subsidios) para paliar los fondos que se precisan para cubrir lo necesario para la provisión de la energía", dice.

El Gobierno lanzó el programa Generación de fuentes renovables (Genren), cuyo objetivo para 2016 es contar con el Sistema Interconectado Nacional con un abastecimiento de energía renovable equivalente al 8% de la demanda.

Para conseguirlo, la estatal Enarsa licitará 1000 megavatios (MW) de energía renovable (en módulos de 50 MW) en contratos a 15 años. Además se reglamentó la ley 26.190 que establece incentivos fiscales, desgravaciones impositivas y remuneraciones diferenciales para las inversiones destinadas a la construcción de usinas. Sin embargo, esa cifra en ese plazo parece poco. Fuentes del sector explican que 1000 MW es lo que la Argentina debería agregar al año con un crecimiento del 5% anual. Esa potencia serviría para abastecer a las ciudades de Córdoba y Carlos Paz. Para tener una idea, la central nuclear de Atucha genera 350 MW.

En la actualidad la participación de las energías renovables en la matriz energética es del 5%. Y más del 80% de la torta lo ocupan combustibles fósiles como el gas y el carbón.

Hace dos meses, Greenpeace presentó el informe [R]evolución Energética en el que propone un 20% de participación de energías limpias en 2020, más de un 30% para 2030 y 60% para 2050.

"Si tomamos el costo general, en la actualidad la Argentina está pagando 10.000 millones de dólares anuales para la generación de electricidad de todo el país. Este costo va a aumentar considerablemente: en 2030 será de 30.000 millones y de 60.000 millones para 2050. En el escenario alternativo, el costo va a aumentar a 30.000 millones de dólares, o sea la mitad de lo que va a aumentar en el escenario de referencia", dijo el coordinador de la Unidad de Energía y Clima de Greenpeace Internacional, Sven Teske. Ese modelo propone inversiones e incentivos para las nuevas tecnologías con inversiones anuales de 700 millones de dólares, sumados a aportes internacionales.

Depende del cristal con el que se mire este nuevo escenario puede traducirse en crisis o en oportunidad. Es hora de decidir.

Por Laura Rocha
De la Redacción de LA NACION

Fuente: LaNacion.com.ar

jueves, 19 de noviembre de 2009

22 de Noviembre: Día del Geógrafo en Argentina.


Se conmemora en Argentina el 22 de Noviembre el Día del Geógrafo en honor a Francisco P. Moreno, en la fecha de su fallecimiento (1919) a partir del Primer Encuentro Internacional Humboldt realizado en el año 1999, el que fue auspiciado por la Unión Geográfica de América Latina, el Ministerio de Educación de la Nación, la Secretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aires y las Embajadas de Alemania, Chile y Cuba.

Francisco Moreno también conocido como "Perito Moreno" fue un ilustre geógrafo, gran conocedor del territorio nacional, viajero, antropólogo y naturalista. Moreno cumplió diversas misiones oficiales, entre otras, la del peritaje de la demarcación del límite con Chile. Fue vicepresidente del Consejo Nacional de Educación y perteneció a distintas sociedades geográficas y antropológicas de América y Europa. Entre sus escritos son dignos de mención “La Patagonia del Sur” y “Viaje a la región andina de la Patagonia”

viernes, 13 de noviembre de 2009

Pekín induce una nevada y desata una polémica.

Manipulación climática / Sorpresiva tormenta en China. Fue provocada con químicos; advertencias sobre el impacto.

Una nueva, inusual y fuerte nevada producida artificialmente por científicos chinos cubrió de blanco Pekín anteayer y se transformó en la segunda mayor caída de nieve inducida en esta época del año, lo que inició un debate sobre la controvertida tendencia del gobierno a modificar el clima y a desafiar a la madre naturaleza.

La de anteayer fue la segunda nevada que cayó, entre rayos y truenos, en la capital china en ocho días, y causó un gran caos en el tránsito.

Para los próximos tres días se espera que caigan entre cuatro y siete centímetros de nieve y que la temperatura baje más de 10 grados centígrados y llegue hasta los cinco bajo cero, informó el Centro Meteorológico de China.

Ante la rareza del fenómeno, una fuente de la oficina de modificación del clima en Pekín confirmó al China Daily que la nevada de anteayer y la que se registró el 31 de octubre fueron inducidas artificialmente con químicos, lo que ocasionó, además, un aumento de las precipitaciones en más de un 20%.

Sin embargo, otras fuentes habían dicho que la de anteayer era una nevada que se había producido de forma "natural". Al jugar con el tiempo, los científicos causaron que millones de toneladas de nieve cayeran sin previo aviso sobre Pekín, lo que ocasionó retrasos en vuelos, atascos en el tránsito, la cancelación de las clases en distintos colegios de la capital y otros inconvenientes en la vida cotidiana de los pekineses.

A pesar de los esfuerzos invertidos para despejar a Pekín de la abundante nieve, que incluyeron 15.000 trabajadores destinados a esta única tarea, muchas calles permanecieron bloqueadas y autopistas que vinculan importantes puntos de la capital seguían cerradas, informaron reportes locales.

Zhao Nan, un ingeniero de Pekín, dijo que más de seis toneladas de químicos fueron usados anteayer para disolver la nieve en las calles de la ciudad. En 2005, este producto fue el responsable de la muerte de 10.000 árboles en la capital china.

Por este motivo, algunos científicos son muy cautelosos respecto de la manipulación climática, ya que existe una cantidad de efectos indeseables a largo plazo que son impredecibles. "Nadie puede predecir cuánto puede cambiar el cielo la manipulación del clima", advirtió Xiao Gang, un profesor del Instituto de Física Atmosférica en la Academia China de Ciencias.

Cápsulas en el cielo

La oficina de modificación del clima de Pekín indujo la primera nevada de la temporada un mes antes de lo usual, luego de disparar 186 cápsulas de yoduro de plata en las nubes, según informó Weather China. Las cápsulas fueron disparadas a las 20 del 31 de octubre, y para las 11.25 del día siguiente la capital china estaba cubierta de nieve.

Meteorólogos chinos, citados por los medios estatales, dijeron que, de acuerdo con las estadísticas de los últimos 50 años, las primeras nevadas normalmente ocurren alrededor del 29 de noviembre.

Durante la nevada de principios de mes, 523 vuelos desde la capital fueron cancelados y más de 10.000 pasajeros se vieron afectados por la sorpresiva caída de nieve. "No comí nada durante nueve horas ni tomé agua por tres, ya que no había ni para eso", contó un ex vicepresidente de Google, víctima de los retrasos.

Jin, un joven que volaba de Pekín a Shanghai, dijo que los pasajeros del avión estaban alterados y que otros se quejaron de la falta de coordinación entre la oficina de modificación climática y las aerolíneas.

Cambiar el clima se volvió una práctica recurrente para los meteorólogos chinos. Durante la celebración del aniversario número 60 de la república popular, en octubre pasado, los meteorólogos pusieron manos a la obra para garantizar buen tiempo. Sus esfuerzos por impedir que lloviera involucraron satélites, 400 científicos, láseres y un escuadrón de aviones capaces de rociar nitrógeno líquido sobre las nubes para que brillara el sol en los festejos.

Agencias AP y AFP

Fuente: lanacion.com.ar

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Somos demasiados?

Sumaremos 7.000 millones de habitantes en 2012 y 9.000 en 2050 - El problema no es la fecundidad, que ya se está frenando, sino la fatal distribución de recursos.

La gravedad de la crisis alimentaria, el aumento inusitado en la población de los países menos desarrollados y los efectos del cambio climático son algunas razones para repetir la misma frase: "Somos demasiados". Y seremos más. En 2012, la población mundial alcanzará los 7.000 millones de personas. En 2050, la Tierra albergará a 9.100 millones. La gran mayoría de los nuevos habitantes vivirán en países pobres. Según cálculos de la ONU, en 2050 la población española será prácticamente igual que en 2009. Unos 42,8 millones de habitantes. Muy lejos del crecimiento previsto para países como Níger, Somalia y Uganda, cuyas poblaciones crecerán hasta en un 150% en los próximos 40 años. La población en los países desarrollados se mantendrá prácticamente igual y en algunos incluso disminuirá. En cambio, las naciones más pobres del mundo tendrán un acelerado crecimiento. De los 2.400 millones de personas más que habrá en el mundo en 2050, el 98% vivirá en países pobres. ¿Hay suficiente espacio y recursos para todos?

Las tasas de natalidad han disminuido en un 50% en los últimos 30 años, y se espera que se reduzcan aún más. Incluso en los países más pobres del mundo, la natalidad se reducirá a la mitad. Las previsiones de la ONU coinciden en que la tendencia se mantendrá. En 2050 se prevé que la fertilidad mundial sea de tan sólo 1,85 niños por mujer. Sin los métodos anticonceptivos, la población mundial crecería hasta los 11.000 millones de personas en 2050. Los controles de natalidad han sido fundamentales. Pero no son, ni de lejos, la única solución.

Desde hace más de 200 años, la advertencia ya era explícita: el inglés Thomas Malthus advertía en su célebre Ensayo sobre el principio de la población que los recursos naturales serían insuficientes para abastecer a la población mundial. La investigadora Rosamund McDougall, directora adjunta de la ONG Fondo para una Población Óptima (OPT, en inglés) advierte que "una población de más de 9.000 millones de personas tendría un impacto terrible sobre la Tierra, no sólo en la calidad de vida. La cantidad de emisión de gases de efecto invernadero haría imposible vivir en el planeta en 2050".

¿Quiénes ocuparán la Tierra entonces? La población en los 49 países más pobres del mundo se duplicará, de 840 millones hasta los 1.700 millones de personas, según apunta el informe Perspectivas sobre la población mundial, difundido en 2008 y elaborado por la División de Investigación Demográfica y Población Mundial de la ONU.

Los países desarrollados, en contraste, no sufrirán un cambio significativo en su población: de 1.230 millones de habitantes en 2009 a 1.280 millones en 2050. Incluso, Japón, Georgia, Rusia y Alemania perderán un 10% de población. El científico y escritor británico Fred Pearce opina que el problema no está en cuántos somos, sino en la manera en que repartimos los recursos. "Es evidente que el problema es el consumo excesivo de los países desarrollados y no la sobrepoblación de los más pobres", afirma.

El consumo de una persona en EE UU emite 20 toneladas de dióxido de carbono cada año; el equivalente de dos europeos, cuatro chinos, diez hindúes o 20 africanos. El 80% de la población pagaría las consecuencias económicas y ambientales del consumo de un 20%. Stephen Pacala, director del Instituto Ambiental de la Universidad de Princeton (EE UU), calcula que los 500.000 habitantes más ricos del mundo -cerca de un 0,7% de la población actual- son responsables del 50% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo.

Y la situación no hará sino agravarse en los próximos años. "El reto es, en realidad, que los recursos se repartan de una manera más equitativa. Los efectos sobre el medio ambiente son extremadamente difíciles de revertir a través de las tasas de natalidad", advierte Pearce. "Aun si redujéramos a cero la fertilidad en el mundo, las emisiones de gases con efecto invernadero deberían rebajarse, por lo menos, un 50% para mediados de siglo", explica.

Además de los efectos del cambio climático, los países menos desarrollados se enfrentan al hambre, la causa directa o indirecta de un 58% del total de muertes del mundo según un estudio de la ONU difundido en 2004. El Instituto de Recursos Mundiales (WRI, en inglés) advirtió la semana pasada de que en 2050 habrá otros 25 millones de niños desnutridos en el mundo, que se añadirán a los 150 millones que sufren hambre en la actualidad. Los niveles de pobreza continuarán aumentando: entre 1981 y 2001, el número de personas que vivían con menos de un dólar al día en África Subsahariana se duplicó. De 164 millones hasta 316 millones; y en los próximos 40 años, dos tercios de la población mundial vivirá en países en vías de desarrollo.

El hecho es que hoy en día, mil millones de personas (un sexto de la población mundial) sufren hambre. En 2050, serán 1.700 millones, un 18% de la población prevista para entonces. Además del deterioro ambiental, los conflictos y el bajo desarrollo causan la escasez de alimentos. Los agricultores africanos emplean el equivalente a 1% del fertilizante que utiliza un agricultor en un país rico. Y mientras en los países pobres consumen una dieta basada en vegetales, los ricos consumen comida que come vegetales. Para producir un kilo de carne son necesarios, por lo menos, 10 kilos de pasto. Un estadounidense promedio consume 120 kilos de carne al año; mientras que en los países en vías de desarrollo, el promedio es de 28 kilos.

"La cooperación marcaría una diferencia significativa", según afirma Stephen Pacala. "Las hambrunas se deben, en la mayoría de las ocasiones, al pobre desarrollo de los países y a que la producción ha sido insuficiente", comenta. La falta de tecnologías que desarrollen la agricultura en los países menos desarrollados y los efectos de la crisis económica global empeora las circunstancias.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO, en inglés) advirtió en 2008 que el gasto anual en alimentos importados en los países más pobres podría suponer cuatro veces más que en 2000. "Para los consumidores más pobres, que gastan un 60% de su gasto habitual en comida, el aumento significa un golpe brutal para sus finanzas", observa el informe. La FAO también señala que para combatir el hambre, el mundo debe producir en 2050 un 70% más de alimentos que en la actualidad.

El reto no es nuevo. La llamada revolución verde consiguió duplicar la producción de alimentos entre 1960 y 1990. Y, en la actualidad, aún existe un 60% de tierra fértil en el mundo. ¿Pero qué garantiza a los países pobres un desarrollo sostenible en los próximos años? Pearce y Pacala coinciden que un buen inicio es la inversión. Un informe del Ministerio de Desarrollo Británico calculó en 2008 que para reducir el hambre en el mundo serían necesarios, por lo menos, unos 900 millones de libras (unos 987 millones de euros) para garantizar el desarrollo y las tecnologías necesarias para favorecer la agricultura en los países más pobres.

El presupuesto de la FAO sumó en 2008 unos 870 millones de dólares (unos 580 millones de euros). En 2009 ascendió ligeramente, hasta 930 millones de dólares (unos 626 millones de euros). Al comparar la cifra con los 700.000 millones de dólares (471.000 millones de euros al tipo de cambio actual) que el Gobierno de EE UU destinó para evitar la quiebra del banco de inversión Bear Stearns, las hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae y la aseguradora AIG en septiembre del año pasado. El presupuesto mundial dedicado a combatir el hambre apenas representa un 2% de esa cifra.

Los líderes reunidos en la reciente cumbre del G-20 celebrada en Pittsburgh en septiembre pasado acordaron destinar unos 2.000 millones de dólares (1.370 millones de euros) a ayudas para combatir el hambre del mundo, pero un estudio publicado por el Instituto Internacional para la Investigación de Políticas Agrarias difundido en octubre señala que es insuficiente. "Son necesarios al menos unos 7.000 millones de dólares [unos 4.710 millones de euros] al año para la investigación agropecuaria y la mejora de la infraestructura rural en los países. De continuar con una política que privilegie las ganancias, las consecuencias serán desastrosas", advierte Gerard Nelson, uno de los autores del informe.

La prioridad para resolver el hambre, un grave efecto de la mala repartición de recursos en el mundo tampoco es nueva. Preguntado en 1972 en una entrevista con Dick Cavett sobre los efectos de la sobrepoblación, John Lennon fue claro en definir el primer paso: "Tenemos suficiente comida y dinero para alimentar a todos. Hay suficiente espacio, y algunos hasta van a la Luna".


Fuente: VERÓNICA CALDERÓN

ElPais.com

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los espacios rurales (fragmento)

La geografía tiene por objeto el estudio de las estructuras espaciales o la organización del espacio. Debe explicar los elementos y los factores que fundamentan el orden interno de dicho espacio. La geografía rural se ocupa de interpretar y valorar las estructuras rurales: los elementos que las integran, los factores que las animan, las funciones que desempeñan y la evolución histórica que han experimentado y que explica su situación actual.
El grado de evolución y modernización del espacio rural estrechamente relacionado con la capacidad técnica, la inversión de capitales y el sistema socioeconómico de la sociedad que lo ocupa.
Los cambios habidos en los espacios rurales del mundo han sido enormes. Al mismo tiempo que se ha producido y se produce un impresionante éxodo rural, el cual se desarrolla junto a una clara modernización del campo a través de la Revolución Verde, a veces acompañadas de reformas agrarias.
Pero los cambios en los países desarrollados no han consistido tan solo en la producción de excedentes agrarios, sino que las modificaciones introducidas en los usos no agrarios del suelo se revelan tan importantes como las agrarias. Asimismo, la investigación en biotecnología está avanzando aceleradamente, hecho que puede modificar radicalmente los presupuestos de los espacios agrarios actuales.
La geografía agraria, en consecuencia, estudia los espacios, la sociedad y la actividad agraria, actividad que tiende a satisfacer una demanda de productos agrarios, obtenidos en el campo. Las estructuras de éste surgen de aquella actividad. Estructuras que con sus elementos, sus factores, y sus flujos constituyen el objeto de análisis de la geografía agraria.
La geografía rural tradicional que era exclusivamente agraria se orientaba al análisis de los paisajes agrarios y se identificaba con la geografía regional, la cual estudiaba básicamente regiones agrarias. El cambio de una economía de subsistencia por otra cada vez mas comercial ha introducido un vuelco total en la organización de los espacios rurales.
La organización actual de cada espacio rural concreto obedece al modelo socioeconómico que en él domina y al grado de desarrollo técnico y de integración económica que mantiene tanto lo que respecta a la estructura de los núcleos de poblamiento como a las formas de los campos de cultivo, a la propia densidad y distribución de la red viaria, así como a los flujos que desarrolle con otros espacios rurales o con los núcleos urbanos inmediatos, que son los que abastecen a una gran parte de los insumes agrarios.
El espacio rural está condicionado por unos factores físicos representados por el complejo ecológico, que por sus diferencias zonales, regionales y comarcales, introduce una gran diversidad de aprovechamientos agrarios. Como resultado de la conjugación de los hechos naturales de los factores históricos y del valor de los sistemas socioeconómicos actuales, van a cristalizar a escala planetaria unos grandes sistemas agrarios que afectan a cientos de millones de personas y dan singularidad a vastísimos conjuntos territoriales.

Fuente: MOLINERO, Fernando “ Los Espacios Rurales” Oikos Tau, Barcelona (1990)
(fragmento)

imagen: Kalipedia


martes, 3 de noviembre de 2009

La Puna es el lugar del mundo donde el Sol causa más daño.

Es porque los rayos inciden con más intensidad. Allí una persona puede recibir un 10% más de radiación que un astronauta en el espacio. Esto no tiene que ver con el deterioro de la capa de ozono.

El Sol se hace sentir en la Puna argentina como en ningún otro lugar en el mundo. Y no es sólo una sensación de visitantes ansiosos por encontrar alguna sombra. Se trata de un fenómeno singular: la región del Norte es el lugar donde el Sol incide con la mayor intensidad en el planeta.

Lo descubrieron investigadores del Instituto de Física de Rosario, dependiente del Conicet, y de la Universidad Nacional de Rosario en colaboración con el Instituto de Energías No Convencionales de Salta y la Universidad de Innsbruck, de Austria.

Registraron dos récords mundiales que dan cuenta que la radiación del Sol alcanza con valores extremos a la Puna. Incluso, ahora se sabe que la estrella pega más fuerte en la región norteña en comparación con lo que ocurre por afuera de la atmósfera.

"Detectamos que, en circunstancias particulares, la intensidad solar global que llega a la Puna puede ser un 10 por ciento mayor a la que experimenta un astronauta cuando sale de la atmósfera del planeta", dijo a Clarín Rubén Piacentini, investigador superior del Conicet que ha formado parte de la comisión de árbitros de la ONU sobre efectos medioambientales del ozono.

El físico presentó recientemente los resultados de los estudios sobre radiación solar durante el acto de su incorporación a la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Antes, ya habían sido publicados en dos revistas especializadas como Journal of Atmospheric and Solar Terrestrial Physics. Los dos récords surgieron a partir de medir dos tipos de parámetros, la radiación solar en general y la radiación eritémica.

En primer lugar, los científicos analizaron la intensidad solar global, algo que incluye a las diferentes radiaciones que llegan desde el Sol: la radiación ultravioleta, la visible y la infrarroja. En 1997, Humberto Bárcena y el austríaco Alexander Cede se fueron de campaña al Cerro Azul, en el norte de la provincia de Jujuy. Allí, registraron los valores que hasta ahora son los máximos que se han alcanzado y que sirven para advertir que la gente que vive o visita la Puna debe prevenirse mejor contra el Sol.

"No queremos alarmar con los datos, pero sí creemos que el conocimiento científico puede ser utilizado para proteger mejor a la población", afirmó Piacentini. En el Cerro Azul, a 3.900 metros de altura, llegaron a registrar 1.528 vatios por cada metro cuadrado de superficie. "Esperábamos encontrar valores altos, pero nunca pensé que iban a ser tan altos", contó Alexander Cede, quien contó con una beca de la Fundación Cáncer de Piel y ahora trabaja para la NASA en EE.UU.

El valor extremo que registraron tiene sus razones. Aunque antes los investigadores se ocuparon de aclarar: "Es un fenómeno natural y no tiene relación con el deterioro de la capa de ozono", dijo Piacentini. Las condiciones que sí facilitaron el valor extremo de la intensidad solar en la Puna fueron: el momento en que se se hizo el registro (cerca del 21 de diciembre, cuando la radiación solar incide prácticamente en dirección vertical), la atmósfera estaba límpida de partículas en suspensión (poco común en un desierto intertropical) y la altura de casi 4.000 metros, donde la atmósfera es menos espesa. Además, había nubes cúmulos que ayudaron a aumentar la intensidad de radiación.

Los científicos, con apoyo del Servicio Meteorológico Nacional, también se ocuparon de medir la radiación ultravioleta eritémica: analizaron el tiempo que tarda esta radiación en provocar enrojecimiento en la piel. Lo hicieron con un filtro que simula la piel humana, un instrumento ubicado en La Quiaca, Jujuy. El filtro indicó valores que iban entre los 18 y los 20 o más, cuando el nivel moderado es entre 4 y 6.

A partir de los resultados, Piacentini opinó: "Los datos obtenidos son útiles en dos direcciones: por un lado, sirven para recordar que las altas intensidades solares de la Puna pueden ser mejor aprovechadas para conseguir energía para la población. Por otro, indican que los habitantes de la zona deben usar sombreros con alas anchas, anteojos con filtro de radiación ultravioleta y —quizá—, protectores para la piel, según indicación médica".

Fuente: Clarin